Siento algo que me toca el brazo insistentemente, está frío, parece un dedo, pero todavía no quiero despertarme.
-Solo un rato más, Channie –debe ser que me volvió a traer a la cama y se quedó a dormir conmigo. Estoy tan cómodo, no quiero levantarme, así que me acurruco más en su pecho y paso mi pierna sobre las de él. Otra vez, siento algo frío, pero en mi mejilla ahora –Channie, está muy frío tu dedo, deja de picarme. No quiero levantarme todavía.
Abro los ojos con pereza y veo… ¿dos ojos felinos mirándome? ¿Desde cuándo tenemos un gato?... ¿Un gato?... ¡Mierda! Cierto que no estaba en casa. Entonces… estoy acostado encima de… ¿Qué hago? ¿Qué hago? Creo que no ve mis ojos, ¿me hago el dormido y me acomodo para el otro lado? O podría seguir un poco más así… tiene un lindo aroma y el calor de su cuerpo, estoy tan cómodo. Ahora, el gato está poniendo su patita en mi mejilla, por suerte no tiene las uñas afuera.
-Johnnie déjalo, vas a despertarlo –escucho que dice, casi en un susurro. Aunque caso omiso el del gato, siguió dándome palmaditas en la mejilla. Mejor me doy la vuelta... cuando hago esto, siento que Taec se levanta de la cama y aparentemente se llevó al gatito, que por cierto era de un atigrado hermoso. Por si acaso, me quedo un rato más en la cama.
Observo la cama, es realmente grande, y del lado que estaba yo hay un espacio enorme, ¿cómo terminé encima de él? ¿será que estoy acostumbrado a dormir con Chansung y por eso me habré acercado a él? Me quedé un rato más y me levanté. Me acerco al espejo que está junto a la puerta, mi cara se ve horrible. Me asomo a la puerta, miro hacia todos lados, escucho ruido en la cocina. Así que voy en silencio al baño.
-Qué rico olor –vi que estaba mi ropa doblada sobre una banqueta en el baño, la agarré y la olí. La habrá dejado lavando cuando llegamos, ¿cuándo la habrá puesto a secar? Bueno, ya no importa eso, mejor me aseo un poco… no tengo un cepillo de dientes… miro y veo que hay un enjuague bucal- Bueno, uso esto, cuando llego a casa me lavo bien.
-¿Cómo dormiste? –preguntó Taecyeon cuando entré en la cocina, veo que ya está el desayuno listo.
-Realmente bien. Gracias por llevarme hasta la cama y lo siento por eso –estoy bastante avergonzado, porque me llevó y porque me desperté enredado a él.
-No pasa nada, te quedaste dormido completamente en el patio y no quise despertarte, no eres muy pesado –me guiño el ojo mientras traía una sopa con queso de soja y un tazón de arroz, en la mesa hay algunas verduras salteadas y kimchi.
-Hacía mucho no comía un desayuno tradicional –se ve todo delicioso.
-Los fines de semana lo hago, ya que tengo tiempo. En la semana salgo realmente apurado –se sentó en frente a mí, no sé por qué, pero me quedé observándolo detenidamente mientras comía… hasta que algo que saltó sobre mi hombro me despertó.
-Hey Johnnie –era el gatito, le acaricié el cuello y él se estiró.
-No te dije su nombre, ¿cómo lo sabes? –Taec apoyó sus codos en la mesa, entrelazó sus dedos y reposó la cabeza en ellos. Tiene una sonrisa divertida… tragué saliva…
-Mmm… no lo sé, tal vez, ¿lo soñé?–qué excusa estúpida, ¿cómo no me di cuenta de que dijo su nombre cuando me hacía el dormido? ¡Estúpido!
-Tal vez estabas un poco despierto cuando te estaba molestando en la cama y lo reté un poco –seguía con esa sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos, sé que no me cree lo que le dije.
-Quizá sea eso –me rasqué la nuca y reí nervioso. Me puse a comer rápidamente, luego de bajar al gato al piso y evitar la mirada de Taec, aunque la seguía sintiendo sobre mí.
Pasó lento el desayuno, mientras empezó a cuestionarme de lo que habíamos estudiado ayer y cuando terminamos de desayunar, ambos nos pusimos a lavar las cosas sucias… también seguía hablando de lo que habíamos leído ayer… realmente es un profesor exigente, jeje.
