Abrió los ojos y lo primero que sintió el chihuahua es algo cálido, agradable un olor conocido pero familiar, no supo cuánto había dormido ni como llego a su casa, los primeros rayos del sol estaban llegando a su habitación trato de estirarse pero algo lo retenía, cuando se fija quien es traga saliva. No podía ser ¿Se habían acostado juntos? Pero no sentía ninguna molestia en el trasero ¿acaso había sido al revés? Akashi lo abrazo más fuerte apegándolo a su cuerpo Kōki sintió el miembro erecto de este contra su cuerpo sintiendo algo de vergüenza. Al menos no estaban desnudos, lo cual era algo, aun así lo aparto de su lado con brusquedad. ¿Cómo demonios había llegado a esa situación?
Lo último que recuerda fue que Akashi le robo un beso apartando a Kuroko con brusquedad. ¿Se había desmayado? Seguramente
Suspiro, realmente no sabía qué hacer con el pelirrojo. Ahora sabía quién era el Akashi “correcto” el del cual él se había enamorado en su niñez. Pero, también amaba al otro que era ahora.
Quizás lo mejor era alejarse definitivamente de su amigo y eso es lo que haría de una buena vez.
Alguien lo apego a su cuerpo de manera cariñosa tomándolo de la cintura. Obviamente el pelirrojo había despertado, Furihata hizo un gesto para apartarlo.
-¡No! ¡Ya basta! –Le dijo el castaño a quien lo abrazaba, quien hizo un gesto molesto, pero sin soltarlo.
–Eres mío y puedo tomarte cuando quiera Kōki, entiéndelo solo es cuestión de tiempo. Acepta las cosas como son, te unirás a mí. No sé qué pretendías con Kuroko, pero no voy a dejar que lo beses, eres mi prometido–
Furi se giró para quedar frente a frente con Akashi mirándole fijamente algo ya molesto y fastidiado de todo eso.
–Akashi-san, lo que paso en el pasado ya es pasado…Yo ya no lo amo–Lo miro fijamente mintiendo descaradamente, lo amaba como nunca pero ya estaba harto–Búsquese a alguien que lo ame de verdad. Yo me di cuenta que no puedo estar con usted.
El pelirrojo lo soltó de pronto tan rápido que Kōki se asustó pensando en que algo malo ocurriría. Sin embargo Seijūrō solo se mantuvo apartado mirando con mucha seriedad al castaño.
–Así que ¿Con que con esa estamos? Negando tus verdaderos sentimientos, bien-Se cruzó de brazos-A mí no me gustan los mentirosos, buscaré a otra persona entonces. –
El dorado del ojo de Akashi desapareció y apareció el de ambos ojos rojos. Al fin volvía a ser el de siempre, ya estaba dudando Furi que si el de ojo dorado no desapareciera.
–Furihata-kun lo siento por ser una molestia en todo este tiempo. – Dijo de pronto–Escúchame no sé qué me ha pasado, pero mis sentimientos…–
–Amas a Kuroko-san, lo sé no tienes que explicarme eso–Le interrumpió con una sonrisa su interlocutor–Yo creo que tu cerebro se confundió con cosas del pasado, esa es la verdad.
– ¡No! ¡Escúchame lo que pasa es otra cosa!–Como decirle que al fin tenía sus sentimientos claros y que sabía a quién amaba en verdad–Yo…
–Furihata Kōki–Apareció Masaomi abriendo la puerta de la habitación tan de pronto que a ambos sobresaltó– ¿Qué pasa con ustedes? ¿Por qué aún no se unen? Falta muy poco para la boda. –
– ¿Eh? Es cierto pero yo quiero deshacer el compromiso, lo siento. – Furihata se inclinó en modo de disculpas–Yo no amo a Akashi-kun.
–Kōki…–El pelirrojo miro con mucha tristeza al chico. ¿Realmente no lo quería? Aunque era eso lo que le había pedido al castaño que hiciera en un principio. Ahora en verdad le dolía.
Ayúdame por favor, Kōki nos quiere abandonar.
“Que lo haga ese cobarde no me interesa más.”
Sabes que tú lo amas.
“¿Y eso que? Le valió absolutamente nada lo que le dije, nos abandonará”.
¿Te duele verdad? A mí también.
“¿Y eso que? Sigue sin aceptar que nos ama”
¿Oíste lo que me dijo verdad? Creo que piensa que solo fue una confusión.
“Jum, le pasa por desconfiado si ahora se aparta”
¿No eras tú el más interesado?
El hombre mayor padre de Akashi negó mirando al chihuahua fijamente rechazando sus palabras de manera tajante y cruzándose de brazos.
–Lo siento Kōki, pero no puedo dejar que te niegues. Tú amas a mi hijo, lo sé bien y aunque lo niegues por su comportamiento sabes muy bien que esos son tus verdaderos sentimientos. –
Furihata se le suben los colores al rostro un poco tímido asiente, pero luego su mirada baja apenado.
