Septiembre 3
Los últimos días han sido los más felices en mi vida, porque por primera vez después de tanto tiempo, puedo estar con mi hermano. Me gusta verlo sofreír, me siento bien cuando se preocupa tanto por mí, lo quiero tanto, tanto, tanto, tanto. Que estés aquí ha sido como un sueño. Pero como todo sueño, también termina.
Hoy estábamos los dos juntos en mí el hospital. ÉL, sentado frente a mí. Yo solo miraba hacia la ventana, era un hermoso atardecer, me pregunto si alguna vez podré tener el valor de verlo a los ojos, desvió mi mirada y allí estaba él, mirándome fijamente y una hermosa sonrisa se reflejo en su rostro. No pude evitar mirarlo a los ojos y corazón latía por él. Mi lengua se trabo al intentar hablarle. Pero fue él quien me hablo:
-¿Te sientes bien Al?
-Si, es solo que me siento un poco cansado, eso es todo.
-Después de todo lo que te ha ocurrido me impresionaría si no lo estuvieras...- me miro de tal forma que no pude evitar sonrojarme. -¿Por qué no duermes?, veras que mañana te sentirás mejor.
-Esta bien, pero hermano…
-¿Qué?
-Podrías… - dude en preguntarle. - ¿Podrías darme un beso de las buenas noches? – no sé como tuve el valor de terminar la frase.
-Claro.- Se agacho y apoyó sus manos a cada lado de mi cuerpo. Cerré lo ojos y él me beso la frete.- Buenas noches Al.
Antes de dormir mire la luna, era hermosa, me alegro el corazón. La luna clara iluminaba la habitación, ¿Cómo podría dormir si estoy pensando en él?
Septiembre 4
Desperté con el umbral de la luz del sol que pasaba por mi ventana. Tantas cosas hermosas fueron las que soñé. Mire el reloj que estaba en la mesita de noche. Las 9.30 AM. Me impresioné que fuera esa hora y que mi hermano no llegara como de costumbre. Algo pudo retrasarlo, pero vendrá, lo sé.
Más tarde.
Mi hermano entro apresurado por la puerta, traía a Winry tomada de la mano, quien, como mi hermano, traía una sonrisa dibujada en su rostro.
-Al, no creerás lo que ha ocurrido.
-¿Qué ocurre?- pregunte sonrientemente.
-Los exámenes médicos…
-¿Qué con eso?
-¡Al, podrás volver a caminar!- su sonrisa se hizo más grande.
-¿Cómo es posible?- pregunte extrañado.
-Volverás a caminar si te operas.-se sentó al borde de mi cama.- ¿No te da gusto? Ahora todo volverá a ser como antes.
Reaccione ante las palabras de mi hermano: Todo será como antes. ¿Cómo antes?, ¿cuando me abandonabas?, ¿cuando sufría por tu ausencia?, ¿como cuando me drogaba? No quiero, no quiero volver a mi vida de antes, no soporto estar lejos de él. No quiero, no, no. No puede contener una lágrima que callo por mi rostro hasta mi mano.
-¿Qué ocurre Al?, ¿Lloras por la emoción?
-Si.- mentí
-No te preocupes por nada, yo estaré siempre a tu lado.- sujetó fuertemente mi mano
¿Siempre a mi lado?, mentiroso, por u7n minuto me lo creí
-¿Cuando me operan?
-Pasado mañana.
Mi corazón no para de llorar, todo mi mundo se destruyo, de un día a otro. Sabía que algún día pasaría algo como esto, pero jamás pensé que sería así, tan pronto.
El infeliz día
Hoy es él día de mi operación, estoy algo triste, no, estoy muy triste, triste como nunca había estado en mi vida. Solo espero que cuando termine, me despierte descubra que todo esto es una pesadilla, un mal sueño del que espero pronto despertar.
Cuando me llevaron a la sala de operaciones los vi, a los dos juntos, él y ella besándose tiernamente. Los vi. desde una distancia de la que podía mirarlos directamente. Yo jamás podría besarlo de esa forma, mi hermano era feliz al lado de Winry, lo podía saber solo con verlos besarse. Ese beso, era algo más que eso, era una forma de transmitir el cariño que se tenían el uno por el otro.
Septiembre 8
Hoy mi hermano llego a mi habitación con una caja en sus manos, la caja llevaba una hermosa cinta.
-¿A que no adivinas que es lo que hay dentro?- me dijo
Negué con la cabeza.
Él abrió la caja. Y dentro de ella algo se movía. ¡Era lo más hermoso que me había pasado en mucho tiempo!
-¡Gatito! – me alegre.
Era un hermoso gatito de pelaje rubio y de tiernos ojos celestes. Tenía un cascabel colgando de su cuello.
-Es un regalo para que te animes.- me sonrió. –Además, cuando vuelvas a caminar podrás jugar con él.
Yo solo contemplaba al gatito mientras jugaba con él
-Sé que te sientes solo cuando salgo de viaje, pero te prometo que estaré más tiempo contigo.- acaricio mi cabello y beso mi frente. ¿Cuánto me habré sonrojado?
Septiembre 18
Hoy llueve, el cielo llora por mí, me siento solo, solo y tonto. Él me prometió que pasaría más tiempo con él, pero, ya va una semana de que no llama desde que se fue. Juego con el gatito me gusta verlo jugar con el ratón de juguete. Miro cada dos segundos el teléfono.
El teléfono sonó, corría a contestarlo:
-¿Diga? Ahhhhh. Con anchoas, ¿Qué? No este número no es la pizzería.
-AHHHHHHHHHHH.
Me tire en mi cama y me cubrí el rostro con la almohada.
El gatito parecía reírse de mí.
-Apuesto que no te hubiera gustado si te hubiera pasado a ti.- que ridículo, hablaba con un gato.
-Al menos yo soy capaz de declararme a la persona que amo.
-¿Quién dijo eso?
-Yo
-¿Gatito?
-Disculpa, no me he presentado: Soy Alphonse Heiderich
-¿Qué haces tú en un cuerpo de gato?
-Que se yo, después de que me mataron con un balazo desperté en una tienda de mascotas... Vi a Edward-san pasar por allí e hice un montón de cosas para que me comprara.- me dijo el gato, es decir Heiderich.
-¿Cómo es que sabes lo que siento?
-En estos últimos días que he estado contigo, me he dado cuenta de lo que sientes. Además, me lo dijiste ayer.
-Pero si hubiera sabido que eras tú y que hablabas, no te lo hubiera dicho
-Así es la vida
-Pero al menos, ya no estaré solo.
CONTINUARA….