Ya en un nuevo día, los caballeros estaban presentes en el templo de Aries esperando a los demás. Algunos llevan muchas maletas y otros se preparaban porque no sabían nadar. Sólo esperaban a la diosa de la sabiduría y otros de sus compañeros para ya marcharse, esperaron por varios minutos hasta que por fin llegó la joven.
Saori: Buenos días mis queridos caballeros. – sonríe.
– Buenos días, Athena. – saludaron todos.
Saori: Vámonos de una vez.
Mu: Tenemos que esperar a…
Shion: Buenos días, caballeros.
Milo: ¿Qué hace aquí, patriarca? – preguntó confundido.
Shion: Decidí acompañarlos para divertirme un rato. Los caballeros de bronce se ofrecieron en cuidar los templos y los de plata estarán en respectivos lugares del santuario.
Géminis pensaba que sería un día donde podía estar acortejando al de Aries, pero ahora tendría que hacerlo a escondidas. Debía de controlarse o terminaría matando a la borrega mayor. Para no observar el gran beso que se daba la pareja decidió ponerle atención su pequeña hija que estaba entusiasmada, así olvido todo por unos minutos.
Unos minutos después llegó la pareja feliz del santuario y los tres frutos de su amor, saludaron a cada uno de los caballeros y pensando que ya estaban todos observaron como venían dos amigos más. Lira y Siren llegaron juntos, obvio que el gemelo menor sintió grandes celos que llegaran al mismo tiempo, pero se encargaría ser ese día su sirenito y él.
Kanon: ¿Por qué llegaron juntos? – indagó.
Sorrento: Orfeo fue muy caballeroso en pasar por mí ya que el señor Poseidón no me dejaba venir.
Kanon: Ah, interesante…
Orfeo: ¿Ya nos vamos? – preguntó.
Todos asintieron y partieron para llegar lo antes posible. Cada quien conversaba con personas importantes. Shura le comentaba varias cosas Aioria y provocaba los celos de Aioros, Death y Afrodita no decían nada sólo conversaban de cosas importantes, mientras que el de cabellos celestes tomaba la mano de su querido Torito, Radamanthys y Shaka cuidaban a sus hijos, pero a la vez se deban un poquito de amor, Shion y Mu al igual iban tomados de la mano, Saga ignorando el amor entre todos y sólo jugaba con su pequeña ángel, Saori y Dohko conversaban de asuntos importantes del santuario, Aldebarán trataba de calmar a Milo porque su cubito no le hacia caso y le hacia enojarse demasiado, Camus ignoraba al bicho le dolía demasiado, pero se lo había ganado.
Después de un tiempo por fin llegaron a la hermosa playa y se cambiaron rápido para meterse a nadar y otros acomodaban las cosas para broncearse. Tauro preparaba algo para comer y los demás se divertían. Mientras que le rubio arreglaba a sus hijos para que pudieran ir a nadar.
Shaka: Listo, deben cuidarse y no se metan más allá, ¿Entendieron?
– Claro que si. – dijeron los cuatro niños para después irse corriendo.
El rubio sonrió por saber que sus angelitos eran tan buenos, se alistó quitando sólo su camisa porque se iba solear por un ratito, pero sintió unas manos en su cadera y sabía de quien se trataba.
Radamanthys: Ahora que nuestro niños están distraídos no te parece si… – fue interrumpido.
Shaka: Ni si quiera lo pienses. Estamos para disfrutar un día en la playa y no de pasión, tal vez al rato. – sonríe.
Radamanthys: En la noche no habrá impedimento alguno que pueda arruinar nuestra pasión. – le dedica unos besos y se retira para jugar.
Virgo se sonrojó demasiado por el amor que le demostraba el juez frente a todos, pero ya estaba acostumbrado así que no había problema alguno.
Géminis observaba fijamente a su corderito y esperaba el momento indicado para acercarse, se le presentó la oportunidad al ver alejar a Shion del lugar. Se acercó hasta el de cabellos lavanda para ayudarle en lo que estaba haciendo.
