Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cosas difíciles de descubrir por deathotel22

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

hola!!!

muchos querian saber que pasó con esta parejita despues de sus vacaciones, pues ahora sabremos lo que la vida les tiene reservado

 

Notas del capitulo:

hola, aquí el primer capitulo de la segunda parte, que lo disfruten!!!

Luego de sus fabulosas y amorosas vacaciones junto con su novio en el lago, Bill tenía que regresar a clases, algo que no le incomodaba porque estaría con Tom todo el día, pero lo que si odiaba era el torpe uniforme del colegio y más el del lunes- ¿Pretenden que me ahogue con tanta ropa?- dijo fastidiado acomodándose la corbata.

-          ¡Bill!- era su madre que lo llamaba- ¡apresúrate o llegaras tarde!-

El pelinegro movió la cabeza resignado, su madre no comprendía que el primer día nunca hacían nada.

Cogió su mochila y bajó a desayunar. Simone estuvo insistiendo en que quería irlo a dejar, pero él se negó rotundamente,  ya no estaba en el preescolar para que lo fuera a dejar y con ella cerca tampoco podía hacer cosas entretenidas con Tom.

-          Ya me voy- le dio un beso de despedida- adiós Cody- le rascó la cabeza a su cachorrito blanco.

-          Cuídate y pórtate bien- dijo Simone desde la puerta.

Desde que Tom convenció al viejo Hans de regalarle al perrito, ambos tortolos habían decidido turnarse cada semana para cuidarlo, así sería mimado por ambos padres.

 

Como Bill ya se lo imaginaba las calles aledañas al colegio estaban abarrotadas de gente, muchos de ellos eran estudiantes, pero también habían madres llorando porque era el primer día de sus hijos en la secundaria. Antes de que tanta demostración afectivo-maternal le diera agruras se apresuró a entrar en el colegio.

Con la mirada buscaba a Tom, estaba seguro que sus padres lo fueron a dejar y conociendo lo precavido que era el señor Trümper, apostaba a que incluso lo obligó a madrugar- el tráfico del lunes es terrible- imitó la voz mandona de su suegro.

-          Sigues imitando a tus mayores ¿eh?- dijo una voz divertida.

-          ¿Qué demonios haces tú aquí?- preguntó asombrado con los ojos fuera de órbita.

-          Lo que uno viene a hacer a los colegios- dijo simple- estudiar-

-          Jamás me imaginé encantarte aquí-

-          ¿Qué tiene de malo que me haya cambiado de colegio?-

-          Nada, pero no sabía que un colegio de esta índole era del agrado del gran Andreas Gühne-

-          Bill, con tanto tiempo de conocerme ya deberías saber que yo siempre apunto a lo más alto-      

Andreas o Andy como todos le decían pertenecía a la misma banda de rufianes en la que antes estaba Bill, solo que era un tipo que volaba alto, muy seguro de sí mismo y sin complicaciones. Nadie entendía por qué entro a la banda desde un principio, siempre fue muy cuidadoso y nunca fue cogido infraganti en algún delito. La mayoría pensaba que ante su sensatez a la hora de actuar él debía ser el líder y no el impulsivo maniático de Roger. Andreas era casi del mismo alto de Bill y tenía el cabello largo, pero a diferencia de su amigo él era rubio platinado.

-          ¿Y qué pasó con el idiota de Roger?- preguntó el pelinegro curioso.

-          Murió- dijo sin ninguna lamentación- desde que tú te fuiste enloqueció y se involucró en cosas más peligrosas, estuvo en contacto con narcotraficantes y al final lo terminaron matando-

-          Vaya…- hizo una mueca- siempre supe que terminaría mal, pero no tan mal-

-          No te lamentes, él no lo haría por ninguno de nosotros- dijo sincero- oh, mira- apuntó con el dedo- ¿ese de allá no es tu noviecito príncipe azul al rescate?-

Tom venía caminando muy feliz, porque por fin había encontrado a su pelinegro. Lo que le extrañó fue verlo con alguien más.

-          Tomy- Bill se lanzó a sus brazos y le plantó un beso que le dejó sin aliento- ¿en dónde estabas?-

-          Buscándote- dijo cariñoso.

-          Tanto tiempo sin verte rastitas- dijo Andreas en señal de saludo.

-          ¿Qué haces tú aquí?- se puso en guardia por si acaso.

-          Tomy, él es Andreas- lo presentó- pero tranquilo no es tan malo como parece-

-          Eso dirás tú, yo aún recuerdo el golpe que me diste aquella vez con el tubo de metal- se quejó.

-          No seas quejumbroso- el platinado se acercó y lo rodeó por el cuello como si ya fueran grandes amigo- hay que dejar el pasado atrás, ¿sin rencores?-  le extendió la mano y Tom la aceptó.

-          Le decimos Andy- dijo el pelinegro- pero también lo conocían como rayo-

-          ¿Rayo?- dijo el de rastas extrañado- ¿Y por qué te dicen así?-

-          Por esto…- le mostró una billetera.

-          Esa billetera… se me hace familiar-

-          Claro, es tu billetera- dijo divertido.

-          No me di cuenta cuando me la quitaste- comenzó a tantear sus bolsillos del pantalón.  

-          Uno tiene sus secretos- dijo presumido y se la devolvió, no tenía intención de robársela, simplemente quería demostrar a que se refería la gente con lo de rayo.

