Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KaiSoo: "It's not what it seems" por ZaffireHeart

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí con otro nuevo cap u.u...

…-No has contestado a mi pregunta, ¿Por qué?-


…Aquel cruce de miradas realmente había sido intenso, y se sentía cómo una gran conexión entre ellos.


Kim JongIn, no pudo resistirlo más, y nuevamente besó aquellos labios, esta vez con más parsimonia, tomándolo por sorpresa al más bajo, por que abrió sus ojos a más no poder…”


CAPITULO 7


KyungSoo no pudo evitar que su corazón se acelerara y se entregara por completo, al sentir aquellos labios moverse sobre los suyos buscando respuesta, por lo que su cuerpo se relajó notablemente y suspirando correspondió, rindiéndose a la tentación, por unos instantes.


Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, y sintió el peso del otro sobre el suyo obligándolo a recostarse, reaccionó y le empujó, de una manera no tan agresiva pero tampoco suave. Su corazón estaba más que acelerado sus labios hormigueaban y su miembro pulsaba, y esa mirada de deseo en el moreno, no ayudaba en nada tampoco.


-¡Deja de evitar la respuesta y contéstame!-


El pelinegro se enojó, pues realmente quería obtener una respuesta y no pensar cosas erróneas o que sólo era un juguete para pasar el rato.


Por un momento <<Kai>> volvió a tomar las riendas de la situación y no pudo evitar sonreír de lado y acercársele nuevamente a unos centímetros de su rostro.


-¿Qué no es obvio?- Le susurró con una voz ronca y masculina, haciendo fruncir el ceño al mayor ante confusión, dudas y sorpresa. Kai sonrió aún más de lado y volvió a hablar. –Por venganza.- Esas palabras definitivamente no eran las que esperaba oír el más bajo por lo que sintió como tanto su mundo como su corazón se desmoronaba y rompía en pedazos por completo. -¿Lo recuerdas? ¿Aquella vez en el baño? Pues nadie ha tenido tal atrevimiento con el gran e inigualable Kim <Kai> JongIn y sale ileso…- KyungSoo, ya no quería oír más, por lo que antes de que sus lágrimas comenzasen a recorrer sus mejillas humillándolo, se puso de pie abruptamente y con el ceño fruncido estaba dispuesto a irse de allí corriendo, cómo estaba sin importarle nada. Pero nuevamente una mano, le sujetó veloz y tenazmente la suya y lo volvió a sentar de golpe en el sofá. –No he terminado, no seas irrespetuoso.- Dijo el más alto mientras tomaba con firmeza su mandíbula y le hacía mirarlo una vez más. –Y porque quería cerciorarme si realmente es un “Game over” para mí.-


El mayor no sabía cómo reaccionar a esas últimas palabras por lo que mirándole aún con el ceño fruncido e intentando retener las lágrimas y que su voz no se quebrase habló. -¿Game over?- Cuestionó primero algo confuso, a lo que el menor simplemente asintió para confirmar aquellas palabras, el más bajo seguía sin entender pero aún así, decidió seguirle la corriente. -¿Y, lo es?- Kai le miró una vez más intensamente y ampliando aún más su sonrisa ladina contestó con un siseo, más que sensual.


-Sí...- Y sin más volvió a atacar al mayor, abalanzándose sobre él como si fuera un zombie hambriento y desesperado por “carne fresca”. –Lo es, maldito bastardo.- Decía ya un poco más entrecortado, por los besos y leves jadeos. –He caído completamente por ti.- Confesó finalmente mientras besaba desaforadamente al mayor, quien intentaba resistirse, pero cuando oyó aquellas palabras, dejó de hacerlo por inercia, debido a que estaba en shock.


Un sonoro beso en el cuello lo trajo de vuelta a la realidad y liberando un pequeño jadeo intentó hablar.


-N-no quiero parecer alguien tan fácil de obtener, pe-pero ya-ya no puedo más… aaah.-


Gimió levemente al sentir la lengua del mayor por casi todo su cuello.


-No lo eres, para nada, me has costado trabajo conseguirte, y me alegro haberlo logrado.-


Volvió a hablar el mayor entre besos y besos, a quienes ahora se les unía una atrevida mano, grande y delgada.


-¿Duele aquí, cierto?-


Cuestionó, mientras descaradamente agarraba aquella prominente erección que ya era imposible de ocultar.


