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La sangre de nuestro amor por acuariuscorpio

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Notas del fanfic:



Los personajes no son propiedad mía, sino de Masami Kurumada :)

Notas del capitulo:

Hola a todos!!*-*/ si han leído esto, me hace pensar que el resumen no está del todo del asco como para no leerlo xD

Como bien se vio, no soy buena haciendo resúmenes uwu

Sip, es una nueva historia, espero les guste, desde hace tiempo mi cabecita la venía tramando y pues heme aquí escribiéndola, perdonen si hay errrores, pero la he escrito en mi cel—me sorprende si se publica, pues no me deja mandar review :(

Ahahah los que esperaban el siguiente capítulo de "Contra el tiempo", creo que tendrá que posponer un poquitín, he salido de viaje y mis padres han salido de vacaciones llevándome :( así que discúlpenme uwu

La luna era la única que lo acompañaba en esa inmensa oscuridad entre la multitud del bosque, no es que le molestara tanto, pero en esos instantes prefirió los cálidos rayos del sol que alumbraban todo a su paso, que solo un fugaz destello de luz que era proporcionado por el satélite natural.

—Rayos…—maldijo su suerte al tropezarse por quinta vez.

Por mucho que lo intentaba, sus piernas no podían correr más rápido, su respiración se escuchaba entrecortada, sus miembros se encontraban entumecidos debido al peso de la criatura que cargaba en sus brazos, y no es que el bebé pesara mucho, pero ¿Quién podía correr mientras cargaba un crío de apenas unos meses de nacido?  

—Este es mi fin—dijo a la nada mientras miraba al bebé que se encontraba ignorante a la realidad.

Siguió corriendo. A lo lejos hombres armados iban en su búsqueda, se sentía débil y apesumbrado. Las fuerzas los estaban abandonando y para su mala suerte los humanos se estaban acercando.

—¡Por fin te hemos encontrado, bestia infernal!—dijo uno de los tantos hombres que lo tenían acorralado.—No podrás escapar.

—¡No se acerquen!—vociferó, con una voz poco propia de él. Un miedo se instaló en su cuerpo y de pronto una idea riesgosa se instaló en su cabeza —No se acerquen o…

—¿O qué?

Los miró con repudio, quiso llorar, pero no pudo, en aquel instante lo más importante era cuidar al bebé que sujetaba en brazos con mucho recelo, y es que era su mayor responsabilidad pues había hecho la promesa de cuidarlo, una promesa que le estaba costando demasiado.

—¡Oh mataré al humano que tengo en mis brazos!—gritó con una ira total, para después bajar su cara haciendo que su flequillo ocultara levemente sus ojos llenos de lágrimas—Lo siento, Aqua…lo siento—murmuró, mientras se aferraba más al bebé—no pude protegerte…

Una desesperación se instaló en el pequeño de apenas ocho años. No sabía qué hacer, nunca, nunca se había enfrentado a esos seres de los cuales su raza le había prohibido seriamente acercarse. Y ahora estaba ahí, enfrente a una multitud de personas desconocidas con un bebé en brazos.

—¡¿Tienes a un humano en brazos?!—rugió uno de los hombres.

El niño levantó la vista y sus ojos amatistas vieron al hombre que recién le había “hecho” la pregunta.

—¡Sí!—respondió con una firmeza poco propia de un niño—Y si no me dejan ir, lo mataré.

Uno. Dos. Tres. Cuatro. No supo si eran segundos o minutos lo que pasaron haciendo que la multitud de gente guardara silencio.

—Tal como esperaba, son crueles, dignos de su raza. No tienen la mínima consideración ni con un bebé humano… ¡y eso que tú también eres un niño!

Un dolor se instaló en el menor ante tales palabras, apretó los puños y sus ojos amatistas se volvieron rojos. Los humanos se llenaron de terror y empuñaron aun más sus armas, todo a su alrededor empezó a cubrirse de una fina capa de hielo, su piel se tornó más pálida y en su rostro se formó una sonrisa burlona.

—Quizás nosotros sí seamos crueles, por eso todos, morirán aquí…polvo de…

—¡¡Buahh!!…

Un grito llamó la atención de los presentes, incluyendo al menor, quien recobró su compostura.

—Aqua…tranquilo, ya...todo pasará.—dijo mientras mecía en sus brazos a la criatura con la esperanza de calmarlo, sus ojos habían vuelto a la normalidad gracias al llanto del niño quién dulcemente le sonrió al tener la atención del mayor.

—¡Entrega al niño!—habló de nuevo el mayor, interrumpiendo el contacto entre ambos menores.

—¡No!—contestó mientras se aferraba al bebé y retrocedía, hasta golpearse con el tronco de un árbol.

—No tienes escapatoria.

“Este de verdad es mi final” pensó con tristeza, y es que él no había pedido estar en esta situación, podía defenderse en contra de los humanos, sí, pero nada le garantizaba que el menor sobreviviera, y es que aunque fueran de la misma familia, éste aún era muy pequeño para despertar sus poderes.

 —Lo lamento Aqua…—sollozó de nuevo—perdóname…hice todo lo que pude para protegerte…no pensé que te separarían tan pronto de mí…—susurró a su oído.

—Entrégalo.

—Está bien, lo haré—contestó para sorpresa de los presentes—pero quiero que estén más de un metro alejado de mí.

