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Pretty Boy por starship

[Reviews - 166]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hello hello mis amados y distinguidos lectorcitos y lectorcitas!! :D

Nuuuuevo capítulo y tal como dice el título traigo una dosis de drama dramático :'3 no lo odien sin leerlo, vamos, que sería de una comedia romántica  sin el drama (?) xD

Bueeeeaaano, yo sé que ustedes saben que sabían que el drama se avecinaba (?)

Meeensión especial para una linda personita que me pidió incluir algo de luces y romanticismo, lo entenderan cuando lean xD

A todas las lindas personitas que dejaron sus lindos reviews prometo responderlos todos lo más pronto posible ><

Sorpresa en el capitulo~~ vamos a ver si la descubren~~ :3

Eeeeen fin, sin nada más que decir....

Enjoy!! :D

-¿Se conocen?- Preguntó confundido Clint al escuchar a su novio llamar al rubio con un raro apodo.

-Nonono, amor, no lo conozco, es solo que estábamos jugando con Loki...- Bruce nervioso intentaba formular la mejor excusa posible para esa situación.

-¿Y qué juego es ese?- Clint no era tonto, sabía que Bruce le ocultaba algo y si lo involucraba a él con Steve tenía que saber de qué se trataba.

-Se trata de decir personajes emblemáticos del cine que seguramente son gay- Loki intervino rápidamente en la conversación, tampoco iba a abandonar a Banner en todo eso, pues sabía que, aunque Clint no lo demostrara, no le gustó para nada el enterarse que su novio conocía a Steve desde antes, los celos son un monstro silencioso que le traería muchos problemas a Bruce si él no apoyaba la mentira. Loki no era tan frío después de todo. 

-¿Ah sí?- Clint se cruzó de brazos y arqueó una ceja denotando su incredulidad.

-Sí y era mi turno cuando interrumpiste. Legolas gay- repuso Loki con total seriedad.

-¡Oye! ¡Él no es gay, solo se preocupa por su apariencia!- Clint, defendió fervientemente a su personaje favorito del cine. Al menos Loki logró desviar la atención del tema principal.

-Clint, si esto era todo en lo que querías que te ayudara, ya está, así que si me disculpas...- Steve no soportó un segundo más estar ahí, quería a su amigo, pero estar en un apartamento con tantas incoherencias era demasiado.

-Oh, sí, es todo, gracias amigo, ya puedes regresar con tu dulce perdición- respondió el otro rubio levantando ambas cejas de modo gracioso.

-No es mi dulce perdición, más bien, mi amargo deseo- respondió Steve pensando que nadie además de Clint le prestaba atención. Error.

-Deja la poesía, Steve, eso no va contigo- se burló Clint y finalmente Steve se marchó del lugar despidiéndose cortés con un gesto de la mano de los otros dos.

-Bien Bruce, tenemos que hablar- dijo el rubio una vez Steve estaba lo suficientemente lejos para no escuchar, Bruce tragó saliva al escuchar el tono, ligeramente intimidante de su novio. Clint hizo una pausa para ver a Loki, esperando que entendiera el mensaje -Ahora-dijo viendo que el azabache no se movía. Loki suspiró y se levantó de su cómoda silla.

-Buena suerte doc.- se despidió el azabache dándole una palmada en el hombro a Bruce. Le dirigió una severa mirada al rubio y se marchó cerrando la puerta tras de sí.

-Amor, no es lo que tú crees, no conozco a Steve- Habló el castaño rápidamente.

-¿Cómo es que no le conoces y sabes su nombre?-

-Clint, acabas de llamarlo así...- propuso Bruce con obviedad 

-Cierto...- Clint guardó silencio un momento y luego suspiró -Amor, sabes que no estoy celoso-

-Yo jamás pensé que lo estuvieras- lo interrumpió abruptamente el castaño con algo parecido a la indignación. Bruce tampoco era un tonto y sabía cuándo su novio se ponía celoso por tonterías, como en ese momento.

-Ok. Lo admito no me gustó que conocieras a Steve y no me lo mencionaras, pero no porque estuviera celoso- Mintió -Sino porque sabes lo que odio que me ocultes cosas- está bien, esos no eran solo los celos de Clint hablando sino más bien era una mezcla de preocupación y celos.

