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Dime Si Él (CANCELADA) por Armando De Virgo XD

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Notas del capitulo:

Hola, perdón por la tardanza, pero aquí un capítulo más, no tan gracioso.

 

Disfruten…

El juez estaba tan molesto por ver a ese semidiós de quinta con su amado rubio en brazos. Sus celos estaban a un límite demasiado alto y a pesar de que estaba unido con virgo seguía teniendo temor que le quitarán a su hermoso ángel.

Radamanthys: ¡¡¡Suéltalo, imbécil!!! – gritó.

Hércules: Hola juez de quinta. – sonríe. – Es un hermoso día para andar peleando con tus compañeros mientras yo salvo a mí amado Shaka.

Radamanthys: ¡¡¡Estaba solamente distraído, pero nada más!!!

Hércules: Sí, claro. – dijo con ironía.

Dejó al rubio en la arena y le dio respiración boca a boca, el juez comenzaba a pensar una manera de matar al semidiós. Después de mucho tiempo el rubio reaccionó gracias a la ayuda del hombre que lo ayudó, abrió sus ojos lo primero que observó fue la figura del semidiós.

Shaka: Estoy en los Elíseos.

Radamanthys: ¡Yo diría que estás en tártaro!

Hércules: Sí mi bello ángel estás en los Elíseos conmigo. – trató de ignorar al juez. – Te he salvado de la muerte segura.

Shaka: Muchas gracias…– se levanta y observa a su alrededor. – Ya terminaron de pelear.

Saga: Sí.

Shaka: Bien.

Se acercó al juez y comenzó a reclamarle por darles un mal ejemplo a sus hijos en dar esa demostración en vez de calmar las cosas hasta el de Géminis no se salvó de los reclamos del rubio por su pequeña hija y daba el peor de los ejemplos.

Shaka: ¡¡¡Hércules da mejor ejemplo a mi hijo!!! – se acordó. – ¿Dónde está nuestro hijo? – preguntó.

Hércules: Se quedó en el santuario acomodar sus cosas y le pregunté a uno de los caballeros de plata donde estaban y me dieron la ubicación.

Shaka: ¿Cómo se comportó?

Hércules: Es todo un angelito al igual que tú mi querida rubia.

Shaka: Gracias…– se sonroja.

Hércules: ¿Y mi hijo Shakiel?

Radamanthys: ¡Es mi hijo! – se volvió a poner celoso.

Shakiel: Aquí estoy.

Hércules: Cada año que pasa te pareces a tu padre. – sonríe. – Su misma belleza, sus mismos ojos, la misma sonrisa y te puedo seguir diciendo todo de él, hasta cuerpo si quieres.

Shaka: Creo que no es conveniente…– se sonrojo al extremo.

Radamanthys: ¡Tú no conoces su cuerpo a la perfección! – sonríe. – ¡Yo sé más que tú!

Hércules: Si lo conozco. Hasta sus puntos de excitación.

Comenzaron una gran discusión donde ponían en ridículo al pobre de virgo que al escuchar sus intimidades le hacía sentir quitarles el sentido de habla y se callaran, aunque no podía negar que le gustaba que ese par se peleara y le hacía ver los celos hermosos de su querido juez. Los demás se cansaron de escuchar la misma discusión de cada año que prefirieron hacer otras cosas importantes.

Lira observó que Siren se iba a secar después de darse una sumergirá así que pensó nadie los observaba podía aprovechar para ayudarlo. Se acercó y lo tomó de la cintura provocando el sonrojo del menor.

Sorrento: O-Orfeo…– dijo apenado. – ¿Q-Qué pasa?

Orfeo: Quería ayudarte a secarte mi Siren.

Sorrento: Gracias…

El de Plata tomó la toalla y comenzó a secar cada parte de su cuerpo disfrutando tocar puntos que hacían gemir al menor. El menor de los gemelos observaba la escena y sus celos se pusieron al su límite, no iba permitir que su peor enemigo le quitara el amor de su compañero y ex novio. Sin importarle hacer una escena tan grande se levantó y separó al caballero de su querido.