-¡Aah, maldición, sí, mucho!-


Volvió a gemir roncamente, mientras se sujetaba fuertemente de los tríceps del moreno. Este último sonrió ante aquella respuesta, y quitó su mano de ahí para elevarla y acariciar todo el abdomen y pecho del más bajo.


-Es una ventaja que ya no lleves remera, ¿cierto?-


Se separó un poco del menor, quien jadeo en decepción al dejar de sentir esos formidables labios en su cuello, que ya le habían hecho estremecer por completo y se miraron, claramente el menor buscaba una respuesta, por lo que el ajeno simplemente atinó a asentir como niño bueno mientras su rostro estaba rojo como una tomate. JongIn satisfecho sonrió, se quitó de encima de él y con la mirada atenta de este, se quitó su propia remera bruscamente.


El pelinegro estiró una mano por puro instinto deseando explorar finalmente con suma firmeza aquel cuerpo caliente como el infierno, sin tapujo alguno.


-No, aún no, vamos a un lugar más cómodo.-


Habló nuevamente el moreno ronco, cacheteándole la mano suavemente al otro para quitarla de la proximidad de su cuerpo.


KyungSoo jadeo, gimió en respuesta, en clara señal de desesperación y siendo tomado nuevamente por el menor de la muñeca, se encontró siendo arrastrado hacia otro lugar, al que deducía debía de ser la habitación.


Y no se equivocaba, una vez que se encontró siendo lanzado sobre la cama, y siendo abordado de inmediato por aquel hombre que parecía realmente un depredador ahora, volvió a sentir sus labios profanados por los del moreno, los cuales rápidamente se dirigieron una vez más a su cuello.


El más bajo, no pudo evitar gemir de placer, con aquella voz aún más ronca que antes, para luego colocar sus manos en la espalda del menor y rasguñarla de placer, pero una vez más, se vio siendo apartado de aquel cuerpo, por lo que sujetándoles las manos por sobre su cabeza, el moreno le miró y sonrió una vez más, al ver la clara frustración del mayor.


-Lo siento nene, tendrás que esperar más, aún estoy todo sudado del baile, iré a ducharme.-


Sonrió ladino ante aquella mirada de sorpresa del mayor, y se quitó de encima, y antes de que lograra ponerse de pie a un lado de la cama, fue el más bajo ahora quien le sujetó de la muñeca.


-¿¡A quién le importa!? No necesito un cuerpo higienizado y oliendo a shampoo. Ahora mismo, lo que necesito y quiero es tu cuerpo sudoroso y centelleante sobre el mío, mordiéndome, besándome, aplastándome, embistiéndome, marcándome, haciéndome tuyo. Reclamándome.-


Profirió el mayor totalmente jadeante, y con una erección más dura que una roca. JongIn realmente jamás se pensó que el más bajo pudiera ser capaz de decir algo así, pero aquello, simplemente le prendió como los mil infiernos.


-Lo pides, lo tienes, luego no me ruegues que sea gentil contigo, cuando me pones a mil, diciéndome ese tipo de cosas.-


Susurró con su voz rasposa, tomada por la lujuria y el placer ante la anticipación. Sonrió de lado malévolamente y atacó sin piedad el cuello del mayor, no importándole dejarle marcas tanto de dientes como de sus labios. Después de todo, estaba haciendo lo que el otro le había pedido. Marcándolo, reclamándolo como suyo.


Y una vez más el más bajo, comenzó a jadear ante aquellas maravillosas sensaciones que la boca del ajeno le provocaba, aferrándose a él finalmente, tocando aquel cuerpo, explorándolo a su antojo, rasguñándolo suavemente, provocando que el moreno se erizase.


Fue el mayor quien tomó la iniciativa ahora, y dirigiendo el rostro jadeante del más alto a sus labios, comenzó a ser él ahora quien besaba al menor, éste se dejó hacer, por lo que segundos después le dieron paso a sus lenguas, las cuales se encontraban por primera vez, más apasionadas que nunca.


Con el pasar de los segundos, el mayor dejó esa boca unos segundos para tomar un poco de aquel aire que ambos se habían robado mutuamente, y con ambas miradas vidriosas encontrándose, éste no dudó un segundo en seguir besando esos voluptuosos labios que ahora estaban mucho más rojos de lo normal, tentándolo, aún más, en conjunto con esa mirada delineada, realmente hacían delirar al más bajo, por lo que luego de otro beso pasional en el que sus mandíbulas se abrían a más no poder, logró dejar al moreno debajo, sentándosele a horcajadas.


