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The Kim Brothers & The Little Jeongguk por sparksbtwnsugakookie

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Notas del fanfic:


  • Jeon Jungkook/Min Yoongi | Suga

  • Kim Taehyung | V/Kim Seokjin | Jin

Notas del capitulo:

*Colocado como shota porque Jeongguk es aún menor de edad en el fic, aunque esta no contiene smut/lemon. 

Jeongguk amaba vivir con sus dos hermanos mayores. Realmente lo hacía pero -a veces- ser el menor de tres hermanos era realmente molesto.

Como las reglas que ellos siempre le interponían; ir a la cama antes de las 10 pm, no dejar ningún vegetal en el plato, no ver películas que no sean aptas para su edad, soportar que revisen sus tareas antes de jugar vídeo juegos y cosas así.

“Podría ser peor” Jeongguk siempre se decía así mismo. “Mejor que no tener a nadie que cuide de ti”. Ellos solo querían mantenerlo a salvo y protegerlo, ellos siempre le demostraron que no era necesario llevar el mismo apellido para amarlo como una familia. Gracias a ellos sabía que no estaba solo en este mundo.

Y Jeongguk sabía muy bien lo que estar solo significaba. Era el infierno. Nadie que se interese en ti. Eras solo tú y el mundo, tener que salir adelante por tu cuenta porque no nadie vería por ti.

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Cuando Jeongguk tenía 9 años, sus padres murieron en un accidente de tránsito. Ocurrió en su noche de bodas. Ellos iban con dirección al aeropuerto cuando un conductor ebrio chocó contra su vehículo.

En ese entonces, Seokjin tenía 17 y ya tenía su propio departamento cerca de la universidad, aunque la mayor parte de sus fines de semana las pasaba en casa de sus tíos cuidando a su hermano menor. Seokjin y Namjoon eran huérfanos, nunca conocieron a su padre y su madre falleció cuando dio a luz a Namjoon y Seokjin solo tenía 2 años. Sus tíos maternos se hicieron cargo de ellos y tuvieron que mudarse de Seúl a Busan. Seokjin siempre procuró ser lo más independiente posible y darle el menor cargo a sus tíos, así que comenzó a trabajar desde los 13 años en diferentes oficios en los que podía conseguir alguna propina luego de clases. A pesar que su tía terminará siempre regañándolo, Seokjin lo siguió haciendo. Era la única forma de poder juntar dinero y engreír a su hermano menor (o en todo caso, pagar las cosas que este rompía). La diferencia de edades no era tan significativa pero Namjoon sentía que con Seokjin no le hacía falta nada. El calor de una madre, de un padre, de un hermano; Seokjin significaba todo para él. Y esperaba algún día poder entregar esa protección recibida a alguien más.

Cuando los hermanos Kim se enteraron de la noticia, no podían creerlo. La familia Jeon habían sido sus vecinos desde que su familia llegó a Busan y muchas veces Seokjin había sido niñero de Jungkook por las tardes cuando aún estaba en la secundaria. Los esposos Jeon eran una pareja admirable. Siendo tan jóvenes, se casaron y tuvieron un hijo. Sus familias desaprobaron su relación desde el inicio, y a pesar de que ninguna de ellas quiso conocer a su primogénito, supieron salir adelante por sí solos. ¿Por qué el destino tenía que ser tan cruel con ellos cuando eran tan felices? ¿Cómo era posible que tan maravillosos personas murieran por la estupidez de otra persona? Eran preguntas que Seokjin no comprendía.

El mayor había cuidado de Jeongguk durante la semana que duraron las primeras investigaciones, a la vez que las autoridades buscaban a los familiares más cercanos de la pareja. Pero Seokjin sabía que Jeongguk no tenía a nadie más que sus padres, y que lo más probable era que el pequeño terminará en un orfanato. Y eso era lo que más temía.

Seokjin sabía que la situación económica de sus tíos no era la mejor para añadir a un miembro más a su familia. Incluso así, no podía abandonar a Jeongguk. Por primera vez en su vida, Seokjin les pidió un favor a sus tíos, y ellos sabían muy bien de lo que se trataba. Por más que quisieran ayudar, ellos no podían hacer mucho. El servicio social no les daría la tutela de Jeongguk si es que ellos no demostraban suficiencia económica para encargarse de un niño más, y en su situación, era casi imposible.

Namjoon tuvo que ver como Jeongguk, con lágrimas en los ojos, era subido dentro de un auto y a su hermano corriendo tras de él, poniéndose de rodillas en medio de la pista para evitar que el servicio social se llevará al pequeño. La escena era muy desgarradora y sus tíos tuvieron que intervenir para que Seokjin pudiera dejar que las autoridades hicieran su trabajo. “Volveré a verte Jeongguk. Juro que lo haré” el mayor gritó antes de ver ir marchar al auto frente a su casa. Seokjin lloró todo aquel día, nunca antes se había sentido tan responsable por el dolor de alguien. Debía hacer algo, y se dio cuenta que –definitivamente- llorando no conseguiría nada.