–Pero esta unión no llegara, no sucederá, Sei solo se burla de mí, de hecho si no fuera por esta unión el estaría saliendo con Kuroko-kun seguramente. –
–Así que es eso…– Masaomi se tocó la barbilla y miro a su propio hijo. –Seijūrō quiero que me digas porque ya no te interesa Kōki, cuando eras pequeño hasta te querías casar con él.
El castaño se levanta de la mesa rápidamente, la verdad no quiere escuchar más al pelirrojo. Está cansado y fastidiado.
–No es necesario esto, en verdad yo ya estoy cansado de escucharlo decir que un día me quiere y el otro no. Que en un instante quiere que volvamos a ser lo que fuimos de niños y en otro momento que quiere que le ayude a conquistar a otra persona. No quiero oírlo mentir.
–Nunca te he mentido–Dijo el pelirrojo mirando fijamente al chihuahua, negando reiteradamente. –Solo estaba confundido.
–Solo que yo ya me cansé de tu extraña confusión. –Miro serio al león mayor– Lo siento señor Masaomi, pero no desisto de la idea del compromiso, no me casaré con él. Iré a mi trabajo si me disculpan o me regañaran por llegar tarde–Dicho esto hizo una reverencia disculpándose y marchándose de allí.
Estaba decidido. Le diría adiós a su oportunidad de estar con él, no quiere estar con él, simplemente porque siempre estará divido mientras este allí confundiendo el pasado con el presente. Lo mejor es quitarse del camino para que este con Kuroko o con quien realmente quiere.
Un peliceleste despierta confundido en los brazos de quien menos quería estar en ese momento. Al momento se escabulle entre el hombre que ya que no lo puede empujar por no ser tan fuerte como un Alfa puede escaparse al menos.
Pero cuando iba a levantarse es tomado del tobillo por el tigre.
–Tenemos que hablar Kuroko. –
–Y yo ya dije que esta conversación estaba terminada. –
– ¿Qué no entiendes que regrese por ti?–
El peliceleste resopla pesadamente y responde sin expresión como siempre.
–Por supuesto por eso te largaste con Himuro-san a los Estados Unidos. –Su voz sonó a pesar de su impasibilidad algo dolida– A mi simplemente me abandonaste aquí.
– ¡¿No estas escuchando que volví ahora por ti?! Vamos te enseñaré a grandes jugadores del básquet. –
El peliceleste hace lo que puede para soltarse de la mano que le agarraba.
–No me interesa, yo me quedare en Japón y jugare básquet aquí, tú puedes irte con Himuro-san y volver de donde viniste, no te necesito Kagami-kun, nunca más. –
– ¡Tatsuya está saliendo con un oso! ¡Deja de pensar cosas que no son!–Le dijo algo más irritado el tigre porque no sabía cómo calmar al chico del cual estaba enamorado y del cual parecía tercamente decidido a no ceder.
–Eres tú el que está pensando cosas que ya no son Kagami-kun, solo tú eres el que sigue enamorado, yo no, ya no. –
–Dices eso pero…–
La puerta corrediza se abrió de pronto y entraron dos personas una un chico que tenía un lugar coqueto debajo de su ojo y la otra Furihata un poco tímido.
–Este chico dice que lo contrataste aquí ¿Es cierto Taiga?–
–Ah, sí, Perdón por no presentártelo ayer Tatsuya pasaron muchas cosas, él es Furihata Kōki un amig–
El peliceleste se arrojó a los brazos del chihuahua quien se tapó la nariz de manera instintiva.
–Y mi novio Kagami-kun, no sé si lo notaron ayer con Akashi-kun pero casi nos besábamos si no fuera porque me arrojaron lejos. –Miro a Furi y acaricio su pecho–Deberías haberme defendido ayer Furihata-kun ¿O los S no son tan fuertes como un Alfa?–
El tigre enfadado empezó a emanar su aire de Alfa fuertemente hacia el chihuahua quien reacciono instintivamente también soltando algo de su esencia algo molesto. No era por defender a Kuroko ni nada de eso, pero tampoco se iba a sentir insolentado por alguien mayor aunque fuese un Alfa mayor que él.
Ambos se gruñeron de manera molesta preparándose para atacar, sin embargo un sartenazo de parte de Himuro a ambos chicos les hizo parar.
– ¡Peleas acá no! ¡Kuroko sé que estas enfadado por lo de Taiga pero cree que mi hermano te ama!–Gruñe molesto–My God! ¡Yo no entiendo porque mi hermano esta tan enamorado de ti!–
– ¿Enamorado? Si como no. Yo me retiro, nos vemos después Furihata-kun–
El chico fantasma simplemente salió por la puerta molesto.