-Wow, eres más pasional de lo que creí…-


-No has visto nada aún…-


Respondió con su voz rasposa, ante el tono lúdico del menor. Éste último volvió a sonreír de lado en lo que elevaba una ceja, divertido y a la expectativa de esas palabras. KyungSoo fue quien atacó su cuello ahora.


-¡Aah! Sin marcas, no es que no las quiera, no puedo…-


El pelinegro se sintió algo dolido al oír aquellas palabras, pero el otro tenía razón, quien sabría qué pasaría si en uno de sus shows, esas perras locas las vieran…


-Las haré entonces dónde sólo yo pueda verlas.-


Comentó el mayor, en lo que de su cuello, pasaba a su pecho, a sus pezones mejor dicho, y acariciaba aquel cuerpo con todo su tacto de un lado a otro. Él menor suspiró y tragó saliva unas cuantas veces, en lo que su espalda se arqueaba levemente y volvía al colchón.


KyungSoo, lamió y besó más de una vez aquella piel levemente bronceada y salada; y bajó derecho a la pelvis del menor, en lo que bajaba un poco aquel pantalón en conjunto con su ropa interior, dejando a la vista un leve rastro de vello púbico.


No pudo evitar excitarse ante la situación, pues había soñado tanto con ese momento, y pensar que él era inalcanzable lo hacía aún más deseable, pero ahora, lo tenía, allí, bajo su cuerpo, jadeando más que agitado y realmente disfrutando de las caricias y besos del mayor.


Volviendo a ascender mediante besos y lamidas por su torso, su mano comenzó a masajearlo por encima de las prendas, haciéndole notar que sin dudas JongIn se estaba poniendo cada vez más duro, y eso al mayor le hacía sentir realmente poderoso y especial. El gran arrogante e inalcanzable Kai, estaba bajo suyo, jadeando, gozando, y no tardaría mucho en hacerlo gemir también.


-¡Aah! Maldición KyungSoo…-


Suspiró una vez más el menor, haciendo al ajeno por primera vez sonreír de lado, realmente satisfecho ante aquella reacción, por lo que volviendo a besar sus labios, efímeramente, para luego descender a toda velocidad al bajo abdomen del moreno, comenzó a besar, lamer y morder lo que podía, suavemente, hasta que sus manos, incapaces de quedarse quietas, le quitaron las prendas inferiores al menor, dejándolo totalmente desnudo, primero.


-¡Aaah! Joder KyungSoo, eres un salvaje, ¿tanto me deseas?-


Habló con su voz entrecortada y jadeante mientras intentaba sonreír de lado, esforzándose por burlarse del mayor, pero éste le dejó sin palabras cuando le miró desde aquel ángulo de reojo y contestó sin inhibición alguna un simple y decidido.


-¡Sí!-


Y luego de eso, besóó la ingle del menor, quien no pudo evitar gemir por primera vez y crisparse, al sentir como el mentón y mejilla del pelinegro, rozaba su miembro más que erecto y sensible.


-¡Aaah! ¡Joder!-


-Sí, eso es lo que vamos a hacer, joder.-


Volvió a contestar el mayor con aquella típica voz rasposa, y decidió dejarle su primera marca allí en su ingle.


-¡Aaah, mierda!- Su estómago se contrajo, su miembro reaccionó levemente, y su cabeza se echó hacia atrás, regalándole al pelinegro una vista más que digna de retratar, con aquel cuerpo sudado y brillante debido a la luz del techo. El rostro lleno de placer y gozo del menor, volvieron realmente loco a KyungSoo.


Este último luego de dejar unas cuantas marcas por aquella zona que cubriría su pequeño mini bóxer en un próximo show, se acomodó mejor sobre el cuerpo del moreno, y comenzó a mecerse haciéndolo gemir un poco más alto disfrutando gozando de aquel maravilloso sonido, no es como si fueran gemidos afeminados o algo por el estilo, pero de todas maneras, le enloquecían igual.


Una vez arriba del más alto cabalgándolo, se echó un poco hacia atrás y rasguñó desde sus tobillos hasta sus muslos una vez más, notando claramente como la piel del moreno se erizaba por completo y jadeaba nuevamente.


