Examino de nuevo la calle a través de la ventana de vidrio polarizado, buscando únicamente aquella singular cabellera a la cual ya me había habituado. Sonrío cuando finalmente mis ojos se posaron sobre su esbelto cuerpo, tan despreocupado, tan distraído, tan él. En sus manos, el grueso portafolios revestido de cuero negro parecía pesar mucho más de lo normal, pero este hecho se le hacía completamente indiferente, así que simplemente seguía el típico ritmo apresurado de todos los días. Quizás, sólo quizás, él había vuelto a quedarse dormido. Fijo mis ojos en el cristal enfrente mio, el vidrio me devuelve como un reflejo la imagen de mis tristes facciones, mi sonrisa decaída y mis ojos humedecidos es lo que veo al recordar el motivo por el cuál estoy mirándolo y no caminando a su lado tomado de su brazo, hundo mi rostro entre mis manos para ocultarlo. Bae me regañara, lo he hecho de nuevo.
Ésta será la última vez.
Me digo en un murmuro, pero a la vez no puedo evitar sonreír ante la ironía de las palabras, esa fue la misma frase que utilizó ese día.
Soy idiota. Aunque él me ha dejado yo no olvido este sentimiento en mi pecho, me carcome por dentro buscando salir, necesito tus abrazos, necesito tus besos. ¿Tan difícil es comprender que te necesito a mi lado?
Bae ya me lo dijo. Esto no es bueno para ti, olvídate de él Ji. Quisiera hacerle caso, pero mi corazón no me deja olvidarlo.
Pero hoy... Hoy en éste día lluvioso que empaña las ventanas de mi habitual cafetería, este día será perfecto, totalmente perfecto para olvidarle, ya no vale la pena seguir con estos sentimientos, me dejó, me olvidó, no más falsas esperanzas, ya no volverá junto a mí...
Pero éste idiota tuvo suerte, siempre tuvo alguien con los brazos abiertos esperando por él, siempre tuvo a esa persona a su lado, que seguía apoyándolo aunque lo rechazara, que seguía apoyándolo aunque estuviera con otro... Hasta ahora me he dado cuenta de eso, el merece una oportunidad y esta vez se la daré.
Choi SeungHyun, ya no te esperare, ya no te veré pasar por la acera frente a esa cafetería como tonto enamorado. Ahora yo pasaré al lado tuyo, con la cabeza en alto, disfrutando de la vida con alguien que sí me merece mi amor.
Fin.
Esto es solo la repetición de todo lo leído anteriormente.
XOXO
Examino de nuevo la calle a través de la ventana de vidrio polarizado, buscando únicamente aquella singular cabellera a la cual ya me había habituado. Sonrío cuando finalmente mis ojos se posaron sobre su esbelto cuerpo, tan despreocupado, tan distraído, tan él. En sus manos, el grueso portafolios revestido de cuero negro parecía pesar mucho más de lo normal, pero este hecho se le hacía completamente indiferente, así que simplemente seguía el típico ritmo apresurado de todos los días. Quizás, sólo quizás, él había vuelto a quedarse dormido. Fijo mis ojos en el cristal enfrente mio, el vidrio me devuelve como un reflejo la imagen de mis tristes facciones, mi sonrisa decaída y mis ojos humedecidos es lo que veo al recordar el motivo por el cuál estoy mirándolo y no caminando a su lado tomado de su brazo, hundo mi rostro entre mis manos para ocultarlo. Bae me regañara, lo he hecho de nuevo.
Está será la última vez.
Me digo en un murmuro, pero a la vez no puedo evitar sonreír ante la ironía de las palabras, esa fue la misma frase que utilizó ese día.
Soy idiota. Aunque él me ha dejado yo no olvido este sentimiento en mi pecho, me carcome por dentro buscando salir, necesito tus abrazos, necesito tus besos. ¿Tan difícil es comprender que te necesito a mi lado?
Bae ya me lo dijo. Esto no es bueno para ti, olvídate de él Ji. Quisiera hacerle caso, pero mi corazón no me deja olvidarlo.
Pero hoy... Hoy en éste día lluvioso que empaña las ventanas de mi habitual cafetería, este día será perfecto, totalmente perfecto para olvidarle, ya no vale la pena seguir con estos sentimientos, me dejó, me olvidó, no más falsas esperanzas, ya no volverá junto a mí...
Pero éste idiota tuvo suerte, siempre tuvo alguien con los brazos abiertos esperando por él, siempre tuvo a esa persona a su lado, que seguía apoyándolo aunque lo rechazara, que seguía apoyándolo aunque estuviera con otro... Hasta ahora me he dado cuenta de eso, el merece una oportunidad y esta vez se la daré.
Choi SeungHyun, ya no te esperare, ya no te veré pasar por la acera frente a esa cafetería como tonto enamorado. Ahora yo pasaré al lado tuyo, con la cabeza en alto, disfrutando de la vida con alguien que sí me merece mi amor.