Familia
Universidad Amestris, la universidad más prestigiosa de Central, únicamente para mentes brillantes o hijos de empresarios, modelos, etc, etc. Entre la multitud de jóvenes estudiantes resalta Riza Hoemhein, hija del físico Van Hoemhein y la humilde pero hermosa Trisha Elric de Hoemhein. Riza no era hija de sangre del matrimonio, fue por medio de la adopción que llego a brazos de sus amorosos padres, tiempo después, Trisha se sometió a unas terapias para poder engendrar un hijo, al final, después de 6 años lo logró dando a luz un Doncel, de cabello y ojos dorados , 1 año después dio a luz a otro Doncel, de cabello dorado oscuro y ojos café oscuro. Estos pequeños fueron nombrados como Edward y Alphonse Hoenheim Elric respectivamente, Riza al ver a sus hermanos, bueno medio hermanos, se sintió desplazada, pero ellos jamás la dejaban, ella los sacaba de su habitación pero ambos insistían en verla, un día, ambos hermanos, cansados del rechazo de su Riza Ne-san decidieron tomar cartas en el asunto. Tomando una hoja blanca del estudio de su padre y sus crayolas fueron a la sala a hacer lo que los niños de 5 y 6 años deben hacer para arreglar un problema… ¡Un dibujo para su hermana mayor! Pusieron todo su corazón, esfuerzo e imaginación pero sobre todo amor en su dibujo de trazos infantiles, después, al no saber escribir, recurrieron a su madre con una crayola de color café rojizo como el color de los ojos de su hermana y le pidieron que les escribiera en su dibujo “¡Te queremos Riza nee-san!” Su madre estaba orgullosa de ellos, sus pequeños amaban a su hermana, no hay mejor dadiva para una madre que ver a todos sus hijos unidos, tomo el crayón y con la letra más hermosa que pudo, escribió la leyenda.
Emocionados por su logro tomaron el dibujo y corrieron escaleras arriba al cuarto de su hermana, Riza estaba en esos momentos cepillando su corto cabello rubio, lo único que creía ella, la podía unir a su padre, de repente, 3 toques de unas pequeñas manos sonaron en su puerta para después dejar de insistir, ofuscada y soltando aire por la boca azoto el cepillo en su tocador y abrió la puerta con enojo, pero cual fue su sorpresa al no ver a sus pequeños hermanos detrás de esta, en cambio, había un dibujo obviamente hecho por uno o más bien dos infantes, estaban Riza, Van, Trisha, Ed y Al en el dibujo y atrás de la hoja un dibujo de los tres hijos de la familia, Riza con un vestido de heroína mientras que Ed y Al la miraban asombrados y la leyenda obviamente escrita por su madre “¡Te queremos Riza neesan!”. Ese dibujo fue un golpe directo a su corazón, guardo el dibujo en el cajón de su mesa de noche y bajo a buscar a los autores de ese dibujo, con lágrimas en los ojos bajo y los miro jugando con un tubo de ensayo de su padre, los niños se crisparon al verla llorar, el dibujo no debió de haber funcionado, los regañaría, se tomaron de la mano y se pusieron cabizbajos, esperando el regaño de su hermana mayor más este no llego, en cambio un abrazo seguido de muchos “lo siento” seguido de más lágrimas fue lo que recibieron, los niños abrazaron a la joven, aspirando el dulce y suave perfume que esta usaba y así, Riza, se sintió de nuevo en su hogar, pero ahora, con dos nuevos miembros en ella.
Regresando al tiempo actual, Riza llevaba el dibujo de sus hermanos como protector de una carpeta blanca, llena de hojas donde se hallaban sus trabajos escolares, el tiempo había desgastado el dibujo, pero Riza se había encargado de protegerlo bastante bien durante los 7 años que tenía ese dibujo, ahora sus hermanitos, iban a la secundaria, Edward era un genio en química, como su padre, Alphonse en artes plásticas y matemáticas y siendo donceles , hermosos, no solo lo decía porque eran sus hermanos, sino por la cantidad de chocolates, flores, peluches, dulces y demás cosas que llevaban a casa a la semana, los donceles más solicitados de la secundaria Risenbool, tanto chicas como chicos buscaban a sus hermanos, Alphonse tenía una pequeña fijación en alguien más grande que el, más el nombre lo ignoraba, en cambio Edward, para ser un doncel, era demasiado rudo y tosco, mucho más que un varón pero eso no le quitaba su belleza, su cuerpo bien trabajado pero sin llegar a ser exagerado, su carácter explosivo y su belleza le hacían muy interesante a los ojos de sus pretendientes.
Riza podía notar que entre todos los regalos resaltaba un nombre muy peculiar “Envy” ese nombre estaba en la mayoría de los regalos, tulipanes traídos de diferentes países, golosinas incluso con marca de agua en las cajas, made in Europa, china, Rusia e incontables países más y una que otra joya para nada pequeña eran los que llevaban el nombre de ese tal Envy, Riza se quedó impresionada, no es que ella no tuviera pretendientes, no, sino que ella ya había escogido a su único amor, Roy Mustang, hijo de un empresario y una modelo rusa, Roy llevaba la carrera de administrador de empresas, sería como su padre decía y llevaría a las empresas Mustang más alto que su progenitor y a los hijos de ambos no les faltaría nada, Riza reía ante eso, le agradaba la idea de formar una familia con Roy, era apuesto, inteligente y responsable, al conocerlo era un mujeriego de ley, pero al empezar a salir con la rubia, eso había quedado en el pasado, no más citas que no fuesen con su novia, no más salidas a discotecas con Maes Hughes, su mejor amigo, con el tiempo Maes se hizo amigo de Riza y le confeso que se sentía atraído por un doncel, ¡7 años menor que el! Le confeso sentirse muy mal pero ella lo animo a confesarsele, eso si, tendría que esperar sino quería terminar en la cárcel, rio al ver la cara de frustración y el aura azul que rodeo a su ahora amigo. Las clases de la universidad habían concluido, Roy y Riza caminaban a la casa de la chica
-Roy-le llamo con voz dulce al pelinegro –
-Dime Riza-le sonrio el de ojos rasgados-
-Mis padres ya saben de lo nuestro y pues…-jugó con sus dedos sin soltar su amada carpeta-¿quieres cenar hoy con nosotros?
-¡Por supuesto!-sonrio entusiasmado el pelinegro-
-¡Oh que bien! Conocerás a mis hermanitos y mis padres-sonrio de oreja a oreja la rubia-
-Me ganare a mis cuñados de seguro no querrán que les quite a su heroína-sonrio zorrunamente abrazando a la rubia de la cintura-
-Eres un tonto Mustang-rio la chica dándole un suave beso golpe con su carpeta para luego besarse dulcemente y seguir su camino a casa de su novia-