El mayor volvió a inclinarse un poco para seguir besando esos labios a los que ya se había vuelto adicto y JongIn aprovechó aquella posición para pellizcar y masajear el trasero del mayor, quien gimió sobre los labios del ajeno. Luego de aquello, JongIn no pudo resistirlo más e introdujo sus manos dentro del pantalón de chándal y volvió a pellizcar aquellos glúteos, aún más fuerte, mientras lo atraía aún más a su cuerpo totalmente desnudo, provocando que el mayor volviese a gemir aunque esta vez un poco más suave.


-Mi turno.-


Susurró el moreno en el oído del más bajo mientras lamía su lóbulo y lo giraba, dejándolo debajo de él una vez más a lo que KyungSoo, aprovechó para aferrarse a aquel cuerpo delgado pero fibroso con sus piernas, en lo que el ajeno sin más, comenzaba a darle falsas embestidas sobre sus bóxers prestados, quitándole gemidos aún más altos.


Las falsas embestidas siguieron, por lo que el mayor una vez más comenzó a arañarle la espalda en lo que este se inclinaba para devorar aquel cuello y labios ya marcados anteriormente.


Fue KyungSoo quien ahora entre gemidos aprovechó y tomó las nalgas del moreno y lo empujó hacia su cuerpo, intentando profundizar aquellas embestidas inútilmente, pues, una prenda aún se interponía entre ellos.


-Aah, joder, joder, JongIn… aaah, t-te ne-necesito, si-siento que re-reventaré…-


Rogó prácticamente el más bajo, a lo que el aludido sonrió de lado una vez más, y sin dudarlo, le quitó en menos de un abrir y cerrar de ojos, aquella última prenda, que les impedía tener un contacto de piel contra piel al 100%.


El pelinegro subió sus manos desde la espalda baja del ajeno hasta su cabeza para despeinarlo ya más de la cuenta, debido a que el deseo, la pasión, la lujuria, la excitación, y la euforia, se habían apoderado de él a más no poder, debido a que realmente no podía creer que estuviese haciendo aquello, con aquel hombre tan condenadamente  hermoso, y caliente, aunque su mayor debilidad, fuera aquella mirada enmarcada intensamente por el delineador negro.


JongIn, dejó descansar un poco aquellos labios latentes, para recostarse sobre el cuerpo del mayor unos segundos y sacar de la pequeña mesa de noche, uno de los tantos condones que tenía, pues si bien no solía llevar personas a su casa, más bien a nadie, nunca estaba demás estar prevenidos. Y era ahora que realmente lo agradecía, si bien jamás se imaginó usarlos con un hombre, allí estaba, haciendo justamente eso. Pero eso no quitaba la deliciosa sensación de “experimentar” algo totalmente nuevo, y vaya que lo era, y en muchos sentidos.


-Aquí voy, nene…-


Habló con su voz más que rasposa y agitada, a lo que el mayor asintió mientras tragaba saliva y refrescaba un poco aquella garganta que ya realmente había comenzado a arder de tanto jadear y gemir.


JongIn se puso en posición, algo dudoso de lo que hacer realmente, pues era la primera vez con un hombre, por lo que tenía algo de miedo, si bien antes se había comportado demasiado tranquilo y confiado, ahora era el momento en que su inexperiencia en estas cosas con hombres, salía a la luz.


Por lo que alineo su miembro y empujó, con algo de cuidado pero siendo bruto de todas maneras, sin querer serlo, por lo que aquel a quien llamaban D.O, gritó realmente fuerte de dolor mientras estrujaba las sábanas debajo de sus manos.


-¡De-demonios lo siento! N-no entra.-


Se alarmó ante aquel grito tan sonoro por lo que retrocedió de inmediato, y se puso aún más nervioso de lo que ya estaba, pues si bien había dicho que no le quería oír pedir piedad, no podía lastimarlo de aquella forma en su primer encuentro.


Si bien no era especial, como quizás al moreno le hubiese gustado, al menos quería que sea un buen recuerdo.


-Ngh, N-no te preocupes, qui-quizás sólo necesitamos que resbale más.-


-¿Qué-qué resbale? ¿¡Cómo!? ¡No tengo nada como eso!-


KyungSoo sonrió ante la actitud realmente preocupada del mayor, buscando en un lado u otro algo que sirviera como lubricante, por lo que el mayor, de repente recordó algo y sonrió más ampliamente, intentando que aquel dolor se disipara por completo.


