Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

And forever... por TaemintGirl

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic es una adaptación del cuento "Un largo paseo hasta siempre" de Kurt Vonnegut, es una historia de amor muy bella que me encantó en el instante en que la leí para un trabajo escolar (hace ya bastante tiempo) pero que no había tenido la oportunidad de acabar de adaptar. Si pueden leer la original se las recomiendo mucho. Espero que mi trabajo sea de su agrado.

Notas del capitulo:

 

 

Habían crecido siendo vecinos, a orillas de una hermosa y pequeña ciudad, cerca de campos  y bosques y huertos, no lejos de un hermoso campanario perteneciente a un colegio al cual ambos habían asistido en su niñez.

Tenían ya veintidós y veintitrés años, respectivamente,  y no se habían visto por poco más de uno. Entre ellos hubo siempre una cordialidad juguetona y placentera, y aunque regularmente el más joven de ellos recurría a la coquetería, nunca se hablaron de amor.

El mayor se llamaba Jonghyun, un poco bajo para algunos pero nada que no compensara con su musculatura, rubio, de aspecto varonil y rudo en ocasiones pero con unos ojos de cachorro que derretían a cualquiera y mostraban su lado tierno; el menor era Kibum, poseedor de una esbelta figura, estrecha cintura y torneadas piernas que le daban un aspecto algo femenino, pero  lo que enamoraba a todos eran esos ojos tan parecidos a los de un gato y esa boca acorazonada. Aún temprana la tarde, Jonghyun llamó a la puerta de Kibum. Éste vino a la puerta. Llevaba en la mano una gorda y reluciente revista que había estado leyendo. Una revista dedicada totalmente a cuestiones de bodas. "¡Jong!", exclamó, sorprendido de verlo.

— ¿Puedes salir a dar un paseo? —preguntó el rubio. Era una persona tímida, incluso con su amigo de la infancia. Ocultaba su timidez hablando como si estuviera ausente, como si sus verdaderos intereses se encontraran lejos de allí... como si fuera un agente secreto que se hubiera detenido en aquel lugar brevemente, mientras cumplía una misión que lo llevaba de un lugar hermoso, lejano y siniestro a otro. Este modo de hablar había sido siempre su estilo, incluso en cuestiones que le preocupaban desesperadamente.

— ¡Un paseo! —repitió Kibum de manera sarcástica y con aires de diva, sacando a relucir su personalidad.

—Un pie delante de otro —contestó Jonghyun con una pequeña sonrisa de lado—, entre las hojas y por encima de los puentes...

—No tenía la menor idea de que estuvieras en la ciudad —dijo el de ojos felinos.

—Acabo de llegar.                                                                               

—Veo que sigues en el ejército —comentó el menor.

—Siete meses más por cumplir —dijo el mayor, quien se había ido hace tiempo con la excusa de ir a cumplir con su obligación enlistándose en el ejército. Traía el uniforme arrugado, los zapatos polvosos y necesitaba afeitarse. Estiró la mano, pidiendo la revista.

—Me voy a casar, Jong —dijo Key, pasándole la revista.

—Ya lo sé. Demos un paseo.- dijo el rubio sin dejar de sonreír.

—Estoy muy ocupado, Jonghyun. Me caso dentro de una semana.

—Si damos un paseo, te pondrá sonrosado —dijo Jonghyun, pasando las hojas de la revista sin darle mayor importancia a lo que el otro le decía—. Una novia sonrosada como ésta, o ésta, o un novio sonrosado como este—agregó, mostrándole a Kibum una pareja de novios sonrosados tras otra.

El chico se sonrojó, pensando en aquellas novias y novios sonrosados.

— ¿Entonces de quién se trata?

—Mamá me escribió. ¿De Incheon verdad?

—Sí. Te gustará.

—Tal vez.

—Jong, ¿podrás... podrás venir a la boda?- dijo Kibum haciendo un pequeño puchero, mostrando así su preocupación.

—Eso, lo dudo.- Dijo Jonghyun con un gesto serio.

— ¿Es corta tu licencia?- Volvió a preguntar el menor sin dejar de hacer un adorable puchero.

— ¿Licencia? —Dijo, mientras estudiaba un anuncio de dos páginas dedicado a una vajilla de plata—. No estoy de licencia.

— ¿Cómo?

—Soy lo que suele llamarse un desertor.- dijo el mayor como su fuera algo gracioso.

