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Perdiste nuestra Apuesta (One-shot) por Lubay Nue

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Notas del fanfic:

Si no te gusta la pareja no digas cosas ofensivas ¬.¬… un fic hecho de corazón y porque necesitaba escribirlo XD, como dicen, si quieres algo, hazlo tu mismo y bueno, aquí mi granito de arena XD ojala sea de su agrado… si, aunque Seto y Yugi casi no tengan nada que ver… pero hey… es un AU… así que no es muy fiel a la historia como tal… advertidos he ¬¬

Notas del capitulo:

Quería que fuera algo más que un one-shot pero no me daba para más… ni modo… en fin, la pareja es SetoxYugi, hay ligerísima mención de un YamixYugi y de un SetoxJoey pero de pronto me dio más ganas de hacer un SetoxYugi y no me pude contener… de verdad que quiero leer algo de ellos, pero como casi no hay, como bien dicen, si no lo hay, hazlo tu mismo… así que, he aquí mi propia versión de los hechos XD

 

Ahora… hasta donde yo recuerdo, en la temporada 0, Yugi conoce a Seto después de tener su rompecabezas ya armado, de hecho es gracias a Yami que Seto comienzan a desarrollar los discos de duelo y sus diferentes formas de jugarlo con hologramas *u* pero bueno XD aquí lo pongo en cierto punto donde Yugi aun no tiene su rompecabezas y también está adaptado a cuando el faraón haya marchado… de todos modos, dudas o sugerencias son bien recibidas XD

 

Solo si no les gusta la pareja no digan nada ofensivo ¿vale ¬¬? Soy sensible a los insultos… ha sí, este fic fue escrito de corazón n.n fuera de eso

 

¡A leer!

La rivalidad que ha existido entre Seto Kaiba y Yugi Motou es tan vieja que aun varios se preguntan la razón por la que había comenzado, aun ahora que el faraón ha dejado el mundo terrenal para poder irse al mas allá para poder descansar después de 5 milenios atrapado en un rompecabezas, incluso antes de que el llegase, ya había cierta rivalidad entre el CEO de ojos azules y el dulce e inocente Yugi Motou…

 

Yugi se observaba ahora en su espejo de cuerpo completo, con sus trajes de siempre, terminando de acomodar su chaqueta y finalmente tomando su baraja, se observó una última vez para ver que no olvidase nada, y, por instinto su amatista mirada se dirigió directamente a su cuello, donde, no solo ya no habitaba la cadena gruesa que lo unía antes con el rompecabezas del milenio y a Atem el faraón, también observó que, a pesar de los años, aun seguía portando ese collar grueso en su cuello, un regalo, para nada de su gusto pero a fin de cuentas, regalo que tenía que portar, aunque…

 

*¿De eso hace ya cuanto?*  se pregunto mientras pasaba inocentemente 2 dedos por la evilla de aquel collar que más parecía ya fuera un collar para perro o un cinturón para su cuello que un collar que lo hiciera ver “rudo”

 

-¡ya está el desayuno Yugi!-  escuchó a la lejanía el grito de su abuelo, sacándolo de su ensoñación y dando un pequeño salto para ahora tomar su mochila y ponérsela al hombro

 

-ya voy abuelito-  grito corriendo escaleras abajo para poder dar con su abuelo terminando de acomodar los platos del desayuno, se sonrieron suavemente y en silencio comenzaron a comer, después de todo, Yugi apenas iba con tiempo justo para poder ir al último día de escuela de su ultimo año junto a los demás

 

Ni mencionar de la emoción que portaba, estaba alegre y de cierto modo aliviado de poder acabar su escuela por fin, pero también lo embriagaba cierta tristeza pues, después de aquello, todos tomarían caminos diferentes… Tea es la primera en marchar, se irá a Estados Unidos para poder lograr su sueño de ser una bailarina profesional, Joey había logrado con mucho esfuerzo una beca para poder estudiar en el extranjero así que se iría a Inglaterra apenas pasara la primera semana de vacaciones, dejándole solo una semana para poder estar con él, Tristán, el era algo por aparte, ya no estudiaría mas, se dedicaría de lleno al trabajo de mecánico al cual, le iba demasiado bien, solo que se iría a otra ciudad; por lo menos vecina a ciudad Dominó pero se iría lejos de todos modos… solo él se quedaría, después de todo, el continuaría tiempo después con sus estudios, además de que los torneos más importantes de duelo de monstruos era en esa ciudad, por supuesto, el rey de los duelos no dejaría su puesto tan pronto ni tan fácil…

 

Y sobre Seto… bueno, el siempre ha estado demasiado ocupado para poder estar cercas de gente de la cual, ni siquiera es de su agrado, así que era de suponer que esta mas metido con su trajo que tener que estar con ellos con “el grupo”. Un suave suspiro de parte de Yugi y una leve sonrisa divertida es todo lo que muestra apenas ve a lo lejos su escuela, camina algo mas emocionado de poder por fin llegar al final que había estado esperando, no solo fin de año, no solo fin de siclo escolar… sino fin de sus aventuras para dar inicio a nuevos comienzos, a nuevos caminos que serán tomados por todos… si, es algo más que nostálgico y triste pero es así como debía de ser…

 

-y aun no lo creo-  se dice con algo de pesar, observando fijamente el edificio que ha fungido como su escuela durante tantos años, lo observa como quien observa a una persona que desconoce y que examina para saber si será peligroso o no, pero sus pensamientos en blanco son apartados al darse cuenta que alguien le salta encima, al observar a sus costados se encuentra con la radiante sonrisa de su mejor amigo

 

-¡hey Yugi!-  grita Joey empujándolo levemente para que continúe su camino y no se quede a mitad de puertas estorbando

-¿Qué tanto pensabas amigo? Te quedaste de piedra-  se burla el rubio mientras lo jala al resto de sus amigos que ya comienzan a reunirse

 

-nada, solo pensaba que al fin salimos-  responde con una sonrisa divertida, tratando de mantener el equilibrio que su amigo le niega a tener, riendo por sus ocurrencias, por su gran amistad y esa energía que transmite como si se tratase de un sol brillante y cálido, Yugi se deja guiar, escuchando como pronto comienzan a burlarse entre Tristán y Joey alegando que era sorprendente que el segundo pudiera ir a Inglaterra, que, aun le sorprendía que los “monos” aun fueran aceptados para experimentos. Y por supuesto, ganándose una carrera por toda la escuela gritando con furia su nombre para tratar de darle alcance

 

-nuestros amigos nunca van a cambiar-  escucha el comentario de Tea, al girar para verla le sonríe y asiente con su tan típica y radiante sonrisa, dándole la razón y comenzando a caminar entre ellos, lo más seguro es que sus amigos no aparecerían sino hasta mas tarde o hasta que alguno de los 2 se cansara y rindiera de la persecución que tenían, de todos modos, Tea observaba con cierto resquicio de tristeza a su amigo quien veía a todos lados como un pequeño que conoce un nuevo lugar y trata de ubicarse