Orfeo: ¡¿Por qué hiciste eso?! – preguntó molesto.

Kanon: ¡¡Deja a mi hermoso sirenito en paz!! ¡¡Es mío y no pienso dejar que me lo quites!!

Orfeo: ¡¡Es mío!! ¡¡Ya tuviste tu oportunidad de hacerlo feliz, pero fallaste y ahora me toca a mí darle esa felicidad!!

Siren trataba de evitar una pelea, pero no lo escuchaban en nada ya que se gritaban muchas verdades. La diosa de la sabiduría le parecía graciosa cada una de las escenas, ver a Saga y Shion peleándose por el amor de Mu, observar a otra parte y ver la escena de Radamanthys y Hércules discutiendo sobre intimidades de Shaka y por último ver como Orfeo y Kanon se querían matar a golpes, pero el pobre de Sorrento evitaba esa pelea. Ese día no lo pensaba en olvidar por un tiempo.

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Sagitario despertaba después de ese golpe que le dieron, además trataba de recordar lo que había pasado y de un momento a otra todo lo que pasó en ese día recordó. Después observó el sitio y se dio cuenta que era muy diferente, sin embargo, muy elegante. En la cama donde está tenía sábanas muy finas, la cama era enorme y muchos muebles hermosos, algo no estaba bien, pero le parecía hermoso aquel lugar. Estaba por levantarse de la cama hasta que entró una mujer con un gran detalle y las dejó en la mesa.

Aioros: ¿Y esas rosas? – preguntó desconcertado.

– Son para usted joven. – dijo la Ninfa. – Las mandó alguien muy especial. – hace una reverencia y sale de la habitación.

Se acercó para ver la tarjeta que tenía y comenzó a leer en el cual le parecían unas palabras hermosas, pero no sabía quién había sido porque quería agradecerle el detalle, pero no pensaba en quedarse, necesitaba regresar con su hermano y al santuario para no preocuparlo. Se dirigió a la puerta que para su mala suerte estaba cerrada y no tuvo de otra que esperar para conocer aquel hombre que lo había secuestrado.

Esperó por mucho tiempo hasta que entró la misma Ninfa, pero dejó en la cama una caja grande y no comprendió nada. No le pronunció palabra alguna y se fue sólo dejando aquello. Tenía otra nota y la leyó en la cual le pareció que las cosas se podían salir de control, pero seguía siendo igual de hermosa. Abrió el regalo y había una hermosa túnica griega blanca de seda. Le gustó demasiado que la miró por unos instantes y después se la puso para esperar al hombre que le había secuestrado para que le explicará las razones por la que, hacia todo eso, aunque no le iba reclamar que le gustaba sus detalles.

Después de tiempo entró el hombre y al ver a su lindo caballero esperando le daba ganas de abalanzarse sobre él para poseerlo de una manera salvaje y hacerlo completamente suyo, marcarlo y vivir varias aventuras con su amado. Sin embargo, primero debía de conquistarlo y presumirle todo el poder que tenía para después pasar a lo serio. Habló el hombre llamado la atención del castaño que se quedó sin palabras en ver a ese hombre tan guapo, un leve sonrojo se apareció en sus mejillas. Un hermoso hombre de cabello plateado largo, complexión media, un cuerpo atlético y tez canela, con una túnica griega igual a la de suya.

Aioros: ¿Quién es usted? – preguntó.

– Mi nombre es Ares, el dios de la guerra.

Aioros: ¿Por qué me mandó secuestrar?

Ares: Por una razón muy obvia. Me gustas desde la primera vez que te vi en la tierra. Desde ese momento en que el semidiós de Hércules presentó a Shaka en el santuario como su prometido, fue cuando te vi y me gustaste, comencé a observarte hasta en los lugares más privados de tu vida.

Aioros: ¡¿Hasta en el baño?!

Ares: Sí. – afirmó. – Quiero que vivas conmigo por siempre, te doy la inmortalidad a cambio.

Aioros: Se escucha una prepuesta muy interesante, pero no.

Ares: ¡¿Qué dices?! – dijo muy sorprendido. – ¡¿Por qué no piensas aceptarme?!

