Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Small bump [DRABBLES/EXO] por BunnyA

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

MINI RESUMEN: ¿En qué momento se convirtió en una droga?
 
  ¿Cuándo me convertí en... en esto?
 
 
  KaiSoo
 
 
  Todos los derechos reservado, prohibido resubir sin autorización del autor.

Love ≠ Obsession

 

POVAUTOR

 

El olor del cigarrillo invadía cada rincón de aquella habitación pequeña pero sobre todo barata, se podía ver las manchas de humedad en cada esquinas de las paredes, el olor a humedad era opacado por el del alcohol y nicotina, se podían ver algunas colillas de cigarro en el suelo cual consistía en un tapizado felpudo rojo. Hoy era un día especial para él pero aquel otro ni siquiera de preocupo en hacerlo aun más especial.

El aire frío se colaba en cada poro de su piel desnuda, era casi insoportable la sensación vil del frío, las sabanas amarillentas, que alguna vez fueron blancas, no eran de gran ayuda para protegerlo del frío, con mucho cansancio y dolor se incorporó de la cama, observó a su costado, pudo ver aquella espalda ancha y fornida, su muy singular tono de piel, sus brazos marcados y su cabello todo revuelto. KyungSoo quería observarlo así, de aquélla manera, verlo tan tranquilo era un placer que podía cumplirse solo cuando él dormía, cuando no le cuasaba aquella amarga adicción auto-destructiva de culpa. KyungSoo se recostó de lado, apoyando su cabeza en su mano izquierda, mientras que la otra tocaban lentamente a JongIn. KyungSoo podía sentir su piel caliente, sus dedos se deslizaban por cada rasgo. Casi inevitable, su mirada se clavaron en sus muñecas, su pálida piel estaba envuelta en colores violetas y rojizas, a KyungSoo ya no le dolían aquella marcas, hacia tanto tiempo que su cuerpo dejó de sentir dolor físico porque el dolor emocional era mucho más profundo y venoso pero que a su vez era familiar y cotidiano hasta adictivo. Las cicatrices en su cuerpo son sólo líneas de colores apagadas, nada era tan doloroso y destructivo que el dolor que cargaba en su pecho desde ya hace años, aquel mismo dolor que era su más grande adicción, una muy amarga y destructiva. KyungSoo se perdió en aquel recuerdo, aquel lejano y puro recuerdo de un hombre dulce y gentil que conoció hace 4 años en una cafetería de Seúl. Aquel recuerdo era tan amargo que podía sentirlo en sus labios. Aun podía sentir el sabor de la cafeína, su coqueta sonrisa, su rostro sonrojado, sus nervios a flor de pie, sus miradas entrelazadas, la ilusión de un amor correspondido. Pero toda aquella imagen era sustituida por una imagen falsa, distorsionada, dolorosa, un imposible. Porque eso era Kim JongIn para él, un amor imposible, quizás el termino de amor no era el adecuado para su situación, aunque solo dejándolo del lado de JongIn, porque por su lado si era amor, un amor destructivo, fiel y puro. Solo tal vez, si su hubiesen conocido mucho antes su amor sería completo y correspondido. Kim JongIn sería completamente suyo y no un tercio.

KyungSoo vió como JongIn se removía de la cama, rápidamente cerró los ojos, JongIn no demoró en despertar, sin mirarlo se puso de pie y se vistió, sacó un par de billetes del pantalón y lo dejó en la mesa de noche, con una apariencia seria observó dormir a KyungSoo y agregó;

- Te enviaré un mensaje más tarde, tengo que irme ya, dejé dinero para que pagues la habitación y algo para que vayas de compras... - serio y directo, ese era Kim JongIn desde hace menos de un año. KyungSoo no sabía cómo habían llegado a ello, no recordaba en que momento JongIn se volvió tan ruin o quizás sí sabía el porqué. JongIn se giró, luego besó su hombro, cogió su chaqueta y salió de la habitación, KyungSoo cerró los ojos con llenos de lágrimas, su mente se hundió en los recuerdos.