-¿estarás bien tu solo aquí Yugi?-  soltó por fin la pregunta que desde hace mucho le rondaba por la cabeza, Yugi giro a verla con duda y finalmente mostrando un brillo que a la castaña no le gusto mucho

 

Después de todo, luego de haberse marchado el faraón, Yugi quedo muy solo, irónica y extrañamente, el único que pudo ayudarlo para sacarlo de aquella depresión había sido Seto Kaiba quien, después de saber que Yugi ahora era quien portaba el titulo del rey de los duelos se había vuelto el blanco de su ira y desafíos, de esa necedad y obsesividad por derrotarlo y coronarse como el mejor del mundo… irónica y burlescamente eso había ayudado a Yugi a salir de su tristeza y había sido eso lo que lo había mantenido cuerdo cuando estuvo a punto de enloquecer, eso y varias palabras bastante frías que le daba al tricolor menor

 

-estaré bien Tea, no te preocupes-  mencionó con una gentil sonrisa, luchando por ocultar aquel ápice de tristeza que se mostraba en sus enormes ojos amatistas, Tea sonrió suavemente, sabiendo que esas palabras bien podrían ser una mentira que se había estado diciendo el tricolor para tratar de creerlo el mismo

-además, ahora que estaremos de vacaciones habrá un nuevo torneo en ciudad Domino, ya sabes que Seto aun me quiere derrotar, así que no estaré tan solo-  se rio por la idea de tenerlo de acompañante, aunque, tanto el tricolor como Tea sabían que no era muy lejano a su idea del menor

 

-¿no debería de rendirse ya con eso? Jamás podrá derrotarte en todo caso-  se burló Tea, aunque al momento se arrepintió de haberlo dicho, observo el mirar algo triste de Yugi siendo cambiado una vez más por esa típica sonrisa gentil y luego una suave negatoria que movió los rubios cabellos del fleco del menor

 

-ni idea Tea, no sé si se rendirá con eso o seguirá intentándolo hasta lograrlo-  respondió sinceramente, aunque sabía, muy, muy en su interior que prefería que eso siguiera otro poco mas, así, al menos no estaría tan solo después de que los demás se marcharan a hacer sus vidas, era irónico que aun se preguntara que era lo que iba a hacer el después de todo lo vivido con Atem y el resto

 

Cambiando de tema, siguiendo su camino entre pequeñas charlas y risas por las ocurrencias de Joey y de Tristán, o como Duck aun trataba de conquistar a Serenity a espaldas de Joey les hicieron ameno el camino hasta su salón y luego aun conversando en lo que llegaban sus otros amigos, claro, Yugi pudo notar por lo lejos que Seto Kaiba estaba donde siempre, done lo había visto desde que llego a su clase… sentado en su asiento, tecleando sepa dios que clase de cosas que siempre lo tenía más entretenido que la clase misma; aun se preguntaba la razón por la que Seto iba a la escuela si ya la había acabado desde hace tanto, sin lugar a dudas era un genio en la materia que fuera, aun no comprendía a ciencia cierta que ganaba el CEO estando en una clase donde se mostraba frustrado y cansado de su estadía

 

Pero prefería prestar atención a los sueños de su amiga Tea que ya contaba lo emocionada que estaba de poder ir a Estados Unidos en vez de seguir pensando en los “porqué” de Seto Kaiba. Una media hora más tarde por fin llegaban los últimos faltantes de sus amigos… Tristán se veía agotado y apaleado mientras que Joey se veía jadeante y con algunos rasguños… en definitiva Joey alcanzo a Tristán y entre ambos se estuvieron pelando hasta que algún maestro o alumno los hubiera separado, quedando con la incógnita de “¿Quién habrá ganado?” por supuesto, las risas y pequeños comentarios burlescos no se hicieron esperar mientras veían a los otros llegar a sus respectivos lugares y dejarse caer agotados

 

Las risas suaves de todos se hacían eco en aquel salón semi vacio, captando sin saberlo, las miradas azuladas de Seto Kaiba cada cierto tiempo al escucharlas más estridentes o más bajas, pero siempre llenando el ambiente de ese aire lleno de amistan y felicidad que los 4 amigos siempre mostraban

 

-buenos días amigos-  llegó saludando Ryo Bakura, otro de los más afectados por los artículos del milenio y por el espíritu ladrón de la sortija. Saludando a todo el mundo, llega a su lugar uniéndose a la plática que el grupo tiene, ahora se sorprenden, resulta que Ryo se irá con su padre a una excursión que habría en Egipto para aprender más sobre los faraones y tal vez, ver si puede saber algo más de la época donde vivía el faraón Atem

 

-entonces tampoco estarás el siguiente año tu tampoco-  menciona deduciendo Joey en voz alta, siendo afirmado por Ryo con su gran sonrisa, ahora, aunque Seto continua tecleando con velocidad en su computadora, dando los últimos detalles a su siguiente trabajo y a su nuevo torneo de duelo de monstruos, está más atento, la conversación que comienza amenamente con los comentarios de las diferentes calificaciones de todos cambia con la llegada de Ryo a lo que harán todos en su futuro, gracias a sus habilidades, Seto se ha enterado que el único que llegara a su torneo será Yugi ya que los demás partirán…

 

Bien, no le interesa lo que pueda ocurrir con el perro sarnoso de Wheeler, pero le parece extraño que los demás marchen dejando a su amigo atrás, no es como que le importe en todo caso, solo le parece curioso y algo aliviante saber que ya no tendrá que soportar tanta miel y dulzura cercas suyos, realmente le parece un fastidio estarlos escuchando cada 5 minutos sobre el corazón de las cartas y en especial lo fuertes que son los lazos de la amistad que los unen, de cierto modo se da gracias, a los dioses y por que no, hasta al mismo dios RA por permitirle descansar sus ensangrentados oídos de tantas palabras cursi les que sueltan el grupo de amigos

 

Bueno, no es tan amargado como todo el mundo cree, extrañará burlarse tan seguido de Wheeler y de llamarlo perro para fastidiarlo, extrañara tenerlo rondando cercas suyo y molestándolo tan seguido pero al final callándole “el hocico” con cada batalla que tienen donde es él el ganador, también da gracias que ya no tendrá que escuchar los sermones de Tea sobre la amistad y que el también es parte del grupo, sin mencionar el ver la cara de simio desnutrido de Tristán siempre como la mugre en las uñas de Wheeler, al único que seguiría viendo seria a Yugi, eso era aun mejor, con el tenia esa cuenta pendiente, no se rendiría hasta volverse el rey de los juegos y tenía que derrotarlo, le hubiera hecho complicado aquel asunto si también se hubiera marchado pero parece que las piezas de su rompecabezas se acomodan sin problemas dejándolo con su cometido a su disposición perfecta