— ¡Oh, Jonghyun, no!- contestó alarmado Kibum.

—Seguro que sí —afirmó, sin dejar de ver la revista.

—Pero, ¿por qué, Jong?

—Necesitaba saber qué dibujo habías elegido para tu vajilla —y se puso a leer en la revista los nombres de los distintos estilos—. ¿Albemarle? ¿Heather? ¿Legend? ¿Rambler Rose? —alzó la vista y dijo sonriendo—. Pienso regalarles, a ti y a tu esposo, una cuchara.

—Jong, Jonghyun... dime la verdad.- imploró preocupado el de ojos felinos.

—Deseo dar un paseo.- contestó Jonghyun sin mayor importancia.

El menor se estrujaba las manos, lleno de angustia fraternal.

—Oh, Jonghyun, me estás engañando. En realidad no desertaste.- dijo esperanzado de que el mayor estuviera metido en problemas.

Jonghyun imitó en voz baja el sonar de una sirena de policía y luego levantó las cejas.

— ¿De... de dónde?

—Dongjak-gu

— ¿Seúl?

—Exacto. Cerca de donde Park Shin Hye fue a la escuela.

— ¿Cómo llegaste aquí, Jong?

—El muchacho levantó el pulgar, haciendo el gesto de pedir un aventón. "Me tomó dos días", dijo.

— ¿Lo sabe tu madre?

—No vine a ver a mi madre.

— ¿Pues a quién viniste a ver?

—A ti.- dijo mirándolo, sin poder evitar perderse en sus hermosos ojos.

— ¿A mí? ¿Por qué a mí?- lo cuestionó poniendo sus manos en la cintura.

—Porque te amo. Y ahora, ¿podemos comenzar con nuestro paseo? Un pie delante de otro, entre las hoja y por encima de los puentes... – dijo poniendo esa mirada de cachorro a la que Key siempre había sido débil.

 

Paseaban ya, por un bosque cuyo suelo estaba cubierto por hojas cafés. Kibum, enojado, dijo rechinando los dientes y cercano a las lágrimas:

—Jonghyun, esto es una verdadera locura.

— ¿Por qué habría de serlo?- dijo sin siquiera mirarlo.

—Qué momento tan inoportuno para decirme que me amas. Nunca antes me hablaste así.- dijo Key conteniendo las lágrimas.

Y se detuvo.

—Sigamos andando —dijo el mayor tomándolo de la mano.

—No. Hasta aquí y ni un paso más. No debí salir contigo.- dijo Kibum enojado, soltándose de su agarre.

—Pero lo hiciste.- le contestó divertido.

—Por alejarte de la casa. Si hubiera pasado alguien y te hubiera escuchado hablar como lo estabas haciendo, y a una semana de la boda...

— ¿Qué habría pensado?- lo interrumpió Jonghyun.

—Que estabas loco.- dijo en un tono molesto, clavándole su mirada al otro.

— ¿Por qué?- contestó el de ojos de cachorro como si el loco aquel que lo miraba fijamente tratando de intimidarlo.

Respirando profundamente, Kibum se lanzó a un largo discurso:

—Déjame decirte que me honra mucho la locura que has cometido. No creo que hayas desertado, aunque tal vez lo hiciste. No puedo creer que en verdad me ames, aunque tal vez así sea. Pero...

—Te amo —dijo de pronto Jonghyun, interrumpiendo su discurso.

—Bien, pues me siento muy honrado por ello y te aprecio mucho como amigo, Jong, muchísimo... Pero es demasiado tarde —y se apartó un paso del chico—. Nunca intentaste siquiera besarme —agregó, protegiéndose con las manos—. No quiero decir que lo hagas ahora, sino que todo resulta demasiado inesperado. No tengo la menor idea de cómo responderte.

—Pues camina un poco más. Goza el momento.- dijo tomándolo de la mano nuevamente

Comenzaron a caminar de nuevo.

— ¿Esperabas que me lanzara en tus brazos?- comentó aún molesto.

—Quizás.

—Siento haberte decepcionado.- dijo con aires de diva.

—No estoy decepcionado. No contaba con ello. Pero eso, simplemente caminar, es muy agradable.

Kibum volvió a detenerse:

— ¿Sabes qué va a ocurrir en este momento?- dijo el menor de nuevo conteniendo las lágrimas.

—No.

—Pues que nos estrechemos la mano. Nos estrechamos la mano y nos separamos como amigos. Eso es lo que va a ocurrir en este momento.- dijo dándole un pequeño apretón, pero aún sin soltarlo.

