Madame Pomfery, solo dejó salir a Harry a la hora del desayuno. Este sin dudarlo, se dirigió al comedor.
“Espero que Ron y Herm no hayan descubierto mi ausencia, no tengo ganas de dar explicaciones... Estoy seguro que deben de haber pasado una noche espectacular, solos y ni deben de haber notado que yo no estaba allí. Desde principio de año pasa eso, soy como un cero a la izquierda.... Por favor, que no se hayan dado cuenta....” pensaba Harry, muy preocupado y preparando una excusa, mientras se acercaba al lugar.
Apenas entró vio a sus amigos, los cuales se estaban besando sin darle ninguna importancia a que los demás alumnos estuvieran allí viéndolos.
“Herm si que cambió!, antes no se le hubiera ocurrido hacer eso...” pensó Harry riéndose para adentro, imaginándose lo que diría la antigua Hermione de esa situación.
Se sentó al lado de ellos, los cuales se separaron y comenzaron a comer.
- Harry...?_dijo Ron
“Oh, no! Se dio cuanta!” pensó consternado Harry.
- Ehm... yo..._tartamudeó el ojiverde.
- ¿No te molesta si Herm y yo nos vamos a buscar algún aula antes de la clase?_preguntó Ron, mirando su plato casi vacío.
- Uhg? No, no me molesta_
“Menos mal que era eso solo....” pensó aliviado.
Sus amigos se levantaron rápidamente y salieron de la mano. El ojiverde no les prestó atención y siguió con su desayuno. De repente, una fragancia ya conocida invadió todos sus sentidos.... Menta.
Harry se dio vuelta, para descubrir quien era su salvador, pero, para su decepción se encontró con un enorme grupo de chicos de todas las casas.
“Y ahora cómo voy a saber ¿cuál de ellos me salvo?” se preguntó.
Muy afligido volvió a su plato. Comenzó a recordar lo sucedido la noche anterior, a su salvador. Se imaginó que en el momento en que lo levantaba, él todavía tenía fuerzas y por eso rodeaba su cuellos con sus manos. Lentamente acercó su cara al cuello de su salvador. Muy despacio pasó su lengua sobre toda la extensión, hasta llegar a la oreja. Comenzó a morderle el lóbulo, logrando excitarse. Quiso ver la cara de su salvador, por eso se giró, pero en vez de eso, solo logró caerse del banco.
En ese momento recordó donde se encontraba. Estaba realmente excitado, por suerte la túnica que llevaba era bien grande. Sin embargo, los pantalones, no. Estaba empezando a dolerle.
“No puede ser. Anoche no dormí por esto mismo, y hoy me pasa, en el comedor, delante de un montón de gente. Por suerte nadie se dio cuenta” pensó Harry muy avergonzado, mientras se levantaba y se dirigía a un baño a hacerse un favor.
Por culpa de eso, llegó tarde a pociones. (N/A: que raro que siempre lleguen tarde a la misma clase, no?)
- Valla, parece que Potter no honra con su visita._ se burló Snape.
- Lo siento, señor._dijo el ojiverde, apenas audible.
- Pues vera, señor Potter, eso ya no es suficiente._continuó burlándose.
“y ahora ¿que será lo que quiere que haga? Limpiar toda el aula, ya lo hice la semana pasada. Ordenar las pociones lo hice el mes anterior... La verdad que no me quiero imaginar con que me va a sorprender Snape”
- Ehm, lo discutiremos después de la clase, señor Potter._dijo sonriendo_ Mientras tanto, siéntese en donde encuentre lugar, pues me temo que debido a su ausencia su lugar fue ocupado._dijo burlándose denuevo.
- Si señor_ contestó Harry. “A ver, a ver... seguro que Neville esta solo...¿No?¿Cómo puede ser que haya conseguido compañero?¿Hermi?¡Tampoco! Ron, menos. Tal vez encuentre algún lugar con Seamus. Él también tiene pareja! Esto no puede ser, ¿y con quien me voy a sentar entonces?”_ Ehm, ¿señor? No tengo lugar
- A ver, Potter ¿tu venciste al Señor Oscuro y no eres capaz de encontrar un asiento? Esto demuestra tu inaptitud._se burló el profesor_ Pues mira, allí, junto a Draco hay un lugar._ comentó con una enorme sonrisa, pues él había sido el que le había pedido a Draco que se quedara solo. El castigo de Harry empezaría en ese preciso momento.
“Genial, lo único que me faltaba, sentarme con esa estúpida serpiente!” pensó el ojiverde con enfado, mientras se dirigía la lado de su compañero.
- Las cosas son muy simples, Potter, tu no me molestes mientras hago la poción, y yo trataré de ignorarte, ¿te parece?_ le preguntó Malfoy con su típico acento y su manera de juntar las palabras como si fuesen una sola.
- Como quieras, Malfoy._dijo Harry sin mucha importancia.