-Clint, lo sé, pero es que no te he ocultado nada, a Steve lo conocí cuando se acercó a la esquina de Tony buscando quien sabe que...- Explicó Bruce recostándose sobre la silla en la que se encontraba –Y tú sabes lo doloroso que es que no confíes en mí- Su voz ya sonaba más a reproche.

-Pequitas- Ese apodo que Clint tenía para Bruce era exclusivo para sus momentos de intimidad, porque Bruce odiaba que lo llamara de una manera tan cursi en público, pero le fascinaba que lo hiciera cuando estaban solo ellos dos, le era irresistible cuando lo hacía con esa voz tan preocupada y esa mirada que denotaba el amor que sentía por él -Sabes que no es que no confíe en ti, es solo que no quiero que te pase nada malo…- El rubio se acercó hasta la silla donde se encontraba sentado el castaño, se agachó poniéndose en cuclillas a la altura de las piernas de Bruce, tomando las manos del castaño entre las suyas –Tú sabes de que se tratan nuestros negocios, no somos del todo los buenos, si llegara a pasarte algo por mi culpa, no sé lo que haría…- 

-Cariño, sabes que no pasará nada- intentó calmarlo Bruce, porque en su historia había algo más que solo lindos momentos. Clint besó el dorso de las manos de su novio, elevó la vista encontrándose con la tierna sonrisa del castaño y esa dulce mirada escondida tras esas gafas. –Clint, estoy preocupado por Tony- soltó de pronto Bruce, sabía que si bien los negocios de su novio no eran ni ilegales ni malos, tampoco eran para ayudar a la gente, sino más bien solo para ayudarse ellos mismos, eso de alguna u otra forma podían significar represalias por parte de varios que los odiaban, y ese precisamente era el temor de su novio, un temor bastante comprensible si empatizaba con Clint.

-¿Porqué? Steve es un buen sujeto, demasiado diría yo, su único error es que es demasiado ambicioso- Respondió Clint sin abandonar su posición, ahora recostando su mentón sobre las piernas del castaño, dejando que este jugara con su cabello.

-Es por eso que estoy preocupado- 

Ambos guardaron silencio, pensando cada uno en su respectivo amigo, y no es que las cosas pasaran a mayores pero conociéndolos como los conocían esa relación iba por un rumbo bueno o malo, dependiendo del lado en que se viera.

-Así que… ¿James bond gay…?- Preguntó Clint para aligerar el ambiente. Bruce rio suavemente y entendió que lo que quería el rubio era una explicación al raro apodo.

-Cuando Steve vino aquí por primera vez, venia en un Aston Martin DB5, ya sabes, el clásico auto bond…- Clint asintió con una sonrisa –Tony entonces grito algo como: “¡Brucie, James bond es gay!” con total emoción- el castaño no pudo evitar reírse al recordar eso y al notar lo bien que le salió la imitación de su amigo.

-Porque, claro, cualquiera que se detenga en la esquina de Tony Stark, o es gay o él se encarga de volverlo gay…- finalizó Clint entendiendo por fin de que se trataba todo aquello, Bruce asintió y al mismo tiempo le hizo un gesto a su novio para que se incorporara.

-Así que… ¿Amargo deseo?- Era el turno de saber, ahora, porque se referían así de su amigo Tony. Si Steve pensaba que nadie más lo había escuchado estaba muy equivocado.

-Steve quiere cogerse duro a Tony como a nadie- explicó con simpleza el rubio poniéndose de pie.

-¡¿Hablas en serio?! ¿Él te lo dijo? Y yo que creía era un caballero….- Dijo Bruce, primero sorprendido y luego desilusionado por semejante comentario refiriéndose a su pequeño Tony.

-No lo dijo, pero basta con verle la cara cuando habla del chico que está en su cuarto de hotel- Clint atrajo suavemente de la mano a su novio hasta llevarlo al sofá donde se dejó caer e hizo con un rápido movimiento que Bruce se sentara a horcajadas sobre sus piernas –Sabes, pone exactamente la misma cara de idiota que yo pongo cuando te veo- dijo levantando su mano y guiándola hasta una de las mejillas de su pareja acariciándola con suavidad.