Saga: ¿Qué haces? – preguntó.
Mu: Un castillo de arena. – dijo sin prestarle atención.
Saga: ¿Puedo ayudarte?
Mu: ¿Sabes hacer castillos de arena? – cuestionó.
Saga: Sí. – sonríe. – Los mejores del mundo entero.
El de cabellos lavanda aceptó la gran ayuda del geminiano, aunque antes de empezar llegó el patriarca que se había molestado demasiado en ver al caballero cerca de su querido. Los separó provocando el enojo del géminis.
Shion: ¡Te deje en claro que no te acercaras a Mu! – dijo molesto.
Saga: ¡Yo te deje en claro que no me iba alejar de Mu!
Mu: No se peleen. – trató de calmar el ambiente. – Saga me está ayudando en hacer un castillo de arena.
Shion: ¡Éste que va saber de castillos de arena!
Saga: Sé mucho he sido campeón durante varios años.
Shion: Vamos hacer una competencia tú y yo, si gano dejarás a Mu en paz.
Saga: Si yo gano voy a tener la oportunidad de conquistar a Mu sin que me alejes.
Los dos aceptaron las condiciones y los caballeros se quedaron sorprendidos, algunos acomodaron sus asientos para ver el gran espectáculo que tenía el patriarca y el caballero de géminis, todo por el amor del caballero de Aries.
Shion: Vamos hacer equipos de cinco.
Saga: Me parece lo justo.
Shion: Elijo a Death, Shura, Milo y Camus.
Saga: Bueno yo elijo a Radamanthys.
Radamanthys: No cuentes conmigo.
Saga: Aldebarán.
Aldebarán: No tengo tiempo.
Saga: ¿Dohko? ¿Shaka? ¿Kanon? ¿Aioria? ¿Aioros? ¿Orfeo? ¿Sorrento?
Todos negaron ya que no deseaban meterse en asuntos personales y porque no era la forma de resolverlos. El rubio se sintió demasiado mal que llamó a sus hijos y les comentó algo.
Shaka: Ayúdenle a Saga en ganar mis angelitos.
– Sí, padre. – fueron hasta donde estaba el mayor.
Shakiel: Nosotros le ayudamos en hacer un castillo de arena.
Evangelina: Nos va salir demasiado hermoso, papi.
Radamanto: No se arrepentirá para nada.
Eneas: Derrotaremos al enemigo.
El gemelo mayor sabía que ya todo estaba perdido, ¿Niños? Ellos hacen cosas pequeñas, pero para no hacerlos sentir mal aceptó su ayuda sabiendo que perdería a su corderito para siempre. El patriarca se reía por la mala suerte del geminiano a era declarado ganador. Cada quien se reunió con su equipo para explicarle como quería su castillo ya que las trampas no se iban hacer esperar.
Shion: Bien caballeros vamos hacer un castillo de hielo por afuera y por dentro va ser de arena.
Shura: Eso no es trampa.
Shion: No, además Saga ya perdió. – ríe. – no hay reglas.
Comenzaron a preparar todo para hacer el mejor castillo de hielo con arena en el mundo entero.
Saga: Vamos hacer un castillo de arena por afuera y adentro igual. – decía triste.
Eneas: Vamos hacer nuestro gran esfuerzo.
Shakiel: Usted vaya haciendo un castillo de arena pequeño y nosotros hacemos el resto.
Los niños se fueron a otro parte y el geminiano demasiado triste hacia un triste castillo de arena mini.
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Andrómeda le tocó cuidar la cámara del patriarca por si algo se ofrecía mientras sus demás compañeros se fueron a los demás templos, pero el bien sabía que en realidad se habían ido a tomar a un bar del pueblo, le parecía lo mejor porque así estaría solo y pensando demasiado en la decisión que debe de tomar. Debía de hacer su vida con una nueva persona, pero no sabía quien sería el indicado para curar su corazón de la gran herida que le dejó el dios del inframundo. Hyoga era su gran amigo y no podía estar con él a pesar del gran amor que siente el pato.