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Seokjin se mudó de nuevo a casa de sus tíos y consiguió un trabajo de medio tiempo en un bar cerca del campus. Aunque tuvo que mentir acerca de su edad y ocultar los detalles de su nuevo trabajo a sus tíos para seguir conservando las buenas propinas que obtenía cada noche. Redujo a lo más mínimo cualquier gasto innecesario, ahorrando cada centavo. Sin embargo, cuando dos meses después Namjoon recibió una beca de una universidad de Seúl, Seokjin sabía que no estaba preparado para dejar ir a alguien más. Siendo mayor de edad, Seokjin les hizo saber a sus tíos que se haría cargo de Namjoon y que viajaría con él a su antigua casa en Seúl, después de todo era lo único que su madre les había dejado.

Seokjin siguió con sus estudios de educación a distancia mientras se encargaba de los quehaceres de la casa. A pesar que le fue difícil adaptarse a la vida de ciudad, pudo conseguir un trabajo en la biblioteca de la universidad de Namjoon.

No hubo día en que Seokjin no recordará a Jeongguk, y aunque a veces la realidad golpeaba cada vez más lejos la posibilidad de ver al menor de nuevo, sentía que debía seguir intentándolo.

Y mientras Seokjin lidiaba con sus problemas, Jeongguk hacía lo mismo con los suyos.

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Jeongguk fue ingresado a un orfanato. Ahora sin padres, las autoridades querían que el niño estuviera en un lugar que lo mantuviera seguro. Pero estaba lejos de ser ello.

Jeongguk siempre había oído en películas y libros que en el orfanato los niños eran abusados o tratados de mala manera. Nada de eso era cierto. Bueno, él ahora estaba dentro y podía comprobarlo, definitivamente no era cierto. Él no fue abusado o tratado mal. Porque simplemente nadie se preocupaba por ti.

No era más que otro niño dejado allí del que tenían que alimentar. Ya eran lo suficientemente amables al darte de comer. Lo demás caía por tu cuenta. Adentro a nadie le importaba si te lastimabas en un accidente o algo. Solo tendrías su atención si en algún momento te atrevieras a escapar de allí. Porque entonces, las autoridades se enterarían y tendrían que investigar el lugar. Ellos cerrarían el orfanato y no recibirían más ingresos del gobierno.

Como Jeongguk lo recuerda, no hubo buenos momentos desde el primer día que llegó allí. La mayor parte del primer año la pasó superando aún el dolor por la pérdida de sus padres.

Jeongguk al menos deseaba hacer algún amigo dentro, pero él era para todos simplemente el niño raro con padres muertos.

A pesar que la soledad era abrumante todos esos años, recordar la promesa de Seokjin le daba motivos para seguir esperando.

Jeongguk sabía que Seokjin no tenía ninguna obligación sobre él aun así, decidió creer en las últimas palabras que oyó decir del mayor.

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Seokjin llegaba del trabajar cuando recibió la noticia. Habían pasado ya 3 años desde que llegó con su hermano a Seúl y ahora trabajaba como profesor en la escuela primaria cerca a su casa. A su puerta llegó un señor presentado como el abogado de su padre, de aquel que nunca tuvo noticias antes. Le comunicó que este había fallecido hace más de un mes y que su última voluntad hubiese sido ver a sus hijos. La noticia le fue indiferente – para ser honestos- incluso cuando el abogado mencionó la herencia que su padre les dejó a él y a su hermano. Había sobrevivido 21 años sin un padre, no le era necesario el recuerdo de uno ahora. Seokjin se disculpó con aquel hombre y rechazó la herencia. El mayor le contó esa noche lo ocurrido a Namjoon, y la reacción que tuvo fue la misma que su hermano. Ninguno de los dos aceptaría algo de alguien que jamás conocieron, estaban bien así, tenían todo lo que querían, o casi todo. En ese momento, ambos se miraron a los ojos y sabían perfectamente lo que estaban pensando. Jeongguk. La promesa de Seokjin seguía viva como aquel día en que vio partir al menor, y sabía que Jeongguk –en algún lugar de Busan- aún seguía a la espera de que esta se cumpla. Y quizá esta espera había llegado a su fin.

Ambos tenían en cuenta que a pesar de tener el dinero, nada les garantizaría obtener la custodia de Jeongguk, sin embargo, la esperanza de al menos pelear por ello, era sobrecogedora.

