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Asuntos Pendientes por Nekoboy mty

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Notas del capitulo:

Volvemos con la lectura.

-…Te ahogaste…

-…Así es… recuerdo como la corriente me arrastraba con fuerza… y en poco segundos perdí el conocimiento… cuando volví a abrir mis ojos, estaba tumbado en el césped del rio, pensé que todo fue un mal sueño, pero cuando me di cuenta que nadie podía verme… entendí lo que paso…

-En verdad lo lamento.

-No tienes ni idea de lo horrible que fue, ¿Cómo te sentirías si asistes a tu propio funeral? Es algo… irreal.

-… ¿Qué hiciste después?

-Vague por un tiempo antes de llegar al restaurante donde conocí a los demás, Kuroko fue muy bueno conmigo, me recibió mejor que nadie y me hizo sentir mejor, es casi como un hermano mayor para mí. En cuanto a lo que sucedió en casa pues, nada salió bien, Kazama y Mizuki se odian mutuamente, culpan al otro de mi muerte. Tan mala fue la situación que Mizuki decidió no continuar con sus estudios y se quedó en seiseki para ayudar a mi madre que está en silla de ruedas.

-Se escucha complicado.

-Exacto, mira ellos son mi asunto pendiente, nunca pude decirles lo que sentía, tengo que hacerlo, tengo que terminar con este problema, pero no puedo hacerlo yo solo, es por eso que necesito ayuda.

-No hay problema, mañana podemos ir hasta haya y luego…

-No hay tiempo, Kuroko me dijo que estaba en peligro y que tenía que hacerlo lo antes posible, debemos ir a Seiseki ahora.

-Está lloviendo afuera.

-Lo sé, pero debemos ir.

-No hay manera de que lleguemos.

-Si tomamos el tren, podremos llegar en poco tiempo.

-Ah, no sé qué decir.

-Murasakibara-kun, por favor, sé que no tenemos mucho de conocernos, pero necesito tu ayuda más que nunca. Nunca podre solucionar esto por mí solo, fracasare al intentarlo, pero si tú, si tú me ayudaras, puede que logre solucionarlo, puede que al fin… logre descansar en paz.

-…Ah…esto va a ser un problema…

-…

-…Pero de acuerdo, te llevare ahí.

-¿En verdad?

-Sí, pero date prisa o me arrepentiré.

-Murasakibara… muchas gracias.

A través del espejo el peli morado pudo observar como el pequeño le daba un abrazo muy entusiasta, aunque físicamente no se encontraba ahí, podría jurar que sentía el abrazo por parte del pequeño. Era una situación a la que no estaba acostumbrado, jamás fue fanático de los abrazos, pero ese se sentía bastante agradable. Tras salir y tomar su paraguas se dirigió a la estación de tren más cercana, compro un boleto y abordo con destino hacia Seiseki. Tras acabar de mandar un mensaje a Akashi, solo se dedicó a observar el paisaje por la ventana. Luego de un tiempo viajando finalmente arribo hasta la estación de tren, sin saber a dónde dirigirse solo tomo su teléfono y se dedicó a conversar con el menor.

-Bien ya estoy aquí, ¿Qué hago ahora?

-Solo sigue caminando hacia donde yo te diga.

Murasakibara permaneció con el teléfono pegado y con la sombrilla recogida en la otra mano, afortunadamente no estaba lloviendo en esa zona, pero las nubes mostraban que podía desatarse la tormenta en cualquier instante. Siguiendo las indicaciones del pequeño llego hasta un puente que se veía bastante nuevo.

-Déjame adivinar, aquí es donde paso.

-Sí, no he venido desde que sucedió. Tenía que verlo por mí mismo de nuevo.

-Entiendo, al menos eso creo. ¿Mm?

Al voltear noto que se acercaba corriendo un chico de largo cabello rubio, al parecer estaba entrenando, pero antes de llegar a su altura dio la vuelta y siguió corriendo.

