Recuperándose un poco del shock inicial Akashi no pudo evitar preguntar:
-¿Qué? ¿En serio? ¿Por qué Furihata?- El león miro al pequeño Omega sorprendido.-No tiene nada de especial. Aunque no lo decía de verdad.
-¿Bromeas? Es un muy buen chico, valiente y fuerte, eso lo hace muy atractivo para cualquiera.-Una pequeña sonrisa se asomo de los labios del fantasma acordándose de algo en especial que molesto internamente al otro.
-Pero a él le gusta otro.-Por no decir “Le gusto yo” pero decidió omitirlo, aunque una parte de él se moría por ganas de decirlo.
El de cabellos celestes solo se encogió de hombros como si esa información realmente le valiera.
-Pero no le corresponde ¿No es verdad? Si fuese así Furihata-kun estaría con él.
-Pero de una cosa puedes estar seguro-El de ojos heterocromaticos había aparecido para reemplazar al otro, de manera agresiva advirtió-Nunca será tuyo.
-¿También te gusta Furihata-kun?-Levanto una ceja.
Sonrió con arrogancia el león cruzándose de brazos mirando al otro como si se tratara de algo insignificante.
-Escucha bien, tú nunca podrás conquistar a Kōki, aprende a conocer tu lugar.-Su semblante era fiero para intimidar a cualquiera que le intimidase.
-Yo sé donde esta mi lugar y no me rendiré tan fácil. –Aunque toda esta conversación dejaba sinceramente algo confundido al chico fantasma ¿El pelirrojo al final estaba interesado en él o en Furihata-kun?
Furi había llegado de las compras y había visto una cancha de básquet al pasar por cierta calle, se tentó de llamar a Akashi para que fueran a jugar juntos, pero no estaba en ningún lugar de la casa, quizás había decidido a hablar con su padre Masaomi.
Dejo las cosas de comer en la nevera y tomo el balón, de todos modos era mejor ir solo, ser rechazado de manera tan directa aun le dolía demasiado, pero no quería llorar no quería mostrar debilidad, lo superaría y quizás encontraría un nuevo amor, si eso es lo que haría.
Después de todo lo mejor era olvidarlo…
Horas más tarde estaba practicando los tiros mientras recordaba como había conocido a Akashi.
***//Flash back//***
Estaba jugando con unos amigos en el parque cuando vio a un pequeño niño solitario, tenía la piel tan clara como la nieve y el pelo muy rojo, de inmediato le llamo la atención. El chico parecía llorar en silencio, quiso no intervenir pero un impulso que no pudo evitar le hizo decir.
-Hola ¿Por qué estas llorando? ¿Necesitas compañía?- Estaba seguro que no, ni siquiera sabía porque preguntaba, mucha gente prefiere estar sola y por eso ese chico lo estaba en ese momento.
El chico no lo miro, más si comentó:
-Mamá murió…-
Furi se agacho, pues el chico estaba agachado agarrándose las piernas y escondiendo la cara.
-Lo lamento mucho. Pero tu mamá no te querría ver triste, a las mamás no les gusta que sus hijos sufran, seguro ella te quería mucho ¿No? Seguro querrá verte feliz desde el cielo.
Por primera vez el chico pelirrojo miró al chihuahua quien al ver esos ojos su corazón latió fuertemente, no supo por miedo o por otra sensación, pero se sintió sumamente nervioso y tembló, sentía que si ahora hablaba diría cualquier burrada.
-Tienes razón. Mamá siempre quiso que fuese feliz ¿Cuál es tu nombre?-No pudo evitar sonreír del otro al verlo temblar así.
-Fu-Furihata Kōōki –Hablo tan nervioso que alargo de más su nombre y la forma de hacerlo sonó como a otra palabra, se llevo las manos al pecho, le dolía por ver a ese chico ¿Acaso iba a morir?
-¿Cookie? ¿Eres una galleta?- El pelirrojo se reía y se acercaba al tembloroso castaño que no sabía que era sensación en el pecho su corazón estaba muy acelerado.-Yo soy Akashi Seijūrō -Le ofreció su mano en señal de amistad que Furihata tomo.
- Akashi-sama. Su padre está preocupado por su desaparición, exige que regrese de inmediato a casa. –Un hombre que tenia cuerpo de mastodonte había hecho su aparición.
Furi le había gruñido a ese hombre, pero ahora que recordaba el apellido seguramente le hablaban al pelirrojo así que se calmó rápidamente.