Seokjin rápidamente consiguió el mejor abogado especialista, y a pesar de que lo único que quería era tener a Jeongguk lo más pronto posible, entendía que tenía que tomarlo con calma. Pero había esperado cerca de ya 4 años y lo que más temía era que Jeongguk pensara que el mayor se habría olvidado de él.

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“Creemos que usted puede encargarse de Jeongguk” Fueron las palabras que Seokjin había ansiado tanto escuchar.

 “Todo luce en orden, Sr. Kim. El reporte de la visita a su casa fue de las mejores, tiene un trabajo decente y por lo visto es muy apreciado en su comunidad, no existen problemas de dinero y el buen comportamiento de su hermano puede ser de un gran ejemplo para el pequeño” La señorita Kwon dio un suspiro. “Todos estos años Jeongguk se ha rehusado a intentar conocer a alguna familia y nos ha sido difícil ponerlo en adopción en esas circunstancias pero usted, siendo alguien que lo ha conocido desde muy pequeño creemos que es la mejor opción para que el niño pueda comenzar de nuevo” La asistenta social concluyó, dándole una sonrisa.

"Mu-muchas gracias." Seokjin sonrió, con lágrimas en los ojos, y agitó su mano. Estaba tan agradecido, por fin tendría a Jeongguk de vuelta. 

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“¡Jeongguk!” La persona que dirigía el orfanato gritó dentro del gran dormitorio, donde todos los chicos se encontraban tendiendo sus sabanas.

El chico de 13 años se acercó a la entrada de la habitación con la cabeza baja. Jeongguk no recordaba haber hecho algo que pueda molestar a alguien.

"Sí" preguntó en voz baja, con los ojos aún en el suelo.

“Recoge tus cosas, Jeongguk. Tenemos una familia para ti” dijo él y Jeongguk pensó que era el único momento –durante toda su estancia allí- que él oía un poco de felicidad en la voz del hombre. Quizá, solo quizá él realmente se preocupaba por los niños y era feliz cuando llegaban nueva familias.

Cuando Jeongguk se dio cuenta de lo que significaban aquellas palabras, se quedó frio. Él no quería que extraños lo llevaran con él. Solo deseaba que una persona estuviera ahora allí, solo una aunque, era imposible. Jeongguk alzó la cabeza y una gran sonrisa se formó en su rostro.

“¡HYUNG!” él gritó de alegría, a la vez que corría hacía Seokjin quien con los brazos abiertos recibió al pequeño cuando este salto encima de ellos.

“Vine a cumplir mi promesa, Jeongukkie” Seokjin susurró mientras abrazaba al menor, para luego coger su rostro lleno de lágrimas y darle un beso en la frente. “Te he extrañado tanto”

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Cuando Seokjin y Jeongguk llegaron a casa, ya era de noche. Namjoon salió de la casa, preocupado.

"Te estuve llamando toda la tarde, hyung. ¿Dónde has est-?" Namjoon preguntó pero se detuvo cuando vio al niño en el auto. "¿¡Es Jeongguk!?"  Seokjin afirmó con la cabeza. "¿Por qué no me dijiste nada, hyung? Pude haberte acompañado"

"No importa ahora. Mejor, ayúdame a cargarlo. No quiero despertarlo, el viaje fue bastante largo"

Namjoon tomó de la cintura al pequeño y lo levantó sacándolo del auto. "Cielos, sí que ha crecido en estos 4 años" Namjoon miró al menor con dulzura. "Definitivamente ya no es un niño pero sigue siendo tan lindo como cuando jugaba con nosotros en Busan"

Seokjin sonrió. Finalmente tenía todo lo que quería.

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A partir de entonces, Jeongguk ha estado viviendo con Seokjin y Namjoon como una verdadera familia. Seokjin podría decir que la convivencia fue bastante buena durante los dos primeros años; sin embargo, cuando Jeongguk cumplió 15 años, el ambiente en casa se volvió un poco tenso. Aunque era algo natural, Jeongguk comenzaba la adolescencia y estaba en pleno periodo de amargarse por cualquier cosa, ser más privado con sus cosas -como también- vivir el primer amor.

Por la poca diferencia de edades, Seokjin no tuvo mayor problema con Namjoon. Eran lo bastante cercanos como para contarle acerca de sus inseguridades, problemas e incluso sobre sus primeras novias. Pero con Jeongguk, la cuestión era diferente.

Afortunadamente, no era algo que sea imposible de lidiar. Por supuesto, Seokjin a veces pensaba que Jeongguk necesitaba escuchar más a sus hermanos mayores y dejar de ser tan testarudo pero, era cuestión de etapas. “Está creciendo”, “dale su espacio “era lo que siempre pensaba Seokjin para sí mismo.

Pero había una cosa que ellos no veían venir. Ver a su hermano enamorado. Claro que el amor era algo muy normal pero, al menos para Seokjin, cuando él era más joven, recordaba pensar en lo asqueroso que era que dos personas se besaran y él quería que Jeongguk supiera lo dulce y hermoso que el amor puede ser antes que pueda experimentarlo.

