Extraño amante
Gtop
Ji Yong estaba a punto de estropear por completo sus uñas y hacerse daño si no encontraba lo que buscaba pronto. No sabía cuánto tiempo llevaba dentro del estudio, ni cuantos vasos de café había bebido, ni mucho menos la hora exacta. Sólo podía asegurar que era tarde, el cansancio de su cuerpo se lo indicaba.
Intentó torpemente ocultar una sonrisa, apaciguándola mordisqueando su labio inferior. El cansancio que sentía podía deberse a otras razones y no debidamente a su trabajo, aún podía sentir su cuerpo arder y su interior estremecerse. Seung Hyun estaba acabando con él cada noche últimamente.
Sabía que debían detenerse pronto, y comenzar a poner atención en la composición de canciones.
— ¿Es divertido?
Los distraídos ojos marrones de Kwon viajaron del computador hasta el dorso de su mano, donde yacían los dedos traviesos del otro, que se mantenían jugueteando con las pulseras que adornaban su muñeca.
—Tus líneas son estúpidas. —Rio, soltando una carcajada al ver la expresión de Seung.
— ¿Está mal? —Ji Yong supo que la broma debía detenerse o tendría un grave problema con su hyung. Él era sumamente sensible y obsesivo respecto a sus líneas correspondientes, de seguir así su álbum como dueto se terminaría retrasando.
—No, no es eso…me refiero a que son tan…tú. —Su sonrisa no disminuyó ni un poco.
Conocía de sobra la clase de cosas abstractas y complicadas que escribía Seung Hyun, letras que hablan de arte y marcas, aventurándose a las rimas sin sentido, que si lo meditabas llegaban a tenerlo. Era brillante ante sus ojos.
— ¿Estás diciendo que soy estúpido? —Su ceño se juntó un poco más, provocando una ampliación en la sonrisa de Ji Yong.
Realmente no le quedó más que sujetar su mano y depositar un pequeño beso en ésta.
—No. —Dijo, sin dejar de mirarle. —Eres brillante.
Ambos sonrieron cómplices, pero el momento no duró mucho, ya que la puerta fue abierta sorpresivamente, llevándolos a separarse de inmediato.
Cuando Kwon fingió recién separarse de su trabajo, miró a Young Bae.
—Ey, bro.
—Es muy tarde, deberían ir a casa. —Bae no lucía feliz, parecía estar molesto, y aprovechando que su hyung estaba aún de espaldas hizo señales molestas a su mejor amigo.
—Sí…iremos pronto. —Comentó, sin entender precisamente el asunto.
Y es que Young Bae intentaba proteger a su mejor amigo, no era que desconfiara de su hyung, pero últimamente las cosas se estaban poniendo extrañas. Había un sinfín de rumores sobre ellos y eso no le gusta. No quería ver a Kwon pasar malos ratos por falsas acusaciones.
—Bueno, entonces esperaré aquí. —La expresión de Ji Yong ante la tajante respuesta de Bae fue todo un poema, tenía una leve idea de hacia dónde iba todo eso, sin embargo sólo se giró de nuevo al computador.
Seung Hyun le miraba de reojo, con la clara pregunta de “¿Qué ocurre?” pintada en el rostro, Ji Yong sólo negó levemente dando a entender que no tenía idea. El ambiente se hizo tan tenso que ambos raperos tuvieron que detenerse, la presencia arisca de Young Bae era como un bloqueo a sus ideas creativas.
—De acuerdo…es hora de irnos. —Murmuró Ji Yong con cansancio. —Nos vemos mañana hyung. —Comentó, mientras iba por su bolso y le dedicaba una pequeña mirada, deseando depositar un pequeño beso en aquellos rectos labios que pedían lo mismo.
—Nos vemos después, TOP hyung. —Se despidió de igual forma Bae.
—Hasta luego. —Respondió de mala manera, quedándose repentinamente solo en el estudio.
Tenía que comenzar a acostumbrarse a esa clase de cosas, el ser testigo de cómo Ji Yong le era robado y no poder decir nada.