-¿Por qué no tenemos una segunda sesión de curación?-


El menor en ese momento a pesar de estar nervioso, captó de inmediato la idea y sonrió, asintió y se quitó de encima del mayor, quien gimió ante aquella repentina pérdida de peso y calor.


-¡D-de acuerdo! ¡En seguida vuelvo!-


JongIn como niño pequeño en busca de un dulce salió de la habitación camino al living-comedor en busca del botiquín que había quedado allí, por lo que el mayor, sin poder evitarlo, comenzó a masturbarse así mismo, debido a que aquella sensación de hormigueo, realmente demandaba atención, por lo que suspirando comenzó con su juego, intentando no ir muy lejos o de lo contrario, aquello ya no tendría gracia.


Segundos después apareció el menor con el tubo en la mano y otro más que parecía estar cerrado aún. Nuevamente se acomodó entre las piernas del mayor y le besó efímeramente disculpándose por el incidente, y procedió a continuar en dónde le había dejado. Colocó una gran cantidad de gel en su miembro aún duro, desparramándolo por todo el falo, provocándole leves suspiros, y el pelinegro, creyó que con sólo aquella visión de su anhelado “Kai” tocándose a sí mismo, para él, era más que suficiente para que su orgasmo llegase sin ningún otro tipo de estimulación extra.


Una vez que el moreno ya estuvo completamente embardunado en gel, volvió a intentarlo. Otro sonoro gemido de dolor salió del mayor, por lo que éste se quiso retirar de inmediato, pero, el ajeno no se lo permitió.


-¡NO! No te quites, pu-puedo so-soportarlo, sólo hazlo, lento, pero hazlo.-


El menor asintió como niño obediente y continuó con su labor, los gritos, los gemidos, y las venas marcándose en el cuello del mayor, ponían nervioso al moreno, pero a pesar de que él se quería retirar, el más bajo, había entrado en modo terco y no le dejaba quitarse, por lo que luego de mucho dolor y sufrimiento, finalmente estaban conectados por completo el uno con el otro.


Ambos estaban más que agitados debido al arduo labor que aquella parte requirió, pero por suerte ya estaba pasando, por lo que el menor, mirándolo a los ojos, le sonrió, le quitó el cabello pegado por el  sudor de su rostro, le besó una vez más, primero suave y gentil, para luego una vez más, tornarse uno salvaje y pasional, realmente había demasiada química entre ellos.


-Ya-ya puedes moverte… JongIn.-


Profirió el pelinegro casi sin voz, a lo que este asintió y puso en práctica toda aquella flexibilidad que tenía en sus caderas. Primero comenzó dando suaves y cortos golpecitos, sintiéndose tan de maravilla que con sólo aquellos mínimos movimientos, ya eran suficientes para que por todo su cuerpo se liberaran aquellas exquisitas correntadas eléctricas.


Luego cuando notó el interior un poco más adaptado a su tamaño comenzó a moverse un poco más rápido y a hacer movimientos circulares.


El matiz de sufrimiento del mayor, rápidamente fue mutando a uno de placer y goce, provocando que el menor se sintiera más seguro y relajado y sus movimientos fluyeran aún mejor.


-Aaah~ JongIn… aaha.-


Comenzó a jadear y gemir más seguido, causando que el moreno quisiera imitarle también, pero sólo se limitó a emitir jadeos cortos y respiraciones sonoras.


-Aah~ KyungSoo… t-te sientes tan apretado, aaah, t-tu cuerpo m-me absorbe, me-me quema, aaah~.-


Un gemido cargado de éxtasis escapó de él sin que lo pudiera controlar, a lo que ambos se sonrieron entre sí, y volvieron a besarse lujuriosamente, debido, a que ya se habían acostumbrado al ritmo de las embestidas.


-Aaah… di-dime, D-D.O, aaah.-


Demandó el mayor mientras volvía a hacer un desastre del cabello del moreno, besándolo, lamiéndolo, y aprisionándolo con sus piernas.


La gota de sudor ya se encontraba recorriendo la sien de JongIn, pero esto no impidió que le mirara a los ojos, y le sonriera mientras jadeaba más de la cuenta.


-Pre-prefiero llamarte, be-bebé, a-amor…-


D.O no pudo evitar sorprenderse ante aquellas palabras, pues realmente le habían agarrado desprevenido, no estaba listo para oír aquello aún, pero incluso si así era, no podía evitar sentirse eufórico y feliz, al oír de los labios del mayor, aquellas palabras; todo parecía tan perfecto e irreal, que temía despertar, y que todo se tratase de un sueño.


