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Asuntos Pendientes por Nekoboy mty

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Notas del capitulo:

Cuenta la leyenda que si me dan un review puedo acceder a sus peticiones XD Les traigo el nuevo capítulo, esta vez de Haikyuu. Pareja KageyamaXHinata. 

Capítulo 7: Un Amor Perdido Parte 1

Una figura observaba desde la lejanía al grupo de chicos, y no podía estar más molesto por lo que acababa de pasar.

-Otra vez intervinieron, me han vuelto a quitar una pieza, algo que es mío, supongo que ya es momento de comenzar a actuar, debí deshacerme de ellos cuando pude hacerlo.

La figura desapareció en las sombras, y la noche transcurrió con normalidad. Al siguiente día el grupo se reunió en el parque con las canchas de básquet que siempre frecuentaban, era necesario decidir lo que harían a continuación.  

-¡Fue justo como la vez anterior! ¡Kurokocchi apareció al final en frente de nosotros!

-(Midorima) He de admitir que no estaba seguro de que en verdad sucediese, pero parece que el aun quiere decirnos algo.

-(Kagami) Él dijo que nos volveríamos a ver, y que íbamos por buen camino, pero no logro entender del todo esa parte.

-(Akashi) Sin duda tiene un plan para nosotros, si no, no se hubiera molestado en volver a aparecer cuando ayudamos a Nana Sakurai con su asunto pendiente.

-(Mura) Pero entonces Kuro-chin ¿Quiere que ayudemos a otras almas en pena?

-Eso es lo que parece, ¿Tu qué piensas de todo esto Aomine?

-…Tetsu siempre ha sido un tanto misterioso, no es fácil saber lo que está pensando, pero creo que por lo pronto habrá que seguir su juego, según Kise la primera vez solo apareció y se fue, en esta ocasión al menos nos dijo unas palabras, quizá si volvemos a repetir esto, me refiero a ayudar a alguien, puede que nos diga más cosas y nos explique lo que está haciendo.

-Entonces habrá que continuar con el plan, ah… Tetsuya siempre tan extraño como siempre. Todos tómense un pequeño descanso, nos reuniremos en el callejón en una hora y veremos quien más está ahí, no sé ustedes pero presiento que debe haber una razón más para que esas personas estén ahí con él.

El grupo comenzó a dispersarse para respirar un poco antes de volver a involucrarse con el asunto paranormal, para todos esta era una situación que nunca en sus vidas hubiesen podido imaginar, pues a final de cuentas quien esperaría terminar ayudando a un grupo de almas en pena mientras intentan averiguar que fue de su propio amigo. Todos habían sido afectados de alguna manera, pero ahora sabían que podían estar cerca de averiguar qué era lo que sucedía en realidad. Midorima se había dirigido a comprar alguna bebida y un bocadillo pues estaba seguro de que no tendría oportunidad de comer si tenían que ayudar a otro espíritu. Tan sumido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que al pasar frente a un ventanal de la tienda en el reflejo de este aparecía un pequeño chico de cabello naranja que trataba desesperadamente de llamar su atención. Midorima siguió avanzando sin haber visto al pequeño, el cual solo se frustro por ser ignorado, a lo largo del camino por cada espejo que pasaba el chico trataba en vano de llamar la atención del otro. Finalmente transcurrió la hora y el grupo se reunió nuevamente en el callejón para dirigirse hacia el restaurante, pero cuando llegaron ahí les llamo mucho la atención que había un pequeño letrero colgando en la ventana de la puerta.

-Cerrado, vuelvo más tarde- parece que ese sujeto Aoba salió un momento.

-¿Aoba salió? ¿Pero hacia a dónde Akashi?

-No lo sé, tal vez esté buscando a alguien que pueda cubrirlo si decide dejar este lugar.

-(Kise) Pero si no se encuentra, no podremos entrar ni ver a nadie.

-Eso parece.

-(Kagami) Entonces… ¿Qué se supone que haremos ahora?

-…Si Aoba no se encuentra no podemos ingresar, además por lo que parece tampoco nadie está adentro, no tenemos forma de saber en qué momento volverá, lo mejor será retirarnos por ahora y volver mañana, quizá entonces podamos hacer algo.

-(Aomine) Pero, pero…

-(Mura) No hay nada que hacer Mine-chin, como dijo Akashi mañana veremos si podemos resolver algo.