-¿Tú crees que esos dos se estén empezando a involucrar más de la cuenta?- Preguntó el castaño dejándose hacer por las manos de Clint.

-Si te refieres a que Tony ya lo besó en los labios, no lo sé, pero si preguntas si Steve está empezando a sentir algo más que simple atracción física por ese mocoso, déjame decirte que hoy se tomó el día libre para pasarlo con Tony…- el rubio colocó ambas manos sobre la cintura de Bruce acercándolo más a su cuerpo.

-¿Y es tan adicto al trabajo como tú?- preguntó el castaño acomodándose mejor en las piernas contrarias y abrazándose al cuello del otro.

-No. Él es peor-

-¡No jodas! Eso va en serio… No sabe la sorpresa que se llevará con Tony…- Rio Bruce y le dio fin a la charla con un delicado beso en los labios de Clint, que empezó suave y terminó en una mezcla de gemidos y jadeos sobre el sofá.

Steve llegó temprano de regreso al hotel. Le había prometido una tarde completa a Tony con él, y se había marchado con su amigo a ver al novio de este. Se reprochaba mentalmente por haberlo hecho. Entró rápidamente a la habitación esperándose encontrar a un Tony completamente aburrido y quizás hasta molesto, pasó de largo el comedor, se detuvo en seco y volvió sobre sus pasos, encontrándose así una vista que le pareció de lo más exquisita y maravillosa.

-Linda corbata…- dijo casi embobado viendo a Tony sentado en una silla del comedor con las piernas elevadas apoyadas sobre la mesa, en una pose sumamente sexy vistiendo únicamente la corbata.

-¿Te gusta?, que bien porque es un regalo para ti…- habló el castaño con voz sensual, haciéndose el desentendido al ver como Steve se acercaba a paso firme hacia él.

-¿Podría ser otro mi regalo?- Steve, tomó por la corbata a Tony, deslizándola hacia arriba para quitársela.

-¿Qué más quieres? Este trozo de tela costó un dineral…- La voz de Tony era cada vez más y más sensual, cada palabra, por muy insignificante que era, para el rubio significaba una oleada de emociones en su cuerpo.

-Te quiero a ti, Tony…- Dijo seguro tomándolo por el rostro con ambas manos acercándose a él, tan cerca que podía sentir su aliento chocar contra los labios del castaño, suspiró sintiéndose extasiado por la cercanía de sus rostros y sus labios, lo deseaba, deseaba besarlo. Rozó su nariz con la contraria, Tony sintió en su cuerpo un leve escalofrío que lo obligó a abandonar su pose despreocupada acomodándose mejor en la silla –Dios, Tony, eres…- el comentario murió en la garganta de Steve, vio fijamente esos ojos color chocolate que últimamente se estaban volviendo su perdición, Tony hizo lo mismo con los azules sintiéndose perder en esa profundidad. Sus toques eran tan intensos, era extraño sentirse así con alguien a quien se supone acababas de conocer.

-Steve, dime otra vez lo que quieres…-

-A ti…- respondió el rubio sin pensarlo.

Tony no lo soportó más y se abalanzó sobre el rubio, abrazándolo por el cuello escondiendo su rostro en este para evitar así besarlo, eran tan fuertes sus ganas que no estaba seguro de soportarlo por más tiempo repentinamente su cuerpo se encendió con un calor interno tan intenso que solo deseaba apagarlo en los brazos de ese rubio. 

Steve en un rápido movimiento lo tomó por la cintura, levantándolo del piso obligándolo a aferrarse de su cuerpo con sus piernas enrolladas alrededor de su cadera. Caminó casi sin equilibrio hasta estamparlo contra una pared. Tony gimió pero lejos de dolerle ese movimiento le pareció de lo más erótico.

-Cómo vas a follarme si aún estás vestido…- le dijo el castaño al oído, con voz ronca y suave, mandando descargas por toda su espina dorsal, completando el comentario con una suave mordida en el lóbulo de la oreja y un beso casi imperceptible en el cuello.

-Quítamela- prácticamente ordenó Steve.