Habían comenzado a salir luego de cuatro meses de haberse conocido, JongIn era dulce y gentil, KyungSoo era feliz. Cuando pasó el primer año de noviazgo, KyungSoo por fin pudo darse cuenta de las actitudes de su novio, o al menos a preguntarse ciertas cuestiones que antes dejaba de lado ¿Por qué JongIn nunca se quedaba a dormir conmigo? ¿Por qué no me dejaba conocer a sus amigos? ¿Por qué nunca hablaba de su vida privada? ¿Por qué se enfadaba cuando tocaba su móvil? Las preguntas cada vez eran mayores, KyungSoo no sabía con exactitud sus comportamiento pero aún así lo amaba, KyungSoo se enamoraba cada vez más de él a pesar de las preguntas sin respuestas que el mismo JongIn le daba. KyungSoo recuerda cuando iban a cumplir 600 días juntos él había planeado una cena, pero primer lo sorprendería en su departamento, claro que esa información tuvo que averiguarla por medio de una persecución, KyungSoo había planeado seguirlo hasta su departamento, el lugar donde JongIn vivía no era un departamento sino una casa, no una grande pero si muy linda ¿Vivía con su madre? KyungSoo solo apuntó la dirección y se marchó, planeaba caerle de sorpresa a JongIn ese mismo fin de semana para ir a un día de picni y quizás pasear por el Río Han. KyungSoo despertó muy temprano ese sábado, se arregló minuciosamente para verse lindo y radiante, preparó la canasta de almuerzo, también una rosa, aunque fuese muy cursi a él le parecía un lindo detalle. KyungSoo marchó a dicha dirección, estacionó su auto frente la cera. Pasaron unos minutos hasta que JongIn por fin salió junto a su mascota. KyungSoo estaba listo para darle la sorpresa pero...

- ¡Papi esperame! - gritó una niña pequeña quien no demoró en sujetarse en la pierna de JongIn.

- Bora, deja a tu papá y ven aquí, él sacará a pasear a Mung - dijo una mujer desde la puerta.

- Mami... Quiero ir - la mujer se cruzó de brazos, JongIn sonrió al ver el gesto de su hija y rápidamente la cargó luego caminó hasta la mujer en donde dejó un beso. KyungSoo quedó estupefacto ante la escena, de sus ojos comenzó un infinito mar de lágrimas, su garganta se cerró por completo, no tenía palabras describir la escena, su mente maquinaba todas esas preguntas, esas sospechas, ahora todas tenían una única y gran respuesta.

- Que idiota fui - susurró para luego apretar el acelerador. Esa noche KyungSoo lideó con un corazón roto y con la clara promesa de olvidar para siempre a KimJongIn. Esa misma noche KyungSoo dibujó líneas rojas en sus muñecas, esa noche quemó el nudo en su garganta con licor, esa noche solo respiró nicotina.

KyungSoo no sabía cómo apartar a JongIn de su vida, no cuando éste se apareció en su departamento con un ramo de rosas y un anillo. KyungSoo estaba en duda sobre sus verdaderos deseos. JongIn nunca se dio cuenta de sus ojos rojos debido al llanto, tampoco el olor a nicotina ni a sus muñecas vendadas, Kim JongIn nunca se dio cuenta del dolor de Do KyungSoo. Solo dijo; - Lamento mucho no haber venido ayer, amor. Pero el trabajo me entretuvo desde muy temprano hasta muy tarde y no quise aparecer con una apariencia horrible... ¿Pero sabes qué? Hoy pedí mi día libre para que los dos estemos juntos... Sólo nosotros.