Jonghyun  asintió con la cabeza:

—Muy bien. Recuérdame de vez en cuando. Recuerda cuánto te amaba.- dijo mirándolo fijamente a los ojos, esos ojos felinos que tanto le encantaban.

Sin poderlo remediar, Kibum rompió a llorar. Volviéndose de espaldas a Jonghyun, se puso a mirar la infinita columnata del bosque.

— ¿Qué quiere decir esto? —preguntó Jonghyun.

— ¡Que estoy enojado! —contestó Kibum. Y apretando los puños, agregó—. No tienes ningún derecho...

—Necesitaba saberlo...

—Si te amara, te lo habría hecho saber antes.- dijo aún sin poder parar de llorar.

— ¿Lo habrías hecho?

—Sí —y volviéndose hacia él, lo miró, el rostro completamente enrojecido—. Lo habrías sabido.

— ¿Cómo?- dijo Jong con cierto aire de incredulidad.

—Lo habrías visto. Nunca he sido muy ducho en ocultar eso.

Jonghyun se puso en ese momento a observar de cerca el rostro de Kibum. Para consternación del menor, lo que había dicho era cierto: él no sabía cómo ocultar su amor. Y Jonghyun estaba viendo en ese momento amor. Y entonces hizo lo que tenía que hacer. Lo besó.

— ¡Qué difícil es entenderse contigo! —exclamó Kibum cuando el mayor lo soltó.

— ¿Conmigo?

—No debiste hacerlo.- le dijo intentando que las traicioneras lágrimas no aparecieran de nuevo.

— ¿No te gustó?- preguntó poniendo de nuevo esa mirada de cachorro.

— ¿Qué esperabas?- dijo Kibum usando toda su fuerza de voluntad para no caer de nuevo ante esa mirada.

—Ya te lo dije, nunca sé qué va a pasar a continuación.

—Yo sí. Que nos vamos a decir adiós.- dijo el menor mostrando cierta desesperación.

—Muy bien —dijo Jonghyun, frunciendo el ceño ligeramente.

Kibum lanzó otro discursito:

—No lamento que nos hayamos besado. Fue grato. Debimos hacerlo antes, ya que fuimos tan amigos. Siempre te recordaré, Jonghyun. Buena suerte.

—También para ti.

—Gracias, Jonghyun.- dijo con la intención de darse la vuelta y marcharse.

—Treinta días.- dijo Jonghyun, provocando que el otro se detuviera.

— ¿Treinta días qué?

—Treinta días de encierro. Eso es lo que va a costarme un beso.- dijo burlándose de si mismo.

—Yo... lo siento. Pero no te pedí que desertaras.- dijo un poco menos molesto.

—Ya lo sé.

—Desde luego, no te merece ninguna medalla de héroe por haber hecho algo tan tonto como lo que hiciste.- comentó de nuevo con aires de diva colocando sus manos sobre su cadera.

—Ha de ser agradable sentirse héroe. ¿Es Nam Woo Hyun un héroe?

—Podría serlo, si llegara el caso —dijo Kibum, notando con inquietud que habían comenzado a pasear nuevamente. El adiós quedaba atrás.

— ¿Lo amas de verdad? —preguntó Jonghyun, con un gesto triste.

— ¡Claro que lo amo! —contestó violentamente—. ¡No me casaría con él si no lo amara!

— ¿Y qué tiene de bueno el chico?

— ¡Pues vaya! —exclamó Kibum, deteniéndose—. ¿Te das cuenta de cuán ofensivo es lo que preguntas? ¡Namu tiene muchas, muchas, muchas cosas buenas! Sí. Y tal vez muchas, muchas, muchas cosas malas también. Pero nada de esto te concierne. ¡Amo a Woo Hyun y no tengo por qué discutir contigo sus méritos!

—Perdón.

— ¡Pues vaya! —dijo Kibum.

Jonghyun lo besó otra vez. Y lo besó porque el menor lo deseaba.

 

Se encontraban en una huerta extensa.

— ¿Cómo es que nos alejamos tanto de casa, Jong?

—Un pie delante del otro, entre las hojas y por encima de los puentes...

—Se van sumando... los pasos.

En la torre de la cercana escuela sonaron campanas.

—La escuela —dijo Jonghyun.

—La escuela —dijo Kibum, que sacudía la cabeza llena de aletargada perplejidad—. Es hora de regresar.

