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En tus ojos por Crawlingbutterfly

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Notas del capitulo: Perdon.. aqui va otro capitulo, tarde por que, entre muchas otras cosas este sabadito que paso fue mi super duper cumpleaños (ya lo se, lo estoy diciendo en todos mis fics) asi que este es mi regalote y me lo dedico a mi, tambien se lo dedico a "Llama de hielo", por que ella pidio... algo asi, Erika, tambien va para ti por seguir mi historia, dejenme algo para leer que sea de ustedes y recuerden que si contesto sus reviews, estoy feliz, mi cumple siempre me pone asi, disfrutenlo chicas y chicos!
Imposible conciliar el sueño despues de todo lo acontecido, en su cama Kyo se revolvía entre las suaves sabanas, tenia la cara tapada con uno de los tantos almohadones y agitaba las piernas constantemente, recordaba lo acontecido, a Iori en esos entallados pantalones y lo bien que lucían esas arracadas en su oído, una vez mas daba una vuelta en su cama, recuerdos... imágenes se agolpaban en su mente, su primer encuentro con Yagami, los combates de KOF, la pelea contra Orochi y como por un instante se habían convertido en compañeros... cada uno de sus recuerdos contenía la esencia del pelirrojo... pero no solo le recordaba así, si no que todos los comentarios de su amigo comenzaban a tomar forma en su mente... - Pasión en la sangre - la respuesta a sus dudas, de repente el característico motor de un auto, el castaño dio un salto y en cuestión de segundos observaba la llegada del pelirrojo, este ultimo bajo elegantemente del auto, agitandose el cabello entregaba las llaves al chico que segundos mas tarde lo llevaba al estacionamiento, entro sin recelo - ¿¡Solo!?... hoy vienes ¡Solo! - grito mientras se arrojaba a la cama, decidió quedarse con esa escena final y por fin pudo dormir tranquilo.

__________


Como cada mañana, la densa neblina comenzaba a ceder terreno al sol, Benimaru hacia un poco de ruido, Kyo a quien ya se le había hecho tarde, se enfundaba unos pantalones flojos y una playera blanca (esta ultima se le pego a la espalda gracias al agua que no había alcanzado a secarse después de la veloz ducha) jalo una chaqueta, tomo su mochila y salió corriendo.

- ¿Otra vez tarde? - Beni, traía una deliciosa tostada con mermelada misma que le fue arrebatada - ¡Oye!... es mía!!!...
- ¡No seas glotón, luego te quejas que engordas! - guiño - Ademas me lo debes por lo de anoche, ¡Nos vemos!.
- Espera, te llevo.

La universidad donde estudiaba Kyo, aparentaba ser parte de una antigua prisión o en su caso un viejo edificio religioso (esto ultimo quien sabe por que le ponía los nervios de punta al rubio) las gruesas paredes envolvían los dormitorios de los estudiantes que habitaban en el campus, un agradable pero húmedo bosquesillo rodeaba al edificio principal (lugar de descanso incondicional) contaba con área de deportes, biblioteca, centro de lenguajes, cafeteria, en fin un instituto soñado, y no era para menos la colegiatura era alta, Kyo se sentía muy orgulloso de haber conseguido una beca, por ello dedicaba todo su tiempo a estudiar.

- Bueno, nos vemos mas tarde, creo que si no tengo suerte me quedare con el equipo haciendo un trabajo.
- Kyo, yo... - Beni observaba al chico de ojos avellana recargado en el marco de la ventana mientras le sonreía - Hoy tengo mucho trabajo... no regresare hasta mañana.
- Pero...
- Debo recuperar el día de ayer... esa fue la condición por el día de descanso. – sonrío cansado.
- Vaya... esperaba que me invitaras a cenar o algo así… ya sabes… por lo que me debes - Beni sabia el significado de ese tipo de comentarios, casi siempre surgían por que el cheque de la beca se había retrasado dejando a Kyo en ceros, saco la billetera y le extendió un fajo de billetes - ¡Oh, no! Beni no puedo aceptarlo.
- Te lo debo, ¿recuerdas? - le guiño coquetamente - Luego me lo pagas, yo no lo necesito, tu lo sabes. - Kyo lo acepto avergonzado, pero realmente asi era - Comes rico, nos vemos mañana.
- ¿Llevaras tu movil? - movimiento de cabeza afirmativo - Te llamo en la noche Beni.

