Mi hermano no ha demostrado, ni me ha hablado sobre lo que ocurrió ayer. Creo que esta jugando conmigo. He tratado de mil formas hacer que por lo menos mencioné lo ocurrido, pero no, no puedo hacerlo hablar. ¡Si supiera que el corazón me esta matando sin su amor!.
Julio 3.
Hoy salí con la pandilla, nunca en mi vida me había sentido tan feliz, esta alegría solo seria inferior sí Edward...
En la noche.
Me quede dormido en la plaza. Ha sido lo más tonto que he hecho en mi vida. Al llegar a casa mi hermano estaba en el sillón sentado frente a la puerta y con Winry durmiendo en el sofá. Recuerdo palabra por palabra:
<< -¿Donde diablos has estado? ¿Sabes que hora es?.- estaba mas enojado que nunca. Sacudí la cabeza sin decir alguna palabra.
-Bueno, son las dos de la mañana, hermano. Una hora mas y hubiera puesto a la policía tras de ti. ¿Dónde estabas, Al?.- la voz se elevaba. –¿En que parte del mundo te habías metido?.
-Me... me... he quedado dormido en la plaza.- tartamudee tontamente.
-¿Que que?.- grito tan fuerte que despertó a Winry.
-Eh, Al, ¿Donde has estado?.- dijo Winry media dormida.
-No era mi intención. –le suplique a Ed.
-Supongo que no se te habrá ocurrido que tu hermano podía estar preocupado por ti. ¿Y tu estabas dormido en la plaza? Al, ¿Qué diablos te pasa? ¿Eres incapaz de usar la cabeza?.
Sentí como me salían las lagrimas calientes de ira y frustración.
-Te he dicho que no era mi intención...
-¿Que no era tu intención?.- grito fuertemente Ed. -¡Qué no te acordaste! ¡Eso es todo lo que puedes decir! ¿No se te ocurre ninguna otra cosa?.
-Edward... –empezó a decir Winry, pero Ed se volvió hacia ella.
-Tú cállate la boca. ¡Estoy harto de oírte defenderlo!.
No debió haberle gritado a Winry. Nadie debiera gritarle a Winry. Estalle:
-¡No le grites! –Aullé. Ed se dio la vuelta y me soltó una bofetada que di contra la pared.
De repente se hizo un silencio sepulcral. Nos quedamos todos helados. Ed nunca me había golpeado de esa forma. Nunca. Winry tenia los ojos como platos. Edward se miro la palma de la mano, que se había puesto roja, y me miro luego a mi. Tenia los ojos enormes.-Al...
Me di media vuelta y salí de la puerta corriendo tan deprisa como pude. Oí a Edward gritar:
-¡Al, perdóname!.- pero ya era tarde. Fingí no oírlo. Me estaba escapando. Tenia muy claro que Ed no quería verme en su vida. >>
Julio 5
He vagado por las calles de Central City. Hoy me encontré con alguien que hace mucho tiempo no veía Roy Mustang, quien, evidentemente, no era como lo había descrito mi hermano: Un grandisimo Idiota. No, sencillamente es alguien como todos. Bueno, no como todos. Había algo que me hacia sentirme tan bien a su lado. Lo se, suena bastante raro lo que he dicho, pero eds la verdad. Mi hermano jamas se tomo el tiempo de escuchar siquiera lo que quería decirle. ¿Y Winry?, Bien, pues, ella y mi hermano son muy felices juntos, apostaría lo que fuera a que ellos dos están ahora de lo mas juntitos en la cama.
Julio 9.
Anoche fue la peor noche de toda mi estúpida, asquerosa, podrida y apestosa vida. Solo éramos dos. Roy y yo. Él me había invitado a vivir con él. Me mostró un pedazo de papel, dijo que en él había algo que podría interesarme. Lo que leí fue una apasionada carta de amor que mi hermano le había escrito a Roy Mustang. Me impresione. Edward nunca me dijo que sentía algo por Roy, eso demostraba cuanto se comunicaba conmigo. Quise llorar, él estaba tan lejos de mí.
