–Gracias por el informe enfermera.
Las chicas sollozaban al igual que Tim, los otros permanecían shokeados. Red Robin se aferró al pecho de Nightwing buscando consuelo pero este no le devolvió el abrazo, seguía viendo como el otro Petirrojo era agredido por el payaso demente. Jason mordió su labio con fuerza, los recuerdos de su propia muerte llegaron en tropel a su mente, Damian estaba pasando por lo mismo que él.
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Otra ronda de golpes inicio, esta vez en las piernas y un en el cráneo, todos fuertes incluso se alcanzó a escuchar como un hueso se rompía; Damian ya no gritaba más que para evitar darle la satisfacción al Joker porque estaba exhausto se encontraba al borde del desmayo.
– ¿Por qué tan serio? –Le pregunto al notar que ya casi no se movía, en un último acto de rebeldía Robin escupió sangre al rostro del payaso. Como contestación Joker conecto un fuerte derechazo sobre su quijada. –Ahaha, mas impetuoso que el otro Robin él fue más fácil de asesinar –saco una navaja de entre sus ropas y la movió juguetonamente frente a la mirada asustada del chico de capucha –el murió más tranquilo tu por otro lado pareces querer sufrir, ¿eres masoquista pajarito? –sostuvo fuertemente la cara del niño evitando que se apartara y adentro la navaja en su boca. Lentamente la deslizo de lado a lado cortándole las comisuras hasta media mejilla dándole la apariencia de que estuviera sonriendo, una gran sonrisa sangrienta parecida a la de su agresor. Ni a Jason le hizo eso, ¿por qué se ensañaba con él? ¿Tanto odio tenia por los murciélagos? ¿Tanta era su obsesión por Batman?–Así te ves mejor pajarito, mucho más atractivo –lamio la sangre de sus mejillas, Damian intento alejarse asqueado al sentir la repugnante lengua del criminal pero estaba muy débil para hacerlo. Cuando el payaso decidió retirarse la sangre absorbida había sido reemplazada por nueva que goteo hasta el cuello del chico. –Ha sido divertido pajarito pero se hace tarde, es hora de que vaya, dile adiós a Batsy pequeño petirrojo. Te ha dejado morir como al otro, tampoco vino por ti.
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La pantalla se volvió negra dejando inconcluso el macabro acto donde el príncipe del crimen era el autor, aun así no era necesario ver lo que sucedía para saber cómo terminaba era predecible.
Perdieron de nuevo al más joven.
En la oficina solo se escuchaban los sollozos de Sthep y Cass, los demás intentaban aguantar el llanto, tragarse su dolor y culpa. James se quitó los lentes para apretarse el puente de la nariz, durante años en la policía presencio muchas muertes algunas de ellas sumamente crueles pero esta vez era alguien que conocía, un niño que vio crecer. Quiso darles palabras de aliento a la familia destrozada que estaba frente a él, dar un bálsamo calmante a sus almas como años atrás le diera a Bruce Wayne la noche en que sus padres fueron asesinados pero temía que si abría la boca lo primero que saldría de ella fuera un sollozo.
–Quería dejarte en suspenso –la voz les hizo volver la atención a la pantalla otra vez– pero no me resistí, debes saber cómo termina esto –la imagen cambio del Joker a un edificio siendo consumido por intensas llamas. El humo comenzaba a obstaculizar la visión pero aun así se notaba como la estructura se estaba reduciendo a cenizas y escombros… junto con Damian.
El video terminaba con esa imagen y el Joker riendo después de preguntar: ¿te gusta el petirrojo asado Batsy? ¿Regresaras a mí?
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Jason salió de la oficina no podía quedarse ahí necesitaba despejar su mente. Termino encerrándose en el baño de la jefatura, al ver al remido Red Hood corriendo desesperado por los pasillos el personal se apartaba incluso lo que se encontraban en el sanitario lo desalojaron queriendo evitar un encuentro con él. Quería despertar de esa horrible pesadilla Damian, su amado Damian o podía estar… ese payaso desquiciado no lo había…
Sintió lagrimas quemándole las mejillas, el aire comenzó a faltarle así que se quitó el casco sin embargo no funciono, jadeo desesperado, boqueo pero el oxígeno se negaba a entrar a sus pulmones. Un fuerte mareo comenzó a invadirlo y tuvo que sentarse para no caer.