 

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Seto se hace la pregunta una y otra y otra vez… trata de hacer memoria… *¿Por qué rayos vine a la escuela?*  se pregunta con fastidio girando la mirada cada que puede, es el ultimo día de clases, ahora lo único que hay son ceremonias de los diferentes grados, mientras los demás deben de esperar, era opcional esperar en casa y venir a la hora marcada o venir “como idiotas” a perder el tiempo y esperar a que sea su turno…

 

Si, Seto se estaba maldiciendo en esos momentos, había actuado sin pensar como unas de las pocas veces que lo hacía, molesto se daba cuenta que había ido como si fuera un día común y ahora tenía que seguir soportando los comentarios melosos del grupo que tiene frente suyo, realmente le fastidian pero no tiene más opción, no falta más de una hora y media para que sea su turno y poder deslindarse de la escuela para siempre, así que, aunque no le agrade mucho la idea, tiene que ser fuerte y esperar solo otra media hora más “de tortura” escuchando al grupo que comenta sin fin de tonterías sobre su futuro y lo que esperan conseguir

 

Una vez más se maldice, debió de haberse quedado en casa como le había dicho Mokuba, pero tampoco tenía ganas de quedarse encerrado, suficiente tenia con encerrarse por culpa de su trabajo como líder de las empresas Kaibacorp como para seguir encerrado, desgraciadamente el único lugar libre que tenia era ese salón de clases que justo ahora lo estaba matando de aburrimiento y fastidio, solo hasta que escucho algo que llamo mas su atención de lo demás

 

-por cierto Yugi, has tenido esa cosa en tu cuello durante mucho tiempo ¿no crees que ya es hora de quitarte ese collar que parece para perros y ponerte otra cosa?-  escuchan todos la pregunta de Joey, aquella simple pregunta ha llamado enteramente la atención de Seto quien, ha llegado incluso al punto de detener el repiquetear de sus dedos contra el teclado de su computadora solo para poder escuchar plenamente la respuesta que iba a dar el tricolor menor a continuación

 

-hamm… no, así estoy bien, no tengo problemas con esto-  responde forzadamente Yugi, Seto tiene que contener una burlona sonrisa y un bufido de diversión al escuchar semejante mentira tan falsa y poco creíble pero que, por lo menos logra hacer que Joey desista de su idea para con el collar en el cuello de Yugi

 

La hora tortuosa llega a su final para todos los presentes, por fin es hora de la ceremonia para dar fin a ese circo que hacen, todos marchan hacia el gimnasio donde se hará la ceremonia y entre risas y charlas, Yugi discretamente trata de buscar al castaño de ojos azules corroborando que va algo lejos de ellos pero que los sigue hacia su destino. Solo demora otro par de horas y un discurso demasiado aburrido lo último que soportan antes de que comiencen a ser entregados los certificados que acreditan que han pasado todas las materias, por supuesto no faltan los honores para aquellos con un promedio de “excelencia” como es el caso de Seto, una leve felicitación a Joey pues muchos creían que no lograría siquiera aprobar y ahora iría a Inglaterra como estudiante de intercambio y otras más…

 

Estaba hecho, ya no había nada más que los retuviera ahí, Seto por su parte, como si se tratase de la peste, salió del lugar tan rápido pudo, alejándose del barbullo y las “lagrimas de cocodrilo” que comenzaban a brotar del grupo de amigos, los demás todavía se tomaron su tiempo y su momento, dando gracias por los buenos recuerdos y porque al fin todos irían en busca de su propio camino a lo desconocido

 

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El tiempo que corre parece tranquilo, tal y como estaba previsto, la primera en partir fue Tea, apenas terminando de empacar, no hay pasado ni 3 días cuando ya se encuentran todos reunidos en un aeropuerto viendo como su amiga, con lagrimas en los ojos por fin con maleta en mano esta lista para marchar y cumplir sus sueños

 

-¡animo, tu estarás bien!-  responde Tristán con una gran sonrisa llena de confianza y tranquilidad

 

-nosotros siempre te estaremos apoyando donde sea que vallas-  responde Joey viendo como su amiga no para de llorar pero muestra una radiante sonrisa

 

-el lazo que tenemos no podrá ser roto ni con la distancia Tea-  finaliza Yugi mostrando su mano, recordando aquel primer lazo de amistad que tienen y que fue marcado solo con tinta pero que, aun después de tanto tiempo continua perdurando de ese modo tan fuerte y latente como ninguno, Tea asiente a sus palabras sin problemas

 

-los voy a extrañar a todos… incluso a ese amargado de Seto-  se burla suavemente secando sus lagrimas aunque estas continúen, todos ríen por el comentario, aunque no lo digan, incluso a Seto Kaiba se le extrañará estando lejos, pero tal vez sea preferible que no esté en cosas tan “melosas” como él suele llamarlo, después de todo, el “hombre de hielo” no es alguien “gentil” o así suele llamarlo Joey siempre que puede logrando una cómica conversación sobre el ausente

 

Es triste y nostálgico, mientras Tea marcha hacia el avión que la llevara a su futuro y su destino, Yugi rememora como fue que la conoció, el tiempo que tuvo a su lado, las tantas y tantas veces que esta le ayudo en su trabajo, incluso como fue que ayudo a Atem cuando no tenia memorias y demás cosas, recuerda todas las veces que rieron y lloraron juntos, recuerda todas las aventuras que tuvieron y ahora, la ve partir, desapareciendo entre la multitud de gente que aborda por la misma línea en dirección a Estados Unidos… esta hecho, se ha marchado a su futuro como nadie…

 

Apenas salen del aeropuerto todos toman caminos diferentes, Tristán debe de ir a trabajar antes de mudarse a la ciudad vecina, Joey tiene que terminar los papeleos para tener todo en orden y poder irse a Inglaterra, hoy tiene una reunión para ver en qué zona se quedara, donde vivirá y en que parte estudiará, así que Yugi solo puede despedirlos a todos y verse, de un momento a otro ya completamente solo

 

Suspira derrotado, bien, no era su idea cuando armó el rompecabezas del milenio volver a quedarse solo, el lo había armado con el deseo de poder tener amigos y sabia que estos iban a ser para siempre pero ahora que se veía sin nadie a sus alrededores, sentía que había vuelto al inicio… “otra vez estaba solo”

 

Negó varias veces con su cabeza, agitando sus rubios flecos y finalmente comenzó a caminar, ahora que recordaba había visto que iba a salir una nueva película con base a las cartas del duelo de monstruos, no estará tan mal ir a verla, después de todo, ahora que ya no tenía clases y que no tenía a nadie con quien estar, no le parecía tan mala idea ir a pasar el rato y dejar de pensar en cosas que le parecen deprimentes…

 

