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Butterfly por Jeremy Crouse

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Notas del fanfic:

¨-0-¨cambio de narrador.

¨Hyung… quiero verte, hyung…¨

 

Ya había pasado un tiempo desde aquello, pero los recuerdos seguían ahí.

Desde antes ya todo estaba mal, siempre era perseguido por sus vandalismos, por cada loca idea que volvía realidad.

Robos, grafiti, portación de drogas.

Vamos, que la vida en este tiempo no daba para menos.

Él y sus amigos vivían como si mañana fuesen a morir.

-

Manejaba deprisa con los demás en la parte de atrás de su pick up, llevaban alcohol, tabacos y todas las ganas de ser inmorales, se detuvieron en el túnel que conectaba Seul con Busan, a mitad del túnel de forma horizontal, bloqueando el paso, los cláxones no se hicieron esperar al igual que los insultos a esa bola de mocosos que solo querían joder.

-¡Ahhhhhhhh!- gritaron al unísono, bajándose del pick up y corriendo a los autos que estaban en fila uno tras otro.

Brincando, marcando de rojo las ventanas y parabrisas, escupiendo sus bebidas en las ventanas como si fueran las caras de las personas que odian.

Las sirenas sonaban a lo lejos, así que tiraron todo y corrieron en dirección al pick up, pero lo pasaron mientras reían y solo corrieron por el túnel hasta que sus piernas se lo permitieron, ya después se subieron al pick up y emprendieron viaje a 180 para no volver.

-¡Jodanse, hijos de puta!- gritó V mientras hacía ademanes con sus dedos.

-

-¿Estás listo?- cuestionó Rap Monster mientras sonreía de medio lado sosteniendo la lata de pintura en aerosol.

-¿Eso se pregunta?- V le devolvió el gesto, así comenzaron a rayar las puertas de los locales, marcándolos como suyos, dejando su nombre para no ser olvidados. Aunque en realidad era por mera diversión.

Las luces rojas y el sonido tan familiar se hicieron presentes, guardaron todo y salieron corriendo rápido, la policía los seguía de lejos y V se detuvo a pararles el dedo y gritar un muy audible ¨Que les follen¨, Rap Monster lo jaló y siguieron corriendo, pero nunca serían ni la mitad de rápidos que una patrulla. Fueron alcanzados, los esposaron con lujo de violencia mientras se volteaban a ver y sonreían divertidos, como si fuera su rutina diaria.

Jungkook hizo el trabajo sucio y pagó la fianza, le debían otra.

-

Subió las escaleras de lo que él consideraba el peor nido de ratas en todo el mundo, apretando los puños mientras los gritos llegaban.

Los recuerdos, la rabia.

Tomó una botella que estaba en el piso y con la adrenalina que sentía abrió de un empujón la puerta, golpeando la cabeza de su padre con la botella. Su padre se tambaleo, su espalda dio contra el mueble detrás de él y vio con rabia los ojos de su hijo.

-Eres igual de imbécil que esa perra.- señaló a su hija que tenía el labio roto.

En un ataque de ira rompió la botella y la encajó en el estómago de su padre.

-¡Tae Hyung!- gritó su hermana mientras las manos de V se llenaban de sangre y su padre escupía sangre.

Vio la muerte en los ojos de su padre, como su cuerpo se volvía inerte y el peso se volvía demasiado.

Estaba en shock.

-Vete, Tae Hyung.- su hermana trataba de no llorar mientras lo jalaba hacía la puerta.- ¡Vete ahora!

Salió de ahí corriendo, pero solo para quedarse en la planta baja de su vieja casa. La sangre se escurría de sus dedos e intentaba limpiarla en su rostro.

Tomó su teléfono y observó el número de aquel que era su única salvación.

-Hyung… quiero verte, hyung.

Limpió sus manos con una botella de agua que le llevó su hermana. Ella le pidió que escapara, que no quería que lo atraparan.

Abrumado camino sin rumbo por las calles, si tan solo…

No tuvo tiempo de reaccionar, las luces ya estaban sobre él.

-0-

¨En este punto solo soy un tonto¨.

 

Ya había perdido la cuenta de las veces que habían escapado de la policía, que las frías esposas quemaban sus muñecas. Pero también perdió la cuenta de las veces que se ha dicho a sí mismo que jamás dejaría pasar los momentos con sus amigos, porque no quería perder a otro.

Había sido muy dura la noticia, trágica e imposible de evitar.

Se sentía impotente, pero aún se mantenía por su mejor amigo.

Cuando despertó esta mañana (más temprano de lo usual) hizo lo mismo que los últimos días, ir a ver a J-Hope. Tenía una copia de la llave por lo que entraba sin que J-Hope se diera cuenta, y dejaba el mismo mensaje siempre.

-

Después de 3 semanas de joderse trabajando consiguió el dinero para ir con los chicos a Jeju. Pasó en el pick up por todos, pasaron la noche un tipo de edificio abandonado, con una fogata mientras platicaban.