-Ah…supongo que tienes razón…

-(Akashi) Descuida Aomine, ya encontraremos una forma de ayudar a Tetsuya.

El grupo comenzó a retirarse siendo Midorima el último en hacerlo, para él era demasiado extraño que el restaurante estuviese cerrado pues se supone que Aoba no salía del lugar, tan sumido estaba en sus pensamientos que cuando se dio cuenta ya había quedado solo, el chico pronto se puso en marcha y empezó a pasar por entre los callejones, cuando de pronto al pasar justo en frente de una ventana un chico de cabello naranja apareció en ella dándole un terrible susto que lo hizo caer al suelo.

-¡¿Qué diablos?!

El chico le hacía señas de que tomara su celular y fue entonces que recordó que de esa forma era que podían comunicarse con los fantasmas, el chico rápidamente desapareció de la venta y Midorima intuyo que era para hablarle, lo cual se confirmó cuando escucho su voz.

-Ah, al fin, pensé que nunca te darías cuenta. 

-¿Quién rayos eres tú? ¿Acaso eres uno de los del restaurante?

-Asi es, mi nombre es Shōyō Hinata, un gusto en conocerte Midorima Shintarou

-Sabes quién soy.

-Por supuesto, un compañero de la escuela secundaria una vez te enfrento en un partido, además de que los he visto últimamente en el restaurante, tú y los otros ayudaron a Nana a seguir adelante ¿Cierto?

-Asi es. Oye ahora que lo pienso ¿Tu sabes porque este cerrado el restaurante?

-Quisiera decirte que lo sé, pero te estaría mintiendo. Esta mañana cuando me dirigía ahí como de costumbre me encontré con otros espíritus que estaban en la entrada igual de desconcertados que ustedes, en el año que tengo de venir aquí nunca había cerrado.

-Entonces esto es un misterio para ustedes como para nosotros.

-Exacto.

-Un segundo, dijiste que estabas tratando de llamar mi atención desde hace rato ¿Significa que me estabas siguiendo?

-Asi es, estuve buscando a cualquiera de ustedes pero tú fuiste el primero que encontré.

-¿Intentabas decirnos que estaba cerrado?

-No, yo tenía mis propios motivos, veras, lo que sucede es que quiero su ayuda.

-¿Nuestra ayuda?

-Sí, su ayuda, ya estoy harto de estar atrapado de esta forma y por eso es que querían que me ayudaran a resolver mi asunto pendiente.

-Porque no esperas un poco y me dejas comunicarme con el resto.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

-¡AAAAA! ¡Diablos no grites!

-Veras es que mi asunto pendiente, puede ser un tanto malhumorado y no creo que escuche si tiene a mucha gente a su alrededor. Por eso es que tiene que ser solo uno, y creo que eres la mejor opción tomando en cuenta como es el.

-¿Entonces que sugieres que haga?

-Te contare todo mi plan cuando lleguemos a tu hogar.

-¿Mi casa? ¿Por qué quieres ir haya?

-Porque aunque tengas el celular la gente no tardara en pensar que estás hablando solo y te tomaran por loco, una vez que lleguemos a tu casa podremos hablar más tranquilamente. Tu descuida yo te seguiré todo el camino.

Midorima finalmente bajo el teléfono un tanto desconcertado por lo que acababa de pasarle, tras decidir no pensar más en el asunto decidió continuar con su camino, mientras atravesaba las calles de la ciudad al pasar por los ventanales o los espejos de cualquier parte podía notar al curioso chico de cabello naranja siguiéndole, pero parecía que nadie más se daba cuenta de su presencia en los reflejos. Después de un rato finalmente llegaron al hogar de Midorima y este agradeció tanto que no hubiese nadie en ese momento, pero lo que más le sorprendió fue que de pronto pudo comenzar a ver al chico ahí en la sala de la casa.

-¡¿Pero qué rayos?!

-Ah, esto es más cansado de lo que recordaba.

-¿Puedes aparecer en verdad?

-Sí, pero toma mucha energía, después de esto tendré que descansar un buen rato.

-Bueno ahora explícame, de que querías hablar.

-Oh claro, pues mira como ya he dicho necesito arreglar mi pendiente y como ya han ayudado a otros, también quiero que me ayuden, solo que mi pendiente tiene un poquito de mal temperamento y es mejor abordarlo de uno solo. Por eso es que necesito de tu ayuda, pareces ser el más sereno de todos y estoy seguro que eso servirá para tratar con él.