Roy me dio un poco de licor para aliviar mi dolor, solo que yo el muy estúpido no me había dado cuenta de sus verdaderas intenciones. ¡Iba a emborracharme para después abusar de mí!. Sentí como sus manos me iban desprendiendo una a una mis ropas, como besaba cada parte de mí que estaba quedando descubierta. Me susurro al oído “Acero es mío, mío y de nadie más”. Alcanzo una cámara fotográfica para que quedara evidencia de lo que me estaba haciendo. Luego sentí como me desprendía de mi ropa interior. Lo único que quería hacer era estar con mi hermano, gritarle que me hiciera un lugar en casa, porque voy a volver. Las imágenes se tornaban borrosas, lo ultimo que recuerdo era como Roy me penetraba, pero no me acuerdo.
Julio 10.
Me desperté bien entrada la tarde. Durante un instante no supe donde estaba. Ya sabes como puedes sentirte cuando te despiertas en un lugar desconocido y te preguntas a donde diablos has ido a parar, hasta que toda la memoria se te viene encima como una oleada. Medio me convencí de haber soñado todo lo que había ocurrido la noche anterior. Estoy en casa, de verdad pense, . Es ya tarde y mi hermano me regañara si no me levanto. Todo seria como un día normal.
Finalmente deje de engañarme y me puse en pie. Aproveche de que Roy estaba aun dormido para vestirme y huir de allí.
Amigo diario:
No voy a seguir así, llame por teléfono y me contesto Winry y Edward corrió hasta quitarle el teléfono a Winry. Entre los tres casi ahogamos la línea con lagrimas. No puedo creer que todavía me quieran, me quieren, me quieren en casa. Se alegraron de oírme y de saber que estaba bien. Y no hubo regaños ni insultos. Es raro ahora que cada vez que me ocurre algo mi hermano lo deje todo y corra a mi encuentro. Creo que si estuviera efectuando una misión de paz que afectara a toda la humanidad y al universo, la dejaría por mí ¡Me quiere de verdad!. No se como he podido tratar tan mal a mi familia. Pero voy a renunciar a todo por ellos. Se acabo esto de la droga. Voy a dedicar mi vida a ser feliz junto a mi familia.
Julio 16.
Con el dinero que había ahorrado pude quedarme en un hotel mientras mi hermano venía por mí, cuando el dueño del hotel dijo que había dos jóvenes esperándome, di un salto y corrí hacia la puerta y Winry me recibió con un fuerte abrazo de oso y me dio muchas vueltas. Me dio tanto gusto verla. Finalmente me dejo en el suelo. Diciéndome que se hubiera muerto si algo malo me hubiera pasado.
Entonces vi. a Edward, estaba apoyado en el marco de la puerta. Seguía siendo el Edward de siempre. Simplemente lo mire. Trago saliva y dijo con voz ronca:
-Al.
Solté a Winry y me paralicé un momento. A Ed no le gusto…Él me hizo escapar aquella noche… Me pego…. Ed me regaña todo el tiempo… No le importo nada… De repente me di cuenta aterrorizada de que Ed estaba llorando. No emitía ruido, pero las lágrimas fluían de sus ojos por sus mejillas. No lo había visto llorar desde hace tiempo. No lloro así siquiera cuando nuestros padres murieron.
En ese instante comprendí lo que Winry y todos quería decir. Sí que le importaba a Edward, tanto y más de lo que le importaba Winry, y precisamente por eso intentaba hacer de mí un hombre. Cuando me grito todas esas cosas en verdad quería decir: < Al, me has dado un susto de muerte. Ten más cuidado, porque no podría soportar que algo malo te pasara.>.
Ed miro al suelo. Dio media vuelta y entonces reaccione, lo agarré por la cintura y lo apreté fuerte, como si quisiera exprimirlo. - ¡Hermano!- le grite y entonces sentí como él correspondía mi abrazo y me acariciaba la cabeza, sentí como le agitaban los sollozos al intentar contener el llanto.
- Al, creí que te había perdido, igual como perdimos a mamá y a papá.
Ese era entonces su miedo oculto, perder a otra persona amada.
CONTINUARA...