Pensó demasiado, salió de sus pensamientos ya que sintió la presencia de alguien acercándose y era demasiado fuerte, portó su armadura y se puso en posición de ataque pensando que alguien venía atacar al patriarca o Athena, pero tendría mala suerte en no encontrarlos. Se escondió en uno de los pilares esperando al enemigo, las puertas se abrieron dejando ver a alguien desconocido y sin pensarlo se abalanzó sobre él para caer encima del joven.
– ¡¿Qué haces caballero?! – preguntó el hombre.
Shun: ¡No permitiré que ataques el santuario!
– Yo vine por órdenes de la señorita Artemisa.
Shun: ¡¿Para qué?! – preguntó sin tener confianza.
– No sé, puedes bajarte de encima de mí y verás que no voy atacarte ni nada.
Shun: Eso espero…
Se bajó de encima del joven, lo ayudó a levantarse y al ver ningún ataque o emboscada se dio cuenta que hablaba en serio.
Shun: ¿Quién eres tú? – preguntó.
– Mi nombre es Touma de Ícaro.
Shun: ¿A qué has venido?
Touma: La señorita Artemisa desea ver a Athena para pedirle un gran favor.
Shun: No se encuentra en estos momentos.
Touma: Entonces la espero.
Shun: No te preocupes yo le doy tu aviso.
Touma: Gracias por ser tan amable, pero tengo órdenes exactas de no regresar hasta hablar con Athena.
Shun: Está bien.
No pronunciaron ninguna palabra más hubo un gran silencio y Andrómeda observaba al joven de una manera extraña por la antifaz que lleva puesto deseaba saber la razón pero no sería algo educado. Pasaba el tiempo y al parecer está dispuesto en cumplir su misión aunque él ya estaba aburrido porque se le notaba demasiado a pesar de tener eso. Al final el de cabellera verde se rindió y decidió sacarle la conversación.
Shun: ¿Tienes hermanos? – preguntó.
Touma: Sí, ¿Por qué lo preguntas?
Shun: Curiosidad… ¿Cómo se llama?
Touma: Se llama Marín y es una amazona.
Shun: ¡¿Marín?! – exclamó sorprendido. – Están en diferentes mandos.
Touma: Sí, pero somos felices a pesar de no vernos mucho tiempo. Yo hace tiempo no sabía donde se hallaba hasta hace algunos años que nos reencontramos y nuestros lazos de familia volvieron a ser los mismos.
Shun: Se siente triste cuando tu hermano no está cerca de ti. Comprendo lo que sientes.
Touma: ¿Tienes hermanos? – Preguntó.
Shun: Sí, se llama Ikki es mi hermano mayor.
Touma: Escuché hablar mucho de él, dicen que es el caballero de bronce más fuerte de la orden de Athena. Además que me acuerdo es novio de la hermana de Hades, creo que se llama Pandora.
Shun: ¡¿Qué?! – se sorprende. ¡Es novio de Pandora! ¡¿Cómo lo sabes?!
Touma: Las noticias llegan volando al olimpo…
Shun: ¡Pero…!
Touma: – interrumpe. – Me caíste bien.
Shun: A mí igual. – se sonroja.
No podía creer su reacción en esos instantes, se había sentido atraído por la bella sonrisa de aquel joven que apenas estaba conociendo. Debía de calmarse, pero le había interesado demasiado y quería conocer más acerca de aquel joven. Los dos conversaban muy felices conociéndose más a fondo y averiguar los gustos de uno y del otro, se dieron cuenta que les gustaba las mismas cosas ¿Coincidencia o Destino?
