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Come back with me. por Strach

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Notas del capitulo:

 

Aquí de nuevo, con un capítulo recién hecho (?)

Gracias por leer, espero que les agrade.

 

¡¡ATENCIÓN, ANTES DE LEER!!

¡¡ATENCIÓN, ANTES DE LEER!!

¡¡ATENCIÓN, ANTES DE LEER!!

 

Les recomiendo que mientras leen desde el inicio hasta donde finaliza el recuerdo de lo que pasó entre Yamaguchi y Tsukishima escuchen esta canción.

CANCIÓN: HAIKYUU SECOND SEASON -KETSURETSU-

 https://www.youtube.com/watch?v=vALeNhHqA68&list=PLcp_xGAughU5nHvgWkkczw0EnV7k-h49S&index=14

 

Nunca se sabe cuándo es el momento, simplemente llega, a veces porque se tiene esa confianza, porque no hay nada más que perder, otras veces porque simplemente quieres expresarlo teniendo en cuenta que puede que no haya una respuesta positiva.

 

 

Para Yamaguchi el momento de expresar lo que sentía llegó ese día.

 

 

 

Habían pasado por una paleta de hielo después del entrenamiento y decidieron sentarse un rato en una de las bancas de un parque cercano donde solían jugar de niños. No hacía tanto calor, más bien el ambiente era fresco a pesar de estar anocheciendo, el clima estaba raro últimamente. El que inició la conversación fue Yamaguchi, de hecho, siempre era así, Kei sólo se limitaba a contestar o hacer uno que otro cometario sarcástico. Por lo que sobró de tiempo así fue hasta que terminaron sus paletas. Era una tarde normal.

 

 

 

 

Hubo un momento donde se quedaron callados mas no se trataba de un silencio incómodo. Yamaguchi volteó y miró a Tsukishima que pareció no darse cuenta, fueron solamente unos segundos que a Tadashi le parecieron minutos. Un dolor le llegó directo al pecho y subió lentamente por la garganta, como si se hubiese tragado un grito muy violento.

 

 

 

Le estaba ocurriendo con más frecuencia, desde que aceptó que Tsukishima le gustaba mucho más de lo que podía esconder, pero se rindió al instante, definitivamente nunca llegarían a nada más que el lazo que ahora tenían. Al principio lo confundió con admiración que siempre había sentido hacia él, pero se dio cuenta que no era así. Cuando estaba con él le llenaba de tal alegría que no podía ser sólo simple admiración. Se resignó.

 

 

 

Sin embargo, algo le llenó de confianza en ese momento, sentir de nuevo ese dolor punzante posiblemente fuese una señal, tal vez si le decía lo que sentía a su amigo, sólo entonces se daría cuenta si podía ser correspondido. Ya había estado sufriendo por esto, sacarlo en este momento podía ser una oportunidad.

 

 

-Tsukki… - Se escuchó en un susurro, tan bajo que Tsukishima no lo notó. - ¡Tsukki! – Enseguida el otro volteó.

 

 

 

 

- ¿Hmm? – Kei alzó una ceja.

 

 

 

 

-Bueno… No es… ¡Olvídalo Tsukki!, perdón. – Se sentía muy tonto.

 

 

 

 

- ¿Qué es? – Lo miró extrañado.

 

 

 

 

-Bueno, es que, en estos momentos me alegra mucho estar aquí, es decir… - Había llevado sus manos hasta el final de su playera y ahora la estaba apretando un poco. – Yo… me siento bien, es increíble ser tu amigo. – Soltó.

 

 

 

 

-¿Qué? ¿De dónde viene eso? – Tsukishima sabía que su amigo le admiraba, eso lo tenía muy claro. Pero esta pequeña conversación le estaba extrañando. ¿Por qué se lo estaba diciendo así, de la nada? No tenía sentido.