Tony ni lento ni perezoso tomó la chaqueta del rubio, despegándolo así un poco de su cuerpo, teniendo un equilibrio sorprendente Steve lo sostuvo contra la pared y su cadera, usando solo una mano a la vez para lograr quitarse la molesta prenda y de una sola vez Tony aprovechó para arrancar los botones de esa camisa quitándola junto con la chaqueta. Rápidamente Steve desabrochó sus pantalones bajándolos por completo dejándolos tirados en algún lugar.

La posición parecería incomoda, pero con la increíble fuerza de ese rubio y la agilidad de Tony se volvía una completa pose de placer.

Steve tomo las nalgas de Tony entre sus manos separándolas un poco y apretándolas, logrando sacar gemidos del contrario, atacó instintivamente el acanelado cuello, besándolo con desesperación, mordiéndolo suavemente, siguiendo el camino de besos hasta sus mejillas, regresando a los hombros y de nuevo al cuello, era una tortura no poder besar esos labios, lo más cerca que pudo estar fue depositando un beso sobre el mentón del menor, para luego morderlo con suavidad.  

Rogers chocó su cadera contra la del castaño, frotando ambas entrepiernas, sacando suaves suspiros por parte del contrario, haciendo que también empezara con un movimiento de caderas buscando más contacto, sus manos deslizándose por todo el cuerpo del rubio, aferrándose a su espalda con las yemas de sus dedos, y con sus piernas apretando para no caerse. Steve deslizó el cuerpo de Tony hacia abajo, subió sus manos por todo el tronco del menor, tocando sin mucha delicadeza todo el cuerpo, Tony bajó una de sus piernas tocando por fin el suelo, quedando una elevada a la altura de la cadera del rubio, Steve deslizó su mano por toda esa pierna, sosteniéndola volviendo a apretar una de sus nalgas, con su otra mano agarró firmemente las de Tony elevándolas por encima de su cabeza inmovilizándolo en el acto.

Se vieron fijamente a los ojos por un momento, con la respiración agitada. Dejando expuestos sus sentimientos con tan solo esa mirada.

-¿Que estás esperando Steve? Fóllame, soy tuyo, soy tu regalo- Aunque no lo quisiera decir así, eso fue lo que salió de la boca del menor. 

Ningún comentario salió del rubio mas sus ojos solo se dirigían a esos labios ¿Era demasiado pedir un beso? Haló a Tony hasta la cama, donde sin mucha delicadeza lo arrojó sobre el colchón dejándolo tumbado boca abajo.

-Serás mío, pero no como mi regalo- Tony intentó girarse para encarar al rubio, pero antes de poder hacerlo Steve estaba sobre su cuerpo, rozando su pecho contra la espalda del castaño, enterrando su rostro en el cuello contrario respirando agitado, casi no podía reconocer en ese hombre al tímido Steve que conoció hace un par de días. Las manos del rubio se abrazaron al tronco del castaño, bajaron hasta la pelvis, la cual tomaron elevándola para encontrarse con la ya muy despierta erección de Rogers. Steve se incorporó, observando esa suave espalda y esa cadera en un ángulo perfecto para lo que iba a continuación. Sin detenerse a pensarlo Steve apretó con sus manos nuevamente ese redondo trasero, lo masajeo, escuchando embelesado todos los casi obscenos sonidos que salían de la boca del menor, pasó unos segundos así hasta que le dejó ir una sonora palmada en una nalga.

-¡AAAH! ¡¡Steve!!- gritó Tony girándose de inmediato encarando al rubio.

-Lo- Lo siento, eso estuvo mal, me pasé de la raya… no sé qué me pasó- Steve intentó disculparse en el instante viendo como Tony se sobaba la zona con ambas manos. Tony no podía creer que ese hombre tan tierno frente a él era el mismo que hace unos instantes lo había nalgueado. Entonces una idea descabellada cruzó por su mente: ¿En serio puedo lograr que Steve pierda así el control conmigo…? 

-Steve…- gimió el nombre del rubio. 