—Dime adiós.

—Cada vez que lo hago —comentó Key— recibo un beso.

Jonghyun se sentó sobre el bien cortado pasto, bajo un manzano.

—Siéntate —dijo dedicándole una sonrisa despreocupada al otro chico.

—No- dijo elevando un poco la voz pero calmándose al instante por miedo a llamar la atención de quien pudiera pasar por ahí en ese momento.

—No te tocaré- dijo el mayor sin quitar la sonrisa que adornaba su rostro.

—No te creo – dijo el menor haciendo un puchero casi imperceptible.

Kibum se sentó bajo otro árbol, a unos seis metros del chico. Cerró los ojos.

—Sueña con Nam Woo Hyun —dijo Jong.

— ¿Cómo?

—Que sueñes con tu admirable casi esposo.

—Muy bien, así lo haré —contestó él con su característico tono de diva —. Y cerrando los párpados  apretadamente, tuvo vislumbres de su casi esposo.

El rubio bostezó.

L as abejas zumbaban entre los árboles y Key estuvo a punto de dormirse. Al abrir los ojos, vio que Jong se había dormido en serio.

Comenzó a roncar suavemente.

Lo dejó dormir por una hora. Y mientras él dormía, lo estuvo adorando con todo el corazón, cómo si después de tanto tiempo fuera la última vez que lo vería y sin querer admitir que lo más probable era que así fuera.

Las sombras de los manzanos se alargaron hacia el este. En la torre del colegio las campanas volvieron a sonar.

A la distancia se escuchó el canto de un ruiseñor. En algún sitio, allá lejos, el arranque de un automóvil se puso en marcha y falló, lo intentó de nuevo y volvió a fallar y luego otra vez.

Kibum abandonó su árbol y se hincó junto a Jonghyun.

—Jonghyun...Jongie...puppy – susurro Key tratando de despertarlo.

— ¿Hummmm? —dijo él, abriendo los ojos.

—Es tarde.

—Hola, Bummie.

—Hola, Jong.

—Te amo – dijo mirándolo fijamente al de ojos felinos.

—Lo sé- contestó mostrando una débil sonrisa.

—Demasiado tarde- añadió el mayor bajando la mirada.

—Demasiado tarde —confirmó Kibum.

Poniéndose de pie, Jonghyun se estiró haciendo suaves ruidos.

—Un agradable paseo —dijo Jonghyun con un deje un poco irónico.

—Así lo creo.- contestó Kibum de la misma manera.

— ¿Es aquí donde nos separamos?- preguntó dedicándole al menor una de sus características miradas de cachorro.

— ¿Adónde vas a ir?- preguntó Key tratando de ignorar la mirada que le dedicaba el otro.

—Pediré un aventón hasta el pueblo y me entregaré-  dijo restándole importancia.

—Buena suerte- dijo mirándolo con tristeza.

—También para ti. Cásate conmigo, Kibum.

—No – contestó de una manera fría para después dejar escapar un largo suspiro.

Sonriendo, Jonghyun lo miró fijamente por un momento. Y después se alejó, caminando con rapidez, como si finalmente se hubiera dado por vencido y aceptado que el menor nunca le correspondería.

Kibum estuvo observando cómo se iba empequeñeciendo en aquella larga perspectiva de sombras y árboles, sabiendo que si en aquel momento se detuviera y lo llamara, correría hacia él.  No tendría alternativa.

Jonghyun se detuvo. Se volvió. La llamó. "Kibummie", dijo. Y él corrió hasta alcanzar al mayor y lo rodeo con sus brazos, soltándose a llorar sin poder hablar.

Se besaron sin importar nada, olvidando que uno tenía una boda próxima y el otro era oficialmente un desertor. Lo único que les importaba era transmitirle a la otra persona todos sus sentimientos mediante ese beso e impedir así que se alejaran de nuevo....después tendrían tiempo para planear como salir de ese lío por haber esperado tanto tiempo en tomar un largo paseo juntos.

Notas finales:

Gracias por darle una oportunidad. Si alguien tiene alguna duda con gusto se la responderé, de igual manera los comentarios y sugerencias siempre son bienvenidas.

Tengo una pequeña historia con estructura similar a esta que escribí para la escuela, si desean puedo adaptarla a alguna pareja (2min o Jongkey porque son las que creo conocer lo suficiente para que ningún personaje pierda su esencia) y subirla.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).