 

 

 

 

 

-Sin embargo…

 

 

 

Eso sí que le tomó por sorpresa a Kei, ¿no se iba a repetir la escena de la semana de entrenamiento, o sí?

 

 

 

 

Yamaguchi tenía los ojos cerrados. Estaba completamente nervioso, el corazón le latía fuertemente, ya no había marcha atrás. -… Desde hace algún tiempo he estado pensando que sería increíble, aún mejor tener, tener… - Mientras hablaba iba bajando cada vez más el volumen de su voz.

 

 

 

 

- ¿Ah?, suéltalo de una vez. – La situación le estaba incomodando

 

 

 

 

-Una especie de relación más cercana. Me refiero a que tú me…

 

 

 

 

Kei lo entendió perfectamente. - ¡Basta! – Le dijo severamente. Tsukishima se dio cuenta de lo que estaba a punto de decirle, y no quería escucharlo, no quería seguir con todo esto. Quería largarse de ahí, por algún motivo el intento de confesión de Tadashi le había molestado muchísimo, en estos momentos si no se iba, probablemente terminaría diciendo cosas que no sentía verdaderamente.

 

Tan bien que hace unos momentos se encontraba.

 

-Olvídalo Yamaguchi… - Alzó su mano y comenzó a sobarse su entrecejo.

 

 

 

 

Yamaguchi sorprendido abrió los ojos y lo miró.

 

 

 

 

- ¿Por qué diablos me lo dices? Sería mejor que te hubieses quedado callado, preferiría no haberlo sabido. –Dijo Kei.  Se paró molesto del banco.

 

 

 

 

Yamaguchi no sabía cómo expresarse, ¿Tanto le había molestado?, las cosas comenzaban a salirse de control.

 

 

 - No quería molestarte. Pensé qué tendrías una reacción diferente.  – Tadashi no le pudo sostener la vista y bajo la cabeza. “De verdad, no quería…”

 

 

 

 

- ¿Cómo cuál? ¿Pensabas que iba a hacer qué? – Kei le estaba dedicándole la misma mirada burlona y llena e soberbia con la que miraba a todos. - ¿Besarte?... – No quería hablarle de esa forma, pero su orgullo le estaba ganando.

 

 

 

 

Yamaguchi se paró del banco y lo miro directamente. Ahí estaba la escena que se le quedaría grabada a Tsukishima. Tadashi lloraba, un llanto que no le veía desde hacía mucho tiempo, desconsolador. Pero había un brillo determinante en sus ojos, también estaba enojado.

 

 

 

-No quería molestar. Este día había ido tan bien que tomé la fuerza para decirte todo esto, me sentía tranquilo y tenía confianza. Pensé que nuestra amistad de años amortiguaría cualquier cosa que te fuera a decir.

 

 

 

 

-Pues acabas de arruinar “esa amistad de años”, Yamaguchi. – Tsukishima se colocó bien su mochila, dio media vuelta y caminó dándole la espalda a Yamaguchi, este lo miró sorprendido aún cayéndole lágrimas.

 

 

 

 

- Tsukki, tú no eres así… - Habló más para sí mismo.

 

 

 

 

Yamaguchi Tadashi se quedó sólo, parado en medio del parque. De pronto todo a su alrededor le pareció tan grande, ¿O era él el que se estaba encogiendo? Llegó a sentirse muy pequeño.

 

 

 

 

 

 

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Simplemente no podía olvidarlo, el recuerdo le perseguía cada vez que cerraba los ojos. Se levantó de la cama de un salto y fue a su baño, ahí, se mojó un poco la cara y se quedó mirando su reflejo. ¿Qué le estaba pasando? Quería negarse a aceptar que el sentimiento de culpa lo estaba invadiendo, ya había dicho que no se iba arrepentir, pero, mientras más lo ignoraba, más lo invadía de nuevo. Esto sucedió a partir de ver a Yamaguchi con el basquetbolista.