-Ese era Kazama.

-¿Kaza-chin? Con ese cabello por un segundo pensé que era una chica.

-Sí, no eres la primer persona que piensa eso.

-¿Debería hablar con él?

-Aun no, por ahora vayamos a buscar a Mizuki.

-Guíame pequeño.

Caminaron por un poco más hasta que se detuvieron y Tsukushi le indico una casa no muy lejana, allí pudo ver a un joven que ayudaba a una mujer en silla de ruedas a ingresar a su casa.

-Son Mizu-chin y…

-Mi Madre… ha pasado tanto desde que la vi… la deje muy sola.

-¿Y tu padre?

-El murió hace tiempo, y no tengo hermanos, quedo devastada luego de que fallecí.

-¿Esta sola?

-No todos tenemos una familia grande como tú, vi las fotos cuando entre, eres afortunado de tener una gran familia.

-Pues no somos precisamente unidos.

-Aun así están ahí para ti, ¿Cómo te sentirías si de pronto quedaras completamente solo en el mundo?

El peli morado lo pensó un poco, era verdad que tenía una gran familia y aunque no fuesen precisamente apegados, no se imaginaba lo que sería perderlos a todos de un momento a otro.

-¿Nos acercamos?

-No, solo… necesito un momento.

-Bien, ya los volviste a ver, ¿Qué piensas hacer ahora?

-…creo que tengo una idea, debemos comprar un par de cosas primero.

Tras guiarlo a una papelería, y comprar un par de cosas, Murasakibara se sentó en una banca y preparo dos cartas, una para cada chico. Después fue al camino que Kazama usaba para entrenar y cuando se acercaba se puso de pie en frente.

-¡AAAAA! Hay, lo lamento yo, me asustaste amigo.

-Sí, lo entiendo. ¿Eres Kazama cierto?

-Claro, pero ¿Tú quién eres? Nunca te he visto por aquí.

-Traigo una carta para ti.

-¿Una carta?

-En ella hay una información que seguro te interesara, bien nos vemos más tarde.

El mayor se fue dejando confundido al rubio que abrió la carta para ver su interior.

-Si quieres hablar una última vez con Tsukushi Tsukamoto, ve al pequeño templo que está cerca del rio durante el crepúsculo, ahí te estará esperando. 

-¿Qué? ¿Qué clase de broma pesada es esta?

En otra parte Murasakibara espero a que Mizuki saliera de la casa y cuando lo hizo le hablo.

-Hey tú.

-¿Ah? ¿Quién eres?

-Mi nombre no es importante, lo que sí es importante es esto que traigo para ti.

-¿Una carta?

-La información en ella te interesa, bien nos vemos.

Igual que Kazama Mizuki se desconcertó ante la información que había en la carta, no era posible que fuera verdad, pues su querido Tsukushi murió hace más de un año, esto tenía que ser una broma cruel e insensible, pero a pesar de todo, no podía evitar sentir curiosidad por ir a ese lugar. Al atardecer ambos chicos se dirigían hacia el pequeño templo cuando al pie de las escaleras se toparon.

-¿Kazama?

-¿Mizuki?

-¿Qué haces tú aquí?

-Podría decir lo mismo.

-Recibí una carta.

-Igual yo.

-No me hace nada feliz esta situación, menos aún el verte. Tomando en cuenta que fue tu culpa que Tsukamoto muriera.

-Ya te he escuchado muchas veces decir lo mismo, pero no fue mi culpa, tu prometiste atraparlo, lo escuche muy bien, pero no lo hiciste.

-Eso fue culpa tuya.

-Tú debías sujetarlo.

La tensión entre ambos aumentaba hasta que escucharon unos pasos y vieron a Murasakibara que bajaba por las escaleras.

-Ya llegaron.

-¿Tu de nuevo?

-¿Para qué nos hiciste venir? No tienes idea de cuánto odio a este sujeto.

