- Y ahora pondremos la canción de “La tortura”, para aquellos que han sido engañados alguna vez en su vida- anuncia la voz del locutor, proveniente de un radio mediano de color negro.
El locutor deja de hablar y una melodía empezaba a salirse por ambas bocinas con un ritmo estrictamente uniforme.
No pido que todos los días sean de sol
No pido que todos los viernes sean de fiesta
y tampoco te pido que vuelvas rogando perdón
Si lloras con los ojos secos
Y hablando de ella
La gran estrella se ocultaba tímidamente entre los edificios de la ciudad, las sombras de las personas se alargaban a medida del pasar del tiempo. La gente desaparecía lentamente ignorando los lentos y arrastrados pasos de un muchacho de cabellos violacteos, con la mirada baja buscando un punto muerto en la fría y dura acera.
Su cuerpo actuaba involuntariamente entre la acera, como si llevara mucho tiempo cruzando el mismo camino mientras sus pensamientos vagaban perezosamente en un mar de recuerdos dolorosos, haciéndose la prueba a si mismo de no importarle cuanto mas se le destroce el corazón de engaño. Si ya no se puede reponer.
Ay amor me duele tanto
Me duele tanto
Que te fueras sin decir a donde
Ay amor, Fue una tortura perderte
Razonando de lo que es, lo que puede y lo que será de su vida. Solo puede llegar a la conclusión de que las cosas se quedaran así sin importar cuantas veces quiera volver con una maquina milagrosa al pasado y reponer todo lo que estaba mal, así se evitaría todos esos problemas.
“Así no seria engañado de esta manera” pensó para sus adentros, pasándose de largo cierta parejita que pasaba por ahí, de solo ver algo así le enferma. Y más cuando reconoció a esa feliz parejita.
“¡Kuso!(1:0), Justamente tenia que toparme con estos dos” otro pensamiento se le cruzo, mirando con recelo a su “ex – amiga” y al baka de Horo-horo.
Posiblemente si no fuera por esa enorme y cómoda gabardina azabache que traía puesta y esa enorme bufanda amarilla alrededor de su cuello, lo hubieran conocido, pues no voltearon ni a verle el rostro. Aunque a Len le dio la ligera impresión de que justo cuando pasaron por un lado de él, empezaron a tomarse de la mano y mirarse de una manera un poco melosa.
Len intento olvidar el “accidente” que tuvo con la pareja y dirigirse a su destino sin ningún problema.
Yo se que no he sido un santoPero lo puedo arreglar amor.
No solo de pan vive el hombre
Y no de excusas vivo yo.
Solo de errores se aprende
Y hoy se que es tuyo mi Corazón.
Mejor te guardas todo eso
a otra perro con ese hueso
y nos decimos adiós
Abrió la puerta principal de su casa suavemente medio susurrando un “ya llegue”, mientras cerraba las puerta detrás suyo. De ahí se dirigió directo a su cuarto, ignorando los sermones de su padre y las seguidas preguntas de Jun con una notable cara de preocupación.
.- “Salí a dar un paseo”- Fue lo único que formulo sin voltear a ver a nadie y cerrando rápido pero suave la puerta por detrás de él. Ni se molesto en prender la luz, por instinto felino sabia de memoria en donde estaban acomodadas sus cosas sin necesidad de mirar a donde.
Se dejo caer suavemente hasta sentir en su espalda el cómodo colchón que se encontraba detrás de él.
Cerro sus ojos lentamente, esperando a que los efectos del sueño acudieran de inmediato, no tardó mucho en quedarse dormido profundamente, ignorando ingenuamente que su mente le jugaba una broma pesada. De nuevo.
No puedo pedir que el invierno perdone a un rosal
No puedo pedir a los olmos que entreguen peras
No puedo pedirle lo eterno a un simple mortal
Y andar arrojando a los cerdos miles de perlas.
Ay amor me duele tanto
Me duele tanto
Que no creas mas en mis promesas
Ay amor es una tortura perderte
Ya habían pasado varias semanas desde aquel desagradable encuentro. Len ya se encontraba pisando la entrada de su aula cuando se vio acosado por miles de chicas que buscaban algo de len, que este le quitaba importancia.
“Esto es lo de siempre” pensó suspirando para sus adentros al verse rodeado de chicas que lo medio asfixiaba con sus seguidas preguntas de “¿quieres que te haga la tarea?”, “¿Puedo sentarme a tu lado?” o “¿Me das tu autógrafo?”. Esto era algo realmente molesto, y siempre le contestaba algo así como “si, como sea”. (N/a¡no seas menso, no en cualquier día alguien puede hacer la tarea por ti XD)
Después de lograr librarse de todas esas niñas (gracias a una cosa que se llama timbre) se sentó en su respectivo lugar, esperando a que las largas y aburridas clases empiecen, después de todo, siempre sacaba buenas calificaciones.
Len decidió dedicarle sus cinco sentidos en la clase, pero cierto comentario hizo que se desconcentrara completamente de lo que estaba explicando el profesor de física. Era algo de Horo-horo, pero desde la pelea que tuvo con el, ya no volvió a hablar con el hasta la fecha.
Yo se que no he sido un santo
Pero lo puedo arreglar amor.
No solo de pan vive el hombre
Y no de excusas vivo yo.
Solo de errores se aprende
Y hoy se que es tuyo mi Corazón.