Entro corriendo al instituto, la campanada en punto resonaba en el ambiente, Nikaido encendió el automóvil y arranco veloz. En la escuela las cosas pasaban como siempre, Kyo era acosado por la mayoría de sus compañeras (hasta club de admiradoras tenia) y sus compañeros aunque trataban de quitarselas de encima eran arrollados por las mismas.

- Anoche te vi en el “Shade” Kyo, ¿con quien estabas? - le preguntaba una de sus compañeras, quizás la mas bonita de su grupo, y la cual al parecer se escapaba del encanto del chico.
- ¿Eh? - recordó el beso - Con...
- Nunca habías ido, ¿verdad? – no le permitio terminar - Te vi con tu amigo... el modelo, y con otros chicos muy guapos, ¿también son del KOF?
- Si.
- Luego me los presentas, anoche no tuve tiempo de ir a saludarte para pedirtelo, pero si lo harás en otra ocasión, ¿no es cierto?
- Claro - “si se dejan” pensó.
- ¿Fuiste a ese club tan exclusivo Kyo? - pregunto uno de sus compañeros de equipo.
- ¿Y como le hiciste?, es muy difícil entrar ahí - dijo otro a la par.
- ¡No lo recuerdas tonto!, Kyo es uno de los KOF, ellos tienen acceso a todos lados - respondió otro - ¿Verdad Kyo?
- No precisamente, un amigo consiguió la reservación.
- ¿Reservación? - gritaron los tres al mismo tiempo - Vaya que tienes influencias amigo, nos juntaremos contigo todo el tiempo - carcajadas.

Como Kyo lo había previsto, tubo que quedarse a hacer el trabajo, y para cuando llegaba al departamento eran cerca de las 11 p.m. (muy tarde en Londres), bajo del taxi, y comenzó a subir los escalones hacia la entrada al edificio, entre sus bolsillos buscaba la tarjeta de acceso.

- ¡Rayos!... ¡no traigo la maldita tarjeta!, ¿y ahora como diablos voy a entrar? - por extraño que pareciera, ese día el portero no se veía por ningún lado, Kyo comenzó a desesperarse todavía mas cuando sintió las pequeñas gotitas de agua precipitandose contra si como siempre, comenzaba a llover - ¡Solo esto me faltaba! - se resigno y se acurruco contra la pared, tenia la esperanza de que en cualquier momento apareciera alguno de los encargados o algun vecino y le abriera la puerta.

Saco un cigarrillo, lo encendió, dejo que el humo hiciera presencia mientras observaba como se consumía, la temperatura ya descendia y aunque no lo quisiera comenzaba a estremecerse, finalmente su cigarro sucumbió, y cuando intentaba prender otro, reconoció a un pelirrojo saliendo de un edifico justo frente a sus ojos, el deportivo negro era llevado hasta él para que lo abordara, que ganas de retarlo, tomar calor con una agradable pelea, hacer contacto con aquel ser estrafalario… Kyo sintió como la sangre se agolpaba en las mejillas y la presencia de las llamas en los puños desnudos - ¡Ahora o nunca! - penso y sin fijarse corrió hasta quedar en medio de la calle, sus flamas nisiquiera se inmutaban al contacto de la lluvia - ¡Yagami!

Iori se concentraba en encender de manera perfecta un sofisticado cigarro que sostenía entre sus dedos, levanto la vista, se fijo en lo alterado que se encontraba su retador, los chicos que atendían la entrada al edificio corrieron alarmados al interior y emparejaron las puertas, los enfrentamientos no eran muy casuales, pero ya habían sucedido, dejando perceptibles daños en los edificios.

