“Había tomado una decisión, sabía que tal vez no fuera la más adecuada, pero era lo que había decidido, aunque mas de una persona sufriera, estoy convencido de que he tomado una buena decisión, solo espero que mi hermano también le parezca lo correcto”
Hasta hace mas o menos dos horas, eso era lo que se suponía que iba a pasar, pero, ¿a alguien más que ha mí le ha aparecido un contratiempo que los salve de un apuro? Pues bien, eso me acaba de ocurrir. A Edward se le ocurrió volver a casa en tres días más y yo tenía que llegar allí antes de que él se diera cuenta de que no estuve en casa sino que siempre a su lado.
Llamé a casa, para avisarle a Winry que volvería, la escuche muy feliz por el teléfono ¿Qué habrá pasado mientras yo no estuve?
Llegue a casa muy rápido, pero luego me tranquilicé, porque Ed volví en tres día más y tenia todo ese tiempo para reorganizar mi vida (volver a ser Alphonse Elric y no Alphonsina)
-¡Winry!, ¡Heid!, ¡ya regresé!-les dije al entrar a casa, no obtuve respuesta, por lo que empecé a buscarlos por toda la casa. Enorme fue mi sorpresa al encontrarlo a lo dos bastante juntos el uno del poto en la sala.
-¡Bienvenido Al!- me dijeron ambos para disimular lo ocurrido.
-¿Qué ha pasado aquí? –les pregunte estupefacto.
-Este, veras….- y así me fueron explicando.
-¿así que ahora ya se llevan mejor?-dije cuando me pusieron al día.
-Correcto. -me dijo Winry.
-¿Qué harán cuando Ed se entere de que Heid está vivo y para colmo está saliendo con Winry?
-Se lo diremos en cuanto vuelva.
Lo pensé un momento, estos chicos ya lo habían decidido todo.
-¿Me imagino que ahora que volví Heid dormirá en tú cama, Winry? -les dije haciendo que ambos se sonrojaran.
-Si. –contesto Winry muy sonrojada.
-Les pido que no hagan mucho ruido en la noche, que quiero dormir en paz.-Les advertí
-¿Y cómo te fue con Ed?- me preguntó Heid.
-Ese hermano mío es un Don Juan, no paró de coquetearme durante todo el tiempo.
-¿Pero le gustas?, ¿no? –me preguntó Heid.
-Él es así con todas. –me entristecí. –Además él me pidió matrimonio.
-¿Que? –me miraron ambos estupefactos.
-Pero no fue a mí, sino que a Alphonsina.
-Pero, Al, tú eras Alphonsina. –me dijo Winry
-Si, ¿y que?
-Que Ed se enamoró de ti, de tu forma de ser, Alphonsina eres tú, él te ama entonces.
-Pero él quiere una chica.
-Deberías decirle lo que sientes.- me aconsejo Heid
-Pero…
Lo pensé un momento. Era cierto, yo era Alphonsina, y por lo tanto, Ed me amaba a mí
Llegó la noche, mi habitación era lo más agradable en el mundo, dormí deseando que todo saliera como Winry dijo que pasaría.
Tres días después.
La puerta golpeó, era Ed, mí querido Ed había llegado a casa, corrí a abrirle.
-Al, ¿como estas? –me pregunto con una gran sonrisa en su rostro.
-Ed, bien, yo quería decirte…
-Winry, querida. –corrió en su busca.
-Ed yo…- juro que me estaba muriendo de celos.
-¡Quiero celebrar mi pronto matrimonio! –sonrió
-La chica a la que le pediste matrimonio ¿te dio él si?- pregunto Winry disimulando que no sabia nada
-No, pero sé que me dará el si. La tengo loca por mí.
-Seguro… - susurré.
-¿Qué fue lo que dijiste Al?
-No, nada
-Ed, hay algo que tú debes saber.-le dijo Winry, sabia a lo que se refería.
-¿Qué? –pregunto curioso.
Heid entro a la habitación. Los ojos de Ed se pusieron como plato
-¿Qué haces tú aquí? –dijo cundo recuperó el aliento.
-Eso mismo me pregunto yo.
-tú, habías escapado del laboratorio, creí que habías desaparecido.
-¿Qué? –exclamamos Heid, Winry y yo.
Ed se quedó en silencio un momento, pero después nos lo contó todo.
-Cuando regresé a Munich, vi. Tu cadáver, Heid.- Heid cambio se quedo impresionado. –Habías muerto por mi culpa. Por eso tomé restos de tu cuerpo y volví a este mundo. –La forma en que lo contaba me puso los pelos de punta. –Encontré una asociación, en la que trabajo ahora, que me ayudó a traerte de vuelta.
-Un homúnculo. –dije asustado.
-No, esta organización estaba experimentando un método de traer a los muertos de vuelta
-¿tú trabajas con ellos? –Pregunto Winry. Ed asintió con la cabeza.
Eso explicaba esos papales tan extraños que tenia en su escritorio.
-Después de un tiempo, lo que habíamos creado empezó a cobrar vida. Pero nos dimos cuenta de que había algo con lo que no nos esperábamos; dos alters no pueden vivir en un mismo mundo, eso rompería el equilibrio de tiempo y espacio, además, Al, tú podías haber muerto. –me miro
Me asusté, no sabia que Ed estuviera metido en algo tan secreto.