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-¿Qué?... esto no puede ser cierto-  apenas he salido del cine en la estación Dominó puedo ver que el cielo que era tan azul cuando entre ahora está oscuro por las nubes, bufo molesto, hace viento y una terrible tormenta pasa frente a mis ojos, gruño por lo bajo, en las noticias no dijeron nada de que hoy fuera a llover…

 

Al ver mi reloj puedo ver que ya son las 6 de la tarde, debo de volver pronto a mi casa o  mi abuelo se preocupara por mí, pero la tormenta es fuerte, si me espero podría ser más peligroso… ni modo, no me queda de otra que correr

 

Tomo un vago impulso no muy seguro, pero a fin de cuentas corriendo entre la lluvia, espero no mojarme demasiado mientras corro entre las calles junto a varias personas que igual que yo, tampoco tienen un paraguas para la lluvia, suspiro, el frio ya comienzan a calar mis huesos, mis piernas comienzan a fallar en sus movimientos y sin poder evitarlo me abrazo a mi mismo en un vago intento por mantener el calor de mi cuerpo, ojala Joey y los demás hayan podido llegar secos a sus casas…

 

En mi camino puedo ver como una limusina se detiene, la conozco a la perfección para verla con intriga, además, se ha parado frente a donde yo debería de cruzar, observo el vidrio polarizado que me permite ver mi rostro ya empapado por la tormenta y como aquel vidrio es bajado lentamente para dejarme ver a quien no esperaba encontrar en esa situación

 

-valla, encontré una rata mojada-  ese era el mismo Seto Kaiba quien se burlaba de mi situación, hice un leve puchero algo molesto, estaba dispuesto a seguir mi camino pero su voz me seguía llamando

-¿y el perro no está contigo esta vez?-  su voz sonaba mas burlona de lo usual pero no sabía el por qué, solo negué y al sentir como el viento pasaba con más fuerza tuve que volver a abrazarme a mí mismo sintiendo que el frio calaba en mi de un modo doloroso, ya comenzaba a perder sensibilidad en mis muñecas también

 

Iba a decirle a Seto que después seguiría escuchando sus palabras ofensivas y burlescas pero pude apreciar como abría la puerta de su limusina frente mío, lo mire extrañado, el se mostraba inexpresivo pero a fin de cuentas, con una orden suya me obliga a subir

 

-¿estás seguro? Voy a mojar tus asientos-  le respondo, el solo me mira de ese modo fiero y cruzado de brazos

 

-sube antes de que me arrepienta-  ordena una última vez, no sabiendo si es una buena idea subo, cerrando tras de mí la puerta, puedo sentir que es algo mas cálida la limusina, por lo menos ya no sentiré el frio golpeando mi cuerpo, pero no niega que cuido mis movimientos, trato de sentarme en la orilla de sus asientos, frente suyo, desviando la mirada hacia el ventanal que ahora es subido para negar que pase el frio y la lluvia, suspiro y me tenso, el frio aun cala en mi cuerpo de un modo desagradable

 

-a casa-  ordena Seto, me pregunto si ira a dejarme en mi casa, al observarlo puedo verlo aun tecleando en su computadora, supongo que hace algo importante, así que solo me dedico a ver la ciudad detrás del vidrio polarizado, suspirando un poco y notando como, aun para la hora que es, ya está oscuro, supongo que le debo una a Seto, pero un simple gracias no sería suficiente para alguien como él…

 

… … …

 

El camino es callado, notando como el chofer conduce sin problemas por la ya tan acostumbrada ciudad Domino, Yugi se pregunta en qué momento Seto le dejara ir a su hogar, no quiere preocupar a su abuelo pero no parece que el otro quiera ceder y dejarlo por ahí, muy por el contrario, en menos tiempo del esperado se encuentra con las grandes puertas de la mansión de los Kaiba y es ahora que se pregunta qué clase de intenciones tiene el CEO para con su persona, traga duro y observa como ya han pasado de las rejas que delimitan sus territorios, ahora pasan por el jardín principal y finalmente se estaciona el transporte frente a la puerta de la mansión, en menos de lo esperado uno de los trabajadores aparece desde dentro de la mansión con una sombrilla bastante grande, abre la puerta y la coloca sobre la puerta para que tanto Seto como Yugi puedan cubrirse de la lluvia

 

En pleno silencio y de un modo casi sumiso, Yugi sigue a Seto por las escaleras que conducen a su mansión y finalmente entran en esta; está nervioso, esa sería la segunda vez en todo el tiempo que lleva conociéndolo que vuelve a entrar solo a esa gran mansión de la cual, tiene diversos recuerdos, algunos tenebrosos y otro, sin poder evitarlo lo obliga a colocar su mano derecha sobre su cuello sintiendo el collar que aun reposa en aquel lugar; mira a todos lados, no parece que ni con los años esa mansión cambiara algo, aun le parece gigantesca y algo fría a las visitas… claro, Seto no es de los que reciban visitas…

 

-muévete-  escucha la voz del CEO, al girar para verlo, este le conduce por entre toda la mansión hasta mostrarle una habitación, Yugi esta mas confundido que nunca, mira al castaño que le mira de ese típico modo frío que de costumbre

-báñate y cámbiate, en la cama habrá una muda limpia y seca, así que date prisa antes de que te resfríes-  bien, de no ser por ese tono lleno de mandato, Yugi podría decir que Seto, muy amablemente le está permitiendo quedarse, pero aunque le parece extraño, solo agradece entrando a la habitación y escuchando como el castaño cierra detrás de si la puerta, al girar, se encuentra ahora solo en la habitación que por mucho, es más grande que incluso la sala de su casa

 

-haaa-  suspira observando a todos lados con confusión, ahora no sabe cómo fue que termino en la misma casa que el castaño, pero no quiere hacerle enfadar… por ahora lo mejor es seguir su consejo, primero busca el baño, al encontrarlo y regular la temperatura del agua comienza a quitarse la ropa lentamente, primero su chaqueta, luego la camisa, los pantalones y finalmente la ropa interior, frente del lavabo hay un pequeño espejo, al observarse a través de él puede verse aun empapado, tiene frio pero lo que más llama su atención es el collar en su cuello, al tocarlo con sus manos frías puede sentirlo, también se ha mojado, así que no podrá usarlo aun acabando de bañarse, desvía la mirada algo incomodo del objeto y finalmente lo quita de su lugar, notando que justo en la zona donde siempre se encuentra su tono de piel es algo mas blanca, pasa sus fríos dedos por aquella zona observándola otro rato mas y finalmente al escuchar como la puerta de la habitación es abierta y cerrada corre a la ducha comenzando a bañarse

 

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¿Por qué lo había traído a su casa? Era una de las principales preguntas que en ese momento asaltaba a Seto Kaiba quien con algo de enfado continuaba escribiendo en su computadora, era el colmo que llevara ya varios días y aun no acabara con ese nuevo proyecto, pero era verdaderamente quisquilloso con sus cosas, no quería que nada saliera erróneo y cada vez que lo revisaba encontraba uno que otro pequeño error que tenía que ser corregido, el problema era que cada vez que corregía alguno, todo cambiaba y había que revisar una vez más desde el inicio para corroborar que no hubieran fallos; si, a veces su trabajo podía llegar a ser desesperante… pero en esos momentos había algo aun más importante que tenía que hacer…