-¿N-no vamos aaah, demasiado rápido?-


-No, tú me quieres, yo te quiero, aaah, no necesitamos más.-


Sonrió con aquella brillante sonrisa y mirada, que al mayor no le quedaban neuronas lógicas, para pensar en ello, por lo que simplemente sin decir más se entregó por completo.


-Llámame como más desees entonces, soy tuyo, aaah.-


-Eso iba  a hacer de todas maneras.-


Sonrió una vez más, para luego besar los labios también curvados del ajeno.


-AAAH~ JongIn… y-ya no aguanto más, vo-voy a- ¡Aaah!-


El mayor gimió de sorpresa a lo último cuando sintió las manos del mayor debajo de su espalda y levantarlo, provocando que quedara sentado sobre éste. D.O se reacomodó como pudo y comenzó a dar saltitos como podía.


-Aaah~ síi~ demonios, ¡Sí, nene, sí, justo así!-


El menor entro en una especie de éxtasis al sentir su miembro incrustarse aún más profundo en el interior del pelinegro, por lo que este también más que satisfecho debido a que había encontrado justo su punto, comenzó a saltar más rápido.


-Aaah, si sigues así, me-me correré.-


-¡E-eso quiero, apresúrate, aaah!-


Habló el más bajo, empujando al otro, logrando que éste fuera quien quedara abajo, mientras lo cabalgaba de una manera realmente frenética, pues su orgasmo se estaba aproximando, y los jadeos y gemidos del moreno, sólo aceleraba más aquel proceso que se volvió frenético.


-¡AAAAH, maldición!- Gimió aún más fuerte, debido a que su miembro estaba siendo demás estimulado con esos golpecitos accidentales que su miembro daba en la pelvis del ajeno. -¡M-me correré!- Gritó para apoyarse aún con más fuerza sobre el pecho del sudado y agitado moreno, disfrutando de su orgasmo. -¡MMNNSSS!! Aah, aah, aaah.-


El más alto sintió como las paredes del interior del mayor se cerraron de golpe sobre su eje apretándolo aún más, provocando que ese familiar cosquilleo comenzase a despertar finalmente.


-Aah~ ¡y-yo también! ¡A-aah~, mnhs!-


Gimió ahora el moreno, mientras observaba su abdomen manchado por los restos del orgasmo del agotado D.O. Le embistió un par de veces más y finalmente aquel tan anhelado alivio, llegó, provocándole una correntada por el cuerpo lleno de placer, causando que el abdomen de éste se contrajera repentinamente, mientras liberaba todo aquel acumulamiento de “frustraciones sexuales”. Ya no más.


Ambos estaban más que agotados y agitados, por lo que se quedaron en aquellas posiciones quietos como estatuas mientras sus respiraciones se volvían a normalizar, pero el mayor no pudo aguantar mucho, pues todas sus extremidades temblaban ahora de sobremanera, se sentía realmente agotado. Por lo que sin importarle nada, se dejó caer encima del menor, manchándose con su propia esencia, en lo que su cuerpo realmente volvía a recuperar el ritmo cardíaco y respiratorio adecuado.


JongIn tampoco se podía mover mucho, sus brazos también temblaban levemente, por lo que sin reaccionar, se mantuvo mirando el techo en lo que se tranquilizaba, sintiéndose realmente dichoso y bien con el pelinegro encima de él, y aún estando conectados… sonrió realmente satisfecho, felicitándose así mismo, por haber tomado aquel riesgo y aquella decisión. El mayor, valía la pena y era mucho más de lo que aparentaba ser. Incluso se podría atrever a decir que lo amaba, pero realmente decidió guardarse aquellas palabras para más adelante, si es que las cosas seguían su rumbo…


Una vez sus cuerpos estuvieron más relajados, el moreno con un esfuerzo sobrenatural, elevó uno de sus brazos y le acarició la cabeza despeinándolo al mayor, en lo que éste al elevar la mirada, aprovechó y le besó la frente.


-Eso, ha sido realmente asombroso… bebé.-


Ahora que lo decía más tranquilo, realmente se sentía ridículo y apenado de llamar al otro de esa manera, pues, era tan hombre como él incluso un año mayor, pero aún así, no pudo evitar sentirse bien al llamarlo de esa manera.