Aioros: Tengo un hermano inmaduro a quien cuidar, además le soy fiel a mi diosa Athena. – dijo orgulloso. – Yo soy el caballero dorado de Sagitario.

Ares: Tiene amigos que lo pueden ayudar y sobre eso le pide tu mano a Athena caso cerrado.

Aioros: Apenas te conozco y no eres mi tipo.

Ares: Cuando me conozcas te enamoraras de mí.

Aioros: No me caen bien los dioses a accesión de Athena. – se levanta de la cama. – Si me disculpas regresaré al santuario porque mis amigos deben de estar preocupados por mí. – camina hacia la salida.

El dios de la guerra no iba permitir que el amor de su vida se fuera sin darle una respuesta, aunque venía preparado para todo momento que su amado no le diera el sí, debía de usar el plan B, Sagitario tenía una debilidad como los demás caballeros y eso lo supo muy bien el tiempo que lo estuvo vigilando.

Ares: Lastima. – se hizo indignado. – Ahora quien le daré el helado de chocolate.

Sagitario paró sus pasos y siguió escuchando las grandes propuestas del dios. – A quien le daré el cofre de joyas, a quien le daré el autógrafo del equipo completo del Real Madrid, la camisa original, las llaves del departamento de cada uno de los jugadores y a quien le daré los boletos de su próximo juego en la zona VIP, tenerlos enfrente de ellos y saludarlos…

Aioros: ¡Acepto quedarme contigo! – bien escuchó a su equipo favorito decidió quedarse. – ¡¿Me llevarás a cada uno de sus partidos?! – preguntó entusiasmado.

Ares: Por su puesto. – sonríe. – Si te quedas conmigo por la eternidad.

Aioros: ¡No se hablé más! – dijo feliz. – ¡Al demonio Athena y ser caballero, yo quiero estar con el dios Ares para que me consienta! – se sienta en la cama. – El partido es la próxima semana.

Ares: Te llevaré con mucho gusto.

No había sido nada difícil que su amado se quedara, ahora debía de cumplir todo lo que le acaba de decir porque si no lo puede abandonar en cualquier momento, sólo quería al caballero de Sagitario como un pasatiempo y ya después de que se hartada buscaría a alguien más para tenerlo en su cama era lo bueno de ser un dios olímpico.

Ares: Puedes darte un baño. – le señala la habitación para después pasarse a retirar. – Pero ten cuidado… – susurró antes de salir de la habitación.

Ya no teniendo el dios pensó en seguir su consejo se daría un refrescante baño, se dirigió a la habitación, pero al entrar se quedó sin palabras por ver un hermoso jacuzzi tan grande con burbujas y todo, estatuas de ángeles en las orillas y por un lado una campana, le dio curiosidad así que la tocó y de inmediato apareció una un hombre.

– Buenas tardes. – dijo con respeto. – Le serviré en todo lo que necesite.

Aioros: Quiero un helado de chocolate.

– Lo tendrá en unos momentos. – se retira para ir por lo pedido.

Aioros: Tengo sirviente, joyas, habitación lujosa y ropa fina. – sonríe. – Tal vez, me ayude en olvidar a Shura. – se quita sus ropas y se mete en el jacuzzi relajándose. – No entiendo porque Shaka no quiere aceptar las invitaciones al olimpo. – dijo sonrojado. – Es una vida de lujos que no puede tener en el santuario, no haces nada y tienes sirvientes, no lo comprendo. – suspira aliviadamente. – Me quedaré aquí para toda la vida.

Sagitario se pensaba en relajar, sus sirvientes lo obedecían en todo, sin embargo, el peligro asechaba por los alrededores, una mujer observaba al joven castaño y le pareció muy atractivo, el dios de la guerra no tenía malos gustos, ese caballerito sería uno de sus amantes, por otro lado, un hombre observaba a la nueva franquicia de su hermano, le pareció tan exquisito y podía ver que conservaba su pureza, su próxima víctima, hace mucho tiempo fue un caballero de Athena y ahora tener otro de la misma orden sería el mejor manjar virginal.