Y aunque KyungSoo quiso alejarlo por ser tan sínico al final de cuenta terminó por corresponderle el beso, KyungSoo no podía olvidar la escena de ayer, nunca lo haría pero tampoco podía olvidar el amor que le tenía a ese hombre, ese amor era mucho más grande que cualquier cosa en él, que su amor propio, que su sensatez, que su lógica, Kim JongIn era el único hombre que había amado y aunque él estuviese casado el amor no se iba a ir. Pero toda aquella situación dejó en shock a KyungSoo, no sabía cómo actuar ante aquel descubrimiento, le dolía, sí pero el miedo de perder a JongIn era demasiado grande y más dolorosa, KyungSoo calló ese vez, le daría tiempo a JongIn para que le dijese la verdad, él esperaría pero el tiempo no acalló el sentimiento de traición porque cada vez que JongIn volvía a su hogar Kyungsoo sabía que estaría con su mujer que la besaría y le haría el amor como a él y eso le jodía demasiado porque él no quería compartirlo. KyungSoo no demoró en cuestionarle sus actitudes, del porqué nunca se quedaba a dormir con él, porqué tenía olor a mujer aunque claro que KyungSoo ya sabía la respuesta a todo eso pero sus intenciones eran sacarle la verdad a JongIn y que éste de alguna forma le diría que lo ama más que a nadie en el mundo, que si divorciaría y se casaría con él, cliché simple y patético.

Pasaron los meses y JongIn comenzaba a tratarlo de forma grosera y siempre decía palabras hirientes, KyungSoo sabia que eso se debía a su nuevo empleo como camarero nocturno, sus amistades y a sus reproches. JongIn poco a poco se comportaba como un bastardo uno que a su pesar continuaba amando. JongIn era posesivo e irracional, Kim JongIn era una droga destructiva y él un adicto sentenciado. KyungSoo quería creer que JongIn terminaría con su esposa y aunque le doliese decir también a su hija, porque su amor era posesivo y él quería que ese hombre solo tuviese ojos para él, que nadie ocupase lugar en su mente, que solo él pudiese sentir sus labios, ver sus sonrisas.

KyungSoo había caído en un pozo de dolor y obsesión, y Kim JongIn era su salvación pero también su perdición.


Sus delgados dedos se enrollaron en el móvil, su sonrisa estaba cargada de felicidad e ilusión, KyungSoo no demoró en enviar el msj de texto, su rutina mañanera pero con un pequeño detalle que ese día una noticia, pequeña pequeña había cambiado su paronama, quizá su futuro.

"Amor, que tengas un hermoso día, te estaré al esperando para ir al cine como planeamos, tengo algo que decirte pero esperaré a que llegues. Te amo, K♥"

Envió. KyungSoo se recostó en su cama, la noche anterior había consumido por completo sus energías, al igual que en toda la semana, pero ahora eso era motivo de alegría, el cansancio no se hizo esperar.

Unos golpes despertaron a KyungSoo, aun con cansancio se incorporó de la cama. Observó la hora y se molesto al ver que solo habían pasado 3 horas desde que se había recostado a dormir.

- JongIn - susurró con ilusión, una cálida sonrisa se formó en sus labios, con prisa salió de la cama y cogió su bata, KyungSoo no demoró demasiado en ir hasta la puerta. Al abrirla su sonrisa se esfumó la imagen cálida que tenía de JongIn se quebrantó aun más, otra grieta que se acumalaba entre las otras.

JongIn sujetó del cuello a KyungSoo, quitándole todo el aire, JongIn lo apresó contra la pared, su mano temblaba contra el blanco cuello de KyungSoo, pero al más bajito no le preocupaba ello, no le sorprendía demasiado el que su novio lo tenga del cuello sino sus ojos llenos de ira y frialdad, había conocido esas emociones en él pero en palabras pero nunca había visto esa mirada, clavándose en lo más profundo de su alma, creando otra grieta.

- J-JongIn - tartamudeó con miedo, el nombrado solo afiló más su mirada - ¿Q-qué sucede? - susurró con dificultad. JongIn soltó su cuello y lo empujó, el bajito cayó al suelo.