– ¿Me vas a decir que fue eso Furi?– El tigre se sostenía la cabeza del golpe por la sartén hecho por el azabache y también porque temía otro golpe– Pensé que tenías algo con ese pelirrojo de ojos raros. –
El chihuahua bufó. Ahora que lo pensaba era pésima idea justo venir a trabajar con el ex de Kuroko cuando este mostraba su interés por él.
–Kagami-kun te dije que Akashi-san es solo mi amigo, no tengo ni quiero tener algo más con él. –
Kagami no pudo evitar reírse un poco y el chihuahua lo miro enojado y Himuro lo golpeo con la sartén de nuevo.
– ¡No te burles de los demás Taiga! ¡El trabajará con nosotros ten más respeto!–
– ¡Auuuuuuuuch! pero si no me burlaba, solo pensaba en que Furihata y Kuroko son muy parecidos cuando están enojados. Me pareció algo curioso–
El cachorro alzo las cejas no sabía si sentirse halagado u ofendido por aquella comparación.
– ¿No crees que deberías hablar bien con Akashi, Furihata? Tienes que ponerle los puntos claros, ambos está haciendo las cosas de manera impulsiva y ambos terminan mal por lo poco que he visto, pero por eso creo que ambos tienen que exponer sus puntos de vista ¿No lo crees?
–Pero, es que en verdad si te soy sincero Kagami-kun estoy un poco asustado de la conclusión final que saque Akashi-san, siento que mi presencia solo le hace mal.
– ¿Por qué no aprovechas y le dices a Akashi tus temores Furi? Es que si te guardas todo no sacaras nada más que simplemente no saber enfrentarte a tus miedos.
–Si supongo que si–Suspiro el cachorro aunque tenía un mal presentimiento.
Habían pasado bastantes horas en que Kōki se había ido y el padre había tratado de convencer al pelirrojo de que se disculpara con el chihuahua y de paso que intentase conquistarlo como un león que era, pero su propio hijo era bastante terco y al final decidió ser más liviano al respecto.
–Seijūrō, supongo que es en parte mi culpa de que las cosas con Furihata Kōki llegaran a este punto, pero hijo tienes que hacer lo posible para conquistarlo, es la persona que ha hecho más por ti, en un pasado te dije que no te enamoraras de él, pero es el único que ha sacado el lado leonino y fiero de ti. También tú lo amaste más que a ninguna otra persona ¿Por qué no lo intentas conquistar?
El padre puso una cara un poco más flexible que pocas veces su propio hijo había visto en él. En el caso del Akashi menor estaba con la mirada gacha, la verdad que el rechazo de Furi le dolía más de lo que podría imaginar.
–Lo sé, pero ahora el no confía en mi padre, no sé qué hacer al respecto. Todo porque solo hacia unas horas pensaba que mis sentimientos eran hacia Kuroko Tetsuya, pero no, solo me estaba negando a mí mismo. Kuroko es el Omega que es perfecto para mantenerse con estatus, alguien silencioso y discreto, quería de alguna manera ganar tu aprobación y fue por eso que me acerque a este. –Suspiro–Estaba cegado por mí mismo.
–Si tú lo arruinaste tú mismo puedes mejorarlo hijo, tienes que hablar con Kōki y marcarlo de una buena vez.
–No quisiera forzarlo.
El padre le dedico una mirada comprensiva, pero sería al mismo tiempo antes de volver a tomar la palabra.
–Escúchame, tienes que volver a sacar tu lado leonino, conquistarlo, que el mismo quede impresionado con tu aura y quiera por sí mismo ser tu pareja.
– ¿Crees que eso pueda ser posible padre?–Miro con algo de desesperación al hombre mayor. Aún era un chico torpe, su otra parte aún estaba desligada de él mismo ¿Cómo podía arreglar todo?
Este asintió mirando con confianza al pelirrojo que aún estaba algo preocupado de lo que pudiera pasar de ahora en más. Sonó el timbre y el mismo Seijūrō salió, quizás de las horas en que habían hablado este ya estaría de vuelta. Pero el que estaba de vuelta era Kuroko quien parpadeo al ver al pelirrojo tan sorprendido como este mismo.
– ¿Por qué siempre estás en la casa de Furihata-kun Akashi-kun?
–Estoy comprometido con él además siempre fui su amigo. –El peliceleste arqueo una ceja.
–Pues para él cree que solo estas confundido o que lo estas usando.
El pelirrojo hizo un gesto molesto con la boca. No le gustaba que hablara demasiado de su chihuahua como si fuese algo suyo.
–Yo creo que el único que usado vas a ser tú.
–Lo dudo. –En una acción inesperada el peliceleste besa rápidamente a Akashi y se separa antes que este reaccionara.
– ¿Por qué rayos hiciste eso?–Bufó el león de mal humor haciendo una cara de asco. No le había gustado la sensación.
–Siempre lo sospeche…
El castaño acababa de llegar acompañado más atrás del tigre.