-Y yo a él.

-Solo les diré que alguien los está esperando ahí arriba, será mejor que suban, yo iré por ahí a dar un paseo.

Los dos chicos se extrañaban por el comportamiento del extraño, pero sin más decidieron comenzar a subir, evitando voltear a ver al otro. Cuando llegaron a la cima vieron ahí sentado en la puerta del templo a alguien que no debería estar ahí.

-Hola chicos.

-Tsukushi.

-Tsukamoto.

Ambos se movieron lentamente hasta que fueron corriendo y se abalanzaron al pequeño, las lágrimas salieron de forma inevitable, pues aquella persona a la que más amaban se encontraba con ellos de nuevo.

-¿Cómo es posible?

-Tsukushi, tu, pero vimos, no lo entiendo, ¿Cómo es que estas aquí? ¿Vivo?

-Yo… no lo estoy… me temo que en verdad… estoy muerto…

-¿Qué?

-Es una larga historia, he estado atrapado de esta manera desde que morí, pero gracias a un amigo puedo venir a verlos.

-¿Atrapado?

-Yo deje un asunto pendiente al fallecer y ese eran ustedes. Jamás logre decirles, lo que decidí. Mejor dicho lo que descubrí.

-No entiendo lo que quieres decir Tsukushi.

-Concuerdo con Kazama, no lo entiendo.

-Ambos querían salir conmigo, pero yo no podía decidir, la noche anterior mientras pensaba, me di cuenta de cuál era la conclusión a la que llegue y fue que…

Ambos chicos pusieron toda la atención posible, pues finalmente escucharían las palabras que tanto querían saber, finalmente sabrían la decisión que el pequeño tomo, aquella decisión que en el fondo los atormentaba.

-Yo…yo…yo estoy…enamorado…de los dos.

-…¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

-…¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

-Lo que escucharon, yo…me enamore de ambos.

-Pe, pero…

-Sé que se escucha como una tontería pero es la verdad.

-Tsukamoto.

-Déjame explicarme Mizuki, mientras más competían ustedes me era más difícil elegir, con cada acción que hacían… me enamoraba lentamente más y más de cada uno, cuando me di cuenta, era imposible escoger, porque yo…yo…yo hubiera sido feliz estando con los dos.

-…¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

-…¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

-¡AAAAA! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Soy un idiota por pensar de esta forma! ¡No debí decírselos pero es que no podía continuar guardando silencio por más tiempo! ¡Debía decirles lo que sentía! ¡Por favor perdónenme y no piensen mal de mí! ¡Lo siento! ¡Lo siento!

-Tsukushi… es verdad lo que dices…

-…Si…no mentiría con algo como esto…

-(Mizuki) Es solo que, cuesta mucho trabajo entenderlo.

-…a mí me costó más trabajo aceptarlo, ¿Pero cómo no podía enamorarme de ambos? Los dos son bastante apuestos, son geniales, grandiosos, por eso me fue imposible escoger.

-Tsukushi…

-Seguro piensan mal de mí ahora…y seguro no querrán verme nunca más, pero no se preocupen, no volveré a molestarlos.

-No, no es eso, es solo que, es difícil asimilarlo.

-No superamos bien lo de tu muerte y ahora saber esto, bueno, es una noticia impactante.

-Lamento causarles estos problemas.

-(Kazama) Tsukushi, ¿En verdad habrías estado dispuesto a salir con los dos?

-Si, en verdad lo habría hecho.

-…si tú estabas dispuesto, creo que yo… hubiera soportado… compartirte con Mizuki senpai.

-¿En serio?

-Si… a final de cuentas eres lo que más amo y solo quería verte feliz. Aun si eso significara, el compartirte con él. ¿Tú que piensas Mizuki?

-Pues, supongo que yo también habría accedido a compartirte con Kazama Tsukamoto, solo si eso te hacia feliz.