Lástima que ellos no se dieran cuenta que Jeongguk ya lo estaba viviendo.

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Todo comenzó cuando su mejor amigo lo arrastró hacia un club.

 

Él no estaba realmente entusiasmando acerca de venir a estos lugares; no solo por el hecho de poder ser descubierto, sino por el gran escándalo que Seokjin le haría si llegara a saberlo. Pero Taehyung lo convenció que para sus 15 años el menor lucía bastante maduro, y que incluso podría pasar como un estudiante universitario. Jeongguk dudaba de ello. Si bien era cierto que su cuerpo era algo tonificado y fácilmente alcanzaba la altura de Seokjin, Jeongguk seguía conservando los cachetes redondos de bebé. Que para opinión de Taehyung, era un punto extra ya que las chicas lo verían lindo. Jeongguk no quería ser lindo.

Pero bueno, él ya estaba dentro del club, sin haber sido descubierto por los “gorilas” del establecimiento y sin un Seokjin más rojo que un jitomate gritándole toda su vida. ‘Vamos bien’, pensó Jeongguk.

Todo iba bien hasta que Jeongguk se dio cuenta de su alrededor. Al parecer el club celebraba una fiesta temática en la que los asistentes tenían que cubrir sus cuerpos con pintura de neón. Aunque algunos conservaban sus prendas, la mayoría se encontraban semi-desnudos, aspecto que intimidaba un poco a Jeongguk.

“Hey, toma un poco” Taehyung lo sacó de sus pensamientos, echando un poco de pintura sobre su rostro.

“¿Qué ra-rayos!” Jeongguk trató de cerrar los ojos. “¡Tengo toda la cara pintada, Taehyung!”

“Relájate un poco, Kookie. Jiminnie hyung me recomendó este lugar hace mucho y por lo que veo, no se equivocó”

“Pudimos haber ido a un lugar más tranquilo, la música me va a reventar los tímpanos” dijo Jeongguk mientras se limpiaba el rostro.

Taehyung solo río. “Ven, coge esto y tómatelo en una” dijo el mayor.

“¿Esto es alcohol?” Jeongguk levantó las cejas “Quedamos en que no tomaríamos nada que no sea agua o cola, Tae”

“Por favor, Jeongguk. ¿Me crees capaz de emborrachar a mi mejor amigo?” Taehyung puso una cara de falsa indignación. “Solo tómalo, es piña colada sin alcohol”

Jeongguk tomo el vaso y lo bebió. ‘Esto definitivamente tiene alcohol’ pensó Jeongguk, ‘pero sabe muy bien’

“Por ser el mejor de lo amigos” Taehyung alzó su vaso.

Jeongguk sostuvo el suyo y le dio otro sorbo, ocultando una media sonrisa. El mayor a veces podía ser muy cursi, pero eso le agradaba. 

Los dos muchachos terminaron la primera ronda de tragos antes de pedir otro. Cuando el barman llegó, trajo consigo una cubeta de pintura de neón.

“Gracias, no necesitamos otra” dijo Jeongguk, sosteniendo la que le habían entregado a Taehyung en la entrada del club.

“Hey, esa es mía. Coge esa” Taehyung respondió, quitándole la cubeta de las manos

Jeongguk suspiró y tomó la cubeta con una mano para luego, dar un sorbo a su nuevo trago mientras miraba hacia la pista de baile llena de gente. Las luces estaban completamente apagadas a excepción de las luces negras colgadas en el techo.

Antes de que se diera cuenta, Taehyung lo estaba empujando hacia la pista de baile a través del mar de gente.

“Tae, ¿qué estás hacien-“ Para su desgracia, el menor terminó tropezando con los zapatos de alguien y la pintura salió disparada. Jeongguk miró a la persona a su frente cubierta de pintura.

Jeongguk se mordió los labios y entró en pánico, con su mente debatiendo entre huir del lugar o intentar disculparse. Optó por lo primero.

“¿A dónde crees que vas?” Una voz ronca y profunda susurró a su oído, cuando sintió un agarre en su muñeca derecha.

“Yo… este… no…” Jeongguk intentó pronunciar, mientras era arrastrado hacia los baños.

“¿Tienes idea de cuánto cuesta esta chaqueta?” el hombre a su frente dijo, empujándolo adentro de uno de los cubículos.

“Eh…yo no sabía… este… realmente yo…” Jeongguk comenzó a atropellar las palabras en un intento de pedir disculpas para luego sentir como el hombre tiró de sus hombros hacia abajo, obligándolo a sentarse en el retrete. ‘Cielos, estoy perdido’ ‘Este tipo va a matarme’ fueron los primeros pensamientos que le vinieron a la cabeza al menor, antes de levantar el rostro.

