Era un dia normal, por que normalmente todos los días son normales ¡aunque aquí haya mucha temporada de lluvia!, ejem, como decía, era un dia normal en el cual los dioses andaban “pasificos” si se le describe en el sentido de que las guerras habían acabado y Athena había ganado por mil noveciento cuarenta y tres veces. No por nada la llamaban la diosa de la guerra, no por que fuera agresiva, si no que de alguna manera esta mujer ganaba todas las guerras. Algo me dice que tiene sus trucos esa niña riquilla.
Continuando con la historia.
Nos situamos en el inframundo, donde todo esta vacio por que a Hades ya se lo había chupado el diablo. Pandorina, (Si, Pandorina.) estaba sola lamentándose en el suelo del castillo de Giudecca (Este castillo si es canonico perras), lloraba y lloraba por que Athena por mil noveciento cuarenta y tres calavasas había ganado la guerra…Otra vez. Lo bueno, es que ya se había quedado sin guerreros dorados por que se los trago Loki, o Odin…¿Oh el que tragaba gente era Cronos? No lo se. Y como la profesia dice que cada quien sabe cuantos años por que Kurumada cada vez que actualiza confunde mas, Hades reencarna, para ello ocupa el cuerpo de alguien como recipiente y como Pandora es bien amable con Hades por que quiere que Hades la pele aun sabiendo que a este le vale madres, escoje el cuerpo mas puro que haya tocado esta tierra, (Aunque últimamente solo han sido niños fresones, quien sabe, Hades y sus gustos raros, es de familia).
Pero continuando, Pandora después del momento emo se decide ir a por un nuevo recipiente del señor Hades, que quien sabe quién sea porque no sabemos que chingados paso con todos.
Pero bueno, eso no es el objetivo actual, lo que realmente importaba en ese momento, es encontrar un nuevo recipiente para su Crush.. Digo, Hades.
Mientras tanto en el cuchitril.
En un lugar X porque no sabemos en donde carajos se sitúa esta extraña historia.
Había dos pares de personajes extras súper originales que nadie conoce porque necesitamos a dos tipos, bueno, se necesita solo a uno pero bueno, tu solo sigue leyendo. En una padrea de quien sabe dónde, se encontraban dos niños teniendo un duelo, porque uno de los dos tipos raros le había quitado su chamoyada al otro y como todo se soluciona con un juego de cartas para niños, eso estaban haciendo en estos mismos momentos en que estoy narrando esta cosa. En el campo se encontraba un monstruo del retador (el que robo la chamoyada) y una carta boca abajo, ¿Qué por qué no digo que monstruo estaba? Falta de presupuesto.
Mientras tanto, el otro tipo que no se tu, imagínate quien es, saca una carta de su baraja y saca nada mas ni menos que un Kuriboh Alado.
Apesta ser él.
A pesar de que aquél chico apestaba por tener a aquél kuriboh alado, no impotaba, creía que podía ganar con aquella carta un poco... Muy inútil (Demasiado inútil, pero todos lo quieren por ser tierno y nadie piensa en los demas).
Mientras tanto, nuestra querida Pandorina, veía cómo ambos chicos se peleaban como dos bebés por el dulce, y, notó que el chico que había invocado a esa bola de pelos con alas, era muy puro... Y cómo tenía demasiada flojera para buscar a otro, decidió que ese mocoso sería el nuevo recipiente de su amado Hades.
A si que no se dijo mas, mientras los dos chicos “dueleaban” Pandorina se acerco lentamente como si estuviera en misión imposible (¿On ta la música?), en sus manos traía el ya oxidado collar de Hades (Por que si, esta cosa en algún momento deveria romperse o algo asi, han pasado muchos siglos, ¿no?). Pero a mitad de camino se dio cuenta de algo (tarde pero lo hizo) no podía aparecer de la nada y capturar a esa bola peluda con alas y que se veía inútil, la verían raro, ¿Quién carajos captura un “holograma”? para eso hubiera hido a la tiendita de la esquina a comprar la carta, pero aquí en lo que le salga…Uuuuh. Por lo tanto, tenia que pensar en un “majestuoso plan” para capturar al “nuevo dios del inframundo”.