Entonces movido por su curiosidad innata, decidió comprobar su teoría. Llevo una de sus manos a su miembro tocándolo con descaro ante la atenta mirada del rubio, condujo su otra mano hasta su boca, metiendo tres de sus dedos en esta lamiéndolos de manera sugerente hasta dejarlos completamente empapados, su otra mano que hacía el trabajo de masturbarlo, subía y bajaba desde la base hasta la punta, deteniéndose en el glande masajeándolo suavemente y bajando de nuevo, lento, mostrándole a Steve todo lo sensual que podía ser. Separó sus piernas mejorando la posición, gimiendo una y otra vez aún con los dedos en su boca. Steve no reaccionaba más que para tocarse él mismo por encima de la ropa interior que aún conservaba. Entonces Tony, sacó sus dedos de su boca haciendo un sonido por la presión liberada, los dirigió hasta su entrada, acariciándola primero para luego introducir un primer digito en la cavidad.

-¡OH SÍ! Steve, nnh… aah…- movió su cadera buscando introducir más ese dedo, abrió con cuidado su entrada dándole lugar a un segundo digito –aaah~- los gemido eran cada vez más fuertes y los movimientos más rápidos, su mano sobre su pene subiendo y bajando a un ritmo casi perfecto junto a sus dedos y entonces un tercer digito entro en esa estrechez –¡¡Eres tan grande!! Oooh sí, más- Tony hablaba como si Steve estuviera ya penetrándolo, mientras este solo disfrutaba del espectáculo con su miembro ya libre del molesto bóxer. 

-No más….- diciendo esto con voz sumamente ronca Steve saco los dedos de Tony de un solo tirón, colocándose esta vez entre sus piernas, de una sola estocada entró por completo en Tony.

-¡¡OH DIOS SÍ!!- Tony arqueó su espalda con completo placer, al sentirse tan lleno por Steve -¿Qué tanto pierdes el control conmigo?- preguntó con dificultad, escuchando un sexy gruñido por parte del otro que se detenía con sus brazos a ambos lados del cuerpo de Tony, cerrando los ojos disfrutando de la sensación de calidez de su interior.

-No tienes ni idea…- dijo en voz baja abriendo los ojos viendo intensamente a los de Tony.

Movió su cadera saliendo solo un poco para volver a entrar con fuerza, Tony separó aún más sus piernas, Steve se incorporó nuevamente y viendo desde arriba al castaño tomó sus piernas elevándolas hasta la altura de sus hombros, giró su rostro para encontrarse con una de esas piernas y la besó delicadamente, seguido de una sensual lamida. Tony ahogó un gemido y movió su cadera hacia abajo auto penetrándose solo un poco más, así Steve empezó un lento vaivén que poco a poco adquiría rapidez y fuerza. El castaño acercó su mano a su entrepierna para atenderla, masturbándose nuevamente, mientras Steve adquiría un ritmo perfecto en las embestidas, de un momento a otro las posiciones cambiaron y ahora Tony estaba a horcajadas sobre Steve, deteniéndose con sus manos en el fuerte pecho del rubio, subiendo y bajando con fuerza sobre esa gran erección, Rogers agarró nuevamente esas nalgas que tanto le gustaban entre sus manos, Tony ya sabía lo que esperar, le sonrió cómplice y asintió levemente con su cabeza en señal de aprobación solo eso bastó para que Steve las separara un poco para luego apretarlas volviendo más estrecha su entrada logrando maravillosas sensaciones, todo con sus miradas conectadas, de un momento a otro el rubio no lo soportó más y dejó ir una nueva nalgada.

-Nnh, sí baby, puedo acostumbrarme a esto- dijo gimiendo al final, le encantaba sentirse dominado por ese rubio, pero jamás se lo diría.

-Tony, eres tan hermoso- las palabras cariñosas que habían sido olvidadas en algún momento de la lujuria volvieron acompañadas de una mirada cargada de algo parecido al amor bailando en las pupilas de Steve. Tony temió a esa sensación que le comprimía el corazón cuando Steve tenia esos detalles para con él –Quédate conmigo, no me dejes, no lo hagas…- y entonces la bomba de emociones estalló en el rostro de Tony, todo movimiento cesó y sintió como si un tren, un camión y un submarino le pasaran por encima en ese momento, quiso llorar de emoción y decirle que jamás se iría de su lado, que lo había logrado, se había enamorado de él de una forma que nunca creyó posible, que su piel ahora estaba marcada no solo físicamente por él, sino con un significado más profundo, quiso decirle tantas cosas. Pero su boca no dejó salir ni una sola de esas palabras en cambio sonrió con un gesto rayando en lo sarcástico.