…
«Todos quieren saber
Si cogimos en el lavabo del baño
Como tus manos sentían mi pelo
Si estábamos drogados con anfetaminas»
Era muy temprano cuando Ji Yong se encontró entrando por la puerta principal de YG Entertainment dando saludos de cortesía a las personas que se encontraba. En el siguiente pasillo miró a Seung Hyun y estuvo a punto de saltar sobre él sino hubiese mirado a Dong Wook conversando. Se debatió unos instantes en si acercarse o no, sin embargo sólo pasó de largo, no quería interrumpir.
Pasaron pocos instantes antes de que Ji Yong fuera alcanzado por Seung Hyun quien le mostraba una radiante sonrisa.
—Buenos días, Ji Yong.
—Buenos días, Seung Hyun hyung…—Se apresuró a decir, haciendo una leve reverencia.
Aún estaban en los largos pasillos de la empresa, llenos de personas que iban y venían, y lo menos que quería Ji Yong era quedar como un irrespetuoso hablándole de manera formal a su mayor frente a los demás, ya tenían de eso suficiente con el hiperactivo Lee.
Ambos hombres siguieron su camino atrayendo las miradas de los demás, y no precisamente de buena manera, era bien sabido que ambos raperos de BIGBANG tenían el puesto número uno en los rumores de dicha disquera.
—Dong Wook hyung se ha quedado ofendido porque no le saludaste.
—Bueno…tendré que disculparte con él más tarde. —Sonrió, divisando la puerta del estudio. Entraron en silencio depositando sus cosas sobre el sofá.
Ji Yong había puesto a trabajar el equipo, sentándose en su lugar, debatiéndose en si ir por un vaso de café y traerle uno al mayor o invitarle a ir con él, pero cuando miró a éste se pudo dar cuenta de lo ansioso que estaba. Seung Hyun parecía querer decirle algo, pero parecía no tener idea de cómo.
Kwon guardó silencio y le miró, esperando que momentáneamente su hyung se decidiera a hablar.
—Wook me ha llamado muy temprano ésta mañana, quería reunirse conmigo. —Comenzó. Ji Yong sólo escuchó, retomando sus tareas. —Hablamos sobre un montón de cosas y me ha reclamado porque ya no salgo mucho con él…dice que todo el tiempo está siendo robado por ti…
— ¿Está celoso? —Jugueteó sonriendo, sin embargo Seung Hyun no parecía divertido. — ¿Sabe algo?
Verdaderamente ambos intentaban ocultar su relación, al menos por algunos meses más, hasta que pudieran afirmarse de que aquello iba en serio y no era sólo la emoción del momento, por lo que los rumores en la empresa comenzaban a ponerlos nerviosos. Estaban acostumbrados a las suposiciones, en muchas ocasiones acertadas, de los fans, pero no a todo aquel cotilleo entre sus compañeros de empresa. Era tedioso e incómodo.
—No lo creo…Al menos no de algo que esté seguro. —Dijo de inmediato. —Me dijo algo sobre un rumor, se mostró asustado al respecto y me dijo que tuviera cuidado…sólo me reí, creo que se tranquilizó un poco.
— ¿Rumor?
—Al parecer alguien de staff dijo que nos escuchó haciendo ruidos extraños en el baño del backstage del último concierto.
Ji Yong más allá de sentirse ofendido intentó recordar algo. Era muy impulsivo y siempre orillaba a Seung Hyun a hacer cosas que eran una locura, pero nunca a tal grado, no en un lugar tan público.
—Es mentira
— ¡Por supuesto que es mentira! —Alegó asustado. Seung Hyun aún era tan puro en algunos casos, y eso sólo incitaba a Ji Yong a arrastrarlo más. —Odio los rumores, me alteran los nervios. —Refunfuñó por último, tomando su asiento e intentando comenzar a trabajar.
—Odio los rumores que son falsos. —Soltó a la deriva, intentando encender lo que quería.
La mandíbula de Seung Hyun se apretó con fuerza, Ji Yong a veces era demasiado aventurado, y terminaba empujándolo a él también. Alguno de los dos debía ser consciente aún.
—Cómo sea…avancemos en esto.
Kwon asintió en silencio, mientras meditaba su propia idea.
Realmente odiaba los rumores falsos.