- ¡Tú, me pasaste! Debí haberte follado e ido... Nunca me debí haber involucrar con alguien tan estúpido como tú... - exclamó furioso e indignado, KyungSoo se quedó espantado ante su confesión ¿Sólo follado?

- ¿Eso soy para ti? ¿Una conquista? - preguntó dolido y amargado.

- Sólo eres una puta cama... Y lo hubieses seguido siendo sino fueses tan jodidamente empalagoso y metiche... Arruinaste mi vida, a mi familia -

Mi familia

Esa palabra por fin se liberó, KyungSoo sintió un nudo en su garganta, por fin había sucedido, por fin JongIn se había confesado, KyungSoo creyó haber estado listo para este momento pero se equivocó, le dolía, demasiado, sentía como otra parte de su pecho se quebraba.

- Familia... - susurró, el dolor se profundizó más.

- ¡Sí! ¿Eres imbécil? Sabías perfectamente que tenía una esposa, una hija, sabías que eras él otro. Lo sabías, KyungSoo - dictó. El nombrado sólo permaneció con la mirada en el suelo, con el nudo en su garganta y la grieta en su pecho.

- ¿No me amas? - se atrevió a cuestionar, JongIn rió por tremenda pregunta.

- Eres él otro, eres una cama caliente ¿Es qué eso no te dice nada? Nunca te amé, simplemente te consentía sólo porque me dabas las mejores folladas... Solo me aseguraba de que estuvieses a mi disposición, nada más que eso - y quebró, KyungSoo pudo sentir cómo algo en su pecho se terminaba de romper y consumir - Por tu estúpido mensaje mi esposa me dejó - expuso, KyungSoo rió por ello, con amargura e ironía.

- Te dejó porque eres un maldito hipócrita, no mereces una esposa o una hija, sólo mereces quedarte solo. No mereces que te amen. Está será la última lágrima que derramaré por ti, ahora tengo cosas mejores que hacer y eso no te incluye. Tienes razón, sabía que estabas casado pero no porque lo deduje en un principio, lo supe mucho después ¿Pero sabes por qué no te lo dije? - KyungSoo guardó un segundo de silencio - Porque tenía la estúpida y enferma esperanza de que me lo dijeras, que me amaras a mi, mi error fue alimentar esas ingenuas esperanzas, seguir creyendo en ti, pero mi gran, gran error fue enamorarme de ti, porque creí ver algo especial en ti pero me equivoqué y lo peor es que ya es demasiado tarde para ello. No puedo decir que te odio porque mentiría, te amo, más de lo que mereces, no podría odiarte porque te acepté con ese secreto, te seguí amando aun cuando me tratabas de la forma más fría, cuando mentías te acepté con todo ello. Siento odio por mi mismo por haber tenido pensamientos tan egoístas... No puedo creer que había deseado tenerte para mi mismo... ¿En qué rayo estaba pensando? ¿Alejar a su padre de su hija? - KyungSoo se quedó estático ante las últimas preguntas. La culpa lo desbordó de forma desgarradora, como un puñal hundiéndose en su piel - No eres bueno para mi - se dijo con tal convicción que la realidad acumulada en sus ingenuos sueños lo abofetearon - Dios, que ciego he sido... Sólo haz sacado lo peor de mi, no me haces ningún bien, JongIn - afirmó KyungSoo con resignación y descubrimiento, había sido tarde pero ahora lo podía ver, JongIn no era algo sano, no era un sentimiento puro, JongIn se había convertido en una droga, una destructiva - N-no... Vete y no vuelvas más, no quiero que sigas en mi vida, vete antes de que consumas lo poco que me queda de ella - susurró entre lágrimas, JongIn rió y negó con la cabeza.

- No eres nadie sin mi, me haz necesitado estos años más de lo que yo te pude necesitar, estás enamorado de mi tú mismo lo has dicho, KyungSoo, tu vida soy yo - aseguró con arrogancia.