-Decidí entonces combinar el ADN de un gato con el de Heid, así ya no serían alters y podrían vivir sin romper el equilibrio
-¿Es entonces por eso que puedo convertirme en gato? -preguntó Heid confundido
-Correcto.- asintió Ed. –Pero poco tiempo después de que empezaba a cobrar forma, se escapo. Creímos que había muerto, pero veo que no y que además sobrepasó mis expectativas
-¿Entonces yo no soy Alphonse Heiderich sino que solo un clon de él? -dijo entristecido.
-No, usé todos los restos de tu anterior cuerpo, solo los combiné con algunos componentes químicos, pero tú eres el verdadero Heid, de lo contrario no te hubiera traído de vuelta
Heid respiro aliviado
-Creo que ya les he dicho más de lo que deberían saber, así que no les diré más. –Ed se enfadó
-Pero además, Ed… -empezó a decir Winry. –Heid y yo somos novios.
Ed se impresiono, pero luego habló:
-¿Cuándo es la boda?
Los novios se sonrojaron, me imagino que no lo habían pensado.
-Veras, nosotros…-empezaron a pensar.
-Si ustedes quieren, pueden casarse la próxima semana.
-Muy pronto.- se quejaron ambos
-Esperare a que se casen.-dijo Ed obstinado
Las cosas marchaban mejor de lo que esperaba, no puedo creer que siendo su secretaria, no me haya dado cuenta de que Ed estaba metido en algo así
Decirle lo que siento, demostrarle mi amor, mis sentimientos
En mi mente solo pasaba la idea de decirle a Ed mis sentimientos
2 semanas después
Yo, Alphonsina, he vuelto a trabajar junto a Ed.
“Hoy se lo diré, le diré lo que siento, le confesaré mi amor”
-Alphonsina, vida mía.- me dijo Ed cuándo entro a mi habitación en el hotel. -¿Ya has aceptado ser mi esposa?
Mi corazón latía aprisa, dude en decirle la verdad
-Ed, señor, hay algo que debes saber.
-¿Qué?-me miro extrañado
Me quité la tiara que sujetaba mi cabello. Ed me miraba extrañado. Amaré mi cabello con un listón
Ed me miraba impresionado, creo que se estaba dando una idea de que era lo que tenía que decirle
Me quité un poco el maquillaje
-No puede ser.-dijo Ed horrorizado. – ¿Eres Al, mi hermano menor?
-Así es Ed.-solté una lágrima.-desde hace mucho tiempo he querido decirte algo, pero jamás había conseguido el valor para decírtelo, hasta ahora.-Temía en decírtelo, pero ya no había marcha atrás.-Ed, yo te amo, y por eso… -Ed me dio una bofetada tan fuerte, que me hizo caer al suelo.
-¿Por qué hiciste eso?-le pregunté.
-¡Cállate!-estaba furioso, como nunca antes lo había visto enfadado.- ¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?
Empecé a llorar, sabía que esto podía suceder, pero en el fondo esperaba que todo saliera bien
-¡Te juro que no pude evitar amarte!
-¿Sabes lo que eres?
Negué con la cabeza
-¡Un repugnante ser!
Me dolía cada insulto que salía de su boca eran como mil cuchillas atravesando mi cuerpo
-Ed, yo….
-No me hables.
-Ed, yo solo
-¡No quiero hablar con alguien que sea raro como tú!
Me dolió, en aquel momento preferiría morirme
-Te amo y no puedo hacer nada para evitarlo.-le dije con firmeza.
-¿Ah, si? Pues entonces desde este momento cortaré todo lazo que me una a ti
No quería que digiera lo que me esperaba
-¡Ya no quiero ser tú hermano!, es más, ¡deseo que dejes de existir!
Mi corazón, mi conciencia se rompieron en mil pedazos
-Tú vendrás ahora mismo con migo, no sé donde dejarte, pero no quiero estar ni un segundo con alguien que está loco como tú.
Nos fuimos en auto, estaba en estado de schock . Ed miraba con fría mirada hacia la ventana. ¿A dónde me llevaba?, no lo sabía, pero no estaría allí para averiguarlo. A penas se detuvo el auto, salí corriendo, ¿hacia donde?, no me imputaba, yo solo quería escapar, mis sueños se perdieron, se hundieron como barcos, que se pierden en el mar.
Corrí por las calles, hasta que alguien me atrajo hasta un rincón de una calle.
-Mi querido Alphonse, ¿me extrañaste?
Reconocía esa voz, deseaba con toda mi alma que no fuera él
-Quiero hacerte mi, Al.
Me volteé para mirarlo, era Roy Mustang, a quien meno quería ver en este momento
-Te aseguro que te vas a divertirás mucho conmigo.-beso mi cuello mientras su mano bajaba por mi pantalón
-“Ed, ayúdame “.- pensé, pero recordé todo lo que él me dijo.-“Ed no vendrá nunca a ayudarme”.- me resigne.
-Así me gusta.- me dijo Roy mientras me acariciaba.
CONTINUARA….
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Espero que no me maten por hacerle esto a mi lindo Aru , ahora les quiero preguntar algo. Quieren un final feliz o uno así como el de ”Carta de una coronel” (el dado está de vacaciones y además no quiero que se equivoque en algo tan importante como lo es el final del fanfic)