Es extraño... Quizás solo estupideces mías pero desde que me aleje de ti, intento convencerme de que no extraño tu presencia, ya que, supongo me la paso el día entero pensando en ti, y irónicamente lo que extraño de ti es tu sonrisa tan calida, tus hermosos ojos esmeralda repletos de amor, tu voz, te extraño...
Esto es lo que pienso en las noches repletas de estrellas, hasta quedarme dormido, en verdad fui un idiota al alejarme de ti, en realidad no sabia lo que hacia, y honestamente no se que demonios hago con mi vida, a veces deteniéndome abruptamente en el camino y otras dando giros tan inesperados, como una montaña rusa, y pensar que ahora me da alivio al dolor que yo mismo provoque, el recordar tu agradable presencia, ¿Será que soy masoquista?, por que, de alguna manera el alivio solo es momentáneo, y vuelvo a recordar de nuevo todo lo que te dije ese día, si, vuelvo a meter el dedo a la llaga, recuerdo poder lograr sentir el dolor, la tristeza que se reflejaban en tus ojos, la desesperación y la rabia, querer golpearme por lo idiota y patético que fui y que sigo siendo, espero y algún día me perdones, simplemente no me logro perdonar el hecho de que yo fuera el causante de que tus hermosos ojos estuvieran repletos de pequeños mares que caían por tu rostro, de ser el causante de que en vez de tu calida sonrisa, estuviese una mueca de dolor, quizás de tristeza, cuando pronuncié aquellas palabras que destruyeron todo, todo lo que existió y pudo haber existido , desde aquellos momentos en los que atesoraba tu hermosa sonrisa, las discusiones por cosas estúpidas y sin sentido, he incluso las noches que te ame con locura, todo parecía romperse, en tan solo cuestión de minutos todo parecía haberse inundado en la oscuridad para así quedarse en el olvido, o al menos eso pensaría cualquiera.
Recuerdo a la perfección lo que te dije, pude haberlo dicho por impulso, o por que estaba inseguro, aun no lo se aunque eso realmente ya no importa, pero algo si tengo en claro intentaba huir, huir de algo que siempre tuve, y que siempre me darías, tu amor, y lo arruine todo con un simple "No es lo mejor para ti el estar conmigo" y así intente alejarme, escuchando tus sollozos y no poder hacer nada más que caminar y alejarme de ti, que idiota soy, cuando realmente tenia ganas de lanzarme a tus brazos y decirte que soy un idiota, que me perdonarás y intentar calmar tu llanto, solo escape, como un cobarde.
Y ahora me encuentro aquí en lo alto de este edificio mirando el vacío, con las claras intenciones de volver a escapar, pero esta vez escapar del tormento y el dolor, si, ya no puedo más, sin ti ya no puedo seguir más, es como si todo ya no tuviera sentido como si ya no me importara nada en este mundo, irónico ¿no?, el creador de su propio dolor ya no puede seguir con su tormento, cerrando los ojos, me preparaba para caer, esperaba sentir el gélido viento chocar contra mi rostro, sentir adrenalina, o como mínimo sentir algo, cosa que no senti, solo senti un fuerte tirón de mi brazo, abro mis ojos, y te vi, estaba en tus brazos, llorabas y me repetias como una madre regañando a su hijo por hacer algo malo, ¿Que estas haciendo idiota?, apesar que tu voz sonaba quebrada por el llanto, tu abrazo era cálido y tranquilizante, tu peculiar aroma me inundaba, tabaco y algo que solo puedo describir con una palabra Matt a eso olías, podía escuchar tu corazón con un ritmo un tanto alterado, me acariciabas la cabeza y sin más mi vista se empezaba a nublar, veía borroso hasta ya no poder ver más solo oscuridad.
Despierto con la respiración agitada, aparentemente también estuve llorando, mire a mi alrededor me tomo un momento lograr orientarme, estaba en mi habitación y al lado mío estabas tu, dormías tranquilamente, me tranquilice al instante, mientras soltaba un suspiro con pesadez y me acomode de nuevo, abrazandote y con la intención de volver a dormir, te mire un momento y con un pensamiento verte mis ojos, menos mal que solo fue un mal sueño.