-Bueno, creo que es hora de irme, no quiero robarte más tiempo –le dije luego de que termináramos con los trastos sucios.
-Sabes que no es molestia, cuando quieras eres bienvenido –me miró y me guiñó el ojo.
-Gracias por todo. Me ayudas mucho –le sonreí y me incliné, creo que es demasiado formal, pero surgió instintivamente.
-No es nada, es algo divertido para mí –me acompañó a buscar mis cosas y cuando nos dirigimos a la puerta, sentí que algo me tironeaba del pantalón. Cuando miré era de nuevo el gato.
-Parece que le caíste bien, no quiere que te vayas –dijo mirándolo. Me agaché para acariciarlo un poco.
-Prometo volver a verte, ¿sí? –es hermoso el pelaje de Johnnie, es algo así como atigrado, me encantan sus ojos- Bueno, adiós Taecyeon.
-Nos vemos pronto Juhno –se apoyó en el marco de la puerta y levantó su mano para saludarme y el gatito se sentó junto a él. Era una imagen realmente tierna. Levanté mi mano y los saludé, dirigiéndome a la parada del colectivo ¿podré hacerme ilusiones con Taecyeon?
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No debí haber tomado tanto soju, tengo mucha resaca. Abrí los ojos con pesadez, había olvidado que estaba con él… aún estamos abrazados, ¿qué hora será? Tiene una expresión relajada, se ve como un niño cuando duerme.
-Buenos días –le dije cuando vi que abría los ojos, en ese momento sonrío. Sus ojos se ven más pequeños de lo normal.
-Más que buenos días… un excelente día –volvió a cerrar los ojos y se pegó a mi pecho.
-Oye, ya voy a levantarme –le dije tratando de empujarlo suavemente.
-Solo un rato más, quiero estar así un poco más –se frotó contra mi pecho y se apretó más.
-Eres como un niño pequeño definitivamente –me sonreí, me quedé un rato más, aunque no puedo dormir, así que solo cerré mis ojos por un momento. Siento que se separa de mi pecho, así que lo miro… está sonriendo.
-¿Me harás el desayuno? –pestañea un par de veces risueño.
-¿Soy tu sirviente acaso? –tengo ganas de pelearlo.
-Ayer te hice la cena, hoy te toca el desayuno –está haciendo puchero.
-¿Eso fue una cena? –elevé una ceja e hice una mueca con los labios.
-Deja de quejarte… realmente eres malo –sigue haciendo puchero.
-Si quieres desayunar, vas a tener que ayudarme –le sonrío y me incorporo.
-Eres malo Chansung… aunque lindo –lo miro por el rabillo del ojo.
-Lo dices tanto, que voy a terminar creyéndolo–me levanto de la cama y salgo de la habitación hacia el baño. Cuando salgo, veo a Jun K. apoyado en la pared, esperando para entrar- Todo tuyo –le señalo con ambas manos para que entre.
-Gracias –hace una reverencia y entra.
Voy hacia la cocina, todavía no puedo creer lo que pasó ayer… ¿cómo fui capaz de hacer eso con él? Y lo peor… ¿cómo estoy haciendo para ser tan natural? Es algo loco…
Pongo la cafetera; agarro harina, unos huevos, leche, azúcar y manteca, voy a hacer unos hotcakes, ya que no hay otra cosa para comer.
-¿Qué estás preparando? –aparece por mi hombro.
-Unos hotcakes –lo miro de reojo mientras sigo batiendo.
-Wow, eres un sabio –abrió los ojos sorprendido.
-No soy un sabio, es muy sencillo –le digo algo incrédulo.
-Para ti será sencillo –sigue observando detenidamente e impresionado.
-Lo que digas –me sonreí y seguí con el quehacer. Terminé de preparar los hotcakes, Jun K. sirvió el café, puso dulce y miel para untar. Nos sentamos uno al lado del otro y empezamos a desayunar, en un silencio apacible.
-Di “aaaah” –hizo el gesto mientras me acercaba el tenedor con un bocado del hotcake, y sin problemas, acepté. Cuando miré hacia la puerta de la cocina, estaba Junho parado allí mirando… ¿confundido?