«Y todos quieren escuchar
Como fumamos uno tras otro hasta las tres
Y como te reías cuando decías mi nombre
Y como agarrabas tan malo mis caderas»
Ambos hombres arrastraban sus pies por los amplios pasillos, deseando estar en casa y tomar una larga ducha para poder descansar. Habían estado toda la tarde ahí y la noche estaba muy cerca. No tuvieron que detenerse a observar para percatarse de que todos les miraban avanzar en silencio hacía la salida, estaban cansados pero no sordos, podían escuchar los murmullos ansiosos.
—Ey hyung… ¿Por qué no me invitas una copa? —Seung Hyun supo exactamente lo que Ji Yong estaba haciendo, hablando más alto de lo necesario, atrayendo más la atención.
—Estoy cansado. —Intentó remediar los daños, sin embargo Kwon no se dejaría tan fácil.
—Vamos…—Soltó infantilmente, mientras golpeaba su hombro levemente. —Puede ser en tu casa…he escuchado que compraste una nueva botella.
Seung Hyun suspiró. Era demasiado tarde para detener al Ji Yong travieso de esa noche.
—Claro.
…
—Creí que odiabas los rumores. —Intentó Seung Hyun formar una especie de reclamo, mientras Ji Yong ignoraba por completo su propio auto y subía al asiento del copiloto.
—Los que son falsos. —Corrigió. —Además quiero un trago ¿No puedes ofrecerme eso?
Seung Hyun subió en silencio y comenzó a conducir, no caería en la maliciosa trampa de Kwon, fuera cual sea el resultado al que quería llegar. Pues no sólo sería que al día siguiente todo el mundo supiera que tuvieron una reunión en su casa con alcohol, no, eso no bastaba para Ji Yong. También quería que les vieran llegar juntos, abandonando su lujoso automóvil en el estacionamiento de la empresa sin escrúpulo alguno.
El camino a su casa fue tranquilo afortunadamente, Ji Yong se dedicó a jugar con su celular todo el tiempo, mientras él intentaba manejar adecuadamente.
Cuando ambos se encontraron del otro lado de la puerta, fue Ji Yong quien se arrojó sobre él, juntando sus labios con ansiedad, intentando obtener lo más que pudiera antes de que Seung Hyun huyera.
—Detente…—Se quejó Seung Hyun, apartándole. —Al menos bebe el alcohol que tanto pedias. —Se quejó, mientras se perdía en dirección a su reserva de licores.
Cuando regresó con una botella y dos copas, Ji Yong ya descansaba sobre su amplio sofá esperando ansioso, sin quitarle la vista de encima ni un segundo, haciéndole temblar lamentablemente mientras vertía el vino en las copas.
—Gracias. —Dijo, aceptando su respectiva copa, demorándose nada en comenzar a beber.
Seung Hyun se dejó caer en el acolchonado sofá, cerrando sus ojos y así no caer en lo que sea que Ji Yong estaba intentando hacer.
— ¿Qué pensarán los demás sobre nosotros? —Soltó, sintiéndose un poco más aliviado después de dejar ir ese peso. — ¿Qué clase de cosas creen que hacemos?
—Piensan que follamos en cualquier baño —Su perversa sonrisa era difícil de ocultar, mientras se levantaba para después dejarse caer sobre las piernas del mayor. —Que follamos donde sea, como dos bestias salvajes, sin control alguno…—Su voz ahora era sólo un leve murmullo sucio, al compás del descarado movimiento de su cadera.
—No veo el porqué. —Ironizó, rodando los ojos. Había ocasiones en las que Ji Yong llegaba verdaderamente a asustarle, siempre queriendo hacer las cosas más indebidas en los lugares menos adecuados. Arrastrándole hacía el abismo Kwon. —Para ya.
Ji Yong sólo negó, sin detener el ahora furioso movimiento. No le agradaba cuando Seung Hyun se ponía meditativo sobre la crítica hacía ellos, le hacía sentir inseguro.
—Si ellos crean toda clase de rumores…nosotros podemos hacerlo realidad entonces. Que hablen de cosas que al menos pasaron.
Seung Hyun presionó sus manos sobre las delgadas caderas, hundiendo su rostro en el hueco de su cuello. Su copa ya había caído al piso, arruinando el alfombrado, pero ya no importaba.
