Un lazo que no pedí, aquella otra personalidad de mí por Almaschmetterling

Ese beso si que tomo por sorpresa al castaño. Jamás en la vida se imagino que su amigo lo besaría  y de ese modo.

Era un beso apasionado y no uno cualquiera prácticamente era un beso que  le invadía y exploraba toda su boca.

Debería ceder y aprovechar la oportunidad, pero Furihata no es así. Así que le dio un golpe en  el estomago para hacer reaccionar a su compañero.

-¡¿Qué demonios te pasa?!  ¡¿Te has vuelto loco?!-Le gruño enfurecido al pelirrojo apenas si este se  separó de sus labios. Maldita sea ¿Por qué Akashi siempre estaba haciendo que no se pudiese olvidar de él? Así nunca podría verlo como un amigo, jamás.

Iba a salir corriendo a su habitación, pero fue retenido del brazo y  abrazado por detrás fuertemente.

-Escúchame, eres mío pequeño chihuahua. Te haré mío tantas veces que mi olor se te quedará pegado.-Le susurro entre amenazante y seductor el pelirrojo. Kōki  trago saliva estremeciéndose ante el tono de voz usado por el león. ¿Quién era esta persona? Este no era su amigo-Vamos a casarnos, no tienes ya para que ocultar que me amas.

-Bien, creo que debo dejar que arreglen sus problemas de enamorados solos. Yo tengo cosas que arreglar de la fiesta. –El hombre mayor se fue contento en verdad de esa casa. Si las cosas seguían así por lo que creía pronto habría nietos.

Furihata resoplo enojado  soltándose del agarre que a decir verdad era bastante fuerte del  joven que le sostenía.

-Tu padre ya se fue ¿Puedes dejar este teatro patético? –Miro al de los ojos rojos molesto en verdad. Sentía que se estaba burlando de sus sentimientos.- No sé porque estás haciendo esto, si es por lo de haberte ganado eres estúpido, tu padre menos va a querer que nos separemos así. 

El pelirrojo sonrió amplio casi de manera depredadora, su cachorro era desconfiado, todo por culpa del “erróneo”.

-Kōki, mi vida. No es ningún teatro, es la verdad. –Se acerco separando los brazos como esperando a que el cachorro le abrazara.-Te amo.

El chihuahua le arrojo lo primero que encontró a la cabeza que era un manga que estaba leyendo hace unos días.

-¡DEJA DE ACTUAR ASÍ! ¡¡ME MOLESTA!! NO ES DIVERTIDO QUE TE COMPORTES DE ESA MANERA ¡¿DONDE QUEDO TU AMOR POR KUROKO?!

El del clan de los leones, parpadeo tocándose la cabeza por el golpe y uno de sus ojos que estaba de color dorado volvió a ser rojo.

-¡¿Kuroko?! ¿Dónde está?-Miro al cachorro un poco angustiado-¡No me digas que  vino y está en el baño! ¡Debo arreglarme para verlo!

Ese si era el león que conocía. Al menos el que recordaba que su amigo era.

-No, no está aquí, pero ¿Estás bien Akashi-san? ¿No te golpeaste la cabeza o algo cuando te estaba preparando la sopa?

-No ¿Por qué?-Ladeo la cabeza sin comprender porque su amigo decía algo como ello-¿Papá ya vino?

Realmente el cachorro de chihuahua no entendía bien lo que estaba pasando, quizás lo anterior fue su amigo en modo sonámbulo o algo así es la única explicación posible, aunque las palabras usadas por este cuando lo abrazó se le quedarían grabadas en su mente.

Siendo cortés contesto algo apenado:

-Si…y por culpa tuya ya es casi imposible que nos separen. Probablemente nos casemos en esta semana.-Resopló tenia las mejillas calientes.

-¡Mi culpa! ¿Pero por qué? ¡Furi dijiste que me ayudarías!-El pelirrojo movió los brazos desesperado- ¡No quiero casarme con mi mejor amigo! Me disculparás pero nunca te he visto de esa manera.

-C-claro.-“Te haré mío hasta que mi olor se te quede pegado” recordó. Su cara estaba roja como un tomate, hasta sintió que cierta parte de su cuerpo se había entusiasmado. – ¡Debo ir al baño!-Anuncio corriendo como desesperado al toilet, tenía que quitarse ese deseo que había nacido debido a  aquellas palabras.

-¿Qué le pasara? No recuerdo nada de lo que pas…-

Pero antes de que siguiera hablando imágenes de cosas que había hecho vinieron a su mente ¿Realmente había hecho algo así? Demonios. No, eso no podía haberlo hecho él.

“Si lo hiciste o mejor dicho fui yo quien las hizo pero formo parte de ti así que prácticamente es lo mismo”

¿Otra vez esa voz? ¿Quién rayos era?

“Yo soy la voz de tus verdaderos deseos, tu verdadero ser, aquel que realmente es digno de ser un león”

No. Esa voz debía ser solo su imaginación, la frustración lo había llevado a eso.

“Vamos, sígueme negando, es divertido. Porque al final yo  tomare tu cuerpo y tu desaparecerás”

¡¡No!!

La voz  que escuchaba en su cabeza se reía de manera fuerte y  de manera burlesca.

“Yo soy mucho mejor que tú, tu eres un error, toda tu existencia”

Dime quien eres.

“Realmente eres tan tonto. Ya te dije, soy tu verdadera esencia. Vivo en ti y nunca podrás deshacerte de mi existencia, pero en cambio yo si puedo deshacerme de la tuya.”

¿Y como se supone que lo harás? Se supone que eres parte de mí, pero yo siempre he estado en mí mismo.