-¿Pero quién es tu asunto Pendiente?

-Él se llama… Kageyama Tobio…

-Hinata, ¿Qué te sucedió?

-Ah, no me gusta recordar eso.

-FLASHBACK-

Hinata estaba llegando junto al resto de su equipo a Tokio,  pues tendrían un partido de práctica contra otra escuela, y debido a lo largo del viaje tendrían que quedarse al menos tres días en la ciudad, lo cual significaba que por lo menos tendrían tiempo para divertirse durante un rato. 

-¡Me alegro tanto de visitar la ciudad! ¡Me encanta poder ver qué novedades hay!

-Cierra la boca enano, porque siempre tienes que llamar la atención de todo mundo, estamos en la capital, no puedes ser así de impulsivo.

-Como siempre tú de amargado Kageyama. Sabes deberías de sonreír más.

-¿Sonreír?

-Es que con lo enojón que eres un día no podrás hacer otra expresión que no sea de molestia.

-¡HINATA!

-¡AAAAAAAAAA! ¡Lo siento! ¡Olvida lo que dije!

-¡Hey chicos dejen de pelear quieren!

-Nishinoya senpai.

-Chicos no tenemos tiempo para sus discusiones tontas, el partido será el día que partamos una vez que termine regresaremos a casa, pero hasta entonces intenten no matarse en estos tres días.

-Oh entendido.

-Ah, solo no te entrometes en mi camino Hinata.

-(¿Qué le sucede?)

Mientras Kageyama se alejaba Hinata aprovecho para alcanzar y hablar con su senpai sobre una cosa que lo inquietaba.

-Nishinoya senpai, no crees que Kageyama ha estado de más mal humor que de costumbre.

-Si lo he notado, desde hace un tiempo que esta así, pero no se la razón, ¿Tú no tienes alguna idea?

-Ninguna, creí que todo estaba bien, pero últimamente se enoja por casi todo, y hasta es más ofensivo conmigo que al principio cuando entramos a Karasuno.

-Tal vez solo está de malas, a veces la gente se pone así sencillamente, tenemos algunas tensiones en la vida y no andamos de humor para estar con nadie.

-Pero creí que el ya había cambiado, digo ya era más amable.

-¿Qué tal si intentas hablar con él?

-Ah, es que yo…

-Oh es cierto lo olvide por un momento.

-¿Qué voy a hacer?

-Decirle.

-¡Decirle! ¡Ya ves como esta de furioso últimamente! ¡Decirle lo que siento por el sería un acto suicida!

-Pues si no se lo dices solo estarás sufriendo.

-Pero yo, no quiero que Kageyama me odie.

-¿Qué importa si el no siente lo mismo que tú por él? Digo aún hay muchos peces en el mar, si las cosas no se dan solo enamórate de alguien más.

-Es que no es tan fácil, no creo enamorarme así por nadie más.

-Ah, Hinata de verdad que estas perdidamente enamorado, mira este asunto no me incumbe, pero creo que deberías confesárselo eventualmente, aunque no necesariamente ahora, en parte tienes razón, con su humor actual sería una terrible idea.

-Ah…que voy a hacer.

Ambos chicos ingresaron a la estancia donde el equipo se quedaría mientras estuviesen en la ciudad, si bien todos iban a dormir en una de las mayores habitaciones Hinata no pudo evitar maldecir su suerte cuando le toco dormir justo al lado de Kageyama, porque de entre todas las personas del equipo tenía que terminar cerca de él era algo que jamás sabría, lo único que pudo hacer fue voltearse dándole la espalda esperando que el otro no se enfadara con el sin ninguna razón. Al siguiente día se tuvieron temprano un entrenamiento en una cancha publica en el parque y justo como lo esperaba él y casi todo el equipo Kageyama estaba de mal humor nuevamente, era como si hubiese vuelto a ser aquel chico creído y egoísta que era al principio, como si el Rey de la Cancha hubiese regresado. Al finalizar el partido su humor no cambio en lo absoluto, la única idea que tuvieron los senpais era dejar el resto del día libre para que los chicos exploraran la ciudad y pudiesen distraerse y desestresarse un rato. Debido a que era una ciudad muy grande nadie debía alejarse por su cuenta por lo que todos debían estar siempre junto a alguien y trágicamente para Hinata le toco estar de pareja con la persona que menos quería en ese momento.