-¿Bebé? ¿Lo soy?-


-Para mí lo eres…-


El mayor se sonrojó ante aquellas palabras dichas con tanta dulzura y amabilidad que hasta creía que iba a llorar.


-Entonces lo soy…-


Contestó escondiéndose en el pecho del menor, quien liberó una pequeña risita al sentir la respiración caliente y húmeda del ajeno, cosquillear su pecho.


-Bebé…- Volvió a llamarlo de esa manera resultándole un poco más fácil… -Ahora sí, creo que debería de ir a tomar un baño.- El más bajo algo apenado asintió y con todas sus fuerzas se quitó de encima del menor quien sintió esa brisa fría que sintió anteriormente KyungSoo cuando se fue por la crema, y se <<desconectó>> del mismo, emitiéndole otras leves correntadas que no debieron suceder, pues al pelinegro ahora comenzaba a sentir como su trasero ardía, dolía  pero a su vez se sentía vacío.


Arrastrándose como pudo una vez más sobre el menor, le besó fugazmente y le habló mirándole a los ojos mientras ambos se acariciaban el cabello.


-Es una lástima, perderás ese hermoso delineado.- Besó sus pómulos, cerca de aquellos ojos delineados, y mirándolo nuevamente a los ojos, volvió a hablar. -¿Pu-puedo acompañarte? También creo que necesito otra ducha.-


El moreno asintió más que complacido y besándole una vez más, comenzó a moverse para salir de la cama, tomó de la mano al más bajo, y ambos se fueron hacia la ducha.


Se ducharon entre besos y caricias, pero nada más, pues realmente, ambos estaban demás agotados, una vez que terminaron de tomar aquel baño y salieron, el pelinegro, comenzó a sentirse nervioso.


-Bi-bien, e-entonces s-será mejor que me vaya, ya es demasiado tarde, tomaré prestadas tus prendas y luego las devolveré, con permiso.-


El más bajo, comenzó a dirigirse hacia el living-comedor, pero nuevamente esas manos lo retuvieron.


-Tú no vas a ningún lado, justamente porque ya es tarde, te quedarás.-


El mayor le miró más que asombrado, esa mirada seria, pero a la vez amable, volvió a hacer latir su corazón de manera acelerada.


-¿D-de verdad qui-quieres pa-pasar la noche conmigo?-


-Sí, ya no me siento capaz de jugar o mentir contigo…-


D.O se tornó rojo en menos de unos cuantos segundos, y bajó su mirada, más que avergonzado, aún no pudiendo creer que todo aquello estaba sucediendo, que el Kai arrogante que creía conocer, realmente era sólo eso, un personaje. El verdadero JongIn era realmente una persona increíble, haciéndolo aún más hermoso de lo que ya era, por lo que no podía comprender, cómo es que el menor estuviese con él, diciéndole todas esas cosas de verdad, sin mentirle, sin querer jugar con sus sentimientos.


-Nene…-


Elevó el rostro del más bajo suavemente con su dedo índice y pulgar, obligándole a mirarle a los ojos.


-Hablo en serio, no tienes de que preocuparte, de lo contrario, si estuviera jugando contigo, te hubiera dejado, antes de llegar tan lejos.-


<< “-Te hubiera dejado…-”>> Esas palabras realmente le dolió oírlas, y aunque fueron dichas de una manera hipotética, ya no quería oírlas ni en bromas, por lo que un gran miedo lo invadió repentinamente, a lo que reaccionó abalanzándose contra el menor, abrazándolo por el cuello.


-¡No me dejes! ¡No digas eso ni en broma! Juega si quieres, diviértete conmigo, pisotea mis sentimientos, ¡pero no me dejes!-


JongIn, realmente no sabía cómo reaccionar a esas palabras, habían sido demasiado duras, demasiado crueles, consigo mismo. ¿Qué le sucedía exactamente? ¡Él ya no era capaz de dejarlo ir nunca más!


Correspondió al abrazo luego de quedarse estático por unos segundos, y cuando hizo esto el mayor se hundió aún más en su cuello, y el moreno pudo ser capaz de sentir que el rostro, la frente del más bajo, estaba realmente caliente, y no era por vergüenza o algo por el estilo.


Deshizo el abrazo y sujetando a un KyungSoo a punto de llorar, del rostro, le miró unos segundos, sintiendo en esa mirada, que claramente rogaba que no le deje, apoyó su frente sobre la ajena, luego de suspirar, y en efecto, cuando ambas frentes hicieron contacto, definitivamente el mayor tenía fiebre.