-¿Aquí es a dónde iremos?- todos asintieron mientras sonreían.

Cuando llegaron a la playa de Jeju corrieron por la arena mientras reían y cantaban, grababan todo en videos y fotos. Eran los momentos que valían la pena. Ellos siempre corren.

-

No podía soportar esto otra vez.

Mientras comía una paleta llenaba el tanque de un carro, trabajaba de noche en una gasolinera. Cuando el tanque estuvo lleno, solo bajaron el vidrio y le aventaron el dinero al piso. Lo vio y alzó la vista.

Encendió un cigarrillo.

-0-

¨Debes sobrevivir¨.

 

De un tiempo para acá siempre pasaban más tiempo juntos, la playa ahora era como su hogar, iban cada que podían.

De camino a Jeju se detuvieron en la gasolineria y compraron comida.

J-Hope dejó las cosas en la parte trasera del pick up y aprovechó de tapar a Jimin que dormía plácidamente. Le dedicó una sonrisa y se acomodó junto a él.

-

Despertó como cada mañana, débil, el mismo mensaje en el espejo ¨Debes sobrevivir¨. Abrió el cajón y sacó sus pastillas, tirándolas en el lavabo, contándolas con la mirada.

Vinieron a él los recuerdos.

Salió de casa sin siquiera haber tomado agua, caminó durante horas hasta llegar al puente de Seul, su vista se nubló y cayó al piso.

Era normal despertar en el hospital y tener a todos junto a él.

-Debes dejar de asustarnos así. - le reprendió Jimin.

-Te necesitamos. - dijo Rap Monster y J-hope quiso romper en llanto, se sentía malagradecido.

-

Para cuando la realidad golpeó su vista se vio a sí mismo corriendo por el bosque junto a V y Rap Monster, mirando todo a su alrededor. Las hojas crujiendo bajo sus suelas y sus brazos tan ligeros.

El viejo colchón en medio de la nada seguía ahí.

-Oh, ahí está hyung. - dijo Jungkook sonriendo.

Bajando hasta ellos los abrazaron y rayaron todo el lugar con grafitis sin sentido, todo siendo grabado por la cámara vieja.

Se recargó sobre una pared y observó jugar a Jimin y Suga con un carrito del supermercado y sonrió hasta que sus parpados se pusieron pesados.

Cuando sintió un empujón abrió los ojos de mala gana y miró a Suga junto a él y a Jungkook casi encima de Suga.

-¡Sonrían! – y la foto fue tomada.

-

La oscuridad le atrapó cuando se dejó caer frente a su ahora vacío departamento, jugaba con las pastillas y estas iban quedando regadas por todo el piso.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9… hasta perder la cuenta.

-0-

¨El cielo es azul y el sol está brillando

Así que mis lágrimas son incluso más evidentes

¿Por qué tú? ¿Por qué tuviste que ser tú?                                              

 

Junto con los demás Jimin había decidido organizar una fiesta en el viejo almacén de un tren, claro, no podía faltar el alcohol y el confeti que tanto le gustaba a su hyung.

Bebieron, cantaron, se tomaron fotos y salieron a correr por las calles de un calmado Seul, sus cuerpos parecían ser tan ligeros, amaban correr.

-

Jimin miró a su alrededor, estaba solo y las lágrimas eran las únicas que daban una gentil caricia a su persona.

-

Caminando con la única intención de llegar a casa y encerrarse en su baño para meterse a su bañera y jamás salir de ahí se topó con la sorpresa de que ya habían montado la fiesta los demás, fue jalado hasta la bañera que estaba al tope de agua y su cuerpo dio de lleno contra el frío de la cera y el agua.

Jimin sonrío y se prometió que todo estaría bien.

-

De nuevo el blanco nítido, los pitidos incesantes y el cuerpo débil postrado en la cama.

-Como una mariposa.- le oye decir, para cuando ya ha pensado en lo antes dicho J-hope se levantó y como si fuese nada le estrelló la almohada en la cabeza.

Plumas esparcidas por todo el lugar volando con gracia y volviendo todo negro.

-

Tomó la foto de su billetera, un sonriente J-hope junto a él.

Prendió el encendedor y vi la foto volverse cenizas, la dejó caer fuera de la bañera.

Bebió directo de la botella de Vodka mientras las pastillas resbalaban por su garganta. Dejó su cuerpo irse hacia abajo mientras sentía como su cuerpo se diluía con el agua.

-0-

¨Tengo miedo de que si suelto tu mano te irás,

Volaras lejos

Te romperás¨

La cabeza le daba vueltas, el lugar olía a alcohol y cigarrillos, y tan solo estaba él dejándose caer en el remolino de soledad.

Tenía todas las respuestas, pero nadie a quien culpar.

Recordaba con dolor el olor del aerosol, la brisa del mar, las risas, y las fotos y vídeos.

Se había prometido a sí mismo no volver a llorar así que ahogaba sus penas en alcohol y humo, se había alejado de él porque si se hundía se iba a hundir solo.