“¿Acaso no te acabo de mostrar los recuerdos de lo que paso hace poco? Así es como vivirás tu vida, detrás  de una tela de recuerdos, yo tomare el mando”

No te dejare hacerlo.

“No te estoy pidiendo permiso ‘hermanito’ tomare lo que me pertenece”

¡Nada te pertenece! ¡Lárgate! ¡Vete de una vez!

“Kōki si, él es mío, todo él es mío”

¡Deja a mi amigo en paz!

“¡Ja! Si claro ‘amigo’ tú y yo sabemos que es algo más que una amistad”

Quizás para ti, yo amo a Kuroko.

“Si claro, pero más temprano que tarde te darás cuenta de lo que sientes realmente y cuando lo hagas será tarde”
Ya basta por favor. Deja a mi amigo, el no se merece que lo molestes.

“Imbécil ¿Qué no te das cuenta que Kōki nos ama? Y yo lo amo a él, lo marcaré y será mío”

¡Ya te dije que no! ¡Ya basta!

-Akashi-san ¿Estás bien? –El castaño ya había aparecido después de desquitar sus ganas y viendo que el pelirrojo se agarraba la cabeza desde hace un rato con la mirada algo ida, parecía en trance, al ver al chico no pudo evitar preguntar:

-Furihata…¿Realmente estas enamorado de mi?

El mencionado se sobresalto al escuchar esas palabras por parte del pelirrojo.

-No, no sé quién te dijo tal mentira. –Obviamente no lo admitiría así tan abiertamente.

¡Ja! Sabía que no era verdad.

“¿En verdad crees que Kōki diría sus sentimientos tan fácil? Fíjate en sus expresiones, miro hacia otro lado mientras lo decía y sus mejillas estaban rojas es obvio que te mintió.”

Kōki, digo, Furi no nos ama, basta.

-Akashi-san ¿Quién te conto esas cosas? No les creas  a todo lo que te dicen por favor.

-Nadie me lo contó-Hablo el Akashi con el ojo dorado- Tu me amas Kōki.

-¡No y no me llames por el nombre es incomodo!

-Nos vamos a casar ¿Qué importa  el nombre? Tenemos que ser más cercanos cariño. Además sé que mientes, tú me amas.

-Andas muy extraño hoy.

-No, simplemente estoy  tratando de hacer las cosas correctamente. ¿Por qué no lo admites? Tu rostro siempre se vuelve muy rojo cuando estoy cerca de ti- Dijo esto y se acerco peligrosamente al castaño, quien retrocedió al instante.

Había algo anormal en su amigo de infancia pensaba Furihata, era demasiado extraño, parecía normal a veces y en otra era otra persona más calculadora e incluso le daba algo de miedo, poniéndole la piel como gallina, es que había algo que no conocía en Akashi, ese no era su amigo de siempre, esa persona parecía dispuesta a todo.

-¿Por qué me temes? Nos conocemos de toda la vida, créeme que mis sentimientos por ti son verdaderos Kōki.

-¿Y-y lo que sientes por Kuroko?-Le dijo de manera desafiante a ver si lograba sacarle de ese estado  extraño en que se encontraba el pelirrojo.

Pero el pelirrojo con ojos cambiados se empezó a reír como desquiciado. Ahora sí que Furihata se asustó. Iba a pegarle con una sartén si fuese necesario para que dejase de asustarlo. Su amigo se había vuelto loco, no había otra manera de  describirlo.

-Eso es porque estabas con mi yo “erróneo” yo soy el verdadero-Apunto a su ojo que era dorado-¿No lo ves? No soy ese imbécil torpe que conocías, ahora soy mejor.

Es verdad, recién Furi nota el ojo diferente del pelirrojo, lo cual le parece aun más extraño, pero el Akashi diferente  tenía un no sé qué que aun le generaba desconfianza.

-Ven aquí, hagamos las cosas como debieron ser siempre. Ámame, juntémonos y casémonos, eres mío Kōki.

-Si realmente eres otro Akashi, entonces estas equivocado, al que yo quiero es al otro al torpe, no me importa si no era perfecto ¡Pero era a quien yo quería!

El pelirrojo hizo una sonrisa que se veía como una mueca.

-Es una lástima, el está muerto.

-¿¿ ¡QUE!?? No ¡No lo está!-Dijo el chihuahua intentando convencerse, esto era demasiado extraño para aguantarlo él solo.

El de mayor estatura se acerco al castaño tomándolo de la cintura y apegándolo a su cuerpo, su mirada era penetrante y profunda capaz de cualquier cosa por conseguir lo que quiere. Kōki sin pensarlo termino temblando ante esta persona que desconocía por completo, era demasiado intimidante, demasiado imponente para un simple perro como él.

-Mejor ve cediendo ante mí, no voy a tolerar que sigas huyendo de mi persona,  ya te comprometiste conmigo al ganarme, voy a tomar lo que me pertenece.

-Yo no soy suyo.-Dijo intentando defenderse a pesar de todo y apartarse de él pero el agarre que tenía era demasiado firme.

-Ya te dije que eres mío Kōki-Lo retuvo de las manos haciendo que cayeran y se puso arriba de él  colocándose en medio de las piernas de él para evitar una patada en sus partes. -Hagámoslo por las buenas, no quisiera que mi instinto animal te lastimase, aunque si te lastimo supongo que es tu culpa, por oponerte. –Se iba a acercando como para robarle un beso nuevamente. El chihuahua trato de moverse como desesperado, pero el agarre era demasiado fuerte ¿Desde cuándo Akashi era tan fuerte?

-Furihata-Kun, perdón por entrar a tu casa de este modo pero…-El peliceleste había entrado a la casa del cachorro y termino encontró aquella escena-Oh, creo que interrumpo algo.


¿Continuara?