— ¿Qué estás diciendo? —Más que una pequeña abertura a la nueva experiencia, estaba cediendo por completo, y Ji Yong lo sabía.
—Quiero tomar un baño. —Ronroneó, poniéndose de pie y comenzando el camino al amplio y lujoso cuarto de baño, siendo seguido por un obediente y curiosamente ansioso hyung.
El lugar era muy amplio y excéntrico, con detalles finos y lo suficientemente grande para que sus pasos hicieran eco cuando se adentraron. Seung Hyun aún se sentía nervioso, no estaba verdaderamente seguro de hacerlo, si bien, estaban en la completa privacidad de su casa y nadie se enteraría al respecto, sin embargo era como si las palabras de Dong Wook tomaran un sentido ahora. Como si todos aquellos rumores fueran a tomar cierta verdad ahora.
Los labios de Ji Yong pronto se precipitaron sobre los suyos de manera brusca, arrancándole cada pensamiento que fuera por otro rumbo. Ese era el poder de Ji Yong, reducirle a nada en cuestión de segundos. Finalmente Seung Hyun se dejó llevar, tomando el mando del furtivo beso.
La espalda baja de Ji Yong logró chocar con el frío lavabo, para su satisfacción. Se sujetó a los hombros de Seung Hyun y se levantó en las puntas de sus pies, Seung entendió de inmediato el mensaje, elevándolo exitosamente con sus brazos, hasta dejarlo sentado en la pieza de mármol.
—Cómo en los rumores. —Sonrió, pasando sus manos por debajo de la camisa de Ji Yong.
—Mucho mejor. —Levantó sus brazos para permitir que la prenda viajara hasta terminar en algún lugar del suelo, haciendo sonar la joyería de sus manos más de lo normal.
Tan pronto la tarea fue terminada, se lanzó sobre Seung Hyun de nuevo, comenzando otro húmedo beso. Su rosada lengua siempre era escurridiza, yendo de un lado a otro, chocando fuertemente contra del mayor.
Ji Yong se separó con brusquedad cuando Seung presionó sus pezones con fuerza, hundiendo su rostro en el hueco del cuello de Seung, siempre había sido tan sensible ante las caricias de Seung Hyun, volviéndolo incoherente y ansioso, dejando marcas a lo largo de la zona sólo para sentirse satisfecho y no enloquecer por completo.
Se unieron de nuevo en un torpe beso, mientras Ji Yong se ensañaba en despojar a Seung Hyun de su camisa bruscamente. Se pudo escuchar claramente el sonido de la tela ser estropeada, pero ninguno hizo nada, sólo facilitó la tarea de desnudar al mayor.
Cuando el torso de Seung Hyun quedó al descubierto Ji Yong se tomó un tiempo para observarle, le gustaba verle de esa manera. Tímido y con la notoria ansiedad de cubrirse, sin embargo no lo hacía, sólo porque le gustaba complacer a la lujuriosa mirada de Kwon. Un largo dedo tocó el oscuro pezón de Seung Hyun, mandándole una corriente eléctrica a lo largo de su cuerpo. Ji Yong pudo observar como lentamente la morena piel se erizaba ante sus caricias.
—Tan sensible. —Se río Ji Yong, dejando de molestar a su hyung, quien aún era un tanto arraigado en los roles sexuales. Le daría su debido tiempo para ceder. —Hyung, está apretado aquí abajo.
— ¿Dónde? —Se hizo el tonto, aferrándose a las esquinas de la fría plataforma, mientras sentía su saliva volverse agua y su temperatura elevarse.
Ji Yong no dejó de sonreír y mirarle con esos mismos ojos perversos de G-Dragon, mientras se deshacía de sus propios pantalones, encontrando el equilibrio exacto para no caerse.
—Aquí abajo, oppa. —Señaló el notorio bulto bajo su ropa interior, volviendo su voz más melosa, aprovechándose de aquella vieja costumbre de decirle así.
Seung Hyun ladeó su cabeza un poco, sintiendo ser empujado y perder la cordura. No demoró más en llevar sus manos a la cintura de Kwon, paseando uno de sus dedos a lo largo del elástico, jalándolo y para después dejarlo caer con fuerza, provocando un fuerte sonido, opacado por el grito que soltó Ji Yong. Deslizó la suave prenda hacía abajo, hasta quedar atorada paulatinamente en los zapatos de Ji.