 

Sus dedos teclearon con una velocidad vertiginosa un numero que “se supone” no debería de conocer pero que sabia a la perfección, aun se preguntaba el por qué tenía tanta importancia saberlo, escuchó el sonido que hace la línea cuando se espera y de un momento a otro, la voz de un anciano hacía eco en su oficia de su casa, tomo el teléfono y lo dejo sobre su oreja para escuchar la voz que conocía levemente pero que ya reconocía a fin de cuentas

 

=casa Motou, Salomon habla=  escucho la voz del famoso abuelo de Yugi Motou, se pensó unos momentos lo que tenía que decir pero prefirió cortar el asunto tan pronto fuera posible

 

-habla Seto Kaiba, Yugi Motou se quedara esta noche aquí y mañana por la mañana estará en su casa a primera hora-  fue todo lo que dijo con su típico tono de voz que no daba paso a reproches ni preguntas, aunque escucho la voz del anciano apenas soltar un “¿Qué?” colgó de inmediato, por lo menos ya había cumplido con avisar que se quedaría a pasar la noche para que el anciano no se preocupara

 

Algo más tranquilo continuo tecleando, con más velocidad que antes pero de igual modo, centrado en su trabajo, solo hasta que el eco de aquella enorme mansión hizo sonar el paso lento y tembloroso de alguien que no debía de estar y que en esos momentos sonaba tímida y torpemente, como si tratara de no hacer sonido

 

-¿Cuánto tiempo más te vas a quedar tras la puerta? Muévete, es hora de la cena-  responde fastidiado de escuchar su indecisión, escucha como se mueve, como camina y como trata de tocar la puerta de su oficina pero sin lograrlo, supone que está pensando que tal vez no sea una buena idea molestarlo a mitad de trabajo pero por culpa de los sonidos que hace no le deja seguir a gusto con su trabajo, así que termina fastidiado y levantándose de su trabajo; camina cansado hasta la puerta, al abrirla puede ver a Yugi debatiéndose sobre que debe hablar, mientras su voz solo tartamudea frases intangibles para el castaño que solo lo observa de pies a cabeza

 

-y-yo… lo-lo siento-  susurra, Seto lo observa, al no tener ropa del tamaño del cuerpo de Yugi, tuvo que dejarle una de sus pijamas blancas, notando como el cuerpo tan pequeño del contrario hace que su pijama quede excesivamente grande para este, tanto así que tiene que doblar las mangas tanto de la base del pantalón como de las manos para poder tener movimiento y no ir arrastrando la tela suave, Seto deja de lado el enfado y comienza a caminar

 

-muévete, te dije que ya está la cena-  ordena caminando frente suyo, a los pocos segundos escucha el pequeño corretear de Yugi para llegar a su lado y finalmente entre ambos llegar al comedor donde comienzan a salir las sirvientas para dejar la comida, Seto se sienta en su lugar y Yugi a su costado, mirando a todos lados, no puede evitar la pregunta

 

-¿Mokuba no cenara con nosotros?-  ho era cierto, Yugi no lo sabía…

 

-Mokuba está en casa de un amigo, pasará ahí la noche así que estamos solos-  es todo lo que dice mientras bebe una taza de café bastante caliente que permite a su cuerpo frio templarse un poco y sentir movilidad en esos congelados dedos que posee, escucha un leve gemido de sorpresa de Yugi y como toma su tasa humeante de té para beber tranquilo, el silencio solo es roto por los cubiertos que se estrellan contra la comida de cuando en cuando, para cuando terminan de comer, Yugi se muestra algo nervioso

 

-ha… gracias por la ayuda Seto pero… tengo que volver con mi abuelo o se preocupará-  responde viendo a todos lados, sabiendo que no puede salir con una pijama ajena a la calle y menos si va descalzo, además de que continua lloviendo fuera

 

-le avise que te quedarías a pasar la noche aquí, así que no te apures-  suelta como si nada, dejando una vez más la habitación en silencio, uno tal vez incomodo… Yugi sabe cómo es Seto, lo más probable es que solo le haya dicho que pasara la noche sin haber preguntado si podía quedarse, ni siquiera le había preguntado a él y lo daba por hecho ya… bien, no es como que no tuviera otras alternativas pero era lo único que podía hacer por ahora… quedarse en esa casa…

 

-ha… gracias Seto-  responde tímidamente y con un leve rosa en sus mejillas, moviendo sus pulgares con algo de timidez, realmente extraña al faraón del rompecabezas, pero al ya no estar él, se siente algo ajeno a tratar con el castaño, en especial por que el siempre busca derrotarlo… traga duro… se está yendo a su pasado otra vez y no es buena idea aquello, Seto, que observa aquello se levanta una vez ha acabado con su comida también

 

-ya es tarde, ve a dormir y mañana podrás irte-  aunque Yugi puede percibir la orden en aquellas palabras asiente dando una última vez gracias al castaño que extrañamente se comporta muy amable y tal vez hasta servicial con él; a diferencia de cómo es casi siempre claro esta…

 

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-hump… no puedo dormir-  gruño viendo al techo oscuro de la habitación, al levantarme y sentarme en aquella tan mullida cama puedo ver que estoy tan solo como de costumbre, los relámpagos se hacen notar bastante, es increíble que aun siga lloviendo, al ver en el buro que hay a mi costado puedo ver un pequeño reloj que marca ya las 2:44 de la madrugada… no puede ser, aun no puedo conciliar el sueño

 

Camino hacia el baño donde me bañe pero para mi mala suerte no hay un retrete, gruño por lo bajo y comienzo un pequeño baile… necesito ir al baño… pero… ¿Dónde?