Mejor te guardas todo eso
A otra perra con ese hueso
Y nos decimos adiós
Len no pudo evitar sentir cierta curiosidad a los que comentaban las chicas de enfrente (cabe mencionar que no están en su club de fans XD). Así que agudizo un poco su oreja para entenderlas mejor, pues las chicas hablaban en voz baja para no ser escuchadas por el profesor, el cual solo se la pasaba explicando de la masa (1).
-“¿así que Horo-horo y ella terminaron?”- preguntaba la chica un poco asombrada, no podía creer lo que le estaba diciendo su amiga.
-“Sí, si. Ella me dijo que termino con Horo-horo porque el chico que era amigo de Horo-horo le gusta”- Len levanta la ceja con una interrogante, la verdad esa manera tan extraña que tienen las mujeres lo confunden¿no podían ser mas claras?.
-“¿Hablas de Len?”- Eso si lo entendió, pero eso no ayudaba a que sus dudas se despejaran.
-“Sí, el mismo. Ella cree que Len todavía siente algo por Horo-horo”- Al oír eso Len abre los ojos los mas que puede, la información que le llego a su cerebro apenas estaba siendo procesado y en un corto tiempo logro al fin reaccionar.
-“¿QUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEE!”- Un Len entre enojado y shokeado se para de su mesa banco poniendo una mano fuertemente en este, haciendo que ambas chicas que se encontraran enfrente se asustaran por la repentina reacción del chico de cabellos violacteos.
-“Señor Tao. ¿Qué es todo ese escándalo?”- reclamo la profesora de matemáticas la cual se mostraba entre molesta y decepcionada al ver que había sido interrumpida cuando explicaba sobre las ecuaciones¡ y lo peor era de que se trataba de su alumno prodigio (N/a: Así es, Len reacciono una clase después de la platica) – “Si tanto desea platicar hágalo fuera de clases”- Len suspiro muy avergonzado y salió derrotado del aula, mientras que los demás se burlaban y se reían por lo bajo al ver que el consentido por la maestra de matemáticas era sacado de su propia clase.
Al salir del Aula volvió a soltar un suspiro y se vio en la necesidad de caminar por ahí. Eso hizo.
Pero que “grata” sorpresa el haber topado con una persona conocida.
Yo se que no he sido un santo
Y es que no estoy hecho de cartón
No solo de pan vive el hombre
Y no de excusas vivo yo.
Solo de errores se aprende
Y hoy se que es tuyo mi Corazón.
“Es ese idiota de Horo-horo” pensó Len, el cual veía un tanto disgustado al distraído peliazulado.
-“¿Qué haces aquí?”- le pregunto a Horo-horo con cara de pocos amigos, el peliazul ni se inmuto, es mas, no parecía estar consiente de cómo se encontraba el chico con el que había topado.
-“¿Yo, Nada, solo pasaba por aquí¿y tu Len?”- el aludido duda por unos segundos, pero luego llego a la conclusión de que, tarde o temprano lo sabría.
“Claro que no es necesario decirle todo” dijo mentalmente sonriendo para sus adentros, pero con una de esas sonrisas que dan mucho que decir. –“Me Sacaron de la clase de Matemáticas”- dijo Len, el cual no mostró expresión alguna al notar la cara de sorprendido que mostraba Horo-horo.
-“¿c-como?”- Horo-horo simplemente no le podía creer, Len era todo un as en las matemáticas y uno de los más consentidos por esa profesora que les impartía las clases, simplemente no podía juntar las palabras “sacaron” y “matemáticas” en el vocabulario de Len.
-“Asi como lo oyes: me-sacaron-de-la-clase-de-matemáticas, no veo porque tanta impresión, siempre hay una primera vez para todo”- dice moviendo levemente su mano como no dándole importancia al asunto.
-“eh, oh….supongo que tienes razón”- Horo-horo cierra ambos ojos mostrando una sonrisa y posando una mano en su cabeza.
Ambos se quedan en silencio, sin ni una palabra que decirse, algo que le incomoda mucho a Len, por lo que (sorprendentemente) decide comenzar.
-“Supe que rompistes con……ella”- Se lo lanza en la cara al peliazul poniéndole notablemente un tono asqueado a la ultima palabra, pero Horo-horo no comprendió mucho la indirecta.
-“¿Quién?”- casi como un flashazo se le vienen todas las repuestas a su propia pregunta- “ah…..sip, rompimos ayer”- dice despreocupadamente Horo-horo, como si se tratara de cosas sin importancias.
“Es muy difícil para mi saber si oficialmente han roto, con eso de que ya son varias veces que se reconcilian. Aunque ya era hora, casi siempre peleaban” Reflexiono Len para sus adentros.
Ay ay ay aayy
Ay, todo lo que he hecho por ti
Fue una tortura perderte
Me duele tanto que sea así
Sigue llorando perdón
Yo… yo no voy
A llorar hoy por ti
Len se da una media vuelta lentamente y camina lenta y monotamente por una nueva dirección impulsada por sus pies. Horo-horo lo mira sin comprender el porque de su actitud y se queda soñando despierto sin pegarle la vista a Len.
“Ya todo da igual, la única deferencia es que ya no me duele”.
¡Listo! , al fin termine, jeje, creo que nunca acabaría, el problema era que no sabia que final ponerle (no pensaba que fuera feliz¿o estaría bien que lo fuera? O.o).