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“¡Por todos los santos Jeongguk! ¿Dónde has estado? ¿Estás bien? ¿Ese chico te hizo algo? Dime algo, Kookie. Al menos ¿sigues siendo virgen?”

“Pero qué- ¡qué carajos estás hablando, Tae! ¡Estoy bien! Y como ves ni siquiera necesite tu ayuda para salir del problema que, ¡oh! sorpresa, tú mismo causaste”

“Jeongguk, lo siento. Te juro que estaba buscándote. Ese tipo te jaló del brazo y no pude ubicarte por la cantidad de gente que había”

“Ya no importa” Jeongguk revisó su teléfono y se dirigió hacia la puerta.

“¿A dónde vas Kookie?”

“Son casi las 4 am. Si Jinnie hyung no me encuentra en cama antes de las 6, me va a ir como en feria”.

“Espera voy contigo”

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“¿En serio no piensas hablarme?”

Silencio.

“Jeongguk, ya te dije que lo siento”

Silencio.

“No te hizo nada ese chico, ¿no?”

Jeongguk suspiró exasperado. “No, Tae. Ese chico no me hizo nada. Y por cierto. Se llama Yoongi.”

“¿Ah?” Taehyung preguntó, inclinado la cabeza.

“Ese chico… digo, Yoongi, me arrastró hasta los cubículos y por un minuto pensé lo peor. Pero-”

“Pero...”

“Nada”

“¡Como que nada!”

“No pasó nada. No me golpeó o algo. Solo se quedó mirándome. Aunque tenía los ojos tan fijos en mí que me intimidó un poco.”

“¿Y?”

“¿Y qué?”

“¡¿Y qué más?!”

Jeongguk se sonrojó. “Bueno, él… él dijo que era lindo.”

Taehyung abrió la boca exageradamente. “¡Cielos, Jeongguk! Conseguiste una cita y encima te molestas conmigo”

“Mejor cállate Tae. Y no, no conseguí ninguna cita con Yoongi. Él solo me pidió disculpas por haber reaccionado tan tosco conmigo. Yo le dije que no importaba, que yo en todo caso tuve la culpa por derramar la pintura sobre su chaqueta así que le pedí su identificación para poder llevar su prenda a la tintorería y entregársela. Así fue como supe su nombre”

“Quién lo imaginaría... Sí que te sabes todas las mañas” Taehyung sonrió de lado.

“¡Qué hablas, Tae! Le pedí su identificación porque en serio estaba apenado. Además, tenía que hacer al menos algo para que no pensará que soy un simple niño problema"

"Espera… ¿no me digas que le dijiste tu edad?”

"De todas formas se iba a enterar, Tae. Aunque no se sorprendió mucho cuando le dije que tenía 15"

"Es que eres demasiado lindo, Kookie"

"Ya basta, Tae. Ni siquiera debería estar contándote esto ya que sigo molesto contigo"

"Ahh, Jeongukkie. No seas así. Y dime, ¿qué edad tiene?"

"19."

"Oh, cielos Jeongguk. Conseguiste una cita con un universitario y aun así quieres seguir molesto conmigo"

“¡Que no conseguí ninguna cita con él! Solo tengo su número y él el mío.”

Taehyung levantó las cejas sugerentemente.

“Solo es por la chaqueta, Tae. Además, dudo que Yoongi intenté si quiera llamarme.”

 

Eso fue hace ya un año. Y ellos han estado saliendo hace 8 meses.

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Jeongguk siempre supo que era gay. Las chicas simplemente no eran de su interés. No se lo había contado a sus hermanos aún, aunque con el tiempo lo haría. Pero por ahora, decidió no decirles nada.

Esa noche, Jeongguk y Yoongi tendrían una cita. Ya que Namjoon y Seokjin salieron, él tendría la casa para él solo.

La idea vino a su cabeza mientras Taehyung, por enésima vez, le suplicaba que le ayudara a tener una cita con Seokjin. Aún no podía comprender la obsesión de su mejor amigo con su hermano mayor. Sí, su hermano era guapo pero se llevaban 6 años de diferencia. Y sí, él y Yoongi también tenían cierta diferencia de edad pero el punto no era ese. Jeongguk sabía que Taehyung seguiría insistiendo por más que él le remarcará que Seokjin jamás saldría con alguien tan menor que él y lo principal, para comenzar, no sabía si su hermano también era gay. Nunca le había conocido alguna novia o novio antes. Su atención solo pareciese que fueran su trabajo y sus hermanos. Pero bueno, quizá esa era su oportunidad para matar dos pájaros de un tiro: Parar de escuchar las suplicas de Taehyung y poder pasar más tiempo con su novio.