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En la cámara del patriarca, el de cabellos verdes se divertían con la conversación que estaba haciendo con el hermano de Marín, aunque no lo escuchaba del todo ya que una parte de él admiraba cada parte de ese hombre, su rostro, tal vez tenía esa máscara, pero le hacía verse muy guapo, sus cabellos muy bien cuidados, su cuerpo, está se le caía la baba.

Shun: ¿No se te hace tarde?

Touma: Sí. – afirmó. – Pero me dijeron que no regresará hasta que llegará tu diosa.

Shun: Entiendo, pero no te darán un castigo.

Touma: No creo, sabes m…

Ese momento fue interrumpido ya que alguien entró a la sala del patriarca, se trataba del hijo de Hércules y Shaka, Heracles. Un joven de 9 años naciendo bajo el signo de Acuario, sus cabellos castaños y rizados cortos, piel canela y ojos azules como los del caballero dorado, serio, amigable y tolerante.

Shun: ¿Heracles? – habló sorprendido. – ¿Qué haces aquí? – preguntó.

Heracles: Ya es el año donde debo de estar con mi padre Shaka. – sonríe. – Por lo que veo el tío Hades quedó en el pasado y ahora sales con Touma.

Shun: ¡No es lo que crees! – se sonroja. – Touma y yo simplemente nos estábamos conociendo.

Heracles: Y así es como surge el amor.

Touma: ¡No! – negó demasiado apenado. – Simplemente somos amigos.

Heracles: Dicen que los amigos terminan casándose. – ríe. – En un mes los veré siendo novios, a los dos meses casándose y a los tres teniendo un bebé.

Shun: Yo no puedo tener hijos. – cada vez estaba más apenado. – Sólo mi maestro.

Heracles: Para ello existen dos opciones, uno la adopción y la otra renta del vientre.

Touma: Los niños vienen más informados.

El hijo del caballero había llegado en un buen momento para ir rompiendo el hielo con esos dos, sabía perfectamente que los gustos de Ícaro son los hombres y los de Andrómeda también, harían lo posible para juntarlos ya que el dios del inframundo no se le declaraba al que quería como su hermano.

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En la playa, las cosas ya se habían calmado, los rivales se calmaron, pero trataban que sus rivales no se acercaran a sus parejas o personas que amaban, se daban miradas de odio y como diciéndose “Te vas a morir tarde o temprano” o “Maldigo el día que conociste a mi amado”.

Siren estaba demasiado incomodo porque a su lado izquierdo estaba el dragón marino protegiendo de su rival y Lira estaba al lado derecho mirando al gemelo menor con tanto odio. El de cabellos lilas logró separar a su maestro y ex, decidió irse a conversar con el bicho que seguía dolido porque su cubito lo haya dejado y justamente cuando se hizo un tatuaje con el signo de Acuario y su nombre, Géminis observaba que el patriarca no hiciera algo a su corderito y el Aries mayor miraba demasiado feo tanto a Saga como a Milo, nadie debía de acercarse a su amado y menos con buenas intenciones. Por otro lado, Virgo y el semidiós conversaban alegremente de su hijo mientras que el querido juez del inframundo ardía en celos, para ser más específico tenía un aura negra a su alrededor, una vena cómica en su frente, la peor mirada de odio y los ojos carmesí, deseaba hacerle a su rival su ataque “Gran Caución”, pero estando su rubio no podía.

Death: Hola juez de quinta. – se sienta a un lado. – Te dio duro está vez.

Radamanthys: Cada año es lo mismo. – dijo molesto. – ¡Siempre tiene que estar cerca ese maldito de mi ESPOSO! – recalcó la última palabra.

Death: Será tu esposo, pero…– sonríe cínicamente. – Puede ser que Shaka se haya hartado de ti.

Radamanthys: ¿A qué te refieres? – cuestionó.

Death: ¡Por Athena! ¡Shaka sigue siendo joven y hermoso! Acaso no te has fijado que tanto hombres y mujeres lo ven con malos deseos carnales.

Radamanthys: No. – puso atención a las palabras del caballero dorado.