 

 

 

No entendía cómo es que algo tan carente de importancia le llenara la cabeza de ideas tontas. Ahí estaba otra vez; la muñeca de Yamaguchi siendo sujetada por aquél tipo e inmediatamente recordó la mirada de ese hombre que lo veía con un aire de superioridad. Qué absurdo.

 

 

Salió del cuarto de baño casi azotando la puerta y regresó directamente a su cama a tratar por veinteava vez de dormir. Aunque con nulos resultados.

 

 

 

 

 

 

 

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La semana entera se pasó lenta, demasiado lenta, casi le pareció eterna, cosa rara porque Tsukishima no acostumbraba a quejarse de las actividades escolares. Los que hacían eso eran sus “tontos sempais” Tanaka y Nishinoya.

 

 

 

Le fue demasiado pesado asistir a clases pues había “un problema” del que no se podía deshacer, tenía nombre, Hidetoshi según alcanzó a escuchar y se le quedó bien grabado debido a los chillidos molestos con los que lo mencionaban sus compañeras de clase al verlo. Durante esos días tenía un mal genio, peor que el habitual, y ver la cara del imbécil ese solamente le empeoraba el día. Ahora le veía diario pues el hombre se la pasaba pegado a Yamaguchi, principalmente en el almuerzo, por eso le veía casi todos los días y no sólo eso, sino que debía soportar encontrarlo en el gimnasio.

 

 

 

Hidetoshi también comenzó a notar la mirada de Tsukishima sobre él. A kilómetros se podía notar que los dos se odiaban, lo curioso es que en sus vidas habían cruzado palabra. Para evitar algún conflicto cada vez que alguno estaba cerca el otro se retiraba, no por cortesía, por supuesto, era más bien para dejar en claro que se despreciaban tanto que no podían estar en la misma habitación.

 

 

Además, casi siempre que Karasuno acababa de entrenar, Yamaguchi preparaba sus cosas, hacía todo lo que tenía que hacer y se despedía de todos para irse rápidamente comentando que había alguien esperándolo y no se podía quedar mucho tiempo. Evidentemente se trataba de Hide.

 

 

 

 

Fue hasta ese viernes que las cosas comenzaron a tornarse extrañas para el punto de vista de Tsukishima.

 

 

Él llegó temprano como casi todos los días, se dio cuenta que había uno que otro jugador de básquet saliendo del gimnasio, no quería encontrarse con cierto rostro conocido, así que al darse cuenta que los jugadores que quedaban dentro sólo platicaban entre ellos, se metió al almacén a intentar sacar las cosas que iban a ocupar para comenzar a entrenar.  Entre los jugadores que había visto que no estaba Hidetoshi.

 

 

Aún dentro del almacén intentaba recoger y meter al carrito, algunos balones regados por el suelo, podía escuchar las mundanas conversaciones de los jugadores, no les tomo importancia hasta que reconoció una voz.

 

 

 

- “… Entonces, intenté acercarme más, pero creo que se dio cuenta de lo que quería hacer y no se dejó…” – Esa definitivamente era la voz de Hide.

 

 

Escucho que todos abuchearon y se rieron.

 

 

 

 

- “¿Cuánto tiempo más te va a llevar?”  - Era la voz de otro tipo.

 

 

 

 

- “No lo sé, parece que aún esta ´nuevo´ así que me va a costar más trabajo”

 

 

 

 

- “Por un momento creí que era algo serio”

 

 

 

 

-“Pff, para nada, hombre. Un rato más y ya que también me está comenzando a desesperar, a este paso no voy a conseguir nada. A lo mejor y lo fuerzo un poco”

 

 

 

 

- “Por lo que me contaste pensé que iba a ser más accesible. ¿Quién era? El que tiene pecas, ¿no?”

 

 

 

 

 

Tsukishima dejó caer un balón. ¿De qué carajo estaban hablando esos bastardos? Se quedó inmóvil bastante tiempo, no sabía cómo reaccionar, por su mente sólo pasaban escenas de Yamaguchi. No quería creer lo que había escuchado, no quería siquiera pensar en que estuviesen hablando de Tadashi.