-¡Hey Hinata no te quedes atrás!

-¡Oh Claro Kageyama!

-¡Tsk! ¡Retrasándote como siempre!

-Lo lamento no fue mi intención, solo me distraje un poco.

-¡Tienes que ser más serio! ¡¿Quieres?! ¡No puedes ir por la vida distrayéndote como si nada pasara! ¡Menos aun en una ciudad como esta!

-Si lo entiendo.

-Ah, ya me hiciste que me molestara.

-(¿Ah? ¿No estaba molesto ya?)

-Mira esa tienda de equipos deportivos, entremos y veamos que tienen.

-Lo que tú digas Kageyama.

Ambos chicos entraron al local y comenzaron a observar todo lo que tenían, a Hinata de inmediato le encantaron los balones que había mientras que Kageyama se concentraba más en todos los tenis disponibles.

-Oh, me encantaría comprarlo, pero es muy caro.

-Hey Hinata ya hay que irnos.

-¡¿Qué ya compraste?!

-Si ya lo hice, ahora vámonos.

-Pe-pero…

-¡He dicho Vámonos!

-(Ah definitivamente anda de mal humor, quizá deba intentar averiguar el porqué).

Ambos chicos estaban recorriendo las calles y el menor no podía evitar mirar al mayor todo el camino, así mismo este se había percatado de que el otro no paraba de mirarlo.

-¿Se puede saber porque no dejas de mirarme?

-Am Kageyama, yo quería…yo quería…

-¿Qué cosa?

-Yo quería preguntarte, ¿Porque últimamente estas tan enojado?

-¡¡¿¿QUE DICES??!!

-¡AAAAA DISCULPA! Es solo que desde un tiempo pareces estar de más mal humor que de costumbre y eso nos tiene preocupados a todos.

-¡Si estoy de mal humor eso no les incumbe! ¡Además ya saben que mi humor es así por lo general! ¡No entiendo porque tanto alboroto!

-Ah sí, olvida lo que dije no te volveré a preguntar. 

-¡Pues más te vale! ¡Porque si no entonces van a conocer cuando estoy realmente enojado!

Kageyama comenzó a avanzar más rápido dejando un poco atrás al otro que no entendía esa explosiva agresividad ante una simple pregunta.

-(Si tiene algún problema debería contárselo a alguien, no tiene por qué reaccionar tan agresivamente si algo en su cabeza lo ha estado molestando… yo escucharía lo que quiera decir, siempre y cuando no me arroje contra una pared o algo por el estilo).

-¡Hinata ya te dije que no te retrases!

-¡Ah sí lo lamento! ¡Ya voy enseguida!

El resto del día Kageyama continúo con su mal humor reaccionando agresivamente ante cualquiera que le hablara. Pese a que tenían planeado seguir entrenando ese día durante la tardes, decidieron que dado su estado no era buena idea intentar nada y que mejor el siguiente día que tuvieran el partido de practica fueran con todas sus fuerzas desde el principio para poder ganar. Nuevamente esa noche al pobre Hinata le toco dormir justo al lado del mayor, el chico estaba dándole la espalda temeroso de que en cualquier momento el otro se enfadara y le asesinara.

-(Ah…Kageyama… ¿Por qué estarás tan molesto?...No recuerdo nada que te haya echo enfadar tan repentinamente, es como si solo estuvieras de mal humor siempre y no puedo evitar preguntarme la razón…quisiera poder averiguarlo…y si lo hago haría todo lo posible por arreglar lo que te molesta…y así quizá…tal vez entonces yo…pueda confesarte lo que siento).

Hinata sentía la necesidad de voltearse a ver el rostro de Kageyama pensando en que al menos mientras estuviera dormido no habría problema de hacerlo, tratando de no alargar el asunto lo hizo rápidamente pero su expresión serena cambio a una de terror al observar a Kageyama que seguía despierto y lo miraba con su típica cara de enfado.

-A…a…a…a…a…

-Voltéate de tu lado si no quieres que te golpee.

-Ah…ah…Si… (Que aterrador, ¿Desde hace cuánto que está despierto?).