Death: Eres tan tonto. – ríe. – Los tiempos han cambiado querido juez. – su sonrisa se vuelve más malévola. – En otros tiempos se casaban y si querías ser libre había una única salida y era quedarte viudo, pero ahora son otros tiempos y eso quiere decir mi querido juez que en estos tiempos existe algo llamado divorcio y las parejas ya no durarán hasta la muerte. – señala a la “pareja”. – Shaka es alegre con Hércules.

Radamanthys: Ve al grano.

Death: Shaka puede que en estos once años se haya hartado de ti y prefiera algo más como decirlo…juvenil. Aquel vive en el olimpo y es un semidiós significa que puede darle lo mejor a nuestro compañero.

Radamanthys: ¡Shaka me ama con o sin lujos! – dijo molesto.

Death: Entonces… ¿Por qué no le ha dejado en claro a Hércules que su corazón ya tiene dueño? – cuestionó.

Radamanthys: Es por… – comenzó a tener que darle la razón al de Cáncer. – No lo sé.

Death: Comparten un hijo, pero lo trata muy bien para ser amigos. – observa a cierta pareja. – Lo digo por experiencia propia ya que Afrodita experimentaba lo mismo y yo no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde. – comenzó a sentirse triste tan sólo de ver al de Piscis con Tauro. – Sólo te digo para que no pierdas al hombre quien amas. – se levanta para dejar pensar al juez.

Wyvern comenzó analizar todo lo que le dijo el de Cáncer, tal vez, tenía toda la razón y su amado ya no sienta lo mismo de antes cuando se conocieron, miró al rubio y al semidiós verlo tan feliz con aquel tonto le hacía sentir grandes celos y dar toda la razón al caballero dorado, su amado terminaría hartándose de él en algún momento de su vida, debía de prender la llama de la pasión, lo bueno era que su rival estaría por mientras, en la noche hablaría con su esposo para mejorar su relación de pareja.

Radamanthys: ¿Te estarás hartando de mí? – pensó. – Shaka. – susurró.

En el otro lado, Géminis quería distraerse por unos momentos así que decidió buscar a su amigo Aioros para pedirle un consejo sobre como conquistar a su corderito, lo buscó por muchas partes, sin embargo, no lo encontró por ninguna parte, le preguntó a todos y también al hermano, pero no le dieron su ubicación, por unos instantes comenzó a preocuparse por su compañero. Alguien de sus compañeros si le dijo la última vez donde lo vio así que siguió el camino, pero no lo encontró, pero vio una hoja tirada en el suelo, la tomó y comenzó a leer su contenido que decía:

Para quien la encuentre está nota sólo quiero decirles que no volveré al santuario por tiempo indefinido. Les pido de favor que no me busquen y digan al tonto de mi hermano que se cuide y a mi alumno Seiya que siga entrenando muy duro para un día ser digno sucesor de mi armadura.

Atentamente: Aioros ex caballero de Sagitario.

P.D. Besitos y abrazos para todos.

Se quedó confundido por la nota de su compañero, él era un caballero totalmente fiel a su rango y claro a su diosa, para que se haya ido debió de haber pasado algo malo, pero si fue su decisión no debía de hacer nada, se retiró de aquel lugar para darle la nota a su diosa, mientras tanto, una persona observó que por fin alguien se preocupo por su compañero y se llevó la carta. El gemelo le entregó la carta a Athena y ella se quedó muy sorprendida por la decisión de su caballero más fiel.

Saori: Ni hablar. – rompe la nota en pedacitos. – Seiya tomará el lugar de Aioros. – no le tomó casi importancia.

La diosa hablaría con el caballero de Pegaso para subirlo de rango lo antes posible ya que Aioros se encargaba no sólo de su protección personal sino también de ir por sus cosas y no le importaba bajar miles de veces los escalones con tal de consentirla.

Pasó mucho tiempo y se hizo la tarde se pasaron a retirar todos, hasta el semidiós se retiró y prometió ver a su amado rubio para la siguiente semana, el juez estaba celoso y pensativo a la vez por todo lo que trataba de razón en su cabeza. Los caballeros regresaron al santuario junto su diosa, ya todos se habían enterado de lo de Aioros de Sagitario, después de un tiempo, casi al anochecer llegaron al santuario cada quien se dirigió a su templo.