El menor no lo podía creer, el mayor temor de ser rechazado por los otros se desvaneció al ver como ellos, que eran tan diferentes y tan parecidos, estaban dispuestos a la inusual y extraña relación que proponía. Le fue inevitable arrojar una sonrisa y que las lágrimas escaparan de sus ojos, pues se dio cuenta de que la felicidad que creía imposible, pudo haber sido una hermosa realidad. Los tres regresaron al camino juntos y felices por haber arreglado sus diferencias, pero cuando llegaban al puente donde paso todo y cuando los mayores pensaban en que sucedería ahora, una misteriosa y brillante luz blanca apareció a mitad del puente.

-¿Qué es eso?

-Ni idea Kazama, solo salió de la nada.

-Esa luz… significa… que ya es tiempo de que me vaya.

-¿Cómo dices?

-Termine mi asunto pendiente, declararme a ustedes, ahora soy libre de seguir adelante.

-Pero no es justo.

-Tsukushi no puedes irte. No ahora que volvemos a verte.

-Yo tampoco quiero irme, en verdad deseo quedarme y estar con ustedes, sin embargo, ese es un futuro que ya no es factible, he muerto, no hay un remedio para eso, no puedo permanecer con ustedes. Tienen que seguir adelante con sus propias vidas. Seguir adelante sin mí.

-Pero al fin vuelves a estar con nosotros.

-¿Qué será de ti? No sabes lo que te espera haya.

-Estaré bien, no soy tan débil, además tengo amigos que ver haya, tal vez incluso a mi padre, se preocupan de mas, de cualquier forma, yo los estaré cuidando desde el más haya. Siempre velare por ustedes. Jamás podría llegar a olvidarlos, mis únicos y grandes dos amores.

Tsukushi se puso de puntas y les dio un beso a cada uno junto con una sonrisa. Era por demás una situación extraña, muchos dirían que solo es posible amar a una sola persona, pero el demostraba que era posible llegar a amas a dos al mismo tiempo y que esos sentimientos eran tan puros y sinceros como los de cualquier otra relación común. Para los mayores fue la prueba de que su pequeño en verdad los amaba, y ellos sabían también que nunca podrían olvidar a ese jovencito, que les mostro lo que era el verdadero amor. El menor comenzó a alejarse de ellos y caminar de espalda hacia la luz mientras les daba una sonrisa. Pudo ver a la distancia a Murasakibara que se escondía detrás de unos árboles, lo único que pudo pensar fue en decirle gracias, pues fue quien le ayudo a conseguir declararse y pese a no conocerlo mucho lo consideraba un gran amigo. Cuando estaba a un paso de la luz se detuvo y les dijo.

-Kazama, Mizuki, Siempre voy a Amarlos.

Al terminar de decir eso se adentró en la luz y esta dio un destello al mismo tiempo que un rayo iluminaba el cielo para empezar una fuerte lluvia. Ahí de pie quedaron ambos chicos, que aunque empapados por la lluvia, dejaban salir sus lágrimas.

-Se fue, Tsukushi se fue, esta vez para siempre.

-Lo sé Kazama, pero ya lo escuchaste, el estará bien.

-No es justo, porque él ha tenido que morir, si era una persona tan buena.

-Quizás, porque él era como un ángel y un ángel así, tiene que estar en el cielo.

-…Creo que tienes razón, Mizuki senpai.

En casa de la madre del chico, la mujer estaba en la mesa de la cocina disponiéndose a tomar su cena, el ambiente era muy distinto desde la muerte de su hijo, pero por un segundo sintió una extraña corriente de aire y hasta como unas manos se posaban sobre sus hombros, para después escuchar un.

-Te amo mama, siempre estaré contigo.

Al voltear comprobó que no había nadie ahí, que las ventanas estaban cerradas y era imposible que hubiera una corriente de aire, pero rápidamente su estado triste que la acompañaba desde hacía un año se disipo, ahora solo sentía una calma y tranquilidad que no tenía desde hace mucho tiempo. Por lo que solo pudo sonreír.