La mirada de Kyo dejaba escapar juguetonas chispitas, sus llamas comenzaban a moverse de manera hipnótica, invitando a que aparecieran las púrpuras con las que se encontraban en cada combate, Iori se acerco a su auto, abrió tranquilamente la puerta y lo abordo, Kyo quien mantenía posición de ataque, se irguió lentamente y confundido miraba como Yagami le abría la puerta opuesta invitandolo a subir.

- Kusanagi Kyo – llevaba el cigarro en los labios produciendo asi un tono calmado y sensual - Aunque me encantaria acabar ahora mismo con esto, no tengo tiempo, ven conmigo y te prometo que mas tarde concluiremos este asunto. – ya rugia el motor.
- ¿Que estas diciendo? - mas que ofendido, su tono era de suma sorpresa y confusión.
- ¿Vienes o no?… se me hace tarde.

En un segundo ya se trepaba, nunca había estado en un auto tan lujoso, los asientos de piel en negro, como todo el interior, tablero digital, volante de aire, el estéreo le parecio muy simpático con su jueguito de focos neón, las casi mil vocinas, el aroma que invadía el pequeño espacio parecía una mezcla de frutas cítrica… a lo mejor jamaica, Kyo se pregunto si se trataba de la loción de Iori, una serena pero fria voz femenina pidio al castaño le permitiera cruzar el cinturon de seguridad frente suyo… ¡¡le hablaba el mismiso auto!!, en ese instatne arrancaron de manera urgente, dando vuelta en la primer esquina.
- Vaya… en verdad llevas prisa - no hubo respuesta - ¿A donde vamos?
- … - se notaba que no tenia el mas mínimo interés en informar al chico, aparte encendió el estéreo, se escucho algo de Apocaliptica.

Para impresion del castaño el viaje duro un buen rato, el destino era del otro lado de la ciudad capital, muchas de las calles que cruzaron le eran desconocidas, de haberle dejado en esos lares se hubiese encontrado totalmente extraviado y desorientado, su compañero de viaje apenas pronunciaba algunas ofensas en contra de quien estorbara su camino, salieron por la libre, la ciudad quedaba atras llegando a un paraje prácticamente abandonado donde una limosina negra los esperaba.

- Permanece aquí, no vayas a salir por ningún motivo – le dijo por lo bajo, el pelirrojo salio del auto, saco del porta equipajes un maletín negro, los ojos avellana siguieron el portentoso y seguro andar del que le dejaba con una gran incognita, llegando este hasta aquella limosina de donde bajaron 3 tipos de traje, la conversación fue un secreto para Kyo, impaciente observaba el intercambio que se daba frente a sus ojos, tamborileaba los finos dedos sobre sus piernas.
- ¿En que estas metido Yagami? – pensaba mientras los tipos checaban el contenido y con sonrisas maliciosas se despedian del pelirrojo, después arrancaron, desaparecieron, Iori regreso al auto, sin antes dejar un gran paquete en la cajuela - ¿Que es eso? – interrogo el inquieto castaño.
- Nada que te impor... ¡Hey!… ¿¡Donde vas!? - pregunto viendo que el que le cuestionaba bajaba del auto.
- A batirme contigo – las flamas ya asomaban en los puños cerrados .
- ¡¡Estas loco!!, aquí no lo haremos, ademas como ya te había dicho no tengo tiempo, subete – el ceño fruncido, su rival no entendia sus palabras o que - ¡YA! – le apresuro.

Como perrito regañado Kyo obedeció la orden, el pelirrojo mostraba una picaresca sonrisa solo insinuada, pero el moreno ni siquiera fue participe de tal acontecimiento, tomo asiento, relajado, casi derretido, desvio la mirada por la ventana, sintiendose raro, casi desanimado, solo… suspiró.

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