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Inefable por yola1996acuario

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Notas del capitulo:

Holaaaa! Chicas/os que leen esto! espero que el cap anterior les gustase

Gracias a los que comentaron el cap anterior, les respondi por PM

Psdta. Mikaela es sexy!

Owari no Seraph no me pertenece... hubiese puesto mas momentos mikayuu u.u

3. La comida no se desperdicia


Mikaela dejo de ¨almorzar¨ para mirar como el pellinegro hacia una cara de molestia a la vez que alejaba la cantimplora de la cual había estado bebiendo.


-Es un problema.


Mikaela quería decirle ¨te lo dije¨ pero solo se relamió los labio quitándose la sangre sobrante que se había escapado de su cantimplora.


Yuu suspiro molesto al no escuchar nada de Mika.


-Te dije que no seria fácil.


El pelinegro frunció el ceño.


-No es que me arrepienta de mi decisión.


Mikaela cerro su cantimplora evitando mirar a la persona por la que estuvo esperando desde aquel día en el que se separaron, la persona con la que llevaba soñando reencontrarse desde hace tantos años, la persona con la que había perdido mas de un momento diciéndole que le amaba, la persona con la que había probado el sabor de la sangre, de un beso, de una noche juntos.


Se sentía culpable de lo que pasaba.


Se sentía culpable…de haberle detenido su tiempo.


Ni Yuu ni Mika sabían cuanto mas podrían mantener el secreto del resto en especial de Shinoa que cada vez parecía mas suspicaz alrededor de ellos.


¿Cómo era que todo se complico tanto?


Mejor ni pensar en ello.


Mikaela observo de soslayo a su novio solo para encontrarle con la mirada en el techo de la habitación, usualmente podía perder el tiempo mirándole pero en esta ocasión presto mas atención al liquido que amenazaba con caerse de la cantimplora que Yuu-chan sostenía.


El rubio dejo su cantimplora semi vacía para luego levantarse de la cama dirigiéndose directamente al sofá con la única intensión de quitar la cantimplora al pelinegro sin prever como este trataba con todas sus fuerzas de no mostrar la sonrisa que quería dejar aparecer en su rostro; Mika quito la cantimplora con excesiva facilidad solo para que al segundo siguiente fuese jalado hacia delante provocando que la cantimplora se escapase de sus manos.


ClignClign.


Mierda.


Mikaela agradecía a todos los dioses(si es que existían) el hecho de que hubiesen algunas toallas con las que pudiese limpiar el desastre que ahora había en el suelo.


Yuu trago grueso cuando Mika le observo con sus rojizos ojos totalmente molesto.


El pelinegro se estremeció ligeramente.


Mikaela empujo a Yuu colocándose encima de él y encerándole al poner ambos de sus brazos a sus costados.


Yuichiro sabia que cuando Mika estaba molesto con él y entrecerraba ligeramente los ojos era porque le perdonaría pero luego de un largo, largo, larguísimo sermón y un castigo.


-¿No tienes nada que decir, Yuu-chan?


El mencionado se mordió el labio inferior al escuchar el tono de ultratumba que tenia su novio.


-¿Lo siento?


Tal vez debió de decirlo sin el tono de pregunta.


Mikaela chasqueo la lengua.


Si, debió decirlo sin el tono de pregunta.


-¿Lo sientes? No parece, Yuu-chan.


En realidad no lo sentía, al menos no demasiado, y sabia que Mikaela lo sabia.


-No es tan grave.


Oh. Oh.


Los ojos del rubio tuvieron un brillo rojizo aun mas profundo ¿seria porque recién se había alimentado?


-Yuu-chan.. ¿tienes idea de cuanta hambre tendrás luego? O al menos ¿tienes idea de lo difícil que es para todos cortarse y dar parte de su sangre?


Yuu desvió la mirada; Mikaela era el mejor en cuanto de hacerle sentir culpable se trataba pero tenia razón.


-Lo siento.


En esta ocasión la disculpa fue con todo el arrepentimiento que sentía; sus amigos aun pensaban que daban solo ración para Mikaela pero no era solo para él y no sabia como decírselos.


Mikaela decidió dejarle el sermón y el castigo para después.


Yuu sintió la suave mano de Mika moverle el rostro para que le mirase, no se resistió en lo mas mínimo aunque si se sentía culpable por su pequeño juego.


Ambas miradas rojizas chocaron.


El pelinegro se mordió el labio para luego hacer una mueca, sus colmillos era molestos cuando tenia hambre.


-Te daré la mitad de la mía.


-Ya me das la mitad como para tener que darme mas de lo tuyo.