Pensó en algo más que decir, sin embargo su mente no le dejaba formular palabras coherentes, sólo se inclinó sobre el pene de Ji Yong y engulló la punta.
— ¡Joder, Seung! —Kwon se aferró con fuerza a su cabello, arruinando el perfecto peinado, mientras sentía ser rodeado por la cálida cavidad de Seung.
Sus ojos miraban directamente hacía el rojizo rostro del menor, mientras su lengua se pasaba libremente por la extensión de carne palpitante. Los rudos dedos de Ji Yong enterrándose en su cabeza, jaloneando después los mechones de cabello sólo le excitaban más, mientras los sonidos producidos por sus bocas comenzaban a inundar la habitación.
Ji Yong recargó su espalda sobre el espejo detrás de él, empañándolo debido a su temperatura, no pudo hacer nada más que aferrarse con más furor cuando Seung Hyun succionó con fuerza, rozando ocasionalmente sus dientes por el glande. Kwon abrió más las piernas deseando pronto recibir a Seung Hyun, éste pudo entonces colar una mano por el hueco donde quedaba el trasero del otro balanceándose, para comenzar a buscar la necesitada entrada, hasta que finalmente dio con ella y rozó su yema sobre el contorno que se contraía.
—Seung ya…espera. —Gimió, sacando de lo más profundo de su garganta un grito desgarrador, estaba comenzando a sentir el característico cosquilleo en su vientre.
— ¿Qué dices? —Seung habló sin sacarlo de su boca del todo, orillando a Ji Yong a correrse con fuerza en la parte interior de su mejilla.
Una parte del blanquecino líquido se deslizó a lo largo de la comisura de los labios de Seung Hyun, y la otra se perdió en su garganta. Ji Yong intentó recuperar la respiración, mientras limpiaban el rostro sucio de su amante.
Kwon volvió a tensarse cuando pudo volver a sentir a Seung jugar con su entrada, mientras buscaba torpemente la botella de lubricante que tenía en uno de los estantes de al lado.
—Siempre tienes todo listo. —Murmuró esperando ansiosamente lo que venía después.
A esa clase de cosas se refería Ji Yong cuando catalogaba a Seung Hyun como único, él era tan extraño en su totalidad, tan duro y serio a la vista, con el alma más infantil y juguetona, siendo secretamente tan perverso.
Su mano abandonó por un momento la atención a Ji, para poder preparar su mano con el lubricante y después seguir con su tarea. Ji Yong se aferró a sus hombros con fuerza, como soporte, para preparase a lo que vendría después. El mayor siguió preparándole, metiendo sus dedos de manera profunda, tanteando cada parte, buscando el lugar especial.
Ji Yong soltó un fuerte alarido, clavando sus unas en su piel, fue entonces que Seung Hyun supo que lo había encontrado. Dio varios golpes más en la zona, desesperándose más a sí mismo. Quería entrar y destruir todo a su paso, llevar a Ji Yong a la locura en ese lugar, en la sucia privacidad de su cuarto de baño, y entonces hacer un poco realidad todas aquellas cosas que se decían de ellos.
Cuando Seung no pudo más, sólo se aseguró de sostener con fuerza las piernas de Ji Yong, desde abajo, y así empalarlo sin más. Sintió como Ji Yong se abría a su paso, sólo para él, como una fragante flor, y cuando su miembro chocó con el fondo, mandado a Ji Yong a la locura, no pudo hacer más que arremeter con fuerza, arrancándole fuertes gemidos de placer a Ji Yong, logrando que la habitación hiciera más eco de sus voces, sin dejar un instante de silencio.
El interior de Ji Yong siempre era la gloria para Choi, la caliente sensación de pertenencia mientras poco a poco era succionado más al fondo, era la locura. Su vista nublada sólo podía mirar el espejo empañado detrás de ellos, mientras la débil y difusa silueta de Ji Yong se contraía por su culpa, parecía vibrar en el mismo reflejo.