Mientras pensaba, sabía que su tiempo se agotaba porque estaban en un climax... Y esa bola de pelos no aguantaría ni un solo ataque del contrincante... Así que, después de rompérse la cabeza con planes un poco rápidos, decide usar el más fácil. Apenas se acabe la pelea, hurtaría el deck del chico, para poder saquear aquella carta y, rápidamente volver a poner ese deck en su lugar.
Mientras tanto, sacaría una silla del lugar menos inesperado y se pondría a “observar” el duelo, aunque ella no entendiera nada porque es “griega”…y no hay cartas…solo armaduras…y eso.
Observo y observo, ya desesperada por que el duelo acabara pero estos dos no dejaban de contra-atacar con todas esas cartas y trampa y magia que Pandorina no entendia, ya dijimos la razón. Entonces como si hubiesen pasado dos guerras santas, el duelo termino. Con la victoria del que robo la chamoyada, por que claro, el tipo solo tenia cartas de Kuriboh, ¿¡Quien tiene un Decks de Kuribohs!? Pero bueno, lo esencial era que el duelo había terminado de la manera dramática de los duelos de YGO, pero cuando se levanto de su “asiento” escucho unas palabras que la sacaron de lugar.
-¡Y ahora que eh ganado deveras darme una de tus cartas! –Oh no lo haría. -¡Quiero tu Kuriboh Alado! –Pudo haber gritado de la rabia pero se contuvo, ese niño ratero de chamoyadas le estaba arruinando su plan, le quitaría a su bola peluda. A si que dejo alado la delicadeza de una “señorita” y cuando vio que el “ganador” tenia en sus manos la carta que tanto buscaba, se avento al tipo como perro salvaje tratando de quitarle la carta, si, por un kuriboh te pueden asaltar.
Después de forecejear un poco como perros por el último trozo fresco de carne, nuestra Pandorina, logró obtener la preciada carta del Kuriboh Alado. Apenas la obtuvo, salió pitando lejos de ahí, para que el "ganador" no le "robase" la carta... Bueno, más bien, no recuperase la carta que acababa de reclamar cómo premio.
Cuando ya había recorrido una distancia razonable, sólo observo con detenimiento la carta... O sea, ¿¡cómo demonios iba a invocar a un Kuriboh si ni siquiera tenía un Disco de duelo?!
Ahora se había sumado otro problema después de solucionar uno...
Bueno, ya buscaría la forma en que sacaría a esa bola peluda de su carta. Ya que no tenia tanta prisa decidio investigar el extraño lugar al cual se había metido, tal vez vagando un poco por las calles podría encontrar la solución a su bendito problema.
Quien sabe cuantas horas camino pero se dio cuenta de algo. ¡En esta maldita ciudad todos jugaban juegos de cartas para niños! ¿¡No tenían algo mas aparte de las cartas que hacer en su vida diaria!? Parece ser que no, por que a cada esquina que hiba encontraba a dos niños o personas jugando con esas benditas cartas (mayormente adultos, ya saben, los niños no pueden jugar juego de cartas para niño) pero si su vista no le fallaba, cada una de esas personas traía consigo algún tipo de aparato que hacia que los monstruos salieran de sus cartas, ¡Quizás conseguir uno de esos aparatos le ayudaría a sacar a esa bola de pelos de la carta!
Busco alguna tienda donde consiguiera uno, pero no batallo, la ciudad dependía de ese juego a si que no hiba a ser tan difícil conseguir un disco de duelo. Llego a una tienda que era la que se veía mas vacia pues no quería esperar mucho para conseguir un maldito disco de duelo, al entrar a esa tienda se percato que había distintos juegos y no solo de cartas, en el mostrador se encontraba un anciano enano.
-¿Busca algo en particular? –Pandorina solo observo a aque anciano, ¿Qué demonios le sucedia a su cabello? Bueno, no se sorprendia, de donde ella venia muchos hombres parecían mujeres. Observo uno de los posters que había en la tienda y visualizo el disco de duelo en uno de ellos.
-Quiero esto. –Menciono, señalando el disco de duelo que aparecia.
-A si que quiere un disco de duelo, no hay problema. –El anciano busco entre las cosas y pudo conseguir una caja de un disco de duelo. –Esta nuevo por si pregunta. –Pandora observo la caja y la imagen grabada en el del disco, no entendia nada, ni como se usaba ni nada.