-Estaba con mi novio Furihata Cookie –Abrazo al castaño de manera posesiva haciendo que el rubor del castaño se le fuera hasta las orejas. Por suerte eran demasiado pequeños para que sus hormonas animales les hicieran dejarse llevar por sus impulsos.
-Soy Kōki.-Dijo con un hilo de voz apenas.
El hombre se los quedo mirando, no estaba seguro si lo que decía el pelirrojo era cierto, aunque por el sonrojo del otro, cabía la posibilidad.
-De todos modos Akashi-sama, sabe que su padre se enojará mucho si se va sin avisar.
-Ya voy…-Contesta molesto y suelta a Furi- Cuando vuelva este fin de semana jugaremos básquet Kōki.
-Pero…-Se iba a oponer pero la mirada que le dedicaba su supuesto “novio” no admitía objeciones.- De acuerdo.
-Perfecto Kōki.-Le sonrió complacido cuando lo escucho seguir órdenes.-Nos vemos entonces.
Las primeras veces tenía que admitir que se sentía un poco incomodo con su presencia cuando se veían, pero luego le hacía sentirse muy feliz, aunque sus amigos le decían que se alejara de este porque era un león y los leones solían ser algo agresivos con los caninos como él. Pero Furi se sentía cada vez mas cómodo, aunque que el pelirrojo siempre lo tratara como su “pareja” cada vez cuando lo veía Furihata se sentía muy atraído hacia él y eso que nunca se habían dado un beso.
…Aunque llego un día, uno muy triste en que todo cambio.
Le dijo que no podían ser novios, que era mejor que solo fueran amigos, aunque desde ese día el pelirrojo empezó a actuar de manera sumamente errática y torpe, cayéndose de la nada, seguía hábil para los estudios, pero a veces cuando hacia otras actividades se volvía un inútil total, se comportaba sumamente tímido e indefenso frente a los Alfa que terminaban creyendo que era un Omega
Furi trataba de ayudarlo, lo vendaba cada vez que se lastimaba, lo defendía de los Alfas que se querían pasar de listos con él aunque el que siempre quedaba lastimado era él, incluso una vez quedo con varias costillas rotas.
Masaomi se compadeció del cachorro y pago todos los gastos médicos cuando este terminaba grave. No entendía porque ese chico defendía tanto a su hijo si este le había dicho que eran solo amigos y nada más.
Cada año que pasaba el pelirrojo parecía volverse más torpe, pero a la vez parecía más alegre como si se hubiese quitado un peso de encima o al menos eso aparentaba.
Furi aprendió a sacar su lado más dominante para salir de esas situaciones y defender a su amigo, a pesar de ser un simple cachorro de chihuahua, de hecho su trasformación era más pequeña que la de un chihuahua común, trató de verse tan fiero como un lobo.
Puede que el otro nunca lo amara, pero él sí y por ese amor siempre estaría a su lado.
***//Fin flash back//***
-Quizás debería agradecer que gracias a él soy más fuerte…-
Tiro de nuevo a la canasta y erro cayendo el balón fuera de la canasta.
-¡Rayos!- Siempre erraba tres tiros de diez. Volvería a intentarlo, el básquet siempre era una buena distracción a sus problemas.
-Oi ¿Quieres jugar un uno a uno?-Dijo una voz detrás de él.
Furi se volteo, el que le había hablado era un hombre de cabello y ojos rojo oscuro aunque su cabello terminaba en color negro. Tenía una fuerte presencia que le recordaba un poco, pero solo un poquito a Akashi. Seguro era un félido.
-No soy muy bueno jugando contesto- El de cabello bicolor hizo una expresión un poco disconforme.
-Es una lástima, me gusta enfrentarme a rivales fuertes. -
El chihuahua lo miro un poco admirado, ese hombre realmente parecía apasionado del deporte, le pareció bastante interesante además de atractivo, aunque su acento le sonaba a extranjero.
-Siento no ser lo que esperaba pero si quiere podemos jugar solo por diversión, quisiera mejorar en mis habilidades…-Dejo la palabra en el aire para que el de cabellos más rojos contestará.
-Kagami Taiga.-Dijo de manera firme ofreciéndole su mano a aquel chico quien la tomo con confianza.
-Furihata Kōki.-
Por fin el león pudo regresar a la normalidad y aprovecharía ese instante para conquistar a Kuroko lo haría aunque tuviese que suplicarle.