 

-tks… esto es una muy mala idea-  murmuro nervioso, al final de mucho pensarlo tuve que tomar la decisión de salir de la habitación y comenzar a  caminar a tientas, buscando tímidamente entre las demás habitaciones a ver si podía dar con un baño antes de perderme… pero no ha habido suerte con uno ni con otro

 

Al tratar de regresar sobre mis pasos me encuentro ahora perdido… grandioso ¿Por qué Seto tenía que tener una mansión que parece laberintos? De noche es más fácil perderse sin mencionar que esta casa es muy fría y el que valla descalzo no ayuda mucho, el frio se cuela de cuando en cuando así que me aferro otra vez a mi mismo viendo a todos lados… encuentro una nueva habitación, solo espero que esta sea…

 

Abro lentamente, buscando ver si es un baño, pero encuentro mucha oscuridad, no distingo si es aquí o si he vuelto a errar

 

-¿Qué haces despierto tan tarde Motou?-  escucho, asustado miro hacia al frente… diablos… ahí esta Seto, solo con la luz que proyecta su computadora dejando ver su rostro, trago duro y abro por fin la puerta, avergonzado por ser atrapado infraganti y aun mas, por lo que tengo que decir

 

-ha… yo… no encuentro el baño y… y yo… me… me perdí-  susurro derrotado, si tan solo supiera que su casa es demasiado enorme tal vez y no me vería como a un bicho raro

-lo siento por molestar-  murmuro dispuesto a retirarme y tratando de no verlo para no sentirme peor de lo que ya me siento justo ahora

 

-por allá hay un baño-  le escucho, al volver a verlo me señala la puerta que está al lado de su estudio, asiento avergonzado, con el rojo en mis mejillas más fuerte y finalmente entro avergonzado… tenía razón, ahí hay un baño

 

Luego de acabar con mis necesidades salgo ya más tranquilo, pero sintiendo la abrumadora mirada de Seto sobre mi… es verdad, estoy perdido en la casa, no recuerdo como volver a la habitación que se me dijo, miro a Seto solo otros pocos segundos antes de desviar la mirada avergonzado

 

-perdona que sea una molestia en tu casa-  respondo desviando la mirada al suelo con tal de no verlo por más tiempo

 

-siéntate, no me falta mucho para acabar, te llevare a tu habitación-  le escucho responderme, lo observo intrigado pero asintiendo, por suerte en su estudio hay un gran sofá donde me siento, miro a todos lados, su estudio tiene los muros de los costados tapizados de libros, suspiro un poco observando la habitación y sin poder evitarlo, una pequeña risilla se escapa de mis labios, noto como ha parado una vez mas de teclear Seto y me mira fijamente, al verme descubierto, le regalo una leve sonrisa divertida

 

-¿recuerdas? Hace algunos años estuvimos en una situación similar tu y yo-  reí un poco al tener ese recuerdo aun tan presente, sin darme cuenta, pasando mi mano por mi ahora desnudo cuello tratando de buscar el collar de cuero que siempre portaba incluso a la hora de dormir

 

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¿Qué si lo recordaba? ¿Cómo iba a olvidar algo así de importante? Después de todo, a burla suya, es la única vez que ha podido derrotar al rey de los juegos y valla manera en que lo ha logrado… sin poder evitarlo se a formado una divertida sonrisa en el rostro de Seto y ha dejado de teclear una vez más en su computadora, ahora que lo veía, varias teclas de la misma ya habían desaparecido por tanto uso que le era puesto, volvió su mirada a su… “invitado” y sonrió esta vez de un modo superior

 

-y aun no has podido derrotarme en eso-  aquello logra un leve puchero molesto de parte de Yugi y una reprimenda casi tan tierna como las que hacía de cuando en cuando su hermano menor Mokuba

 

-fuiste tú quien hizo trampas, por eso me ganaste-  gruñe infantilmente, Seto sonríe de medio lado y se levanta, ya ha guardado todo su trabajo y su computadora se ha apagado, así que, con paso seguro camina hasta estar frente de Yugi y pregunta con seguridad

 

-¿entonces quieres volver a apostar a ver si esta vez logras desacerté de ese collar?-  pregunta prepotente logrando que las mejillas del tricolor se enciendan por la cercanía tan abrumadora del contrario, después de todo, sus rostros están a centímetros de chocar y se miran fijamente a los ojos, siendo Kaiba quien casi penetre con la mirada el alma de Yugi, pero aun con el sonrojo marcado en sus mejillas, su rostro avergonzado y ligeramente intimidado torna a uno más serio

 

-está bien Kaiba, acepto la apuesta-  dice seguro, notando una sonrisa peligrosa de parte del castaño que le hace preguntarse si es una buena idea…

 

Es imposible para ambos olvidar de que se trata su “pequeño juego” junto a su supuesta apuesta… aquella había sido una situación irónica y divertidamente parecida… Seto Kaiba en ese entonces aun no conocía a Yugi y por azares de la vida se habían visto, Seto, de buena manera lo había invitado a su casa pues lo había visto a mitad de lluvia, esa vez era temprano, poco más de la una de la tarde y ya estaba lloviendo, se habían quedado a pasar el rato, por lo menos antes de que todo comenzara, Seto se encontró con que Yugi era bueno en los juegos de estrategia así que, al verse en una situación bastante molesta donde, parecía que ambos se turnaban para ganar sus juegos, Seto ya molesto le tendió una “trampa” inocente…

 

El juego era realmente simple, el primero en quedarse sin aliento perdía… simple… tal vez y demasiado a vista de Yugi que, inocentemente había aceptado, el tenía la creencia que se trataría de meter la cabeza en una bandeja de agua, o sostener el aire en su interior hasta ya no poder mas, pero justo cuando abría sus labios para tomar una gran bocanada de aire, escucha a Seto decir “¿listos?... ¡fuera!” y antes de saber que ocurría, se encontró con una situación que no esperaba encontrar…

 

Seto Kaiba lo estaba besando y como el tenia sus labios abiertos para tomar aire, no había sido problema para el CEO introducir su lengua de un modo experto sobre la cavidad de Yugi volviendo aquello un beso bastante profundo para su sorpresa, se sintió mareado, sus fuerzas desaparecieron, apenas tuvo oportunidad de aferrarse al cuerpo contrario antes de caer desmayado… por supuesto, una vez libre del beso, quien se había quedado sin aliento había sido Yugi, siendo Seto el vencedor de aquel “juego inocente” y como había perdido, la apuesta (que nunca se había dicho) fue que Yugi Motou usaría ese collar que parecía para un perro, lo usaría hasta que pudiera ganarle en aquel juego

 

Y ahí estaban ahora ambos, años más tarde, cara a cara en una situación bastante parecida, Seto acaricio el cuello del tricolor menor en un pequeño gesto, notando que, pese a su baño, la diferencia en el cambio de colores de su piel dejaban más que claro que nunca se quitaba aquel collar que le había entregado “como regalo y apuesta”, su piel era tan clara en aquella zona que podía saberlo sin problemas, y aquello valla que no solo le hacía gracia, sino que le gustaba ver que el menor tenia palabra para sus “juegos”

 

Sonriendo de medio lado paso aquella mano del cuello de Yugi hacia su barbilla para levantarla cuidadosamente, acercándolo peligrosamente a su rostro, ambos unieron sus labios en un beso, el juego había comenzado, aquel que se quedara sin aliento perdería una vez más el juego, Yugi estaba dispuesto a negarse a perder, después de todo, había esperado mucho tiempo para poder por fin “derrotarlo” en aquel juego que le hizo tener aquel collar, pero sentir como el contrario mordía ligeramente sus labios le hizo soltar un diminuto respingo y gemido de dolor que fue perfectamente ocupado para profundizar el beso

 