«Escribimos una historia en la niebla de las ventanas esa noche
Pero el final es el mismo cada maldita vez, no, no, no
Escribimos una historia en la niebla de las ventanas esa noche
Pero el final es el mismo cada maldita vez»
No podían pronunciar palabras coherentes más allá de monosílabos sucios de lo profundo de sus gargantas. Podían sentirse al borde, a punto de explotar hasta que finalmente lo hicieron, derrumbándose sobre el mármol, buscando un soporte.
Ji Yong entonces comenzó a reír, sintiéndose pegajoso y feliz, mientras observaba las piernas de Seung Hyun temblar, todo deshecho y sudoroso.
—Estoy listo para tomar una ducha. —Murmuró, volviendo a besarle.
…
«Ellos creen que estoy demente, creen que mi amante es extraño
Pero no tengo que decirles una mierda de nada, nada
Y voy a escribirlo en todos lados, y voy a cantarlo en el escenario
Pero no tengo que decirte una mierda de nada, nada»
Ji Yong estaba verdaderamente molesto esa mañana, Seung Hyun había retrasado la cita que tendrían en el estudio ese día, por lo que había llegado solo, para ser devorado por las miradas curiosas de todos los demás. Podía sentir los murmullos taladrarle la cabeza. Había estado tranquilo varios días, intentando ignorar todos los rumores que se levantaban a su paso, inclusive sólo rio cuando varios de sus compañeros de empresa bromearon al respecto días atrás. Pero estaba comenzando a cansarse.
Llegó más fatigado de lo que debería al estudio, desplomándose en su silla y tirando su bolso a sus pies.
—Maldita mierda.
Se sentía amargado ahí solo, molesto y sin una pizca de energía para trabajar. La puerta a su espalda se abrió, se giró entusiasmado, pero esa tenue alegría disminuyó cuando miró que era Young Bae y no Seung.
—Ji Yong. —Sus ojos se curvaron en una pequeña media luna, dándole esa dulce aura a su alrededor.
—Hola, bro…adelante. —La incentivó, cuando miró a Bae titubear en sentarse o no a su lado, pero finalmente lo hizo, comenzando a jugar en ella, dando vueltas.
Ese lugar era de Seung Hyun, eso lo sabían todos, jamás había sido dicho claramente, pero había sido dado por hecho.
—Es tan cómoda. —Ante el comentario infantil, Ji Yong sólo sonrió sin atisbo de felicidad. Eso sólo resecó más la garganta de Young Bae.
—Ji…yo quería hablar contigo sobre algo. —Sus dedos se movieron ansiosos y su mirada revoloteó a lo largo de la estancia.
— ¿Qué ocurre?
—Es…algo muy estúpido, ya sabes…pero estoy realmente angustiado al respecto. —Ji Yong entonces le miró, parecía ir en serio, así que dejó el ordenador a un lado. —Bueno…últimamente escucho muchas cosas en la empresa… —La mandíbula de Ji Yong se cerró con fuerza, ya sabía por dónde iba todo eso. —Cosas sobre tú y TOP hyung…
—Young Bae…—Suspiró con cansancio.
El mundo estaba rogando a gritos que le dijera a alguien sobre su relación, tantos rumores y ocasiones para hacerlo, sin duda Young Bae parecía ser la mejor opción en ese momento. Sabía que Seung Hyun le mataría cuando se enterara, pero su pecho estaba a punto de explotar si tenía que seguir aguantando todas esas cosas.
— ¡Lo sé, lo sé, Ji Yong! Sé que es una estupidez, todo es mentira. Pero sólo quería decírtelo, debes estar lidiando con mucho, y más ahora que están grabando un disco, debe ser tan incómodo…Y luego vengo yo a presionarte más. Lo lamento.
Ji Yong guardó silencio, comprendiendo al fin. Young Bae no había ido por una confrontación y obtención de la verdad, lo único que buscaba era darle apoyo en difíciles momentos como esos a su amigo.
Sonrió de nuevo, sintiéndose ligero.
—Gracias, bro.
«Esa es la belleza de un secreto
Ya sabes, se supone que tienes que mantenerlo
Esa es la belleza de un secreto
Esa es la belleza de un secreto
Ya sabes, se supone que tienes que mantenerlo
Pero no tengo que decirte una mierda de nada»
…
Habían tenido una nueva entrevista como grupo, en un programa de variedades. Las preguntas iban y venían de manera torpe y linda, hasta que la misma pregunta de siempre recaía en ellos.