Después de subir los doce templos del zodiaco la diosa llegó al templo principal donde se llevó la gran sorpresa de ver a ángel de su hermana, Artemisa, algo grave debía de estar pasando. Aunque, nunca se esperó que uno de sus caballeros de bronce estuviera ahí haciéndole compañía y uno de los hijos del caballero dorado de virgo.

Heracles: Yo me retiro. – sale de la cámara del patriarca.

Saori: Buenas noches. – dijo educadamente.

Touma: Buenas noches, diosa Athena. – dijo respetuosamente e hizo una leve reverencia. – Soy Touma de Ícaro y estoy aquí para darle un recado de su hermana.

Saori: ¿Ocurre algo malo?

Touma: No. – negó con seriedad. – Su hermana desea que usted vaya al olimpo a tomar el té junto con los demás dioses.

Saori: ¿Té? – se sorprendió. – ¿Me están invitando a tomar el té con ellos? – el ángel asintió. – ¿Por qué?

Touma: Quieren verla. Lleva años sin ir a su hogar y quieren saber de usted.

Saori: Está bien. – sus dudas se despejaron. – ¿Cuándo sería la cita? – preguntó.

Touma: Mañana mismo y debe ir acompañada de un caballero ya que se va quedar una semana en el olimpo y son ordenes de Zeus.

Saori: – suspira. – Con gusto asistiré. – sonríe. – Mañana estaré a temprana hora. Puedes retirarte.

Touma. – hace una leve inclinación. – Con su permiso Athena. – estaba por retirarse, pero antes miró al caballero de Andrómeda y le dedicó su mejor sonrisa.

El conejito se sonrojo y también le dio una sonrisa tan tierna, no sabía porque, pero lo acompañó hasta la entrara del templo principal. La diosa se quedó muy confundida por ver como uno de sus caballeros se volvió amigo de uno de los ángeles de su hermana, no le dio casi importancia, el problema ahora sería empacar sus cosas y el caballero de Sagitario ya no estaba, el patriarca debía de estar por Aries, no tenía a nadie, sin embargo, se le ocurrió una gran idea para llamar a su nuevo esclavo.

Saori: ¡¡¡SEIYA!!! – gritó, esperó pacientemente.

En el Rodorio, los caballeros de la esperanza se hallaban tomando como siempre, Dragón ya hacia desmayado en el suelo, Fénix parecía como si llevara la primera copa de alcohol, Cisne seguía bebiendo para ganarle a sus compañeros y Pegaso tomaba un vaso de agua ya que no le gustaba las bebidas con Alcohol, sólo se divertía viendo a sus compañeros hacer el retículo. Todo parecía felicidad hasta que escuchó algo.

Saori: ¡¡¡SEIYA!!!

Un grito de su diosa quien le es fiel, recordó por unos momentos algo que le había dicho su maestro hace tiempo. Un globo de recuerdo sale y se acuerda de ayer en la mañana.

Aioros: Cuando la diosa grite tu nombre es porque se encuentra en un serio problema y hay muchas posibilidades que un dios la haya secuestrado…de nuevo…

Un circuito reaccionó de inmediato, sin que sus compañeros se lo esperaran salió corriendo a toda velocidad dejando una línea de fuego. Llegó al santuario en cuestión de minutos y se encontró con el caballero de Libra en el camino, que también se dirigía corriendo al escuchar el grito de su diosa, los dos llegaron al recinto y la vieron tirada en el suelo.

Dohko / Seiya: ¡ATHENA! – exclamaron.

Se dirigieron hacia su diosa y la levantaron del frío suelo para llevarla a sus aposentos, la acostaron en su cama, cuando abrió los ojos se sintieron aliviados porque no fuera nada grave.

Dohko: ¿Qué ocurrió Athena? – preguntó preocupado.

