Jongin, Chanyeol y Junmyeon son buenos amigos, alumnos de la UPS (Universidad Privada de Seúl) y compañeros de piso. Viven en un departamento en el centro de la ciudad; 3 habitaciones y un baño a lo largo de un pasillo, living y comedor separados por un par de escalones y finalmente la cocina, separada por la barra de desayuno.
Podría decirse que ellos vienen de unas muy buenas familias. El dinero no les hace falta y, por ello, pueden permitirse un departamento grande como una casa y estudiar en una universidad privada. Repartir los gastos es mejor; son sólo ellos tres, son amigos y toman casi las mismas clases. Perfecto.
Hoy es sábado, fines de enero. Faltan 2 meses para que empiecen las clases y los chicos están aprovechando el tiempo libre para descansar. Chanyeol mira la televisión desde el sofá, Kai le hace compañía mientras come cereales sentado en la barra de la cocina, y Suho está juntando la ropa sucia de las habitaciones para lavarla. Los fin de semanas no son su fuerte; odia hacer los quehaceres, pero se anima porque la semana que viene le tocará a Jongin hacerlo, y él es mucho peor de caprichoso al momento de tener que hacer las cosas.
– ¿Ya les asignaron las materias? – Pregunta el mayor mientras sale de su propia habitación con un cesto de ropa sucia en brazos.
– Sí, pero me cambiaron al turno de la mañana porque ya estaba lleno el de la tarde. – Comenta Chanyeol. – De por sí me cuesta concentrarme en la tarde, no quiero saber como será cuando recién despierte... –
– Agradece no estar atado ni nada. – Murmura Jongin. – Ya sabes, no tienes que hacerte cargo de una pareja o algo así. Sólo nosotros tres. – Termina de comer y deja el tazón en el lavabo de la cocina.
De repente su móvil comienza a sonar; es un mensaje del novio de su mejor amigo, Luhan.
Lulú. 10:09.
Los voy a matar.
Lulú. 10:09.
Irresponsables.
Lulú. 10:10.
Que tengan unas bonitas vacaciones. ;)
– ¿Y ahora que le picó a este? – Refunfuña y tira su móvil hacia el sofá, dándole un golpe a Chanyeol en el pecho, el cual se queja.
Tocan el timbre y los tres se miran. Por lo general sus padres avisan si van a ir de visita, y como son vacaciones y encima sábado, la mayoría de los vecinos del edificio están de vacaciones. ¿Tal vez hubo un problema con algo del edificio?
Suho deja la cesta al costado del pasillo y va a abrir. Los otros lo siguen, curiosos. -chismosos-
Al abrir la puerta se encuentran con 3 chicos, aparentemente un poco más jóvenes que ellos; de apenas unos 20 años. Los 3 están bien abrigados, aún es invierno. El del medio, rubio y con cara de cachorro, tiene un papel entre las manos pero el ceño fruncido. Cuando habla, lo hace con cierto desprecio.
– ¿Aquí viven Park Chanyeol, Kim Jongin y Kim Junmyeon? –
Los 3 restantes, dueños del apartamento, se miran entre sí.
– … Sí... Somos nosotros... –
– ¡Perfecto! – El chico rubio sonríe y aplaude para sí mismo. Hace un gesto con la cabeza a los otros dos y todos juntos toman sus maletas. – Soy Baekhyun. Él es Kyungsoo... – Señala al chico bajito de su izquierda. – Y éste es Lay... – Ahora apunta con su cabeza a la derecha. – Y desde hoy viviremos con ustedes. –
– ¿Qué? – Exclama Chanyeol. – ¿Por qué? –
– ¿Cómo que por qué? – El tal Kyungsoo frunce el ceño y se cruza de brazos, dejando nuevamente su bolso en el piso. – ¿No recuerdan nada? –
– No realmente. ¿De qué hablas? –
Los intrusos se miran entre ellos y luego fruncen profundamente el ceño, indignados y tal vez hasta ofendidos.
– ¿No se acuerdan de esto? – Baekhyun, Lay y Kyungsoo levantan hasta la altura del pecho los suéteres que los abrigan, dejando ver claramente el bulto en sus abdómenes. Los dueños del piso están con la mandíbula por el suelo. – En la fiesta de fin de año, del año pasado, ustedes fueron y cabe decir que la pasaron demasiado bien. – Baek alza una ceja, refiriéndose por pasarlo bien a haberse acostado con ellos. – Y bueno, aquí tienen el resultado. – Se encoge de hombros.