Como era de esperarse, la multitud de gente se burló ante tal petición, sin embargo al ver la seguridad con la que el chico hablaba, no dudaron  en obedecer. 

—Ya está, ahora cumple tu parte.

El niño sonrió con melancolía y dejó al bebe en el suelo. Era su última alternativa, su última carta y haz bajo la manga.

—¡Effacer memory!—gritó mientras un nube de niebla envolvía a los presentes, éstos se miraron confundidos entre sí, hasta que después de unos minutos, la nube empezó a desaparecer, sin dejar rastro del niño.

—¿Eh? ¿Qué pasó?—preguntó un miembro entre la multitud, muchos, por no decir todos, estaban en confusión.

—No lo sé—respondió una chica de mediana edad.

—Quizás solo estamos desorientados…

—Sí quizás.

Las personas se miraron entre sí confundidas, y es que no sabían qué hacían en medio del bosque a altas horas de la noche, sin embargo se encontraban cansadas y no decidieron darle tanta importancia al lugar donde estaban, todos se fueron a sus casas, a excepción de una joven de mediana estatura. Que se encontraba observando entre los árboles, había visto todo, y se encontraba en cierta manera asustada, pero por otro lado veía al bebé abandonado, ahí, solo. Una tristeza se apoderó de su corazón y corrió a abrazarlo.

—Todo estará bien—susurró, mientras le dedicaba una tierna sonrisa—Yo te cuidaré…

—¡Déjalo!—apareció de nuevo el chiquillo con el semblante contraído y asustado—No… no lo toques—dijo antes de caer en un estado inconsciente.

No supo cuánto tiempo pasó antes de que despertase de nuevo, sentía su cuerpo pesado al igual que sus párpados, y ¿Cómo no? Si durante los últimos días no había descansado y, aunque proviniera de una “raza” superior a la humana, no dejaba de ser un niño, por lo que se permitió descansar de nuevo en esa cama tan cálida, suave; iba a disfrutarla a como dé lugar, pues al final de cuentas se merecía un descanso después de hacer semejante misión…sólo iba a descansar un minuto más y empezaría a hacer los deberes, pronto un sirviente vendría a despertarlo y….

—¡Dónde estoy!—gritó, pues ahora que lo recordaba, él nunca había llegado a su hogar, no, lo último que recordaba era una chica abrazando al crío que estaba cuidando y después, nada. Movió muchas veces su cabeza en señal de negación, un frío escalofrío le recorrió la espina dorsal al pensar que estaba en territorio enemigo.—tengo que irme y buscar a Aqua…
 
Intentó levantarse y huir, más sentía todo entumecido.

—Así que ya despertaste, niño—habló la chica que había visto anteriormente.

—Sí…

—Me alegra—sonrió y se acercó lo suficiente para acariciar la mata de cabellos verdes , más el niño se alejó. La chica suspiró y sonrió con tristeza.—Sé que tú no perteneces a nosotros, tienes familia…pero “Aqua” es familia y yo me lo quedaré.

—¿Tienes a Aqua?—habló por primera vez—no te atrevas a tocarlo de nuevo. Yo debo de protegerlo.

—¡Escucha bien, quien quiera que seas!, no soy tan tonta como para que me vengas y digas que tú eres humano, porque no, no lo eres, más el niño sí lo es, él pertenece al mundo humano…Se que sueno cruel, pero he esperado tanto tiempo para poder criar a un…hermano, y no voy a permitir que un niño como tú me lo quite.—dijo al borde del llanto

El infante se quedó sin palabras ante lo dicho por la chica, quería decirle la verdad de todo y quitarle al bebé, pero contando con las heridas que tenía, aunado a los peligros que había afuera, no estaba seguro de poder cuidarlo.

“Cuida de él y asegúrate de que viva lejos de aquí” 
Fueron las palabras dichas por su madre, antes de que comenzara la guerra y se viera obligado a huir. Bajó la mirada  sonrió amargamente.

—Quédatelo—habló tratando de modular la voz—cuídalo y aléjalo de…nosotros.

“Aléjalo de nosotros” “Aléjalo de nosotros” “Aléjalo de nosotros”

Le había costado un mundo decir esas palabras, y es que no podía separarse de alguien de su misma sangre…él también podía quedarse, pero su lugar no estaba ahí, sino al lado de su familia, “el enemigo, los chupasangre”como lo habían denominado los humanos y aunque “Aqua” era humano, permaneciendo a su lado, no lo sería por mucho tiempo.

—Por favor cuídalo—suplicó—¿Puedo verlo de nuevo?

La chica asintió y lo llevó a él. Lo vio dormido en una cuna, respiraba parsimoniosamente y sonrió, de seguro estaba en buenas manos, al menos tenía la seguridad de que Aqua sería feliz. Lo acarició y le colocó un collar, símbolo de que nunca lo olvidaría.

—Gracias…

Sonrió y caminó entre los árboles, perdiéndose en la oscuridad del bosque.

Notas finales:

¿Jitomates, flores, chocolates? 

Acepto de todo, cualquier crítica o comentario es bien recibido xD
También pueden decir que es lo que les gustó u odiaron del fic :p

Ahahah gracias por leer :)

PD: ahaha perdonen sino he comentado algunas historias uwu mi cel a veces no me permite mandar review uwu


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