-Bien, me lo llevo…
-Claro, solo serán veinte mil yenes –Hablo con claridad el anciano, cosa que sorprendio a Pandora. ¡No traía dinero! ¿¡Como conseguiría ese maldito aparato!? ¿¡Tendria que robarlo!? ¿¡Usaria la fuerza, el chantaje, algún duelo!? ¿¡Porque todo le sucedia a ella que solo quería a su Crush de regreso!?
Miró con desilusión al viejo por su falta de dinero, pidió las gracias por la oferta y salió... Aunque no se fue del lugar, se decidió quedar ahí... A esperar el anochecer y poder robar el disco de duelos... De todos modos, ella es capaz de todo con tal de volver a estar con su Crush (Aunque eso implique que le vaya a ver convertido en una “adorable” pero inútil bola de pelos con alas)
Se oculto entre los arbustos en espera del anochecer y de aquel anciano saliera del local para aprovechar la oportunidad de robar aquel disco de duelo. Lastimosamente aquel anciano vivía en esa maldita tienda y Pandorina tendría que esperar para nada.
Y se dio cuenta por que los grillos ya cantaban y no veía a nadie salir de esa tienda, pero si vio como el anciano salida para colocar seguro a la puerta y se dio cuenta de que nadie jamas salía de ahí. Los dioses no estaban a su favor el dia de hoy como para pemirtirle dejarle robar un disco de duelo. No tuvo de otra que acercarse sigilosamente hacia la puerta de la tienda, quiso abrirla pero ¡sorpresa! Tenia seguro. Ni modo, alado la delicadeza, ella pateo con todas sus fuerzas la puerta hasta romperla, obvio, hiso todo un ruidajo pero eso no le importaba, buscaría rápidamente el disco y saldría de ahí lo mas rápido posible. Al entrar al locar busco como loca el disco pero como todo estaba oscuro no evito tropesar con las cosas y caerse y obvio, hacer un desmadre. Cuando escucho pasos venir corriendo hacia el lugar se apresuro mas en buscar la caja del disco de duelo, por primera vez los dioses estaban a su favor y pudo encontrarlo, lo tomo en sus brazos abrazandolo como si su amo fuese y salio en chinga del lugar, aun cuando sintió la luz de una literna ser apuntada a ella y que le hayan gritado de devolver lo que estaba robado, ella solo quería salir de ese lugar lo mas rápido posible. Salio corriendo del lugar como pudo, alguien la seguía por que escuchaba los reclamos detrás de ella, ella seguía corriendo como si no hubiese un mañana aunque se esforzaba por correr mas rápido, ya que traía tacones y gracias a ello se juro jamas volver a traerlos en una persecución. Creo que los dioses dejaron de estar a su favor pues uno de los tacones se rompió y la hizo caer, se hizo mierda la cara pero no le importo pues aun con un tacon roto y aun cuando estaba media coja del chingaso que se dio contra el piso siguió corriendo. No paro hasta que sintió que ya estaba lejos de su persecutor, tomo aire y se tiro al suelo dispuesta a descansar, no volveria a traer tacones ni muchos menos volveria a salir del palacio.
Gracias a aquél madrazo, que se dió por aquél golpe y el gran cansancio que había sufrido por la larga persecución, cayó fatigada... Sintió cómo la melodía de Morfeo le abrazaba e incitaba a contar ovejas... Cosa que hizo...
A la mañana siguiente, se levantó lo más rápido que pudo para huir un poco más... Y, ya al sentirse más segura, decidió revisar aquél disco de duelos, quería saber cómo chingados esa fregadera funcionaba lo más rápido posible.
Abrió la caja... Y se encontró con el extraño aparato...
- Ok, cosa... Disco... Lo que seas, ¿Cómo demonios funcionas?
Se pregunto en sus adentros mientras trabada de desdoblar eso.
No pudo "desdoblar" el disco... Porque no lo tenía puesto en el brazo... Cosa que recordó hacer cuando vio a todas esas personas con esa cosa... Cuando al fin se colocó bien el disco de duelos, vio cómo se activo.
- ¡Bien!, ¡Al fin! ¡Mi señor Hades, al fin regresarás!
Gritó a los 4 vientos cuando vio reaccionar esa cosa.
Sacó su carta de Kuriboh Alado y lo invocó. Cuando vio aparecer a esa bola de pelos con alas, corrió a ponerle el collar.