 

 

 

 De pronto un impulso de adrenalina le llegó fuertemente, giró y salió rápidamente del almacén, se encontraba furioso.

 

 

 

Ya no había nadie en el gimnasio, así que salió fuera de este, pero tampoco había nadie. Se había quedado paralizado en el almacén minutos, no segundos, minutos por eso ya no había nadie. A la mierda su orgullo, su estúpida soberbia y las estúpidas conclusiones lógicas, era más que obvio que estaban hablando de Yamaguchi. Tenía que avisarle.

 

 

 

 

 

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El jueves por la noche, Hide acompaño a Yamaguchi hasta su casa como había estado haciendo esa semana, Tadashi le iba platicando cuando hizo varios saques seguidos en el partido contra Aoba Josai y Hidetoshi le ponía atención, o al menos fingía que lo hacía. A estas alturas Yamaguchi seguía insistiendo en que no era necesario, pero debía admitir que se pasaba un buen rato hablando con Hide.

 

 

Cualquier persona podía notar que Yamaguchi seguía siendo bastante inocente, pues si Hidetoshi soltaba alguna broma de doble sentido, el otro no la captaba del todo, esto había causado situaciones bochornosas y divertidas entre ambos.

 

 

 

Aún faltaban algunas calles por caminar, a lo mucho, estaban a diez minutos de llegar. Hide fue acortando la distancia entre ambos y soltó una broma, esto dio la oportunidad a que le pasara el brazo por el cuello, parecían una típica pareja de amigos riendo. En unos segundos de distracción por parte de Yamaguchi, Hidetoshi lo jaló mucho más a sí mismo quedando casi en un abrazo e inmediatamente lo acorralo en una pared cercana de alguna de las casas.

 

 

 

-Hide… ¿Qué estás… - Lo miró hacia arriba mientras se cohibía.

 

 

 

-¿Qué te parece si nos quedamos así un rato? – Dijo mientras cerraba aún más su espacio.

 

 

 

-Yo no… - Estaba nervioso. No estaba seguro de poner zafarse.

 

 

 

-Vamos, Tadashi. – Subió su mano derecha hasta la mandíbula de Yamaguchi, con el dedo pulgar le acarició el labio inferior y luego mandó toda su mano a la nuca de este. Lo estaba acercando peligrosamente.

 

 

 

Idetoshi había estado deseando eso, y ahora que se daba la oportunidad, no podía dejar pasarla.

 

 

 

-¡Detente! – Lo alejó empujándolo.

 

 

 

Los dos se quedaron viendo sorprendidos. Había espantado a Yamaguchi.

 

 

 

-Caminaré sólo… - Yamaguchi se puso en marcha, casi se fue corriendo.

 

 

Hidetoshi no lo siguió.

 

 

 

 

 

 

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El viernes por la tarde después de entrenar Yamaguchi tardó en retirarse.  A todos les extraño pues parecía como si estuviese evitando encontrarse con alguien. Hasta se ofreció para limpiar más de la cuenta, Daichi le dijo que no era necesario pero el otro insistió. Sugawara le preguntó si no quería ayuda, incluso Yachi quería quedarse, pero Kyoko dijo que prefería que se fuera a su casa para que no llegase tan tarde.

 

 

 

Al final todos dejaron a Yamaguchi limpiando, aunque había otro motivo, también Tsukishima se había quedado, por algún motivo, de la misma forma que Tadashi insistió en recoger, Tsukishima hizo lo mismo. Todos se retiraron y ellos dos se quedaron solos.

 

 

 

 

Sí, era incómodo, para Yamaguchi era muy incómodo, aún sentía vergüenza al ver a Tsukishima, tanto así que salir en ese momento y encontrarse con Hide le habría causado la misma sensación que ahora sentía en el estómago, bueno, tampoco podía comparar ni de broma lo que sentía al ver a “Tsukki” que ver a Hide, ni por asomo era lo mismo.