- No, ya no más. Ya no quiero que tú seas mi vida porque simplemente no vales la pena y ya has acabado con gran parte de ella. Vete JongIn y no vuelvas, le daré mi vida a quien en verdad se lo merece. Vete - ordenó con lo poco de dignidad que poseía, JongIn amplió una sonrisa derrochando arrogancia.

- Bien, me iré pero te recordaré algo, yo arreglaré mi vida con mi esposa e hija, ellas me aceptarán nuevamente, me conseguiré otro amante quizá esta vez una mujer pero tú... tú me seguirás amando, me rogarás para que vuelva, y ese día seré yo el que te rechace - dijo con gran convicción, JongIn observó a KyungSoo y le sonrió con burla luego abandonó el departamento con la certeza de que pronto volvería y así poder dominar a KyungSoo por completo, tenerlo en su poder y que este solo le complaciera aceptando sus condiciones, Kim JongIn estaba seguro que no pasaría mucho tiempo en el que Do KyungSoo lo buscara.

Con los pedazos rotos de su corazón KyungSoo lloró, no porque JongIn por fin había mostrado su verdadero rostro sino por lo estúpido y ciego que había sido ¿En qué momento se dejó dominar por la droga? ¿En que momento JongIn pasó de ser su amor a una obsesión? KyungSoo se sentía destrozado, avergonzado pero aun así feliz, con todo el amor que aun le quedaba en su destrozado corazón acarició su vientre.

- Deseé tanto tenerte para mi, deseé que dejaras a tu familia, que abandonaras a tu propia hija. Creí que si te daba un hijo te animarías a luchar por mi pero me equivoqué... Me equivoqué de la peor manera... Y ahora mi bebé vivirá sin un padre... Pero eso me alegra porque así no conocerá un padre a medias... Sólo me queda mi bebé, de toda esta rueda viciosa lo que tengo es sólo a ti.. - KyungSoo acarició su aun plano vientre - Mi hermoso milagro entre toda esta tormenta - bisbiseó completamente devastado pero con una sonrisa cargada de dolor, culpa, felicidad, amargura, cariño.



[Un tiempo después]

 

 

- ¿Cómo se llamará? - preguntó Jongdae sin apartar la vista del pequeño bulto que KyungSoo sostenía.

- Mmhn... Ya lo sé - susurró sin apartar la mirada de su bebé, KyungSoo se deleitó ante la hermosa imagen, su pequeño niño dormía plácidamente, su piel era pálida como la suya al igual que sus labios, su nariz, todo en su bebé era parecido a él, bueno casi todo. Su bebé bostezó levemente y con algo de dificultad abrió sus párpados, aun le era difíci lpara su bebé abrir los ojos por completo, su rostro estaba levemente hinchado, peroya habían pasado algunos días desde que por fin su pequeño había llegado al mundo y hasta hace unas horas el pequeño había abierto sus ojos, KyungSoo se había quedado perplejo porque de todo lo que su bebé pudo haber heredado de su padre, él heredó sus ojos, su pequeño niño poseía la misma mirada, el mismo color de ojos, KyungSoo juraría que el karma lo seguiría, verse'esa'mirada por el resto de su vida era algo con lo que cargaría su consciencia pero aun así lo amaría. Su bebé era el único recuerdo de ese amor destructivo, un amor tóxico, Kim JongIn sólo sería eso, un mal recuerdo que dejó una enorme huella en su corazón, en su alma, en su cuerpo.

- DongHee... Él es mi invierno feliz - susurró para luego besar la pequeña narisita de su bebé. Jongdae asintió con una sonrisa, sabía que su amigo tendría un camino difícil que recorrer pero también sabía que su bastón sería el pequeño DongHee.

"- Mi hermoso niño... Sólo te necesito a ti para seguir, te prometo que seré mamá y papá, nadie te hará daño. Ahora tienes la mitad de mi corazón, lo único que queda de él... Y esa mitad será sólo para ti -"

 

Notas finales:

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).