“Esto no está pasando, esto no está pasando… despertare en una de mis casas de seguridad, llamare a Damian para vernos y le pediré que venga a vivir conmigo, el creerá que bromeo pero me encargare de hacer que me crea. Conseguiremos una casa donde el escoja con un gran jardín en el que sus animales puedan correr libres y…” sollozo frenando su inútil plan a futuro. ¿Qué probabilidades había de que Damian sobreviviera a ese incendio? ¿1, 2… 0?
Maldijo al Joker por ser un maldito psicótico que se la vivía arruinando las vidas de los demás, a Bruce por ser un mal padre y descuidar a su hijo, a sus hermanos por dejar solo a Damian y a el mismo por no buscarlo antes, si hubiera estado con el Joker no habría dañado uno solo de sus cabellos.
Esa noche unas terribles palabras llenaron el canal de comunicación del Bat-clan, unas que hacía años no eran pronunciadas: Robin está muerto.
~o~
No había sido en Gotham no había reportes de almacenes incendiados desde hacía meses así que lo primero que Alfred hizo fue buscar en todo el país era el único que no permitió al dolor apoderarse de sí, aun tenia esperanza de encontrarle, creía que de alguna manera logro escapar y debían apurarse en ubicarlo y traerlo de vuelta a casa.
El viejo mayordomo detestaba ver a su familia sufrir pero desgraciadamente no había nada que pudiera hacer para aligerar su dolor.
¿Le dolía a él? Por supuesto, Damian era su nieto, el más pequeño de ellos, a quien ya había perdido por culpa propia, quien a pesar de haber vivido años con ellos aun sentía que su familia no le amaba. ¿Cómo pudieron fallarle otra vez? ¿Cómo pudieron confiarse tanto? Todos sabían que Joker andaba suelto y debido a eso Bruce ordeno que nadie patrullara solo pero Batwoman iba con Abuse y Girl-Bat, al tener menos experiencia eran más vulnerables y se suponía que Bruce iría con su hijo pero tuvieron una pelea y desde entonces nadie más lo vio. Creían que solo era un berrinche por la acusación en su contra… que equivocados estaban.
Las chicas seguían llorando destrozadas por su hermano pequeño en una esquina de la cueva, lamentándose de lo que pudo ser y ya no seria, Tim intentaba mantenerse fuerte y sacar a su novio del shock en el que había entrado desde que viera a su bebé ser torturado pero estaba fallando miserablemente. Jason estaba en una camilla sedado, su crisis nerviosa provoco que chocara con la primera luminaria que se topó en el camino, Abuse lo encontró en la calle tirado a un lado de su motocicleta, el pelirrojo había ido a buscarlos para exigirles que no hicieran bromas con la vida de su amigo pero se encontró con que era verdad. Aun habiendo visto el video se negaba a creer que el chico que enfrentaba a los peores enemigos sin n atisbo de miedo hubiera fallecido. Salió de la cueva jurando que no descansaría hasta encontrar a Dami.
Y Bruce… Bruce estaba en su habitación revolcándose en el auto odio por permitir de nuevo que su hijo muriera.
~o~
Resulto que el asesinato de Robin ocurrió en la ciudad de los arqueros pero como era una bodega vieja y que en poco tiempo seria demolida no habían intervenido dejando que los bomberos se hicieran cargo perdiendo así mucha evidencia. Cuando se enteraron de lo ocurrido Ollie y los demás les dieron total acceso al lugar y videos de seguridad de toda la ciudad, era lo menos que pudieron hacer para ayudarles. No encontraron su cuerpo y eso los alentó, aunque ínfima había una posibilidad de que hubiera sobrevivido.
Sin embargo dos meses después las esperanzas comenzaron a morir.
Llevaban dos meses investigando sin resultados, no sabían que fue del cuerpo de Damian ni a donde huyeron los payasos criminales pareciera que la tierra se los trago. Poco a poco fueron trabajando cada vez menos en ese caso pues el crimen en Gotham nunca acababa, si no era Killer Crock era Dos Caras aliándose con el Pingüino. Solo Jason se negaba a darse por vencido.