Después de un rato de estar conversando Andreas se alejó de ellos, comprendía a la perfección lo que significaba hacer un mal tercio.

-          Mi mamá enloqueció- dijo Bill tomando de la mano de su novio- quería venir a dejarme ¿puedes creerlo?-

-          Sí, tu madre es de hacer ese tipo de cosas, lo que me extraña conociendo el carácter que tienes-

-          ¿Qué hay de ti? ¿tus padres te trajeron?-

-          Sí, y aunque mi madre estaba de acuerdo conmigo, no pudimos convencer a papá, él se va de viaje la próxima semana y hay que darle el gusto- rodó los ojos recordando las palabras de su progenitor.       

Recorrieron el colegio esperando a que el director iniciara la ceremonia de bienvenida al nuevo año escolar. Pasaron cerca de la puerta viendo como las madres con lágrimas en los ojos despedían a sus hijitos.

-          Si mi madre llega a hacer un espectáculo así, me lanzo del último piso- dijo el pelinegro asqueado ante tanto amor.

-          Exagerado, como siempre- dijo Tom divertido.

Fueron hasta la pileta del patio para no aburrirse cuando de pronto una persona los interceptó.  

-          ¡Tom!-  un chico alto de cabello castaño y ojos celestes abrazó fuertemente al rastudo.

-          ¿Qué haces aquí?- dijo felizmente el mencionado.

-          Mi padre tuvo que regresar por cuestiones de negocios y estudiaré aquí la mitad del semestre, luego nos mudaremos a Japón- dijo muy contento.

-          Eres un suertudo viejo-  

Bill sintiéndose aludido y a razón de no entender nada pellizcó a su novio en el brazo y le dedico una mirada de necesito una explicación.

-          Oh cierto- dijo Tom al darse cuenta- él es mi mejor amigo Nathan, se mudó a los Estados Unidos unos meses antes de que tú llegaras, él se sentaba en tu puesto-

El pelinegro había oído hablar algo del supuesto Nathan, pero nunca pensó que viviría lo suficiente para conocerlo.

-          Y él es Bill- continuó las presentaciones el rastudo- es mi novio-

-          ¿Novio?- dijo Nathan incrédulo- no sabía que eras gay-

-          Al principio creo que yo tampoco lo sabía-

Tom no lo notó, pero Bill sintió como Nathan lo recorría con la mirada y si las miradas mataban él ya estaría bien enterrado.     

Afortunadamente la campana que indicaba el inicio de la ceremonia de bienvenida sonó. Todos los alumnos debían ir al auditorio del colegio para escuchar el mismo sermón gastado del director. Eran cuarenta minutos de total aburrimiento, unos cuantos como Bill contaba los chicles pegados en los espaldares de las butacas. Era el primer semestre completo que estaría en ese colegio, pero el director pasó a formar parte principal de los más odiados en su lista negra a penas en dos segundos- rompió el record- pensó mientras intentaba no quedarse dormido.

Cuando la charla, según el director motivacional terminó, se escucharon ciertos aplausos, los que más aplaudieron fueron los tontos de primer año y los profesores que eran tan viejos como el mismo planeta tierra.

Al salir todos los alumnos debían dirigirse a sus nuevos salones, para suerte o quizás mala suerte a Tom, Bill, Nathan y Andreas que iban a cursar el último año, les toco un aula en el segundo piso. El pelinegro resignado comprendió que ya no podría quedarse dormido porque subir las escaleras le iba a llevar tiempo.

Antes de que algún profesor llegara ambos tortolos presentaron a Nathan y Andreas, creían que ya que estudiarían juntos debían conocerse.  

Cuando para mala suerte el Sr. Matews llegó todos tomaron asiento, Bill y Tom se sentaron juntos y a Nathan no le quedó más remedio que sentarse con el platinado amigo del pelinegro.

-          Estoy empezando a odiar el lunes más de lo normal- le dijo el pelinegro bajito a su novio- de todos los maestros ¿tenían que mandarnos a este?-

-          Tranquilo- sujetó su mano debajo de la mesa- puede ser peor-

Sí, Tom tuvo razón, las cosas empeoraron. Resulta que en ese colegio al principio del año escolar los maestros solían tomar las llamadas “pruebas de diagnóstico”, nada que afectara su promedio escolar, solo una torpe prueba para comprobar si- los jóvenes habían repasado sus lecciones en las vacaciones- era lo que decía el viejo Sr. Matews.

-          No importa lo caro que sean los colegios siguen usando las mismas técnicas ortodoxas- dijo Andreas cuando todos salieron al patio en la hora del receso.

Bill, Tom y Nathan le dieron la razón, agotados por las extenuantes pruebas fueron a comprar algo  para comer.

Las cosas en el trascurso del día se pusieron peor, todos los profesores empezaban a repartir las listas de materiales que necesitarían para sus clases- un montón de chucherías que al final no terminaremos usando- dijo Nathan al revisar la lista de química.

 

Notas finales:

hola!!!!

Andreas el rayo!!! jajaja que habilidad de este muchacho !!!

parece que a Nathan no le cayó muy bien Bill

gracias por leer, comenten o no hay capitulo (nah no es cierto) les mando un besote y nos vemos en la proxima!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).