– ¡Espera un momento! – Jongin finalmente abre la boca. – No pueden venir simplemente aquí y decir que están esperando un bebé y que encima es nuestro. – Se cruza de brazos. – Además, ¿cómo saben que es nuestro? Tal vez lo hicieron con alguien más y no precisamente nosotros... –
– Pues no sé tú, pero mi trasero era virgen hasta esa noche. – Kyungsoo alza una ceja, mirando al moreno. – Y créeme que estoy bastante seguro que esto... – Señala su abdomen. – Es tuyo. –
– Yo ni siquiera sabía que podía terminar así... – Murmura Lay, con la mirada gacha.
– ¿Y por qué nos buscan? – Se mofa Chanyeol. – ¿No podrían haber abortado o algo? –
Baekhyun da un paso adelante y le propina una fuerte bofetada al más alto, que le voltea el rostro. Enseguida se lleva una mano a la cara para intentar aliviar el dolor.
– ¡Eres un ser horrible! ¡No somos asesinos, no mataríamos a nuestros propios hijos! –
– ¿Entonces por qué vienen aquí a darnos una responsabilidad que tal vez ni siquiera es nuestra? –
– ¡Porque ustedes son los padres! – Chilla Lay. – No queremos ser una familia feliz ni nada, mucho menos una relación porque ni siquiera nos conocemos... Pero queremos que se hagan cargo y al menos conozcan a sus hijos... No me gusta la idea de tener que pasar por todo esto yo solo... –
– Pero nosotros- –- Suho iba a hablar finalmente pero Baekhyun lo interrumpió.
– Además, ¿quieren pruebas? Está bien, el lunes iremos al Hospital y haremos exámenes de ADN si quieren. – Los 3 volvieron a tomar sus bolsos. – Pero mientras tanto nos quedaremos aquí. –
–-
Los 6 jóvenes estaban sentados en los sofás. No pudieron negarse a dejarlos pasar pues les quedó bastante claro que los embarazados cambiaban de humor con facilidad y golpeaban con mucha fuerza.
– Si esos bebés no son nuestros, se irán. – Espeta Jongin.
– Si no lo son. – Aclara Kyungsoo. – Sí, claro. Nos iremos. –
– ¿Y de cuánto están? – Pregunta Suho, claramente intrigado con el ceño fruncido.
– Esa es la pregunta más estúpida que me han hecho desde si quería ir a la fiesta... – Murmura Baekhyun.
– Cuatro meses aproximadamente... – Responde Lay en voz baja mientras acaricia la pequeña curva de su abdomen.
– El lunes también debemos ir temprano a una cita. – Baekhyun se aclara la garganta y continúa. – Podrían venir, ya que de paso iremos a hacer las pruebas. –
– No quiero encariñarme con eso que ni siquiera sé si es mio. – Se queja el más alto de los 6.
– No le digas eso, es tu hijo. –
– Ya veremos. –
– Bien. – Espeta Baek, girando el rostro a un lado, ofendido y haciendo un berrinche.
– Bien. – Responde el supuesto padre del bebé, copiando el gesto.
Los restantes se miran entre sí; no pueden creer que vayan a ser padres y se comporten así. Luego de un silencio bastante cómodo para sorpresa de todos, Jongin habla.
– ¿Ya patea? – Kyungsoo niega con la cabeza y habla.
– Bueno, sí, lo hace. Pero no puedo sentirlo. –
– ¿Cuándo lo podrás sentir? –
– ¿Para qué quieres saber eso? Ja-ja, saludos. – Se burla el más bajito. Kai frunce el ceño.
– Sólo quiero saber... –
– Pensé que no querrías saber nada del bebé; ya sabes, como dices que no es tuyo... –
En cuanto el moreno iba a hablar, su móvil comenzó a sonar. Eran Luhan, y ahora estaba llamando.
– ¿Qué quieres? – Respondió de mala gana.
– Pon el altavoz. – Pidió el rubio desde el otro lado de la línea.
