Para Furihata Kōki no es algo fácil. Debía permanecer entre las sombras mientras sacaba las cartas astrales para los que las pedían, buscando las predicciones para cada día que sucedía y los objetos de cada uno de los signos correspondientes. Todo detrás de una máscara, el era la sombra de ese programa y de esa adivina.
Siempre quiso ser algo más que un simple astrólogo, su familia tenía conexión con chamanes y gente que realmente hacia magia, incluyendo a familias gitanas. Pero trabajar para Oha Asa era lo que más le generaba dinero en vez de leer las cartas para algunas personas.
La gente de hoy no suele creer en la magia, antes si, pero ahora…
Solo quedaba gente como Midorima Shintarō quien permanecía fiel a las predicciones de la Oha Asa, lamentablemente solo de esas personas como él es con lo cual podía seguir manteniéndose en vigencia aunque fuese de esta forma, sin que nadie conociese quien realmente hacia las predicciones.
Pero las cosas cambiarían, quizás no precisamente a su favor, pero las cosas cambiarían y aunque no lo sabía, algo presentía.
El amor y el desamor son emociones que pueden alternarse entre ellas y crear que una motive a la otra.
El nunca creyó realmente en el amor, en el principio solo quería una novia solo para experimentar la sensación de tener una pareja, se motivo para ser el mejor en el básquet, pero comparado con los milagros el era una basura.
Aunque le agradó el básquet al final, se olvido de la chica pues sus ojos se posaron en los ojos de aquel de ojos rojos, el antiguo capitán de Teiko. Aunque no podía superar la mirada intensa de esta, tenía una presencia tan imponente que aterraba, era demasiado sensible a las miradas y en la mirada de aquella persona podía ver cosas, muchas cosas que le atraían y le asustaban a la vez. Aunque le dijeron que Akashi había cambiado y lo sabía. De hecho fue por eso que se atrevió a acercarse después de la fiesta de Kuroko.
E intentar conquistarlo.
Pero el día que lo hizo fue rechazado sin piedad, el pelirrojo en ese momento salía con Reo Mibuchi.
Una razón más para no creer en el amor. Le costaba mucho volver a entregar su corazón a alguien, lo verdaderamente importante son los amigos y no alguien que usara y pisoteara tus sentimientos como si fueran basura.
No importaba ya en ese momento, lamentablemente Akashi sin desearlo grabó su nombre en el corazón de Kōki. Este podría superarlo, pero jamás olvidarlo.
Ese es el tipo de amor que entrega un escorpión, intenso, apasionado y con más profundidad que ningún otro. Escorpio representa la muerte y los cambios bruscos. Pocos soportan el amor que entrega un escorpión pues prácticamente "quema" a su pareja con su pasión, tal vez con sus celos aleje a los demás, pero nadie siente más que él.
Los escorpiones en realidad solo aman a una persona en toda su vida.
Kōki quería convencerse que no se había enamorado de aquel emperador que le había roto el corazón. Pero era tarde, lo había estado. Se había enamorado definitivamente. El era su persona, ese era el problema.
De todos modos Escorpión y Sagitario no son compatibles.