Respiro profundo intentando calmarse lo mas posible, hace una semana mas o menos había terminado la "época de celo" de Hydreigon -que a pesar de estar cariñoso con el de vez en cuando ya no habían vuelto a tener un encuentro- aquellos días después habían sido extraños, extraños a mas no poder, el dragón se había negado a dejarlo dormir solo o ah alejarse mucho de su persona -razón por la que los marcos de las puertas ya se encontraban rotos- y cuando finalmente había encontrado un momento para estar solo, para pensar en la situación que tanto se encontraba dándole dolores de cabeza... Fue que comenzó a recibir unos molestos dolores en la parte del vientre, la cual por cierto, había adquirido una forma redondeada y -por alguna extraña razón u obra de Arceus- de alguna forma se había endurecido.
Y ahora se encontraba ahí, incapaz de cerrar las piernas, la espalda contra el colchón, calambres molestos de diversas partes de su cuerpo, sudor frió al que se le atribuyeron temblores no mucho después. Durante un momento sintió como si cada uno de los dolores se desvanecía lentamente, uso ese momento de tranquilidad para relajar las piernas, soltar la sabana blanca que ya había desacomodado por la fuerza con la que la había sostenido, tragando saliva cavilo sobre lo que podria hacer, ya sea ir por ayuda -medica y psicológica- aunque corría con el riesgo de que los dolores comenzaran de nuevo, o averiguar en soledad sobre lo que le ocurría, así como descubrió el estado de celo de su propio dragón sin tener la mas mínima ayuda de nada, mas que el sexo que duro dos días sin mucho descanso de su parte. Tragando saliva una vez mas y maldiciendo por lo bajo, procedió a quitarse los pantalones junto a la ropa interior -aprovechando que podía cerrar las piernas una vez mas- y tras pensárselo otro momento procedió también a deshacerse de su playera negra para mayor comodidad de su propia parte.
-¿Porque yo Arceus?- se quejo en voz baja, aun cuando se encontraba en la segunda planta, sabia que cualquier cosa dicha o grito en voz alta terminaría por alertar a Hydreigon, quien debía estar dormido.
Se encontraba sentado de rodillas en la cama cuando los dolores habían vuelto mas fuertes a como habían empezado hace como veinte minutos, suponía que era la posición en la que se encontraba la cual suponía que por la gravedad debía de estarlo ayudando, aunque en realidad tal ayuda no le agradaba si es que hacia que los dolores aumentaran, como si su cuerpo tuviera la urgencia de que fuera lo que fuera que tuviera adentro -sea un intestino, tumor o "x" cosa tenia que ser expulsada y ya- no pudo mantenerse recto en la cama, en un instante y sin darse cuenta, su cuerpo termino por curvarse hacia el frente, abriendo las piernas una vez mas intentando por todos los medio de ayudar a su cuerpo a deshacerse de fuera lo que fuera que tuviera adentro.
No supo cuanto tiempo paso en aquella posición mientras pujaba, mantenía y expulsaba el aire intentando por todos los medio de deshacerse de una maldita vez de aquellos horribles dolores, los cuales en lugar disminuir terminaron por incrementar cuando sintió su ano extenderse, si no se hubiese encontrado tan ocupado con el mismo dolor, podía haber intentado averiguar si su agujero seria capaz de estirarse como cuando Hydreigon lo había tomado hace casi una semana. De un instante a otro abrió grandes los ojos cuando sintió algo liquido resbalar por sus muslos y después de dar la siguiente -y ultima- puja sintió que algo no liquido finalmente resbalo por su ano, sosteniéndose por las cobijas, con las piernas abiertas y totalmente expuesto, Ghetsis se negó a moverse ni siquiera para ver que era lo que había terminado por expulsar, simplemente se quedo ahí, intentando tranquilizarse, detener su agitada respiración y sintiéndose asquerosamente húmedo por el sudor, fue una lastima, para cuando finalmente paro de sentir todo aquello sabia que no podía quedarse para siempre en esa posición.
Se movió con determinación -maldiciendo- quejándose mientras intentaba sentarse en el colchón -ya sin sabana alguna- noto que, en efecto, lo primero que había sentido escurriéndose por sus muslos había sido sangre, podía haberse quedado cavilando en ello hasta que se fijo en lo que había expulsado. Su sorpresa no se hizo esperar, la mueca de sorpresa, miedo e incomprensión también debieron de haber aparecido en su rostro cuando vislumbro aquello que se encontraba acompañándolo en la cama, sintió los jugos gástricos subir por su garganta con ansias de ser expulsados de manera inmediata, las lagrimas se aglomeraron sin -aparente- razón alguna en sus ojos y sintió miedo, miedo de lo que veía.