Al parecer iba ser una charla demasiado larga hasta que llegue la diosa de la sabiduría…
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Ya casi se acaba el tiempo y Saga ya no sabía que hacer porque desde hace tiempo había acabado su mini castillo de arena y los jóvenes no hicieron nada sólo estaban trayendo demasiadas cosas. Ya se sentía el perdedor y tendría que cumplir su palabra de caballero. Ya no iba a pelear más por Mu.
El equipo de Shion terminó y todos se sorprendieron demasiado por el tamaño, era de unos dos metros, además de estar demasiado hermoso. Le habían puesto hielo afuera.
Shion: Esto es un castillo de arena. – dijo orgulloso.
Mu: Wow
Los jueces comenzaron a dar sus votos de la siguiente manera: Radamanthys 9, Aldebarán 9, Shaka 8, Dohko 7, Kanon 10, Sorrento 9, Aioria 9, Aioros 5, Saori 9 y Orfeo 7, obteniendo de puntos en total 82 puntos.
Shion: ¿Dónde está tu castillo de arena? – dijo con burla.
Géminis se sentía demasiado ofendido y mostrarle ese mini castillo de arena de apenas ochenta centímetros le había avergonzarse demasiado. Dieron sus calificaciones al mini castillo sin comentar nada: Radamanthys 3, Aldebarán 2, Shaka 8, Dohko 1.5, Kanon 0, Sorrento 6, Aioria 3.4, Aioros 6, Saori 3 y Orfeo 4, con un total de puntos de 36.9.
El ganador ya se sabía, ahora sólo tenían que declararlo ganador…
Saori: El ganador con mayoría de votos es Shi…
Shakiel: ¡Alto! – gritó. – Aun no mostramos nuestro castillo.
– ¿Qué? – dijeron todos al mismo tiempo.
Radamanto: Síganos está un poco más lejos que aquí.
Los caballeros siguieron a los niños para saber como estaba el asunto porque ya no entendían nada. Caminaron por unos minutos hasta que por fin observaron la gran maravilla que hicieron los niños. Un gran castillo de arena de unos 10 metros o hasta más, parecía de verdad y les hacia recordad algo.
Saga: Esto…esto…
Eneas: Es el castillo Heinstein donde pelearon hace muchos años.
Evangelina: Fue un gran trabajo en equipo, tiene fortificaciones por esas ventanas de ahí hay caños hechos de arena, los muebles de adentro están hechos igual de arena y parece de verdad, pero de arena.
Shion: Pero dicen que fue en equipo y Saga no cooperó en nada.
Shakiel: Sí cooperó en hacer ese mini castillo que por el tamaño no se ve que parece el castillo, pero si es.
Radamanto: ¿Qué opinan?
Se reunieron en bolita para votar y unos segundos después dieron sus respectivos votos: Radamanthys 10, Aldebarán 10, Shaka 10, Dohko 10, Kanon 10, Sorrento 10, Aioria 10, Aioros 10, Saori 10 y Orfeo 10, obteniendo 100 puntos más que Shion. Ya encontraron el ganador definitivo nombrando a Saga ganador al igual que tenía una oportunidad de luchar por el de caballos lavanda.
Géminis comenzó a celebrar junto a los pequeños, pero le parecía raro que siendo tan jóvenes sabían hacer castillos de ese tamaño.
Saga: ¿Cómo aprendieron hacer está maravilla? – preguntó.
Shakiel: El señor Hypnos y Thanatos nos enseñaron cuando estábamos en el inframundo.
Saga: Gracias niños, ahora Shion no podrá impedirme nada.
El patriarca estaba demasiado molesto en saber que el geminiano se acercaría a su querido esto sólo era el comienzo de una batalla de amores donde sólo uno ganaría el amor del corderito.
Regresaron a la playa para por fin comer algo porque se morían de hambre y por fin Saga podía convivir más con el de cabellos lavanda sin restricción de la oveja mayor. Orfeo platicaba con Siren, pero el gemelo menor comenzó a sentir grandes celos que comenzó a idear un gran plan para separarlos y evitar que sigan riendo de cosas sin sentido. Capricornio pensaba demasiado si confesarse de una vez frente a todos o en privado, pero seguiría pensando mejor.