– Ya. –
– Bien, ¡felicidades, papás! – Se burló junto a Sehun. – Espero que pasen de maravilla los próximos cincos meses. –
– Aún no sabemos si son- –
– Blah, blah, blah. – Interrumpió Sehun. – Es obvio que son suyos. –
– ¿Y tú qué sab- –
– Por cierto... – Habló ahora Luhan. – Lay es mi primo, así que cuídenlo muy, muy bien. Si me entero que lo han hecho llorar iré allí y los haré sufrir. –
– ¡Luhan! – Protestó el pelinegro chino con un puchero. – Yo no lloro... –
– No, claro que no. – Se mofó su primo. – Cuando supiste que esperabas un bebé echaste un río entero por los ojos. –
– ¡Tengo 18 años! ¿Qué esperabas? –
Jongin y Chanyeol miran sin disimulo a Suho, quien se encoge en su lugar. ¿18 años? ¡Dios! Comparado con el, Lay es técnicamente un niño.
– Si es tu primo, ¿por qué no lo cuidas tú? – Protesta Chanyeol. Ya lleva una mañana horrible.
– Cuando mis tíos se enteraron que estaba... Esperando... Lo mandaron aquí y dijeron que busque al padre y que el mismo se haga cargo. Es mi primo, sí, pero no va a criar a ese bebé solo. –
– Todo esto es tan complicado... – Susurra el mayor mientras se pasa una mano por la frente.
– Además estamos nosotros. – Baekhyun se auto-señala, orgulloso. – Que tampoco íbamos a quedarnos así como así, solos, y con un bebé. – Se encoge de hombros. – Además, cuando vean las pruebas de qué son suyos, pueden irse si quieren. Bueno, nosotros nos iremos. Pero ojalá las pese en la consciencia no haberse hecho cargo de sus errores. –
– ¿Así que el bebé es un error? – Se mofa Jongin, cruzado de brazos. Kyungsoo frunce el ceño.
– El error será que ustedes no decidan hacerse cargo. Si nos vamos, no volvemos. Haremos como ustedes no son los padres y nunca más los veremos. –
– ¡No puedes hacer eso! –
– Oh, ¿ahora tomas el cargo? – Se burla el más bajito. Jongin resopla y desvía la miada.
– Bien, veo que tienen mucho de qué hablar. Pásenla de lo lindo. Nos vemos. – Y cortó.
Ahora nuevamente todos quedaron en silencio.
– ¿Y por qué van a vivir con nosotros? ¿Cómo supieron que vivíamos aquí? –
– Luhan nos dijo. – Kyungsoo se encogió de hombros. – Cuando le dimos unas descripciones de los chicos con los que habíamos... Ya sabes... En la fiesta, dijo que eran ustedes. Y, ¡vaya! Son ustedes. –
– Y viviremos con ustedes porque si no lo hacemos ustedes aprovecharán cada oportunidad que tengan para desaparecer y no hacerse cargo. – Espeta Baek, mirándolos con una ceja alzada a todos.
– ¡Claro que no! – Se queja Chanyeol, molesto.
– Lo dice el que me preguntó por qué no aborté... –
– Además tú dijiste que luego de hacer las pruebas, nosotros podíamos elegir si hacernos cargo o no. – Comenta ahora el alto, haciendo un gesto de grandeza con la mano.
– No pensé que fuese tan insensible. – Murmura Baek, poniéndose de pie. – Que pérdida de tiempo. Bien, nos vamos chicos. –
– ¿Cómo qué se van? – Suho también se pone de pie e inconscientemente toma Lay del antebrazo. Enseguida cae en su acto y lo suelta, dejando atónito al chino. Kyungsoo hace un gesto desinteresado.
– ¿Por qué no? El gigantón ya dejó claro que no quiere hacerse cargo. Si Baek se va, nosotros también. –
– ¡Yo no dije eso! Agh, qué va. Quédense. – Resopla el alto. Los otros 3 vuelven a sus lugares. – Pero luego hablaremos bien y aclararemos todo. – Todos asienten de acuerdo.
Lay tira de la manga del suéter de Suho, quien estaba sentado a su lado, para llamarle la atención. Cuando el mayor voltea, le dedica una mirada cálida.
– ¿Qué ocurre? –
– El bebé tiene hambre... – Susurra cerca de su rostro, como si fuese un secreto. Suho cree que se le derrite el corazón; Lay se expresa de forma adorable sobre el bebé y sus necesidades. Por otro lado, Kyungsoo y Baekhyun se miran entre ellos.
– ¿Y qué pide el bebé? –
Lay se lleva un dedo sobre los labios, pensativo. No sabe si quiere algo dulce o algo salado; sólo sabe que tiene un hambre voraz justo ahora. Tiene antojos -o su bebé, mejor dicho- y va a ser algo difícil de saciar.