Cuando Jeongguk le dijo a Seokjin que quería ir a ver una película con él, Seokjin no pudo estar más contento. Últimamente era raro que Jeongguk le pidiera hacer algo juntos así que desocupó cualquier actividad que tenía para el fin de semana, para pasarla enteramente con su hermano. La sorpresa fue cuando el fin de semana llegó y el mejor amigo de su hermano se apareció en su casa. Jeongguk le dijo que había invitado a Taehyung también y le preguntó si eso le molestaba. Si Seokjin era honesto, la verdad era que no. Taehyung era mayor que su hermano y, a pesar de tener a veces un extraño comportamiento (que la mayoría de veces lo consideraba lindo) era un buen chico. Seokjin contestó que no y pudo ver la cara de Taehyung brillar con su geométrica sonrisa sobre el rostro.

Hace un tiempo, Namjoon le había dicho a Seokjin que Taehyung tenía un enamoramiento sobre él, que el chico era muy obvio incluso para alguien como él. Seokjin había notado las miradas de Taehyung antes, pero le gustaba pensar que simplemente se limitaban a cierta admiración y cariño, como el menor se lo había mencionado muchas veces cuando lo descubría mirándolo. A Seokjin no le molestaba que un hombre pudiera estar enamorado de él, el verdadero problema era que Taehyung era mucho menor que él… aunque mayor de edad. No es como si Seokjin hubiese alguna vez considerado a Taehyung como algo más que el mejor amigo de su hermano. No. No había manera. Eso al menos era lo que intentaba hacerse creer a sí mismo. 

Seokjin estaba listo en su auto, junto a Taehyung como copiloto, listos para salir cuando Jeongguk (con una pésima actuación) les dijo que estaba comenzando a tener dolores de cabeza. El mayor de los tres propuso posponer la salida y así poder cuidar de su hermano pero eso era lo último que Jeongguk quería, así que intento convencer a su hermano que fuera a ver la película solo con Taehyung. Taehyung pareció captar las intenciones de su mejor amigo y lo ayudó con el propósito, añadiendo más mala actuación a la escena. Seokjin no era tonto, no tanto como Namjoon pensaba. Era obvio que Jeongguk estaba fingiendo su dolor de cabeza, Si la salida entre hermanos fue toda una mentira eso hacía suponer que todo era un plan para que Taehyung y él… Aunque la idea de que Jeongguk desde un primer momento no quisiese salir con él le dolió, tenía que hacer algo para salir de ello.

Y en ese instante, Namjoon llegó casa.

“Oh, Namjoonie. ¡Ya llegaste!” salió Seokjin de su auto para recibir a su hermano y aprovechar así también distraer el tema un poco.

“Sí, una amiga llamó a Seunghee y ella tuvo que salir disparada a su casa. Cosas de chicas, supongo. Así que vine temprano. ¿Van a salir?”

“¡Sí, saldré con Seokjin hyung!” Dijo Taehyung entusiasmado desde adentro del coche.

“Oh, Tae. No te había visto. Hola” Namjoon se inclinó sobre la ventana del auto para mover ligeramente su mano como saludo, sonriéndole pícaramente a su hermano en el camino.

“¡No! digo… íbamos a salir con Jeongguk pero ahora él se siente mal así que mejor saldremos la próxima semana, ¿verdad?” Seokjin intentó decir calmadamente, mientras veía como la sonrisa de Taehyung se borraba de su rostro.

“Claro que no, hyung. Las entradas ya están compradas y Taehyung tenía muchas ganas de ver esa película”

“No tengo dudas de ello” acotó Namjoon, levantando las cejas hacia Taehyung causando que este se sonrojara.

“Bueno… este. Igual quedaría una entrada sin usar y…”

“Por ello Namjoon hyung irá con ustedes”

“¿Ah?” Namjoon y Taehyung soltaron a unísono.

“Hyung, sería bueno que te distraigas un poco”

“No, Jeongguk. Acabo de salir y estoy cansado”

“Jeongguk tiene razón, Namjoonie” dijo Seokjin. Jeongguk volteó a ver a su hermano mayor, sorprendido.

“Hace tiempo que no salimos juntos. Hubiese sido genial que Jeongguk nos acompañara pero al menos podré salir con uno de mis hermanitos”

Namjoon frunció el ceño. Seokjin lo miró con ojos suplicantes y el menor sabía lo que estaba pasando. Conocía lo suficiente a su hermano para darse cuenta que no quería salir a solas con Taehyung.  Y no quería imaginarse del porqué. Namjoon sonrió para sí mismo.

“Está bien. Igual hace un tiempo que no veo una película en el cine. ¿Cuál van a ver?”

Jeongguk suspiró aliviado. ‘No es como lo había planeado pero estamos bien’ Aunque lo sentía por Taehyung por su frustrada salida con Seokjin.