Escorpión observa a su cubito muy alejado de él, ese día cumplían 4 años de estar juntos y quería darle algo especial para esa noche. Se acercó para hablar con su linda parejita, estando al frente de él se agachó y lo tomó de las manos pero esté sólo lo ignoraba en todo lo que hacia.
Milo: Camus, hoy es un día especial.
Camus: Sí, hoy el Lunes, ¿Por qué?
Milo: Además de eso se festeja algo especial para los dos.
Camus: Que nos convertimos en caballeros.
Milo: No, hoy es nuestro aniversario.
Camus: Era nuestro aniversario, pero ayer te deje en claro que ya no deseaba nada contigo.
Milo: ¿Entonces era cierto? – dijo sorprendido. – ¡¿Por qué?!
Camus: ¡Sólo deseas sexo y yo deseo algo diferente que me demuestre sentirme amado, pero me equivoqué al elegirte!
Milo: ¡Eso te lo dije porque quería hacerte reír como siempre eres bien frío no muestras sonrisa alguna y me siento que fallo como tu pareja!
Camus: Ex pareja, no te creo en nada y mejor vete de mi vista porque no soporto en ver tu rostro.
Milo: ¡¡¡Es tu última palabra!!! – gritó llamando la atención de todos. – ¡¡¡Está bien entonces rompemos definitivamente amargado de primera!!!
La hielera sólo asintió y siguió leyendo su libro sin hacerle caso a la gran desilusión de bicho. Todos se quedaron sorprendido en verlos pelear y era algo típico en ellos, pero está vez parecía algo diferente a las demás discusiones por la mirara seria de Acuario daba a entender la terminación definitiva de su gran relación.
Sagitario se acercó hasta el bicho para saber la razón para que hayan roto esa relación definitivamente para siempre. Le comentó todo desde lo ocurrido un día antes y todo lo que tuvo que pensar en la noche para ese día tan especial de ellos que no se llevaría acabo ahora.
Aioros: Bueno tú tienes un poco de culpa por mentirle de esa manera. – sonríe. – Camus te perdonará sólo dale tiempo para que lo piense mejor.
Milo: Tienes razón. Espero no tarde en darme su perdón.
Siguieron conversando como grandes amigos, sin embargo, la hielera sentía celos en ver reír al bicho con el pony flechero, pero debía de no tener escenas grandes porque Milo y él ya no eran nada, además de eso no quería mostrarse celoso frente a los demás.
Todo parecía ir con calma hasta que el de capricornio pensó que ya era hora de declarar su amor por el gato. Se alejó un poco de la playa para buscar un detalle pequeño hermoso y lo único que pudo encontrar fueron unas simples flores sencillas bonitas. Regresó de nuevo a la playa y en su mente pensaba las palabras indicadas para declararse, pero no le salían las indicadas hasta que ya se haya frente al castaño y se dio cuenta que no había vuelta atrás.
Aioria: ¿Qué tienes, Shura? – preguntó.
Shura: Nada, sólo que quería darte esto. – le da las flores.
El de Leo la toma y un pequeño sonrojo se mostró en sus mejillas porque en realidad le gustó el regalo del mayor.
Aioria: Gracias.
Shura: Aioria quería decirte si…– se puso más nervioso.
Aioria: ¿Sí?
Las palabras no salían de su boca porque le daba miedo en que no lo aceptase o que alguien más en la vida del León, ya había dado un paso y debía de dar el siguiente sin importar nada.
Shura: – suspira. – ¿Quieres…ser…mi…pareja? – tartamudeó.
Aioria: No entendí nada.
Shura: ¡¿Quieres ser mi pareja?! – dijo fuerte siendo escuchado por todos.