Y era cierto.


Mikaela le daba a Yuichiro una de las dos cantimploras de sangre que semanalmente recibía, es mas, en mas de una ocasión Yuu había visto a su novio tener que aguantar la misma sed que ocasionalmente le atacaba por no tener su ración completa, no podían seguir así.


Mika observo con algo de culpa los ojos rojos de la persona que mas quería, en ocasiones se preguntaba si no fue muy egoísta de su parte aceptar su petición.


El rubio soltó un suspiro.


-No podemos pedir mas.


Ambos chicos se miraron por unos segundos.


Por supuesto que no podían pedir mas, suficiente era que sus amigos se turnasen semanalmente para dar su sangre además que tanto Yuu como Mika eran recios a atacar a otro ser humano ya que ellos sabían como era sentirse el ¨ganado¨ de un vampiro, ninguno de los dos atacaría a nadie así se tuviesen que aguantar el hambre.


Yuu coloco su mano sobre la mano de Mika que aun se mantenía en su mejilla.


-Es momento que les diga.


Para Mikaela esas palabras implicaban algo mas que sangre; implicaba revelarles a todos el hecho de que había convertido a Yuu-chan en vampiro, implicaba decir que le había detenido el tiempo, implicaba decir que sufriría al ver como sus amigos envejecían y morían, implicaba decir que le había condenado a tener que vivir con una dieta basada en sangre, implicaba decir que Yuu-chan ya no era un humano pero por el bien de Yuu-chan les diria.


-Lo siento.


Yuu negó.


El pelinegro entendía parte de la culpa que tenia Mika pero aun así fue el mismo quien decidió ese camino y no se arrepentía en lo mas mínimo.


-Yo fui quien te obligo, no tienes nada que sentir…


Mikaela querría negar aquello, quería decir que fue el quien debió de ser mas fuerte a las suplicas constantes, que fue el quien debió de negarse a convertirle, que fue el quien no debió ser egoísta al querer tenerle siempre a su lado sin importarle las consecuencias pero al final nada de lo que fuese a decir cambiaria lo que había pasado, había convertido s Yuu en un vampiro y eso era irreversible.


Le había convertido y aunque se arreintiera si es que tuviese que escoger otra vez lo volvería a hacer.


-…fui yo quien quiso estar a tu lado siempre.


Mika dio una sonrisa algo nostálgica.


Condene a Yuu-chan.


-Siempre es una palabra precaria.


-Lo estamos intentando ¿no?


Mika quito la mano de la mejilla del pelinegro para luego entrelazar los dedos a la vez que observo esos ojos rojos que antes habían sido verdes, aun amaba ese color verde esmeralda aunque ya no lo viera en los ojos del pelinegro.


Mikaela sonrió con una ligera muestra de burla.


-Al menos ya no tendrás que usar lentillas.


El bufido de Yuu fue mas que molesto, odiaba esas lentillas.


-Eran molestas y difíciles de poner, deberían de ser ilegales.


Mikaela le concedió la razón, cada que dormían o se encerraban para comer Yuu-chan se quitaba las lentillas como si fuese un ritual sacrosanto aunque cuando se las tenia que poner maldecía como poseído.


-Parpadeabas demasiado.


Yuu chasque la lengua.


-Tonto.


-Amas a este tonto.


Mikaela sonrió al ver el sonrojo que se empezaba a formar en las mejillas de Yuu-chan.


-Shinoa nos va matar.


Mika no pudo evitar fruncir el ceño.


A Mika nunca le caerían mal los amigos de Yuu-chan ya que ellos habían preferido ayudar a salvarle escapando que quedarse y entregarlo pero cada que Yuu-chan hablaba de alguien mas cuando estaba con él sentía una ligera punzada de celos.


Ya había saciado una de sus hambres, ahora solo le faltaba saciar o intentar saciar un hambre que parecía nunca saciarse completamente.


Mika se relamió los labios a lo que Yuu no tuvo un buen presentimiento.


-Yuu-chan, no te olvides de tu castigo por desperdiciar la comida~


El mencionado sintió que su cara ardía a la vez que sabia como solían ser los castigos de Mika, tenia una relación de amor/odio con esos castigos.


-¿Puedes castigarme de otro modo?


Mikaela negó lentamente mientras que con su mano libre se colaba por la camiseta del pelinegro a la vez que se acercaba a la mandíbula de Yuu-chan dándole algunos besos mariposa en el proceso provocando algunos estremecimientos en el camino hacia sus labios aunque se detuvo antes de llegar a ellos, el castigo había empezado.

Notas finales:

Gracias por leer!

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