La noche pasó largamente para el pequeño pues temía que si llegase a voltear de nuevo el otro estuviese nuevamente despierto y esta vez cumpliera su amenaza, fue en esos momentos que el chico comenzó a pensar como era que había terminado enamorándose del otro. Probablemente fue desde la primera vez que se vieron en secundaria, y ese sentimiento solo aumento cuando se reencontraron en preparatoria, pero no importaba cuan fuerte fuesen sus sentimientos, ya que sentía que de llegar a decírselos al otro solo tendrían más problemas. Tratando de no darle más vueltas al asunto decidió intentar dormir de una buena vez, pero mientras lo intentaba no podía evitar sentir la mirada intensa de Kageyama sobre él.

Al amanecer del siguiente día las cosas no estuvieron mucho mejor, si bien todos evitaban hablarle era evidente que seguía estando enfadado, esta situación no hacía más que preocupar a sus amigos pues no entendían que era lo que tenía tan molesto al chico. Y como la mayoría tenia demasiado miedo para acercársele fue a Hinata a quien enviaron para estar junto a el hasta que regresaran al partido de práctica. Ambos chicos salieron a recorrer las tiendas de un centro comercial pero para cualquier persona era visible lo tenso del ambiente entre ellos dos, pues el más alto caminaba con una expresión en su rostro que parecía decir –Odio  todo el mundo-, mientras que el menor que iba  a su lado parecía decir –No me lastimes-.

-Amm…Kageyama… ¿Hacia dónde vamos?

-No lo sé yo te estaba siguiendo.

-Ah, bueno, ya es la tercera vuelta que damos por estas tiendas ¿Hay algo que quieras ver?

-No mucho en realidad.

-¿Quieres ir a comer algo?

-No tengo hambre.

-¿Te gustaría jugar en el Árcade un rato?

-No soy muy aficionado a esas cosas.

-(Ah, me dejas sin opciones) ¿Te parecería practicar en algún lado?

-No, igual tendremos partido más adelante y estamos más que listos para él.

-Bueno, entonces ¿Qué te parece regresar a la estancia?

-No quiero, me sofoco en ese lugar.

-¡AAAAA! ¡Nada te gusta!

-¡¿Qué dices?!

-¡NADA! Bien ya que no quieres hacer nada específicamente, ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

-¿Algo como qué?

-No lo sé, el clima, las clases, tus sueños, o tal vez ¿Quieras hablar de la razón que te tiene tan molesto últimamente?

-¡Yo no estoy molesto para nada!

-¡Si lo estas y ahora mismo te encuentras en negación!

-¡Este es mi humor natural! ¡No estoy molesto por nada!

-¡Eso es otra mentira! ¡Ya tenemos cierto tiempo de conocernos y puedo asegurarte que estas molesto por algo!

-¡Que no es así! ¡Con una mierda!

-¡Claro que estas molesto! ¡Si no, no estarías maldiciendo! ¡Entonces cuéntame! ¡¿Qué rayos es lo que te tiene tan molesto?!

-¡Por ultima maldita vez no estoy molesto por nada!

-¡Kageyama si hay algo que te moleste puedes contármelo!

-¡No hay nada que contar! ¡Por que no estoy molesto!

-Ah, eres imposible, no hay quien te entienda.

El pequeño comenzó a alejarse rápidamente mientras era perseguido por el otro hasta que terminaron en un parque.

-¡Hey Tarado no te alejes!

-¡Puedo hacer lo que quiera! ¡Tú no me das órdenes!

-¡Tsk! ¡¿Por qué diablos eres tan irritante?!

-¡¿Y tú porque diablos estas tan enfadado?!

-¡Eso no te incumbe!

-¡Aja! ¡Lo sabía hay algo que te molesta y acabas de confirmarlo!

-¡No te quieras pasar de listo! ¡No es el caso!

-…Kageyama…no sé qué te pasa, pero…si yo te llegara a contar algo muy personal, ¿Tú me contarías que es lo que tienes?

-Ah…por última vez no tengo nada…pero si en verdad quieres contarme algo eres libre de hacerlo.

-(No es la respuesta que esperaba, pero bueno aquí voy, quizá si se lo diga, el también pueda explicarme lo que tiene) Bien. Am, Kageyama…yo…bueno yo…quiere decir…tu…es que tu… ¡Es que tú me gustas!