-Al menos ten una cita conmigo-
-Lo voy a pensar Akashi-kun-Realmente las dos personalidades que tenia aquel pelirrojo lo estaban confundiendo demasiado a aquel chico fantasma.
-Por favor solo dame una oportunidad, yo sé que no te arrepentirás. -
-Akashi-kun, me molesta su insistencia-Dijo algo incomodo el Omega tratando de mirar hacia cualquier lado hasta que cierta visión le hizo abrir un poco los ojos en modo de sorpresa-Furihata-kun y… ¿Kagami-kun?
-¿Eeh? ¿Quién es Ka…?-Se quedo viendo a Furihata que venía con un chico muy feliz conversando, sentía que algo dentro de su corazón dolía y que hervía de rabia de pronto, una emoción como una patada en el estomago.
Ellos se veían tan malditamente felices. Y no sabía porque eso le molestaba tanto.
Akashi sacudió su cabeza, Furihata podía ser feliz con quien fuera, este tenía derecho a tener a quien quisiera como su novio.
“Ni tú te crees esas palabras”
¡Vete! ¡Eres un estorbo! ¡Déjame en paz!
“Si se trata de Kōki no puedo dejarte en paz, es de mi futuro esposo de quien estamos hablando”
Kōki no es tuyo.
“¿Entonces de quien? ¿Tuyo?”
¡Sí! ¡Digo no!
“Jajaja por fin estas mostrando tus verdaderos sentimientos, deberías dejar de negarlo”
Ya basta, Kōki es solo mi amigo.
“Un amigo que quisieras follarte tanto para darnos cachorros ¿No es verdad?”
No, no es verdad
“Tan imbécil, pero si tu no vas a hacer nada por separar a ese par tendré que hacerlo yo”
No, déjalo en paz, quizás solo son amigos.
“Aunque lo fueran ese chico es un Alfa, puede ser una competencia”
¿Y si no lo es? No quiero que hagas locuras.
“Hay que marcar territorio con lo que nos pertenece”
Pero…
“¿Quieres que realmente se vaya con ese imbécil?”
No, no quiero, pero Kōki…Kōki no se merece esto…
“Kōki se merece que luchemos por él”
Pero no de esta forma.
“Es la única manera, sabes lo que debemos hacer”
No…me opongo.
“¿Entonces quieres que se vaya con ese idiota?”
Tampoco, no quiero.
“¿Cierto que no? La sangre me hierve solo imaginarlo”
Pues si ese sentimiento de algo quemarle crecía en el pecho del descendiente de los leones, no sabía desde cuando sentía esta sensación tan posesiva en su corazón, menos mal que Furi aun no le había visto, se habría asustado de la cara que traía, puesto que ese no era el Akashi normal.
-Akashi-kun ¿Estás bien? Pareces algo traumado-Menciono un poco asustado Kuroko por la forma obsesiva en que el de ojos bermellón miraba a esa pareja y parecía ido.
-No…no puedo…simplemente ¡No puedo!-Este fue directamente hacia la pareja con una mirada seria.
Akashi no podía ni quería detenerse, ambas personalidades que gobernaban un cuerpo se habían unido en una sola decisión.
¡El es mío! Exclamaron a la vez.
Furihata conversaba animadamente con el de cabellos bicolor, supo que era descendiente de los tigres y que había regresado buscando a una persona, pero también porque quería ver si habían rivales fuertes de básquet en Japón.
Kagami le parecía una persona fuerte e interesante, pero era mejor no pensar en algo amoroso con él a pesar de su atractivo, seguro que tenia a alguien.
De pronto Kōki fue jalado del brazo y puesto al lado de alguien, el chico solo tuvo que sentir su olor para darse cuenta que era Akashi.
-Aléjate de él.-Le dijo al tigre de manera especialmente fiera rugiendo alto e intimidando a cualquiera que lo escuchase.
-¿Eh? Furi, no me habías dicho que tu novio era tan posesivo, pero Furihata y yo solo somos amigos.-Se rasco la cabeza algo perturbado aquel tigre.
-¡No es mi novio! –Se soltó como pudo el castaño.- Akashi -san ba…-
Se fijo en que los ojos del pelirrojo eran rojos ambos ¿Era el verdadero Akashi el que estaba haciendo una escena de celos? ¿Qué estaba pasando?
-No, no lo soy, soy su prometido.-
-¿Akashi-san?-
Continuará…