-Hola Junho –dije algo nervioso levantándome de golpe, aunque no sé por qué, ni que fuera mi novio, ya querría yo eso.
-¿Cómo estás Channie? –se acercó a nosotros.
-Muy bien, Jun K. fue una buena compañía –me sonreí algo nervioso, y sonrojándome.
-Sí, acabo de ver en el living todas las botellas de soju –se ríe, aunque no muy convencido.
-¿Cómo te fue a ti? ¿Estudiaste? ¿Por qué no viniste anoche?–se me vienen a la cabeza miles de imágenes de ellos dos besándose. Creo que mi voz sonó un poco quebrada y Jun K. lo notó, me está mirando con resignación.
-Oh, sí, eso… es que se cortó la luz –me pregunto si realmente es eso lo que pasó- Estudiamos mucho, es muy estricto Taecyeon. Cuando se cortó la luz, Taec cocinó a oscuras, comimos y tomé vino tinto, realmente me gustó –se ve emocionado contando estas cosas.
-Bueno, luego limpio lo que dejamos en el living –mejor cambio de tema, me molesta realmente todo lo que haya hecho con Taecyeon- Siéntate que te sirvo café y preparo unos hotcakes –había sobrado mezcla, así que mejor le doy la espalda, tengo sentimientos cruzados, por un lado estoy nervioso y por el otro, estoy enojado.
-Además de tomar soju ¿Qué hicieron? –se me cayó la espátula cuando escuché su pregunta.
-¿Te quemaste? –me pregunta acercándose rápido Jun K. y tomando mi mano.
-¡Suelta! –saqué la mano abruptamente, me miró triste, algo herido. Soy el peor…
-Bueno, ya que está Junhjo, creo que puedo irme –está fingiendo una sonrisa, sé que está mal por lo que hice… Chansung, debes pedir disculpas, pídele disculpas, eso dice mi interior, pero no lo hago, solo me doy vuelta y sigo con lo que estoy cocinando.
-Pero no terminaste tu desayuno –le dijo Junho.
-Es que tengo un paciente en un rato, no había mirado la hora -¿será una excusa o realmente tendrá un paciente?
-¿Un paciente? Ja –le digo con algo de ironía.
-Sí, no eres el único paciente fuera de la clínica –lo dijo también con ironía y creo que con algo de ira. Su expresión está endurecida- Bueno, me voy. Gracias por lo de anoche –no me giré a mirarlo.
-Adiós –fue lo único que dije.
-Te acompaño –escucho a Junho que se ofrece y desaparecen de la cocina.
Soy un completo idiota, ¿por qué lo traté así? Sólo estaba preocupado… bufo y sigo cocinando.
-Fuiste muy grosero –lo miro a Junho que tiene cara de reproche y sus brazos cruzados en el pecho- Vino, se quedó contigo y ¿así lo despides? Ni gracias le dijiste –pongo los hotcakes en un plato y se los doy.
-No es para tanto, yo no le pedí que se quedara –me siento y sigo con el desayuno.
-Sé que estás enojado conmigo, pero no tenías que molestar a Jun K. –me mira mientras se sienta junto a mí.
-Lo siento, ¿de acuerdo? –dejo los cubiertos en la mesa y lo miro.
-Tienes que pedirle disculpas a él, no a mí –no tengo ganas de pelear.
-Está bien, lo haré… ahora, ¿podemos terminar de desayunar en paz? –digo mientras me meto un bocado.
-Promete que le pedirás disculpas –frunce el ceño.
-Lo prometo –levanto mi mano derecha.
-Ese es el Channie que me gusta –me abraza… mi pecho se retuerce- No peleemos más, te extrañé en estos días.
-Yo también te extrañé –solo atino a sonreír cuando nos separamos, mi corazón palpita desenfrenadamente, hacía días que no sentía el calor de Junho, realmente lo extrañé. Me concentro en sus labios mientras vuelve a comer… recuerdo la forma en que Jun K. se metió mi miembro en su boca… un momento… ¡¿Por qué rayos estoy pensando en eso?! Sacudo la cabeza y me golpeo las mejillas.
-¿Qué te pasa? –me mira extraño.
-Nada, solo estoy contento de que nos hayamos reconciliado –me sonrío y sigo comiendo. La imagen de Jun K. quedó en mi cabeza dando vueltas, tengo que pedirle disculpas…