Saori: Algo terrible. – hizo su drama. – Mi padre el gran dios Zeus quiere que vaya mañana al olimpo para tomar el té y debo de quedarme una semana, pero no me siento lista para estar frente a ellos. – comenzó a sollozar. – Me debe acompañar un caballero, pero no sé a quien elegir y son muchas cosas.

Seiya: Athena. – dijo serio. – Yo Seiya caballero de Pegaso estoy dispuesto acompañarla al olimpo.

Dohko: Y yo como caballero de Libra me haré cargo de la administración del santuario y le ayudaré a empacar sus cosas.

Saori: Pero ustedes estarán ocupados está semana. Seiya tiene que entrenar a su pupilo, el nuevo Pegaso y tú tienes que entrenar a Shiryu.

Seiya: Lo importante es que usted debe de estar cómoda en el olimpo y no asistir sola. – sonríe. – Además, le puedo pedir a Marín que entrene a Koga.

Dohko: Shiryu puede entrenar solo, además, el patriarca estará cuidando a Mu de Saga y no va estar al pendiente del santuario.

Saori: Gracias mis queridos caballeros. – sonríe tiernamente. –Acepto que Seiya me acompañe y que Dohko administre el santuario.

Los caballeros se pusieron hacer muchas cosas, el de Libra buscó las maletas de su diosa para empacar todas sus cosas que ella necesitara y Pegaso salió corriendo para pedirle a su maestra que entrenada a su alumno. La diosa de la sabiduría estaba súper feliz por todo su drama que armó, Seiya la iba acompañar y Dohko haría todos los deberes que le dejara en el santuario.

Saori: Lo bueno de contar con caballeros fieles. – ríe y después trata de descansar porque va ser una semana larga.

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En el olimpo, el caballero de Sagitario estaba viendo la televisión su novela favorita y varias Ninfas le llevan todo lo que pidió. Su vida era perfecta ya que no tenía que hacer nada, definitivamente se quedaría ahí para siempre.

– Joven. – dijo una Ninfa. – Alguien ha encontrado su nota que dejó en donde usted nos dijo.

Aioros: Bien. – dijo muy relajado. – Puedes retirarte.

– Mañana el dios Ares lo quiere muy arreglado porque va ver una junta y muchos van a estar acompañados con sus protectores o quien hayan elegido.

Aioros: Está bien. – no le tomó casi importancia. – Ya puedes retirarte, pero quiero otro helado de chocolate.

La joven obedeció, se dirigió a buscar el helado favorito del caballero.

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Andrómeda acompañaba a Ícaro en todo el recorrido de los doce templos, ya estando en Aries se despidieron, prometiéndose volverse a ver en otra ocasión. El ángel besó en la mejilla al de cabellos verdes, provocándole un sonrojo.

Touma: Adiós Shunny. – sonríe.

Shun: Adiós Touma.

Después de despedirse y que se retirada, el joven de cabellos verdes se dirigió de nuevo al templo de virgo para descansar, aunque, sentía muchas mariposas.

Aries se quedó extrañado de la actitud del alumno de su compañero, lo que acababa de ver era muy raro que tratada a alguien así, al único que le ponía atención es al dios del inframundo. Dejó de pensar en el tema y prefirió descansar, pero antes de entrar al templo escuchó una voz muy conocida y se alegró demasiado, se dio la vuelta y ahí estaba un futuro caballero.

Mu: Me alegra verte de nuevo Kiki. – sonríe.

 

Continuará…

Notas finales:

Espero les haya gustado y Aioros se ha vuelto un interesado. Antes que nada éste fanfic se va actualizar cada mes ya que estoy muy ocupado tanto en mi trabajo y familiar. Algunos personajes van a ir apareciendo y el humor también va ir apareciendo.

 

Próximo Capítulo: El Amor a Flechado a Kiki…

 

¿Dónde estaba Kiki tantos años?

 

¿Aioros se ha vuelto un interesado?

 

¿Shaka se estará hartando de Radamanthys?

 

¿Shun buscada en Touma el verdadero amor?

 

¿Qué pasada cuando Seiya vea a su maestro?

 

Nos vemos en un mes…

 

Chao…


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