Namjoon entró al auto y se inclinó hacía el asiento del copiloto. “No te preocupes, algo se me ocurrirá para cambiar las entradas y poder entrar yo a otra sala” Namjoon susurró al oído de Taehyung, guiñándole el ojo.

Taehyung no podía estar más rojo pero sobre todo, feliz.

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Así, poco después que sus hermanos se fueron, Yoongi llegó a su casa. Jeongguk ordenó pizza y ambos la comieron mientras platicaban en la cocina.

Después de comer, Jeongguk se dirigió a la sala, jalando de un brazo a Yoongi. Ambos reían mientras se tiraban en el sofá. Yoongi tenía un brazo alrededor del hombro de Jeongguk y Jeongguk estaba abrazado al pecho de Yoongi. A pesar de la notoria diferencia de estatura entre ambos, Yoongi sentía que nadie más que Jeongguk podía encajar tan perfectamente en sus brazos.

“Tú me hace reír, ¿sabes?” Jeongguk sonrío, entrelazando sus dedos con el de Yoongi.

“Se siente realmente frío cuando no estás conmigo” Yoongi respondió, presionado sus labios sobre la frente del menor.

“Entonces, ¿deberías quedarte conmigo?” preguntó Jeongguk, frotando su nariz contra el pecho de Yoongi.

Yoongi sonrió y se movió ligeramente, mientras abrazaba con más fuerza a su novio. Jeongguk se acomodó en el pecho de Yoongi, cerrando los ojos, escuchando sus constantes latidos y dibujando círculos invisibles sobre el pecho del mayor.  El pecho de Yoongi subía y bajaba con cada respiración, haciendo que la cabeza de Jeongguk se moviera con él.

“Deberíamos hacer esto más a menudo” Yoongi murmuró luego de un momento, frotando su dedo pulgar sobre la mano de Jeongguk.

“Sabía que te gustaría” Jeongguk sonrió, levantando la cabeza para besar los labios del mayor.

“¿En serio?” Yoongi murmuró sobre sus labios, respondiendo al beso.

“Sí, porque te conozco mejor que nadie” dijo el menor, incorporándose de nuevo sobre el pecho de Yoongi.

“Ah, ¿sí?” Yoongi sonrío divertido, con sus dedos recorriendo los cabellos de Jeongguk.

 “Sí, porque sé que en realidad eres todo un dulce”

“¡No lo soy!” Yoongi contestó, con una mueca en el rostro.

“¡Lo eres! No eres tan rudo como pareces” Jeongguk sonrío, besando su pecho.

“Es por tu culpa”

“¿Qué quieres decir?” Jeongguk se apoyó sobre su codo, levantando el rostro para mirar a su novio.

“Tú haces que sea una mejor persona, Jeongguk” Yoongi respondió, mirando fijamente a los ojos de Jeongguk.

“Te amo Yoongi” dijo Jeongguk, sosteniendo el rostro de Yoongi con sus manos. “Tú eres realmente importante para mí”

“Tú también lo eres” Yoongi suspiró. “Cada día te amo más” el mayor concluyó, antes de dejar un corto beso en los labios de su novio.

“¿A qué hora tienes que estar en casa?” Jeongguk preguntó.

“Mis padres no están en la ciudad. Tuvieron que ir a casa de mi abuelo para cuidar de él así que tengo suficiente tiempo” Yoongi sonrió, observando como Jeongguk comenzaba a tener problemas para mantener los ojos abiertos.

“Bien” Jeongguk bostezó y se acurrucó más profundamente en Yoongi.

Yoongi no pudo evitar sentirse cansado también. Le dio a Jeongguk un suave beso en la frente antes de cerrar los ojos y terminar ambos dormidos en el sofá.

---

Yoongi comenzó a despertarse al oír el sonido de voces alrededor suyo.

"¿Y quién es este?”

"Oh, ¿no es Yoongi?”

“¿Lo conoces?”

“Bueno, lo he visto una sola vez. Es amigo de Hoseok”

“¿Y qué está haciendo en nuestra casa?”

“Ni idea. No sabía que conocía a Jeongguk. Oh, pero mira… no se ven lindos juntos”

Yoongi abrió lentamente los ojos; mientras Jeongguk seguía durmiendo sobre su pecho, ignorando las voces.

"Uhmm" Yoongi murmuró y vio a dos chicos extraños mirándolo fijamente. Aunque creía reconocer a uno de ellos.

Seokjin señaló hacia la cocina, mencionando que lo siguiera.

Yoongi se levantó con cuidado, evitando despertar a Jeongguk, y lo siguió.

Una vez en la cocina, Seokjin empujó una de las sillas para sentarse, y comenzar.

“Creo que aún no nos conocemos” dijo Seokjin sarcásticamente

“Mi nombre es Min Yoongi” contestó Yoongi aún somnoliento.