Tras su cuarta botella de Vodka la puerta sonó, sus sentidos ya estaban nublados. No estaba de humor para esa conversación otra vez, menos cuando ya había dicho todo lo que tenía que decir.

-Hyung… hyung, detente. – Jungkook intentó tomas su brazo, pero fue inútil, Suga lo separó bruscamente mientras se tambaleaba un poco.

-Nadie te invito, largo. – le escupió con hastío.

-No. – harto, Suga estampó su puño contra la frágil mandíbula de Jungkook, éste retrocedió por la fuerza, pero se incorporó y le regresó el golpe haciendo que Suga se estrellará contra el mueble de atrás.

-Tú. – se limpió la sangre que ya escurría de su labio y fue a por Jungkook de nuevo, pero Jungkook lo abrazó.

-Por favor… detente… por favor. – sonaba tan afligido que Suga se shockeó un poco antes de volver a empujar con fuerza y tirar al piso a Jungkook, se colocó encima de él y lo golpeó repetidas veces, pero se detuvo cuando la sangre se enfrío en sus nudillos. Se levantó y fue escaleras arriba mientras escuchaba a Jungkook llorar en la planta baja, bajó con el botiquín en la mano y se encargó de limpiar las heridas que él mismo le hizo a Jungkook para después desaparecer por la puerta.

-

Cuando despertó no tenía ni la más mínima idea de cómo había llegado ahí, se levantó de la cama y vio por la ventana, era de noche y la luz rosa neón hacia brillar la palabra ¨Motel¨.

Su cabeza daba vueltas y los recuerdos llegaron de a poco.

El Vodka, Jungkook, la forma en que había peleado con él por su propio bien egoísta.

Tomó su pequeña botella de Soju, la abrió y la esparció por el piso.

-Me estoy arruinando, quiero parar- No puedo hacerlo, esto apesta. Me estoy volviendo loco, odio esto. – revolvió su cabello con desesperación, abrió su encendedor y vio la brillante llama danzando.

Arrojó su encendedor al piso.

-0-

Los días tan largos, insufribles, dolorosamente lentos.

Salió a vagar por ahí, sin ánimos, con el peso del pasado en sus hombros. La noche y el día parecían tan iguales, ya nada le importaba. No era insolente, se sentía un saco de huesos y sangre sin ningún tipo de propósito.

Mientras caminaba sin prestar atención, chocó contra un tipo, el olor del alcohol le dio de lleno.

- ¿Por qué me tocaste? – le oyó decir.

Se volteó y le dio una sonrisa de medio lado, se abalanzó sobre él y le dio un puñetazo en la mandíbula haciendo que se tambaleara, el ardor en los nudillos, la adrenalina, la sensación era tan parecida a estar vivo.   

Un sujeto que acompañaba al otro se fue sobre él y le dio de lleno contra la mejilla, el otro se incorporó y de una patada lo estrelló contra la pared.

Dolía, y dolía mucho.

Sólo sentía los golpes por todo su cuerpo, hasta que este se resbaló por la pared hasta caer al piso, las patadas no se hicieron esperar, tosió y el sabor metálico le impregnó la boca.

Cerró sus ojos con fuerza hasta que dejó de saber de sí.

-

Tomó las llaves del pick up, no lo había usado en tanto tiempo.

Condujo hasta Jeju, ese lugar tan especial y doloroso.

Las gradas estaban donde mismo, subió por ellas y contempló el paisaje.

V, Rap Monster, J-Hope y Suga estaban viéndolo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Como una mariposa.

Saltó y su espalda dio contra el agua antes de ir profundo por la fuerza del salto.

Jin-hyung, él extrañaba a Jin.

Cerró los ojos.

Jungkook no sabe nadar.

 

-0-

Jin abrió los ojos con pesadez, se sentía extrañamente ligero.

Miró a su alrededor, el cuarto era beige, y aun así había mucha luz, y no había una puerta, solo una ventana.

Bajó de la cama y en el piso había un pétalo blanco.

Abrió las blancas cortinas topándose con una pared interminable.

-

Perdía la noción del tiempo, no estaba seguro de si los días pasaban, pero aun así sus ojos se cerraban como si supiera que era de noche y debía dormir.

Empezó a ameritar que eso significa que los días pasaban, y por alguna razón cuando un nuevo pétalo aparecía sus ojos se llenaban de lágrimas y su pecho se comprimía.

Cuando el sexto pétalo apareció una puerta se formó en el cuarto, salió encontrando su pick up y lo que parecía la nada. Se subió y condujo sin rumbo hasta que miró la entrada a un túnel, ahí adentro todo estaba oscuro, no podía ni ver su nariz, prendió las luces y vio a los chicos caminando despacio, Jungkook se volteó hacia él y tuvo que frenar de golpe, aunque no sintió el frenón.

Se miraron un momento y Jungkook le dedicó una sonrisa sincera.

Los siguió despacio hasta que una luz lo encandilo.

Era la luz que marcaba el final del túnel.

El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir Más allá de este mundo.


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