—Vamos…no puedo creer que ninguno tenga una persona especial. —Había insistido el conductor.
Todos en la estancia reían, porque no había una respuesta puramente verdadera, sólo comentarios que volvían a rebotar la duda de un lado a otro, hasta poder perderse entre la multitud. Dejando la duda intacta.
Los medios siempre querían saber más, alguna referencia, aventurándose a poder relacionarlo con un nombre, pero era su trabajo que no ocurriera así. No podía imaginar que huracán se levantaría si Seung Hyun y el quedaran como homosexuales, sería el final de su carrera, de la admiración que sentían hacia ellos, sería el final de sus vidas.
Sólo podían conformarse con dejar indirectas en todos lados, leves marcas de que amaban a alguien, entre las letras de sus canciones y el sentimiento de estas. Sólo ahí podían sentirse verdaderamente tranquilos.
«Todos están esperando para escuchar si me atrevo a decir tu nombre
Ponlo muy debajo de la pista, como el hoyo que dejaste en mí
Y todos quieren saber sobre cómo se sintió oírte gritar
Saben que caminas como si eres un dios, no pueden creer que te hice débil»
…
Seung Hyun estaba hundiéndose cada vez más dentro de él, arrancándole todo el placer posible. Sentía su cuerpo caliente y sus ojos arder, aún rojizos debido al llanto anterior.
Odiaba cuando pasaba eso, cuando Seung Hyun le sorprendía llorando desesperadamente por no saber qué hacer con lo que tenían, por desear más a pesar de saber que no había algo más que obtener por el momento.
«En estos días parece que no puedo llevarme bien con nadie
Sobrevivir con nadie
En estos días parece que no puedo hacer esto bien
Bueno, ¿esto está bien? ¿Va a estar bien?»
Odiaba esas persistentes preguntas en su cabeza sobre si estaba bien todo eso, si todo iba bien aún si no podían actuar de manera normal a su alrededor. Si todos aquellos rumores taladraban en lo más profundo de sus corazones, formándoles inseguridades.
—Te amo, Ji Yong.
Pero siempre valía la pena todo el esfuerzo, si al final de todo podía escuchar aquellas dulces palabras de su boca.
«Ellos creen que estoy demente, creen que mi amante es extraño
Pero no tengo que decirles una mierda de nada, nada
Y voy a escribirlo en todos lados, y voy a cantarlo en el escenario
Pero no tengo que decirte una mierda de nada, nada»
…
—Eres un jodido demente, Seung. —Se rio al ver la expresión desconcertada del mayor.
—Sólo creí que sería divertido…pero lo quitaré. —Murmuró levemente indignado, quitando la hoja con sus líneas para una de sus canciones.
—No dije que estuviera mal. —Sonrió dulcemente. —Pero tienes que aclararme algo. —Dijo tornándose serio rápidamente.
Seung Hyun pareció ponerse nervioso mientras esperaba la verdadera crítica del Ji Yong productor, ese serio y obsesivo como talentoso Ji Yong.
— ¿Si?
Ji Yong intentó ocultar su sonrisa, pero fue un completo fracaso, cosa que descolocó más a Seung Hyun.
— ¿Qué es eso de almendra y chocolate? —Las orejas de Seung Hyun se pusieron rojas, esparciéndose el color poco a poco hasta sus mejillas. — ¿Qué se supone que soy yo, ah?
— ¡No lo sé! —Chilló de manera infantil, tomando con fuerza la hoja, receloso. —Deja de molestarme. —Murmuró, para seguir trabajando.
Ji Yong siguió riendo el resto de la tarde. Esos eran los días que más disfrutaba del trabajo, cuando él y Seung Hyun podían escribir lo que desearan de manera tranquila. Sólo ellos dos, siendo uno.
Y eso nadie se lo quitaría.
«Esa es la belleza de un secreto
Ya sabes, se supone que tienes que mantenerlo
Esa es la belleza de un secreto
Esa es la belleza de un secreto
Ya sabes, se supone que tienes que mantenerlo
Pero no tengo que decirte una mierda de nada.»