“No recuerdo haberte visto en el anuario de Jeongguk. ¿Eras de su clase’”

“No, yo estoy en el tercer año de la universidad”

“¿Perdón?”

“Oh, ¡hyung!” gritó Tae desde la sala al ver a Yoongi, aproximándose al mayor y dándole un abrazo.

“Hola Tae-ah” Yoongi sonrió.

“Hyung, hace tiempo que no nos vemos. ¿Es que Jeongguk te quita tanto tiempo?” dijo el menor haciendo un puchero.

Seokjin se aclaró la garganta. ‘¿Por qué Taehyung tiene tanta familiaridad con este tipo?’, pensó. “Tae, ¿conoces a este chico?”

“Por supuesto que me conoce” contestó Yoongi en su lugar, desordenando los cabellos de Taehyung. El menor solo atinó a sonreír.

De alguna forma, la escena comenzó a incomodar de sobremanera a Seokjin. Namjoon al darse cuenta, sonrió para sí mismo.

“Yoongi… de casualidad conocerás a alguien llamado Hoseok” habló Namjoon.

“Sí, es un amigo muy cercano y compañero de clase. Por cierto, tu rostro me parece haberlo visto en algún lado…”

“Soy Namjoon. Hoseok me mostró uno de tus trabajos hace unas semanas.”

“Ah, cierto. Gusto en verte de nuevo, hyung. No puedo creer que el Namjoon del que me hablaba Jeongguk fueras tú.”

Namjoon estaba por contestarle cuando Seokjin lo interrumpió.

“Ok creo que nos estamos alejando del tema principal o es que quizá no he sido lo suficientemente directo contigo” Seokjin dirigió su mirada directamente a Yoongi. “¿Qué estás haciendo a estas horas en mi casa? “Dijo Seokjin, un poco exasperado.

“Jin, por favor…” Namjoon murmuró sobre la oreja del mayor, intentado tranquilizarlo.

 “Jeongguk y yo teníamos una cita”

“¿Qué? ¿Una cita? Jeongguk ni siquiera es gay” Seokjin señaló.

“Sí, él lo es. Hemos estado saliendo por 8 meses. Supongo que Jeongguk debe haber estado un poco nervioso para contárselo”

“Bueno, él no debería. Él es nuestro hermano y lo amamos. Lo único que queremos es que sea lo más feliz posible, incluso si es a lado de un chico o chica” Seokjin respondió y volteó a ver a Jeongguk, quién seguía echado en el sofá. “Él es lo más importante para mí”

“Debo sentirme herido o algo” dijo Namjoon, con un falso gesto de dolor.

“Por supuesto que tú también lo eres” contestó Seokjin con una sonrisa.

“Mira, sé que esto es un poco incómodo para todos. En realidad, me hubiese gustado conocerlos de otra manera pero ya que las cosas están así solo quisiera decirles que Jeongguk también es muy importante para mí. Nunca antes había tenido a alguien que añadiera tanto a mi vida. Él es alguien muy apreciado para mí.” dijo Yoongi, observando a los dos chicos a su frente.

“Y eso espero, Yoongi. Porque si nuestro Kookie sufre, nosotros te haremos sufrir mucho más” Namjoon se acercó al rostro de Yoongi, y Yoongi por primera vez se sintió intimidado.

“No se preocupen, lo amo y jamás lo lastimaría”

 “Tenemos mucho de qué hablar pero por ahora, regresa con Jeongguk. Estoy seguro de que debe extrañar a su almohada humana” Seokjin sonrió.

Yoongi simplemente sacudió la cabeza. ‘Los hermanos de Jeongguk sí que son extraños. En un momento, son intimidantes y en otro, son buenos contigo’. Yoongi pensó para sí mismo.

Pero a él les agradaba, no había duda de ello.

Yoongi hizo su camino de regreso al sofá y se acostó al costado de Jeongguk. Los brazos del menor automáticamente se envolvieron alrededor de la cintura de Yoongi y se acomodó a sí mismo dentro de los brazos del mayor.

Yoongi sonrió. Realmente amaba a Jeongguk y jamás lo dejaría irse de su lado. 

Notas finales:

*Para los que aún no se habían dado cuenta… sí. Namjoon es mayor que Yoongi en la historia. 

 

5.7K PALABRAS!!! Este fic no estaba planeado ser tan largo pero se me venían más ideas a la cabeza que por un momento pensé hacerlo seriado pero debido al corto tiempo que tengo, sabía que se me iba a hacer imposible terminarlo. Pero bueno, AQUÍ ESTÁ!

Se supone que esto seria netamente Sugakookie pero mi debilidad por el Taejin fluyó demás en la historia xD 

Espero que les aya gustado, y como siempre, gracias por leer :)


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