-… ¿Ah?... ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

-¡Por favor no reacciones así! ¡Guarda la calma un momento!

-¿Qué dices?

-Ya me escuchaste, Kageyama tú… tú me gustas.

-Ah…Hinata…

-Escucha, yo sé que esto te puede parecer extraño, entiendo eso, de hecho me tomo mucho comprender estos sentimientos que tenía, pero ya no puedo seguir callándolos, es por eso que te los estoy confesando. Kageyama, estoy enamorado de ti. 

-Hinata… yo no…no sé qué decirte.

-No espero una respuesta inmediata, pero bueno ahora que tú ya sabes algo tan importante sobre mí, ¿Crees que puedas contarme que es lo que te tiene tan enfadado?

-Oh, yo no, no puedo decirte eso.

-¿Qué? ¿Pero por qué?

-No es de tu incumbencia.

-¡¿Qué?! ¡Pero Kageyama! ¡Te acabo de confesar mi mayor secreto y tú dices que ni aun así puedes contarme que es lo que te tienes!

-Exacto.

-Pero, pero, ¡No es justo! ¡Kageyama! ¡Por dios cuéntame de una vez que es lo tienes!

-¡Ya te he dicho que no lo hare!

-¡¿Por qué no?! ¡¿Cuál es el problema con hacerlo?! ¡Solo dímelo y ya!

-¡No voy a hacerlo! ¡Y ya deja de molestarme de una buena vez Hinata!

-¡No voy a dejarte en paz hasta saber qué es lo que te pasa!

-¡Pues no importa lo que hagas! ¡No pienso decírtelo!

-¡No es justo! ¡De verdad que no es nada justo! ¡Yo te confieso mis sentimientos y tú no me tienes la confianza para decirme lo que tienes!

-¡Ya déjame de una buena vez Hinata!

-¡Ya te dije que no lo hare! ¡Voy a seguirte hasta averiguar que rayos te pasa! ¡Porque yo…

Hinata recibió un golpe del lado izquierdo del rostro que lo hizo caer al suelo, mientras se frotaba la zona adolorida por el golpe, fue que se dio cuenta que le había dañado, nadie más ni menos que el chico del cual estaba enamorado y que ahora lo miraba con una expresión de furia en el rostro.

-Kageyama…tu…

-Te dije que me dejaras en paz.

-Ah…

-Levántate quieres, hay que regresar con los demás y prepararnos para el partido.

-Tu…

Hinata se levantó rápidamente y se fue corriendo en dirección opuesta, estaba bastante dolido por lo que el otro le había hecho, pero no por el dolor del golpe, ese no era nada comparado con el dolor emocional que tenía. Kageyama solo le gritaba que regresara, ya que no debía alejarse del otro mientras estuviesen en la ciudad, pero cuando el menor salió de su vista, solo lanzo un grito al aire, maldijo un par de veces y se regresó muy enfadado a buscar al resto del equipo. Cuando regreso con ellos, estos estuvieron muy molestos por su actitud y por haber dejado al menor irse solo. Durante el resto del día todos se pusieron mejor a buscar a su compañero e inclusive faltaron al partido de práctica que tenían programado, las horas pasaron y no había rastro del chico, no contestaba a su celular y no parecía estar por ningún lado. Su preocupación solo se convirtió en temor cuando se volvió de noche y Hinata seguía sin aparecer, en ese punto Kageyama ya también estaba terriblemente preocupado, pues presentía que algo malo le había sucedido al chico. Durante su búsqueda paso al lado de un oscuro callejón, todos los que pasaban por la calle ignoraban el callejón como si ni siquiera existiera pero el por alguna razón no pudo evitar voltear al verlo, se adentró un poco en él y vio una luz que parpadeaba del otro lado de un gran contenedor de basura y cuando llego hasta ella vio ahí en el suelo una inmensa mancha de sangre, era una cantidad muy grande, definitivamente algo terrible había sucedido ahí. Cuando apenas estaba reaccionando fue que vio algo en el suelo que llamo su atención, al fijarse en lo que era su expresión cambio a una de terror pues ese era uno de los tenis de su compañero, no había ninguna duda que era de él, por lo tanto eso significaba que toda esa sangre debía pertenecerle a él, algo en verdad espantoso le había ocurrido a su amigo.

-FIN FLASHBACK- 

Notas finales:

Continua en el siguiente capitulo. 


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