La mano de Seto que se encontraba en su barbilla se dirigió hacia su nuca haciendo mas presión, tomando con su mano libre las caderas del tricolor menor y jalándolo hacia su propio cuerpo para que pudieran estar más cercas, Seto, divertido por los repentinos nervios que muestra el menor gusta de seguir jugando, moviendo sus manos sobre las caderas del menor en un pequeño masaje que pone de nervios al contrario y que lo obliga a removerse

 

El beso se mantiene largo por minutos, Seto explora una vez más la dulce boca de Yugi, esta vez con más calma y con más detalle, no quiere olvidar su sabor y cada parte de esta, incluso, divertido juega con su lengua haciendo aquella boca como él desea sin que el otro pueda o sepa defenderse en aquel beso, finalmente, aunque siente como Yugi se aferra a sus ropas por la espalda “igual que como hizo la primera vez” un tiempo más tarde son esas pequeñas manos los que tratan de alejar al castaño de sí mismo, al liberarlo puede ver con diversión lo que esperaba… con un fuerte sonrojo en sus mejillas y con sus ojos semi abiertos, Yugi jala aire desesperadamente para no caer inconsciente, Seto ha vuelto a ganar, por segunda vez consecutiva

 

-perdiste-  suelta como si nada, siendo apenas escuchado por Yugi quien lo mira con trabajo, aun jadea después de un beso tan intenso como aquel, trata de recuperar el aliento, mira aquellos ojos azules del castaño que le miran de un modo diferente a como había visto que le miraba desde siempre y antes de que pueda afirmar a su derrota sus labios son robados una vez más, esta vez el castaño lo empuja levemente hasta dejarlo sentado una vez más sobre el sofá donde antes estaba sentado el menor

 

Yugi puede sentir a la perfección como Seto comienza a besarlo de un modo aun mas rápido, sintiendo como su cabeza es acorralada contra el respaldo del sofá y como las manos del contrario comienzan a pasearse con cuidado sobre su cuerpo volviendo aquello algo que lo pone nervioso, quiere negarse y alejarlo pero sus fuerzas disminuyen cada que lo siente tan cercas, cuando abre sus ojos puede ver que Seto no los ha cerrado, que aun a mitad de aquel beso, el castaño lo sigue observando con esos ojos tan penetrantes, así que prefiere cerrar sus ojos y aferrarse a las ropas del castaño, sintiendo como las manos de este ya han abierto las ropas de la pijama dejando al descubierto su pecho que se mueve de un modo irregular

 

Respirando con dificultad una vez liberado de aquel beso, Yugi puede sentir como es tomado una vez más por Seto, sus rodillas cuelgan por los brazos de este y su peso es mayormente cargado por la espalda, al ver a todos lados, está siendo cargado estilo nupcial por el contrario, sonrojado y avergonzado, confundido por lo que sucede trata de hacer una pregunta razonable entre la maraña que tiene por pensamientos, pero sus labios son apresados una vez más, siente como el castaño camina tranquilamente aun entre el beso, puede sentir como es llevado a quien sabe qué lugar

 

Antes de poder decir o hacer algo, es dejado en una cama grande y mullida, sus labios aun se encuentran apresados y para cuando trata de levantarse, se encuentra acorralado por el cuerpo del mayor, sonriendo superiormente se miran a los ojos, Yugi sabe que no tiene escapatoria al ver esa mirada de parte del castaño, así que solo cierra los ojos cuando vuelve a sentir como el CEO se acerca para volver a robar un beso de esos labios que comienzan a mostrarse hinchados por la presión entregada

 

No hay comentarios de parte de ninguno, simplemente, es Yugi quien a ojos cerrados se deja llevar, sintiendo como Seto Kaiba lo toma suavemente, pasando esas manos que tiene frías por su cuerpo, dándole escalofríos pero poco a poco volviéndose cálidas, el frio prontamente los abandona aunque sea Yugi quien ya este desnudo frente la ahora lujuriosa mirada del CEO, gime suavemente cada vez que el contrario se acerca a tocar y probar su cuerpo, lo llama suavemente a cada caricia, entre pequeños suspiros que vuelven loco al contrario, pronto no solo le basta a Seto el besar el cuerpo de Yugi, lo lame, lo muerde, deja marcas de propiedad que nadie podrá quitarle

 

Gustosamente piensa el castaño, que ha sido dueño del tricolor menor desde aun antes de que este conociera al espíritu del rompecabezas… fue él quien le robo su primer beso en un “juego” y es él quien está probando la inocencia del tricolor menor gracias al mismo juego que parece no poder ganar el rey de los juegos… le parece bien, no le molestaría que siguiera eso, al diablo no poder ganarle en lo demás, si puede seguir ganando en ese “juego inocente” se dará por bien servido, porque justo ahora está probando la inocencia del contrario, escucha sus suaves suspiros llamándolo, sus temblores al sentir como sus manos tocan parte de su cuerpo que nadie mas había tocado antes, sonríe al saber, al comprobar por sus gestos que ni siquiera el espíritu del faraón lo había tocado de ese modo como ahora lo está haciendo él… y le gusta marcar su cuerpo alegando propiedad… porque realmente no lo piensa soltar ahora que lo tiene en sus garras

 

Para Yugi todo es demasiado nuevo, aunque parece que Seto sabe lo que hace, su cuerpo es movido a su voluntad, siente como sin temor es tocado en partes que le hacen volverse de gelatina, siente como su cuerpo es tocado y marcado, finalizando aquello con la unión de ambos cuerpos, Seto dentro suyo es algo que bien podría partirlo por la mitad, así que solo hace lo único que puede hacer en esa situación… aferrarse con fuerza al cuello del CEO luchando por no llorar por la intromisión, se aferra, siente como el contrario acaricia su cuerpo de un modo suave pero que le ayuda a apaciguar el dolor, incluso aun antes de que pueda controlar su dolor, siente como es movido su cuerpo, siente como Seto ha comenzado a moverse aunque le pide que no lo haga aun, no parece que el CEO le escuche, aunque al final, incluso el realmente desea su movimiento

 

Lo que comienza suavemente se vuelve algo más agresivo para su pequeño cuerpo, sintiendo como es tomado de varias formas a lo largo de la oscura noche aun tormentosa, se aferra tantas veces puede al cuerpo de Seto, llamándolo suavemente por su nombre, siendo marcado dentro y fuera por el contrario y finalmente, resignándose a ser ahora suyo, en algún momento perdiendo el conocimiento o sino, dejándose caer por lo agotan te que puede llegar a ser, el ser tomado por el dragón blanco de ojos azules mejor conocido como Seto Kaiba

 

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Las aves vuela y hacen un canto agradable para todos, el sol brilla radiante y deja ver con sublime brillo el rocío de la mañana que ha dejado la tormenta del día y noche anterior; sus ojos se abren perezosamente y se estira, las cobijas tiene un aroma agradable que nunca había percibido y recuerda como a una mala pesadilla todo lo que había pasado la noche anterior, al levantarse de golpe de aquella gigantesca cama el dolor en su espalda baja le hace saber que no ha sido un sueño como rogaba por que fuera… el dolor le dice que fue más que verdad todo lo sucedido