 

 

 

Sentía la mirada de Tsukishima sobre él, pero no quería regresarle el gesto, ni siquiera estaba seguro de poderle sonreír verdaderamente.

 

 

 

Estaba enrollando la red extendida por el suelo, mientras que Tsukishima recogía los balones y los metía uno por uno en lugar de aventarlos hacia el cesto. Los dos estaban sumamente concentrados en su labor en silencio, tratando de dejar a un lado el pesado ambiente que se había formado. Sólo se escuchaban los pasos que daban y el ruido al mover o acomodar las cosas

 

 

 

Yamaguchi quería irse lo más pronto posible. Estaba decaído, triste, y luego tener que estar encerrado en el gimnasio con Kei no le hacía nada bien, aún sentía algo muy fuerte por él, a pesar de todo.

 

 

 

Para animarse un poco, tomó uno de los balones que estaban fuera del alcance de Tsukishima, caminó hasta el inicio de la cancha e hizo un saque flotante, el balón se alzó increíblemente en el aire, este viajo por casi toda la cancha hasta llegar al otro lado y meterse en la otra área, vaya que esto le animó. Al ver que el balón caía perfectamente justo donde había apuntado se rio, de una forma muy suave y tierna, ese era el Yamaguchi de siempre.

 

Tsukishima que había observado toda la escena de principio a fin, se quedó mirando fijamente la sonrisa de Tadashi. Era muy inocente. Definitivamente tenía que decirle ya.

 

 

 

Yamaguchi fue a recoger el balón.

 

 

 

-Oye… Yamaguchi… - Dijo nervioso.

 

 

 

Tadashi escuchó perfectamente y le dio un escalofrío. No quería pelear de nuevo.

 

 

 

 

-¿Sí Tsuk…? – Estaba a punto de decir Tsukki. Prefirió callar y voltear hacia donde se encontraba Kei.

 

 

 

 

- Yo… Hoy en la tarde… Es que… “¡Vamos idiota, díle!”

 

Tsukishima no era de los que tardaban en ir al punto, él dejaba claro las cosas desde el principio, pero algo le estaba impidiendo hablar claro.

 

 

 

 

-No entiendo… ¿Te duele algo? – Lo miró extrañado.

 

 

 

 

-Sí… ¡No!, lo que quiero decir es que esta tarde escuche algo… “¡Ya díle! No seas cobarde.” – Pero tiene que ver con tu amigo… el basquetbolista.

 

 

 

 

- ¿Hidetoshi-san? – Hizo una mueca.

 

 

 

 

-Sí, él.

 

 

 

-¿Qué hay con él?

 

 

 

-Yamaguchi, yo.... – Dijo Kei. de pronto se acercó a Tadashi, se puso muy serio, quedo completamente cerca de este.

– Yamaguchi, no vayas a… “regresa, por favor”. – Yamaguchi dio unos pasos hacia atrás. –Créeme, necesito que me creas, es importante, en serio, no quisiera que… - Calló al imaginarse tales escenas. Lo tomo de los hombros y los apretó. Lo miró a los ojos.

 

.¡No confíes en él, Tadashi! – Casi gritó.

 

 

 

Yamaguchi Tadashi lo observó y se quedó atónito. ¿Qué se supone que debía hacer?

 

 

 

 

 

.

Notas finales:

Para terminar el fic les recomiendo escuchar;

CANCIÓN: WITHOUT WORDS - JANG GEUN SUK (SUB ESPAÑOL)

Y de verdad, espero que hayan escuchado la canción que les dejé arriba la parte que les indiqué. Esto es para que disfrutaran más ^^

 

PROXIMO CAPÍTULO

¿Yamaguchi va a confiar de nuevo en Tsukishima?

Hide siente algo por Yamaguchi... 


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