Un huevo.
Un huevo pokemon de apariencia normal y saludable. Tal y como a uno se los entregan en la guardería.
Termino vomitando en el suelo.
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La Reacción de Hydreigon hacia el huevo no había sido tan mala, si el huevo lo hubiese obtenido de forma "normal" y no dándole a "luz" personalmente, el también hubiera querido y esperado con ansias el nacimiento del futuro Deino -porque iba a nacer un Deino de ahí... ¿Cierto?- cuando el huevo hubiese eclosionado finalmente, sin embargo -y como si hubiese vuelto al principio- lo único que sentía ahora era reticencia al acercarse al huevo, ya no al dragón, ya le daba "lo mismo" acercarse a Hydreigon, ahora sin embargo no tenia deseo alguno de estar cerca de... Del huevo, no quería cuidar de el para que eclosionara -aunque como siempre, Hydreigon terminaría por arrastrarlo de una pierna para tenerlo cerca del huevo en la especie de "nido" que había creado- Ghetsis al final no tuvo mas opciones que mantenerse pensativo mientras veía el normal huevo blanco con manchas verdosas.
¿Que podía salir de un huevo entre humano y pokemon? ¿Un pokemon? ¿Un humano? ¿Un pokemon con tendencias humanas? ¿Un humano comportándose como pokemon?
Tres días después, fue cuando obtuvo su respuesta.
Esa mañana el había continuado descansando cuando el huevo finalmente eclosiono y la dolorosa mordida que recibió en uno de sus pezones fue lo que en realidad lo despertó a tan tempranas horas de la mañana, su sorpresa al ver al recién nacido Deino buscando leche en sus inútiles pezones salio de su garganta en un grito asustado, mientras que el bebe no reacciono Hydreigon -que también había estado durmiendo- había despertado al instante -aparentemente el excesivo cuidado sobre su persona de parte del dragón azul iba a estar ahora ahí, tal vez, siempre- Deino por su parte de había mantenido quieto y sin morderle el rostro -a diferencia del padre- y tal parecía tener o efecto de impronta -troquelado- o de alguna forma mantenía en su consciencia que Ghetsis o "el que no era un dragón" era su madre, aun cuando no podía verlo, tal vez siendo esta la razón del porque lo había mordido, siendo que a Hydreigon lo había mordido en una de las cabezas.
Las discrepancias entre un dragón nacido entre dos de su misma especie a uno ¿nacido? de un humano, seguían siendo objeto de su asombro, Deino parecía actuar normal con Hydreigon -su ¿padre? se preguntaría en ocasiones- como si fuese cualquier otro Deino normal que solo quiere jugar de un lado a otro intentando morder aquello que siente -¿o sabe?- que tiene enfrente, con Ghetsis claro, era otra historia. Rabia momentos en los que se quedaría totalmente quieto una vez que se cansara de correr y jugar, en algunas ocasiones soltaría pequeños chillidos para llamar su atención -señal de que quería ser cargado y mimado- posteriormente lo tomaría en brazos y -¿su hijo?- se acurrucaría en sus brazos para descansar y simplemente se quedara allí, tranquilo hasta quedarse dormido. A veces lo sentiría jugar entre sus piernas, en otras le vería brincar en los colchones, cojines y demás. Una actitud, tan tranquila, como una cría humana, totalmente distinta a la violenta de otros Deino.
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Pedaleaba tranquilamente en su bicicleta, con Deino en la canastilla y Hydreigon en la pokeball para mayor comodidad, con un mes encerrados y ya con la situación, sentimientos, vivencias y la investigación que sintió necesaria, habia decidido continuar con su viaje pokemon, habría veces en las que desearía que todo aquello fuese un mal sueño, algo que se desvanecería cuando sus ojos -rojos- contactaran con los ojos sangres de Hydreigon y con la sonrisa feliz de su Deino.
No necesitaba mas en la vida, así estaba bien, así era "¿Feliz?"
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Dos meses después tendría su siguiente huevo, otro Deino mas en la familia, mientras que su -¿Primero hijo?- evolucionaría a Zweilous -con las diferencias de carácter mas notorias que antes- y en solo cuatro meses mas tendría el huevo donde, opresivamente, nacería un bebe humano ¿característica especial? Ademas de ser mas grande y vivaz que un recién nacido, no parecía tener mas, para Hydreigon y el, el pequeño bebe humano no fue mas que otro "Deino bebe" nacido.
No hacia falta aclarar el susto cuando escucho al primer hijo -humano- llorar como lo hacían todos los recién nacidos.