Pero al querer colocarle el collar a aquella bola peluda pudo darse cuenta que no podía, era solo un holograma. ¿¡Ahora que hacia con su vida!? ¡Tanto esfuerzo para nada! Estaba frustrada, quería golpear a esa cosa por hacerle perder su tiempo, por hacerle romper un tacon y darse un madrazo contra el piso por haber sido perseguida.
Tenia ganas de quitar esa carta y romperla en dos, pero no, debía haber alguna forma, tenia que traer a su señor de regreso y esa bola de pelos tenia que ayudarle.
Lo analizo, tal vez en esta extraña ciudad no podía traer a esa criatura pero, ¿Qué pasa en el inframundo? Ahí había un perro de tres cabezas, ¿Por qué no podía traer a su mundo una bola de pelos? Quizás ahí si podía servirle y cuando eso sucediera, ahorcaría a esa cosa y luego le pondría el collar, tenia que desquitarse con esa cosa. Ahora la cuestión era, ¿Cómo volvia al inframundo?
-Señor Zeus, ¿usted me odia verdad? –Murmuro para si sola mirando frustrada al cielo, a cambio de esas palabras recibió lluvia, si, los dioses la odiaban, aun cuando ellos fueron la que la crearon, oh al menos la chica de aquel siglo.
¿Tenia que volver de esta forma al inframundo? Si, tenia que volver su dios y si el volvia, sus espectros cofesclavoscof también. Pues no había de otra, se quito los tacones pues solo le molestarían, no le importaba ya caminar descansa, la lluvia le daba igual, incluso si esto le arruinara su aspecto, mientras no hubiera truenos todo iria bien.
Empezó a caminar, mientras traía consigo el disco de duelo, ya en su caja para evitar que se mojara, aunque, dudaba de que eso sucediera.
Seguia divagando de como carajos volveria al inframundo, oh tan si quiera a la mansión para poder entrar al inframundo, no sabia donde estaba, no sabia realmente nada, ella solo quería que todo acabara, que esa bola de pelos trajiera a su dios de vuelta y que ella pudiera mandar a gusto.
Y si podía pedir algo más, que ganen esta vez la guerra santa…bueno, eso es mucho pedir.
Y... Si los dioses quería, que al fin su Crush le diera bola... Ya que, tantos años de niñera con todos los espectros y hasta el propio Hades... Al menos ser noticeada por Senpai.. ¿No?.. Aunque todos sabemos que los milagros de ese tamaño no se cumplen.
No sabia cuantas horas habían pasado, solo sabia que la lluvia había cavado y el sol ya había salido, no tardo en salir Apolo para que los niños salieran a jugar cartas, ya se estaba cansando de ver tanto monstruo, ¿Dónde quedaban las armaduras, los niños sobreexplotados y los huérfanos? Ya no aguantaba los pies, estaba cansada, no había dormido ni si quiera había provado bocado en todo el dia y se estaba muriendo, aun le faltaba camino que recorrer.
Mientras seguía caminando con su cara de malos amigos y mientras sentía las extrañas mirada hacia ella, por que, ¿tu cuando has visto a una mujer media gotica caminando descalsa y toda mojada por la calle y que lleva abrazando a un disco de duelo como si fuese su hijo? bueno, pues eso describían las miradas, pero ella no le daba casa.
Cuando seguía caminando vio uno de los millones de duelos entre dos mocosos, había otros cercas, rodeando el duelo, observando atentamente, todos estaban tan concentrados, pues parecía que el duelo estaba “interesante”. Visualizo un mazo de duelo solo en el piso, observo a sus lados vigilando de que nadie la viera y tomo el mazo, pues si tenia un disco de duelo, ¿al menos tendría que tener un mazo, no? Salio en chinga otra vez para que no la vuelvan a seguir.
Cuando ya estaba lejos de la multitud observo el mazo, puras cartas malas. Entre todas esas cartas agrego la carta del Kuriboh Alado y la observo atentamente, llevaba ya días deseando de que esa cosa trajiera a su dios de regreso, después de eso tal vez dormiría milenios. Aunque algo tenia claro, de regreso al inframundo había aprendido algo nuevo, tal vez usaría el juego de cartas para la batalla, si las armaduras no funcionan, siempre hay que tener cartas bajo la manga.