Todos voltearon a ver al de Capricornio porque nunca se esperaron eso y menos en un día tan especial para todos. El de cabellos negros se dio cuenta que ya todo estaba hecho y ahora todos lo veían extraño hasta el León lo veía tan sorprendido por esa confesión tan repentina.
El quinto guardián se levantó mirando demasiado serio a su compañero, le daba señal a Shura que no lo iba aceptar como pareja y debía de darse por vencido, aunque se sorprendió cuando el de Leo le ofreció lo besó inesperadamente frente a todos, dejando sorprendido a todos los presentes, se separaron unos momentos después para mirarse.
Aioria: Acepto ser tu pareja. – sonríe.
Shura: ¡¿En serio?! – se sorprende. – ¡Me alegro en escuchar eso!
Aioria: Pero necesitamos la aprobación de mi hermano.
Shura: Entiendo…
Cuando estaban por acercarse para hablar con el mayor el de Sagitario se acercó hacia ellos con una mirara seria y sólo pudo dar un suspiró largo.
Aioros: Si Shura es tu felicidad no se porque tengo que interponerme así que puedes ser su…novio.
La pareja se alegró demasiado que no aguantaran en darse otro beso frente a su hermano que sólo dio una sonrisa para alejarse un poco de ese lugar. Los presentes aplaudieron porque una nueva pareja se iba hacer en el santuario. Unos momentos después dejaron de besarse y ahora caminaban agarrados de la mano.
Milo: ¡Felicidades gato! – gritó.
Aioria: Gracias Milo…
Milo: Tengan una y muchas noches de placer.
Shura: Eso ya lo veremos después…– se sonroja.
Mientras en la playa festejaban por la felicidad de la pareja más alejado de la playa se hallaba Sagitario llorando con mucha fuerza y comiendo helado que consiguió por ahí. Al decirle aquellas palabras a su hermano si le había dolido, pero se acordó que debía de ser fuerte frente a todos, además la felicidad de su hermano estaba primero que todo pero al verlo con Shura le hace pensar lo contrario y luchar por un amor imposible.
Aioros: ¡BUUUUUUUUUAAAAAAAAA! – volvió a llorar. – ¡¿Por qué me ocurren a mi estas cosas?! ¡¿Qué hice para merecer esté castigo divino?! – se preguntaba.
Entre los árboles del lugar unas personas lo observaban y veían muchas veces la foto que les habían entregado para ver que no se iban a equivocar como la última vez que se llevaron a un caballo en vez de al pony flechero. Ya lo habían comprobado un poco pero tenían que saber el nombre, por si acaso lo confundían.
Aioros: ¡ZEUS MÁNDAME UNA SEÑAL! – gritó.
De repente unos hombres se acercaron a él y uno de ellos traía un costal muy grande para meter a una persona. Miraron por unos momentos más al joven de enfrente y observaban la foto con detalle, seguían teniendo algunas dudas.
– ¿Usted es Aioros de Sagitario? – preguntó uno de los hombres.
Aioros: Sí, ¿Por qué?
Sin decir una palabra más le pusieron el costal al caballero que trataba de forcejear, pero uno de los hombres le dio un golpe en la nuca dejándolo inconsciente y ya no les causaría problema alguno. Uno de ellos lo cargó en su hombre y otro de ellos abrió un portal que los llevaría a donde ya esperaban a ese joven.
En la playa nadie se dio cuenta de la desaparición de uno de sus compañeros ya que estaban más felices en ese hermoso día en la playa que los relajaba demasiado. Aunque el patriarca observaba molesto como su amado y el geminiano convivían demasiado y se arrepentía de haber hecho esa tonta apuesta. Tan sólo de verlos riendo, sonriendo y conviviendo le daba ganas de matar a de géminis, hubo un momento que no aguantó más ya que observó como el de cabellos azules estaba por robarle un beso a su amado corderito, se levantó rápido y sin pensarlo golpeó al geminiano en el rostro.
Shion: ¡¡¡El trato es conquistarlo más no besarlo!!! – dijo furioso.