-Todo acaba mañana, pretty boy…- Steve no dijo nada más, tomó a Tony por las caderas lo alzó levemente y lo penetró con fuerza nuevamente.

-¡¡Argh!!- jadeó Tony arqueando la espalda y echando la cabeza hacía atrás, las lágrimas se agolparon en sus ojos y se auto convenció que esas lagrimas eran del placentero dolor que acababa de sentir, no por la tristeza que lo embargó de repente al saber que Steve aceptaba sin rechistar lo que acababa de decirle –Más fuerte- pidió en una dolorosa suplica –Por favor Steve… hazlo más fuerte…- Las lágrimas de Tony estaban a punto de salir sin permiso. Steve a pesar de todo él también se sentía vacío en ese momento, aun así obedeció y embistió con más fuerza el cuerpo del menor. Terminando por fin con un orgasmo que si bien los dejó satisfechos no los dejó con un buen sabor a ninguno de los dos. 

El cuerpo lánguido de Tony cayó a un lado de espaldas hacia el rubio. Steve lo abrazó con cariño, pensando que lo mejor era hacer como que nada había ocurrido, el sexo era lo que los unía después de todo. Tony no renegó por el abrazo y aferró su cuerpo al otro.

-Tengamos una cita- propuso de la nada el rubio.

-¿Ahora?- Tony se giró quedando de frente a Steve.

-Claro ¿Por qué no?- con falsos ánimos renovados Steve se levantó de la cama aún desnudo, se cubrió con una sábana, cogió otra sábana limpia, abrió las enormes ventanas del balcón extendió la manta sobre el suelo del balcón, regresó a la cama y levantó a Tony al más puro estilo princesa, con sumo cuidado colocó a Tony en el suelo cubierto por una sábana, entró rápidamente a la habitación, sacó un par de cojines e improvisadamente hizo un colchón en el suelo.

-¿Ésta es tu idea de una cita?- preguntó divertido el castaño.

-Solo espera…- apagó las luces del cuarto y entonces Tony vio por el balcón hacia la ciudad completamente iluminada. Era precioso -Es lo más cercano a las estrellas- dijo Steve también divertido, sentándose a espaldas de Tony y rodeando su cuerpo con sus brazos. Tony elevó el rostro y coincidentemente vio una estrella fugaz pasar.

-¡¿Viste eso?! Una estrella fugaz- dijo emocionado. Steve vio hacia el cielo buscando la estrella, sin embargo ya no estaba.

-¿Pediste tu deseo?- el rubio recostó su mentón en el hombro del otro, estaban bastabte cómodos con su desnudez sintiendo piel con piel.

-sí

-¿Cuál es?

-No te lo diré bobo ¿No sabes qué sino no se cumplen?

Steve rio ante la ocurrencia. Tony nunca, pero jamás le diría que pidió que nunca llegara el día de despedirse.

La noche era larga y las luces de la ciudad brillantes y tranquilizantes. Pero sin duda lo mejor era fingir que eran una pareja feliz. Quizás algún día su deseo se haría realidad.

-¿Porque no besas los labios?- la curiosidad del rubio fue más fuerte y tuvo que preguntar.

-No lo hago porque eso sería involucrar demasiados sentimientos es muy personal...- la pregunta le tomó por sorpresa , sin embargo respondió.

-Bésame Tony...- 

La proposición quedó en el aire. Tony fingió no escuchar esa petición. Era viernes por la noche. Al día siguiente toda la magia acabaría tan pronto como empezó.

 

   

Notas finales:

A que no se esperaban el lemonsote chocolate (hard (?)) que les traía >w> 

Esta bien, fue un drama-lemon xD pero yo solo quería probar haviendo drama ;w;

Bueno, espero sus lindos reviews con sus opiniones acerca del capitulo y con todo lo que quieran escribir en ellos.

Muuuuuchisimas gracias por leer XOXO y abrazotes de osote para todos ustedes :*

Nos leemos!! :D

Pd.: next chapter... Thoooooooorki!! :D


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