Cuando decimos 'Cartas bajo la manga' Literalmente decimos Cartas bajo la manga... Osea, son monstruos que salen de cartas!
Pasaron días, meses, años, pero al final de todo, ella pudo llegar a “salvo” al inframundo, bueno, masomenos. Tenia un mal aspecto, su vestido estaba roto, estaba despeinada, tenia ojeras, algunas marcas de raspaduras, estaba descalsa y con el rimen manchando sus ojos, mas bien, su cara. Pero el disco de duelo, estaba…decente, estaba mojado, arrugado, pero el aparato estaba muy bien.
Llego a Giudecca, para mayor explicación, al trono de Hades, obvio, en todo el lugar no había nadie, pues el dios aun no aparecia. Se acerco a arastrar al maldito lugar donde se situaba su dios, saco el disco de duelo e invoco al Kuriboh Alado que apareció “mágicamente” sentado en el trono, la pequeña criatura de pelos traía una cara de confusión ya que no sabia en donde estaba y el lugar le aterraba un poco. El Kuriboh se asusto mas cuando vio a Pandora abalanzarse hacia el y empezaba a estirarlo como si fuera un peluche, la mujer de las desgracias traía toda la furia en ella y el pequeño Kuriboh sufria las consecuencias quien solo hacia sonidos de terror, le dolia el trato que recibia de la mujer.
Después de desaser su furia con la bola peluda, saco el collar de su dios y obligo a la bola peluda a usarlo, realmente no paso nada.
Espero y espero, pero nada.
Su paciencia se acababa y esa bola de pelos solo la frustraba, su dios devia aparecer y pronto.
-¿Y bien? –Le hablo al monstruo, aunque este solo la miro confundido, era un Kuriboh, ¿esperaba que le dijiese algo o que? -¿¡Donde esta mi dios bola peluda inútil!? –El Kuriboh se asusto al verla gritar y escapo del trono al verla tirarse, dispuesta a volverlo a estirar como a un peluche. -¡Mira bola peluda, hice mucho por traerte aquí con migo! ¡Asi que es mejor que me ayudes a traer de vuelta a mi dios! –Estaba muy enojada, estaba cansada, ella quería que todo volviese a la normalidad. Ya no sabia que hacer.
-¿Qué haces gritándole a esa cosa? –Una voz desconocida la saco de lugar, miro y era la diosa enemiga, Athena, quien sabe que hacia en el castillo y a que fines.
-¿¡Tu que haces aquí!? ¡Esto es propiedad de Hades! –No se movio de su posición, que era la del trono.
-Venia a ver que sucedia, tus gritos llegaron hasta el santuario, ¿sabes? Pensé que era Hades quien había vuelto pero ya veo que no… –Si Pandora ya estaba enojado, ver a esa O-Diosa la enojaba más.
-Largo…De…Aquí… -Trataba de no tirarse de encima a la pelimorada y arrancarle todo el cabello.
-¿Qué hace esa cosa con el collar de Hades?
-¡Trato de traer a Hades de regreso y tu me estas interrumpiendo!
-…. –Saori no dijo absolutamente nada. –Sabes…Esa cosa no traerá a Hades.
-¿Y tu como sabes?
-Por que Hades ocupa de un cuerpo humano…No de una bola peluda…
El silencio era de lo mas incomodo. Todos se miraban, la diosa miraba a la bola peluda quien estaba confundido y estos miraban a la mujer gotica quien estaba en shock por aquellas palabras.
-Entonces…Todo…Lo que acabo de hacer…fue…en…¿vano? –Apenas si podía pronunciar palabra.
-Emm…¿Qué tanto hiciste?
-Robe una maldita carta, robe un disco de duelo, esta cosa me hiso quedar mal, tengo el maquillaje mal, mi vestido esta roto, tengo mucho frio ¡Y de paso no consegui a Hades! –Pandora empezó a patalear en modo de berrinche, el Kuriboh se alejo de ella y se fue a los brazos de la diosa, ella solo miraba confundida las acciones de la matriarca del inframundo.
-Sabes…Creo que es mejor que te devuelva de donde viniste. –La diosa le hablo al Kuriboh, tomo el disco de duelo y dejo en soledad a la otra mujer que seguía lamentándose en el suelo, por el fracaso al querer regresar a su dios/amor platónico/imposible.
Creo que Hades esperaría mas.
Fin.