*** Pequeño Inocente ***
(Extra)
Sasuke sentía los rayos de sol calentar sus sábanas, el subir la temperatura de su cuarto y humedecer su cuerpo con gotas de sudor; la pijama de seda se le pegaba molestosamente a su cuerpo, y empezaba a incomodarse aun en el mundo de los sueños.
Con el ceño medio fruncido y dando un par de vueltas en su cama, al fin se despertó, sudoroso y un poco malhumorado, pensando en que él nunca se olvidaba de cerrar las gruesas cortinas por esa misma razón.
Los sonidos en su cocina lo espabilaron finalmente del sueño y se vio ya sentado en su cama con la espalda recostada en la cabecera. Tallándose los ojos pudo al fin acordarse de todo lo acontecido el día de ayer y supuso que al no encontrar al cuerpecito pequeño a su costado, ahora sería el causante del choque de cubiertos en otro ambiente en su departamento y fácilmente, ser el que abrió las cortinas de su recámara.
Una pequeña sonrisa salió de sus labios al recordar al pequeño jovencito que se había encontrado la otra noche, en una situación nada agradable, cabe destacar.
Se dispuso a levantarse y se sacó por fin la fina sábana que, en conjunto con el sol, solo lo hacían sudar más. Vio que la ropa que presurosamente se sacó el día anterior estaba doblada en su sillón lateral, al igual que la pequeña y clara ropa del doncel rubio.
Unos pasitos se escucharon cuando ya estaba poniendo los pies en el suelo en busca de sus pantuflas.
— Veo que ya despertaste — Sonrió cual niñito feliz, con un cucharon en su mano derecha alzado hasta cubrirle parte de su boca y su enorme sonrisa — Sabía que el sol es un buen despertador Natural.
Ahora Sasuke entendía porque la sonrisita no le parecía dulce, sino que le recordó al gato Cheshire de Alicia en el país de las maravillas, un gato muy lindo.
— Dobe malvado. — Susurró después de calmar su respiración al verlo solo con la enorme camiseta y nada más que su bóxer, tal como durmió. — Hubiera preferido despertar junto a ti.
Le susurró, pero Naru solo rio sin entender la indirecta. Sasuke solo pudo suspirar.
— Bueno, teme vamos a desayunar, para que después te des un baño rapidito que ya deben de estar por venir por ti.
Sasuke lo miró extrañado de que supiera su agenda. Miró el reloj de su mesa de noche y en números digitales y rojos, marcaba las 6:30 de la mañana.
— Vienen por mí a las ocho, dobe. — Se levantó olvidándose de sus pantuflas para mejor sentir el fresco piso y se empezó a desabotonar la camisa — ¿Y cómo sabes que me vienen a recoger del trabajo?
Naru lo siguió con la mirada, bajando el cucharon y sentándose en la destendida cama. Sintiéndola un poco caliente y riéndose nuevamente de su travesura. Entendió que Sasuke debería de estar con mucho calor en ese momento.
— Bueno, tu duermes profundamente, pero yo… bueno estoy acostumbrado a despertarme temprano — Por un momento rememoró todos los días de la semana, donde se levantaba temprano para darle un rico desayuno a su, por ahora, esposo. — Por lo que… — Un suspiro salió de sus labios tratando de alejar esos temas de su cabeza — Ya en la mañana tengo el sueño ligero y el vibrador de tu celular me despertó. — Relataba mientras veía a Sasuke tirar la camisa a un cesto de ropa sucia y buscar cosas en su armario — Lo intenté ignorar pero fue insistente. Al final contesté y una sorprendida manager de Sasu-teme me respondió animada.
— Pensó que por fin sus llamadas surtieron efecto como despertado, ¿no? — Dijo divertido con un par de toallas en su mano y colocándola en la superficie de su escritorio
— ¡EXACTO! — Exclamó riendo también — Me dio un poco de pena decirle que no yo no era Sasu, es decir, que tu no le habías respondido. Pero la consolé diciendo que el despertarme a mí y que yo me encargara de despertarte también servía y que su llamada influenció mucho.
Sasuke buscaba un conjunto que le agradara frente al espejo, poniendo frente a él prenda tras prenda hasta encontrar un conjunto que le gustase. Como modelo profesional, su apariencia siempre tenía que estar pulcra y perfecta, era como su tarjeta de presentación en ese rubro laboral.
— Bueno, entonces queda resuelto que si tengo un sueño muy profundo. No te escuché ni la escuché a ella, y déjame decirte que Karin es de lo más ruidosa.
— La verdad es que si, te moví un poco. Saqué tu brazo de mi cintura, me apoyé en tu pecho para coger el celular y tú —Lo señalo con el cucharon — ¡Nada! Seguías cual tronquito seco recostado.