Saga: ¡¡¡Tengo derecho a besarlo!!!
Shion: ¡¡¡No!!!
Saga: ¡¡¡Sí!!!
Siguieron así por mucho tiempo hasta que los golpes entre los dos comenzaron deseando matarse. El de Aries trataba de tranquilizarlos pero todos sus esfuerzos eran en vano. Todos observaban el show, al ver la mirara enojada del joven de cabellos lavanda hicieron algo para tranquilizarlos. Cada uno de los caballeros y el juez del inframundo trataban de calmarlos, pero recibían golpes por parte de alguien, por equivocación, y terminaban uniéndose al relajo en vez de ayudar.
El caballero de virgo no quiso meterse en el pleito que prefirió ir a nadar al mar por unos momentos en lo que se tranquilizaba todo y ya después regañaría a su juez por darles un mal ejemplo a sus hijos, pues claro, los niños observaban todo y apoyaban a sus respectivos amigos o familiares. Shakiel prefirió acompañar a su padre porque no le gustaba ver peleas sin sentido. Sorrento por su parte se apenaba en ver tal escena entre caballeros y un espectro. Piscis sólo podía tomar fotos para el recuerdo y Dohko reía por la situación que era demasiado chistosa.
La pelea estaba algo así, en una bolita de humo: Escorpión golpeaba en el estómago al de Acuario, Camus golpeaba a Capricornio, Shura golpeaba al patriarca, Shion mordía el pie del León, Aioria le pegaba al gemelo menor, Kanon golpeaba a Lira, Orfeo le daba patadas a Tauro, Aldebarán golpeaba a Cáncer, Death golpeaba al juez en la espalda, Radamanthys le daba varios golpes a Géminis, Saga golpeaba a Milo en donde más duele. Luego cambiaron para golpear a otras personas, todas las combinaciones que se puedan hacer.
Los gemelos y la niña de Saga les decían de quien iba a recibir un golpe o más bien entretenían a la diosa que le parecía chistoso todo ese pleito de amor. Por mucho tiempo continuaron así y algunos a pesar de estar cansados seguían luchando y el de Aries ya se había hartado que prefiriera irse del lugar, pero la voz del hijo mayor de Virgo le hizo sentirse algo preocupado porque se le notaba en su tono.
Mu: ¿Ocurre algo Shakiel? – preguntó.
Shakiel: ¡Mi padre Shaka se está ahogando! – dijo desesperado.
Mu: ¡¿Qué?!
Antes de irlo a salvar debía de terminar con ese gran pleito, se relajó por unos momentos hasta que al final sacó el peor de los gritos dejando a todos calmados y dejando la pelea a un lado para poner atención al de Aries que se le notaba desesperado.
Mu: ¡¡¡Ya tranquilos de una vez por todas!!! – gritó.
Les dio un poco de miedo que cada quien se alejó unos centímetros para poner absoluta atención al de caballos lavanda que ya se había relajado para decirles ahora la otra noticia.
Mu: Bien, ya que todos estamos tranquilos es hora que Shakiel les de la otra noticia.
Shakiel: Gracias Mu. – observó a los demás. – Mientras ustedes peleaban mi padre y yo nos fuimos a nadar en el mar nada más que hubo una ola demasiado fuerte y mi padre se estaba ahogando y ya después no lo vi.
Sin escuchar más el juez salió corriendo con dirección al mar para salvar a su amado rubio, su única razón de vivir y de ser, además porque no quería que sus tres hijos y dos hijos y medio se quedaran sin una madre. Los caballeros al igual iban para ayudar y cuando estaban por meterse para salvar al rubio se pareció una figura entre las aguas que salía con un cuerpo entre sus brazos al de cabellos rubios. El espectro le dio demasiados celos en ver de quien se trataba que una ira lo invarió de inmediato.
Radamanthys: ¡Tú! – celos al extremo. – ¡¿Qué haces aquí?! – preguntó.
Continuará…