 

Mira a todos lados, en una pared esta su traje con el que había llegado el día pasado a aquella mansión, al ver a todos lados no encuentra a Seto, se rasca la cabeza con algo de intriga pero al final, con trabajo y gruñidos de dolor ha logrado colocarse toda su ropa… aunque con vergüenza no solo se encuentra desnudo, siendo únicamente cubierto por las sabanas blancas, sino también que no hay parte de su cuerpo que no haya sido marcado… perfecto, ahora no podrá ir a la playa por que deberá ocultar esas marcas que ha hecho el castaño a su cuerpo…

 

Una vez arreglado mira por todos lados, entre sus ropas, en la cama y en el escritorio del castaño, le parece extraño, no está su tan famoso collar que porta como gargantilla, hecha un ultimo vistazo pero no lo encuentra, resignado sale por fin de la habitación vestido y arreglado, notándose sin el collar como algo extraño, al bajar por las grandes escaleras puede ver al castaño sentado en el comedor tecleando como siempre en su computadora, Yugi toma un poco de aire y camina por fin

 

-buenos días Seto-  susurra tranquilo, recibiendo un buenos días de parte del otro aunque no se digne a mirarlo, una vez sentado en la mesa la comida comienza a llegar con ayuda de la servidumbre, Yugi agradece y cuando se han quedado solos, comienzan con el desayuno entre ambos, en igualdad de silencio, tan idéntico como el día anterior, Yugi degusta con un hambre voraz hasta quedar satisfecho, aunque nota que Seto casi no come por estar más entremetido en su trabajo en la computadora

 

-por cierto… no encontré mi collar… allá arriba-  se pregunta si es buena idea, pero al final ha hecho la pregunta que necesitaba saber, Seto solo lo mira por unos momentos con esa mirada fría y desvía la mirada sin intereses hacia su computadora una vez más, se quedan callados otra vez y es que finalmente, Seto se levanta

 

-ya es hora de que marchemos, tú tienes que volver con tu abuelo y yo voy a una junta-  menciona con algo de frialdad típica de él, Yugi asiente, terminado de beber su té y corre a su lado, ambos salen juntos de la casa y se miran, Seto se detiene unos momentos y saca de entre los bolsillos de su gabardina blanca una pequeña correa

 

Para cuando Yugi se detiene se encuentra con las manos del contrario colocando frente suyo un collar, algo asustado gira hacia atrás encontrando a Seto centrado en sus movimientos de manos, ahora es él quien acomoda el collar en su cuello cuidando de dejarle respirar perfectamente pero que siga como una gargantilla en donde lo había acomodado, lo observa una última vez acariciando el artefacto negro y finalmente toma la barbilla del menor uniendo sus labios apenas en una agradable presión que deja sorprendido al tricolor menor

 

-la apuesta sigue en pie, hasta que me derrotes no tienes permitido quitarte ese collar ¿te queda claro?-  apenas entendiendo superficialmente las palabras de Seto, Yugi asiente con un rosa en sus mejillas y desviando la mirada con un leve puchero avergonzando, Seto sonríe de medio lado, es verdad que es un collar mas para perros que para que alguien con el aspecto “adorable de Yugi” lo porte, pero le gusta ver que lo tiene, por que secretamente ese collar, esa simple correa que porta como gargantilla es la clara muestra, el grito callado de que el CEO le ha derrotado humillantemente al tricolor de un modo tan sorprendente; que importaba que nadie supiera sobre aquella victoria, mientras que Yugi portara ese collar, para él, seria ver su trofeo todos los días que viera al menor, sería ese grito callado que clama fácilmente que le ha derrotado y que nadie más le ganará nunca en ese punto… que Seto Kaiba ha ganado un juego “especial” contra él y ha salido más que triunfante… y gracias a ese pensamiento que tanto le agrada camina hasta llegar a donde está la limusina que ya los espera a ambos, cuando Yugi sube, el auto arranca comenzando así su trayecto en silencio, esta vez Yugi no observa el soleado día a través del ventanal del carro, sino que observa su reflejo y el collar que ha vuelto a ser colocado por la misma persona por segunda vez en su cuello

 

Cuando el auto frena, Yugi se encuentra en la puerta de su casa, mira a Seto y agradece saliendo por fin, sin embargo, para su sorpresa, con la puerta abierta y con un pie fuera del vehículo, Yugi escucha una vez más la voz del castaño llamándole

 

-te quedaras a vivir una semana en mi casa luego de que despidas al perro de Wheeler de su viaje-  aquella orden solo deja ver la incertidumbre de Yugi, mas al ver como el castaño le observa, traga duro

-perdiste la apuesta, así que reclamo mi premio, vendrás a vivir una semana en mi casa luego de que se marche Wheeler-  bien, Seto era “algo” considerado… ya que por lo menos dejaría que se despida de su amigo antes de marcharse…

 

Y sin embargo no evitó que las mejillas de Yugi volvieran a colorearse de carmesí ante aquella orden, típico de Seto, no dice que clase de apuestas hay luego de un juego que gana y se aprovecha de aquello, hace un leve puchero pero no tiene de otra, si lo piensa bien, aunque el ganara, no sabría que pedir como apuesta… tal vez no sea tan mala idea seguir con su juego otro poco mas

 

-está bien-  respondió apenas salió de la limusina, una vez el vehículo a arrancado, Seto dibujo una suave sonrisa de medio lado, valla que había sido algo bastante bueno el haber dejado a Mokuba ir con sus amigos de pijamada pues él había obtenido algo aun mejor… ahora que todo volvía a dar sus vuelcos indecorosos, no parecía molestarle seguir con el mismo juego “inocente” siempre y cuando pueda seguir teniendo al pequeño Yugi solo para el… algún día tal vez y le confiese que le quiere como algo más que su simple rival… aunque por ahora, lo mejor es que las cosas avancen lentamente… en sus garras, pero lentamente.

 

Notas finales:

Bueno, no sé si sea de su agrado, pero de algo estoy segura XD depende mucho de cómo trabaje quien lo escribe para que sea del agrado de los demás XD en fin… espero les haya gustado porque de cierto modo me pareció muy tierno… eso sí, sentí que me alejé un poquito de la personalidad de Seto y no me agrado ¬¬ pero bueno… quería ponerlo algo más humano y no tan gruñón… pido una disculpa por un Seto… no tan Seto XP en fin…

 

¿Les ha gustado?

Que tengan un buen día

¡Comenten!

 

Si saben de fics de esta pareja ¿me los pasan por favor *u*? quiero leer sobre ellos pero no encuentro Y.Y en fin… ya es todo XD a ver si después pongo algo mas XD


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