Sasuke se sonrojo al pensar en él y Naruto abrazados en la cama. Le gustó mucho la idea y saber que había dormido acurrucado le sacó una sonrisa nada altanera y le coloreó un poco las mejillas. Escondió su rostro fingiendo que cogía las toallas y dejaba el conjunto en la cama.
— Bu-ueno… Ahora me voy a bañar antes de desayunar — Ya sintiendo su rostro normal. Se dirigió a la puerta del baño — Por culpa de un enano dobecito me levanté sudando y muerto de calor.
— ¡HEY! No me digas enano.
— ¿Un enano hermoso? — Trató de complacerlo pero solo vio un pucherito en el rostro del menor — Bueno, eso no quita la travesura que hiciste, por lo que primero prefiero darme un baño.
— Ya sé, para poder desayunar juntos —Saltó de la cama— hay que bañarnos juntos.
Naruto no esperó respuesta, fue trotando y salió por la puerta dejando a un mudo azabache. Eso sería demasiada tentación para Sasuke.
El rubio regresó ya sin el cucharón y habiendo tapado los ricos y esponjosos panqueques para que se mantuvieran calientes mientras ellos se bañaban.
El rubio ya estaba trotando para entrar al baño cuando al fin Sasuke salió de su letargo momentáneo y lo detuvo sujetándolo de ambos hombros.
— Na-Naru antes de bañarnos, quiero saber si estás consiente de quien soy — Le dijo calmándose y viendo a un confundido rubio — Si me has visto en la televisión o algo.
— Pues… — Meditó un poco con un dedo en su mentón y viendo hacia arriba — No veo mucha televisión, Sasu — Sus ojos se voltearon hacia un costado, avergonzado de su poco conocimiento sobre la farándula — Los canales que frecuento son “History” o “Animal Planet”; pe-pero, sé que eres un modelo famoso — Más animado volteó a verlo sonriendo radiantemente por acordarse de momentos donde vio el rostro de Sasuke. — Creo que te he visto en un par de revistas cuando iba de compras.
Sasuke suspiró un poco, el pequeño le causaba mucha ternura por sus intentos de animarlo; aunque si le disgustó un poco que la persona que le interesaba, no supiera casi nada de él, o mejor dicho, se sintió decepcionado de no ser de importancia para Naruto.
— Y Supongo que nunca has leído nada de mi o escuchado en algún noticiero comentarios sobre mi trabajo — Las mejillas del menor se colorearon de vergüenza de nuevo — Eso es un no.
— Lo siento — Se rascó la mejilla sintiendo apenado — También veo noticias, pero cuando empiezan a hablar sobre farándula… cambio de canal.
Sasuke caminó hasta la cama y dejó las toallas en sus rodillas. Palmeando el lugar a su costado, invitando al menor a sentarse. El explicarle a alguien tan inocente sobre sus nada inocentes pensamientos, no le agradaba mucho. Aunque…, si el menor había estado casado, muy inocente no era.
El solo pensar en el idiota del Kakashi teniendo el privilegio de poseer a Naruto, lo enojaba de mil maneras. Cerró sus ojos y sintió como la cama a su costado se hundía. Naruto ya se encontraba sentado y esperando a que hablara.
— Uno de los motivos por los cuales soy tan conocido en el mundo de la moda y… farándula — Dijo mientras Naruto asentía, dando a entender que lo escuchaba — Aparte de mi belleza innata.
— Bfff... Teme. — Luego de un pequeño bufido, insultó a Sasuke en un quedo susurro.
— Tienes que admitirlo dobe, soy encantador. — Dijo adorando ver ese pucherito y los brazos cruzados en el menor — Bueno, obviando eso. Soy muy nombrado por mi orientación sexual.
Naruto lo miró extrañado. Es decir lo conoció cuando tenía sexo con su esposo, forma desagradable de conocer a alguien, pero así fue y su esposo era un varón. No un doncel ni una mujer.
— Kashi es Varón, teme. — Le respondió, aun extrañado, con el diminutivo que siempre llamaba a su esposo — Es decir, le cuelga algo entre las piernas y lo utiliza para… bueno. Tú mejor que nadie me entiende.
El rubio había intentado hacer una broma con ese tema, pero al parecer su lastimado corazón y debilitada mente, aun no estaban preparados para tomar ese tema con tanta soltura.
Sasuke frunció el ceño. Ahora entendía porque Kakashi no dejó que lo llamara de esa forma. Era como su esposo siempre lo llamaba y el ver la naturalidad con la que lo dijo Naruto, solo reafirmaba su suposición. Suspiró pesadamente por recordar al idiota varón que lo enojaba a él y dejaba decaído al rubio.