-Tsukushi.

En la zona del puente los chicos se retiraron y Murasakibara era el único ahí, pronto escucho unos pasos y vio a sus amigos llegar al lugar.

-Oh, al fin llegaron.

-(Akashi) La tormenta nos dejaba avanzar, es más fuerte en Tokio.

-Sí, eso lo sé.

-¿Qué sucedió aquí Murasakibaracchi?

-Digamos que logre ayudar a un pequeño y agradable chico.

-El chico que faltaba.

-Así es Aka-chin.

-(Midorima) Con este ya son los cinco. Kuroko dijo que era la última persona por ayudar. ¿Qué se supone que hagamos ahora?

-(Kagami) Es una buena pregunta. La verdad no nos ha dado más información.

-Quizás Tsuku-chin tenía la información que nos faltaba.

-(Aomine) ¿A qué te refieres con eso?

-El me conto como murió y todo paso por culpa de un camión pesado que hizo que colapsara el puente, si como decían las muertes fueron un hecho planeado, entonces quizá.

-¡La persona del camión es el asesino!

-Exacto Mine-chin.

-(Kise) Esperen ¿Cómo se supone que descubramos eso? Les recuerdo que paso hace un año.

-Tengo la solución, ahí en ese poste hay una cámara de seguridad, y no creo que nadie la haya revisado jamás.

-(Akashi) Debo decir que me sorprendes Atsuhi, no sueles ser una persona tan interesada en algo que no sean dulces, ¿A qué se debe ese cambio de actitud?  

-…solo digamos…que convivir con ese chico me hizo darme cuenta de algunas cosas.

-(Midorima) Conozco a una persona que sabe cómo entrar al sistema de cámaras de seguridad, si tenemos suerte se verá la placa del vehículo y podremos ligar a esa persona con el resto de los casos.

-(Kagami) Habrá que regresar a casa entonces.

-(Kise) Todo esto me recuerda que aún no sabemos nada de lo que le sucedió a Kurokocchi.

-(Akashi) No te preocupes, tengo el presentimiento de que muy pronto averiguaremos que sucedió exactamente.

El grupo se retiró del lugar rápidamente, aunque Aomine quería esperar un poco más en caso de que apareciera Kuroko, por alguna razón sintió que este no se encontraba cerca. Ya de regreso en Tokio el grupo se separó y acordó reunirse al siguiente día en una plaza cercana. Mientras dormía en su cama, el moreno daba vueltas de un lado a otro, pues sentía bastante incomodidad, en su mente veía y escuchaba una y otra vez a Kuroko gritando.

-¡Aomine! ¡Sálvame! ¡Por favor! ¡Sálvame! ¡Necesito tu Ayuda! ¡AOMINE!

El último grito lo hizo despertar asustado y sudando, su sueño fue muy real, jamás mientras fueron compañeros vio a Kuroko tan asustado. Fue entonces que se percató que la ventana de su habitación se encontraba abierta, se levantó para cerrarla cuando ahí en la calle vio de espaldas a Tetsuya.

-Tetsu…

El chico volteo y mostro un rostro muy asustado para después gritar.

-¡Aomine, Sálvame!

En un instante este desapareció, el moreno por su parte ahora entendía que su pequeño amigo celeste se encontraba en un grave peligro y dependía de él y los demás el poder salvarlo. 

Notas finales:

Fue demasiada larga esta parte de la historia, no fue que lo planeara solo sucedió. Esa historia volverá a enfocarse en la pareja AoKuro en lo que resta del fic, pero aún quedan un par de misterios por descubrir, misterios y personajes que Aomine y los demás conocerán. Aparecerán todavía personajes de otras series deportivas, pero ya solo como invitados especiales y no como parte de la historia. 


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