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Escucho como alguien se acercaba no distinguió de quien se trataba y no le importó quien fuera, si no le traía información sobre su petirrojo o la cara pintada era mejor que diera media vuelta y regresara por donde vino.
Tenía días sin salir de su apartamento su cara pálida y demacrada era señal de que tampoco había comido y descansado de forma adecuada, la verdad era que o tenia ánimos para nada solo quería encontrar al maldito que arruino su vida y hacerle pagar cada golpe que le propino a su amado.
–Jason.
La tranquila voz de Cassandra no le hizo alzar la vista siguió analizando las fotografías que Ollie le dio. La segunda y actual Batgirl se acercó suavemente hasta el intentando no alterarlo, cuando estuvo dentro de su espacio personal coloco una mano sobre su hombro. Jason se tensó al sentirla así que bruscamente se apartó la chica aprovechaba cualquier oportunidad para insinuársele, nunca le tomo importancia pues su corazón le pertenecía a Damian además de que su coqueteo desataba los celos del hijo de las sombras y eso traía beneficios en la cama pero ahora que su petirrojo no estaba se le hacía pesado y patético.
Sabía que en parte era culpa suya pues al no hacer pública su relación nadie sabía que Damian era suyo y viceversa quizás si hubiera declarado que el demonio de las sombras compartía con el más que una historia parecida y una aberración por los payasos Cassandra no andaría de resbalosa.
–Deberías descansar no has parado en días –no intento tocarlo otra vez, podía ver claramente la incomodidad que le causaba al pájaro rebelde tenerla cerca. –Sé que te importaba mucho pero…
–Si solo vienes a eso ahórratelo y lárgate –escupió con acidez aun sin voltear.
Cassandra titubeo, ella admiraba a Jason desde hacía tiempo y no solo eso, lo amaba pero no era tonta, notaba las miradas que le dedicaba a Damian las cuales no eran para nada fraternales; había pasión retenida en sus toques, afecto irradiado cada vez que se encontraban, ella lo sabía perfectamente pero aun así no le importó, quería a Jason con ella, para ella. Damian podría conseguir a quien deseara, su encanto seducía hasta al corazón más helado además era un mimado el realmente no quería a Jason solo era un capricho del principito; los sentimientos de Cassandra eran puros y sinceros.
O eso se esforzaba en creer.
Comprendía que Jason estuviera herido por la muerte de Damian (como todos incluyéndola) pero ya habían pasado mese era hora de que se olvidara del demonio y fuera feliz, se encargaría de eso. Así que haciendo acopio de su voluntad se acercó al hombre de mechón blanco y giro rápidamente la silla donde estaba, antes de que pudiera reaccionar se sentó en sus piernas y lo beso como si su vida dependiera de ello.
Jason llevaba días sin dormir bien, exigiéndole a su cuerpo cuando ya no podía más, así que su cerebro decidió vengarse jugándole de nueva cuenta una mala pasada. Creyó ver unos ojos cobalto brillando divertidos, una sudadera roja varias tales grande y una sonrisa depredadora. El de ojos cian estuvo por corresponder el beso pues por un momento creyó que su amante había regresado y esos terribles sesenta días eran tan solo una horrible pesadilla, pero ese cuerpo sobre él no era tan cálido, no olía a te Earl Grey y mandarinas, no sentía su corazón hincharse de amor al tenerlo pegado a su pecho.
No era su petirrojo, era Cassandra quien lo besaba.
Pasado el shock inicial empujo a la joven, Cassandra no logro conservar el equilibrio y termino de espaldas en el sucio piso mirando dolida como la persona donde se volcaba su amor salía de la habitación dando un fuerte portazo, ahogo un sollozo mientras se levantaba, aunque estuviera muerto Damian aun poseía el corazón de Jason.
“No debería pero comienzo a odiarte Damian, por ti Jason nunca se fijara en mí. ¿Por qué no se ha roto tu hechizo si estás muerto? Deja libre a Jason para que sea mío, déjanos ser felices”