— Sí entiendo, Naru — Le dijo revolviendo los dorados y desordenados cabellos mientras le intentaba animar. La sola mención del empresario los hacía revivir malos momentos a ambos. — Y es verdad, Kakashi es varón. Pero a lo largo de mi vida, yo he salido también con varios donceles y mujeres.
A Naruto le gustaba como Sasuke, le revolvía los cabellos, se sentía como con Iru-chan. Un amigo del orfanato, un voluntario realmente, que conoció cuando solo tenía diez años. Pero lo que escuchó de los labios pálidos lo alejó de todo agradable recuerdo y puso le puso los pies en la tierra.
Sus enormes ojos se ampliaron aún más de la impresión. Al Uchiha le dio la impresión de ver a un bello y rubio búho de ojos azules sentado en su cama.
— T-t-tú — Señaló Naruto cual tartamudo con su dedo índice alzado.
Sasuke solo pudo esconder su risa con el dorso de su mano cuando Naruto optó por sentir al fin pudor frente suyo, intentando bajar un poco el polo entre sus piernas.
— Sí, Naru — Le dijo levantándose con las toallas nuevamente en las manos — Aunque por mi trabajo estoy acostumbrado a ver a cualquier tipo de persona desnuda, el ver a alguien que me gusta si causaría estragos en mí. — Le susurró agachándose y dándole un beso en la frente.
Vio con deleite como las mejillas del menor se coloreaban y boqueaba intentando decir algo.
— ¿Te… te gusto? — Dijo al fin el rubio alzando su mirada, apreciando la petulante sonrisa en el modelo.
— Y mucho, lindo dobe. — El puchero nuevamente se formó el rostro contrario y las rubias y finas cejas se juntaron en disgusto por ese apodo — Así que no vuelvas a pedirme una ducha a menos que desees que pase algo más entre nosotros. Porque soy un doncel y tengo más control que los cabeza de pene de los varones, pero tampoco soy de piedra.
Sasuke caminó hasta su muda de ropa y la cogió, para luego caminar hasta la puerta y voltear; ya debajo del marco, apreció con grata satisfacción al sonrojado doncel aun sentado en su cama.
— Puedes bañarte en el baño de acá y coger cualquier ropa que desees, creo que si tengo un par de tallas más pequeñas, los proveedores a veces me traen de las tallas de ropa equivocadas pero aun así me quedo con ellas. Si no encuentras algo que te gusta en el closet, puedes entrar por esa puertita — Señaló una puerta al costado del largo closet. Naruto no se había dado cuenta de ella hasta ese momento. Después de todo Sasuke era un modelo con mucha ropa, la del armario solo era la ropa de temporada o la más reciente. — Yo usaré el baño de visitas y así podremos desayunar juntos. — El menor asintió como autómata — No te demores, o puede que entre en un momento no muy favorable para ti.
Sonrió y le guiño un ojo al nuevamente sonrojado rubio. Naruto siguió sentado por unos minutos más, hasta que escuchó la ducha del otro baño ser activada.
— Wow — Fue lo único que salió de sus labios, mientras se desordenaba el mismo sus cabello — Es raro gustarle a un doncel — Dijo para saltar nuevamente de la cama y correr en círculos por el dormitorio — Pero… — Se paró abruptamente y caminó rápidamente al closet — No se siente mal — Su risita cantarina salió a flote.
Aunque a Sasu le gustaran los donceles, Naruto ya no se sentía incómodo con la idea de que lo viera desnudo. Ambos tenían lo mismo después de todo.
— Teme del mal — Susurró cogiendo solo un par de toallas del closet y entrando por la puertita a un enorme walking closet — Me agarraste desprevenido, pero ahora será más divertido jugarte bromas.
Nunca había sido cortejado por alguien más que Kakashi, por lo que él no veía nada malo con gustarle una chica o doncel. Solo era… algo nuevo. Naruto no pensaba en una relación, no ahora que recién salía de otra, o estaba en proceso de salir, pero sabía que contaría con Sasuke como un buen e incondicional amigo.
Ya si en un futuro, surgía algo más, no le molestaría.
Con una risita más, se fue saltando a la ducha, después de bañarse saldría a buscar la ropa que quisiera o le quedara mejor, esa habitación era enorme y tenía un gran espejo para ponerse a modelar frente a él, y si Sasu abría la puerta justo en media función de modelaje. No le molestaría hacerlo sonrojar o ponerlo nervioso.
Él era Naruto Uzumaki, y nadie lo dejaba medio tartamudo al final de una conversación, sin pagar las consecuencias.
— Este va a ser un día divertido — Entró al baño y cerró la puerta apoyándose en ella — De veras.
Una suave y linda sonrisa se apreció en su rostro.
*** Pequeño Inocente ***