-Estas delirando bebé, no te voy a dejar, no hace falta que ruegues de esa manera, será mejor que vayamos a descansar, lo necesitas de verdad. Ha sido un día muy duro para ti, hoy.- << “-Por mi culpa…-”>>


Quiso finalizar la frase, pero no se atrevió, no necesitaba agregar más peso o culpa a sus palabras, por lo que guiando de la mano una vez más al mayor, se dirigieron a la habitación. Cambió rápidamente las sábanas por las dudas, y ya con sábanas limpias y ellos finalmente correctamente higienizados, se acostaron, o más bien el menor recostó primero al mayor, para luego volver al comedor e ir en busca de un vaso de agua y unas píldoras para la fiebre.


-Bébete esto por favor, hará que mañana por la mañana te sientas mejor.-


El pelinegro le miró por unos segundos, y luego asintió cogiendo el vaso y la píldora, una vez que se la bebió el menor le obligó a acostarse, y seguidamente él hizo lo mismo. La cama no era lo suficientemente grande para que pudieran dormir cómodos, pero al menos entraron, por lo que el moreno sonriéndole al ajeno, lo abrazó, lo atrajo hacia su pecho, y empezó a tararear una canción dulcemente, provocando que el mayor no tardara en caer dormido, mientras que JongIn, por primera vez en mucho tiempo, pudo relajarse y dormir plácidamente, sonriendo, pensando en su madre, y en lo orgullosa que estaría al saber que poco a poco sin que se diera cuenta, la estaba superando por completo. Y todo… gracias a ese “enano, fotógrafo de cuarta”.


Sonrió ampliamente en silencio al haberse referido a él de esa manera, y acomodándose  mejor, cerró sus ojos con un pelinegro en brazos y una hermosa y prominente sonrisa surcando su rostro.


<< “Sí, definitivamente, es game over, para mí…”->>  Volvió a pensar una vez más, pero esta vez, mucho más tranquilo y relajado. << “-Podría acostumbrarme a esto…-”>> Volvió a mirar de reojo al mayor quien yacía durmiendo plácidamente sobre su pecho, y como pudo acarició un poco aquel cabello algo batido, y se dedicó finalmente a dormir. Eran las 3.43 de la madrugada, realmente tarde, pero aquello ya no importaba, para nada.

Notas finales:

*w* ¡Otro capítulo más terminado y publicado! ¡Yeeey! 9(>o<!)9 ¿¡Y!? *¬* ¿Qué les pareció el Lemon? ¿Muy largo, aburrido, decente, pasable, bueno? xD jejeje, ok no, me disculpo si les resultó algo aburrido, es que hacía mucho no escribía uno, por el asunto de mi compu, y bueno, me encontré con que al parecer perdí un poco la mano, o no sé, ustedes me dirán en sus hermosos reviews, creo (¿) jajaja.


Cómo sea, ¡GAME OVER! Para “Kai”, ¡K.O! xD Ese <<enano fotógrafo de cuarta>>, se quedó con todo de él, ¬u¬ , mucho ‘playboy, playboy, play, play, play, play’ (¿) xD pero bien que le salió todo al revés, ¿o no? ¿O simplemente fue flechado a primera vista, y eso del juego, era toda una paupérrima excusa? ¬u¬ ooooh, ¡qué gran incógnita! xD jajaja


En fin, *w* ¡están durmiendo juntitos! Ldfskhjlkfdjshlk xD ok no, ¿Qué pasará mañana? ¿D.O recordará algo de lo que dijo? ¿O todo ese tiempo, -y no solo al final- estuvo bajo la influencia de la fiebre delirando y diciendo cosas sin sentido? ¬u¬ ¿Adivinen qué? ¿¡QUIEN SABE!? xD jajaa


Ok, ya. Mejor me dejo de decir bobadas xD, jaja, en fin, aquí termina un capítulo más de “It’s not what it seems”, espero y les haya gustado, y disfrutado, y hayan sufrido como yo, al escribir ese lemon, que me dejó seca de imaginación xD jajaj. Espero con ansias sus reviews, y pues, bueno, lo mismo de siempre, mi página de face por la dudas, ZaffireHeart, y mis disculpas “diarias” por si hay errores de ortografía.


Cuídense mucho, y pues, nos vemos en el próximo cap n.n


Bye bye~ ^u^//


ZaffireHeart


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).