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guerra por firebell

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Notas del capitulo:

holis! vengo a dejar un par de comentarios antes que nada

primero: para los que leyeron la pagina anterior de esta historia, les invito a leer el primer parrafo de la pagina anterior, ya que de tonta no la había puesto.

 

y segundo: quiza esta pagina les resulte algo aburrida, pero quiero que sepan que es importante ya que si no, no podran entender la historia mas a fondo en las paginas futuras

 

bueno, eso. sigan leyendo ;P

Me llamo Minato Namikaze, llegue a Konoha cuando tan solo tenía doce horas de nacimiento, obviamente jamás conocí a mis progenitores, me críe con la ayuda de la academia y grandes instructores durante diecisiete años, era muy talentoso con mis poderes, podía manejar el rayo y el viento, era muy habilidoso con mis técnicas fui reconocido por todo el pueblo con lo que tenía. Un poder especial que tenía guardado ante los demás aparte de los que me criaron y mi amado, era que tenía el don de conceder aun siendo hombre.

 

 

 

Pero no voy a hablar sobre mi vida entera, si no desde el día en que me enamore, hace mucho tiempo cuando solo tenía catorce años de edad, era una fiesta especial sobre unos de días importantes en konoha, no recuerdo muy bien de que se trataba, pero todo el mundo se vestía de forma divertida, comían y bailaban bajo la luz de las estrellas, me pareció muy fascinante, me aleje de mi tutor personal para acercarme a un escenario donde los lideres del pueblo patrocinaban la diversión como grandes anfitriones.

 

 

 

Entonces lo vi, el mas poderoso hombre que resguardaba parte de la ceremonia, el líder la seguridad en konoha, Uchiha fugaku. Me llevaba noventa años por supuesto, me quede impresionado ante sus presentación.

 

 

 

Fuego, rayo, ilusión y control mental, poderes sumamente fuertes como para un solo hombre, fugaku era en verdad increíble, recuerdo el pequeño acto del dragón de fuego que trataba de capturar a una muchacha creada por la ilusión mientras arrojaba rayos de colores por la boca con la supuesta intención de atacarla hasta que de pronto un muchacho igualmente creado por la ilusión la salvaba, el espectáculo acabo con una lluvia de colores que iluminaron a todo el publico, había creado chispas inofensivas con su fuego, yo realmente había quedado fascinado, después de eso nunca le quite la mirada encima, se veía tan poderoso, tan elegante... tan... apuesto... lo seguí en cada momento en toda esa mágica noche.

 

 

 

Me sentía tan feliz de verle hasta que en un momento, el se dio cuenta, me miro fijo unos segundos, yo le sonreí un poco nervioso y sonrojado y el respondió con una dulce mirada, me sentí mas nervioso, mis mejillas me ardían y voltee la mirada, aun entre tanto ruido, oí su pequeña risa burlona, no lo soporte y me aleje del escenario muy avergonzado, regrese con mi tutor.

 

 

 

Después de eso, me la pase comiendo y probándome diferentes mascaras, no estoy seguro de recordar bien pero se que esa noche fue única, incluso lo que paso mas tarde. Se hacía de madrugada, por supuesto mi tutor decidió que sería mejor volver a casa, pero yo le rogué por mas tiempo, le dije que había unos niños de mi edad que volvería a casa mas tarde, me la estaba pasando muy bien. Me tomo mucho tiempo el convencerlo pero el por fin acepto y regreso a casa y yo me quede un poco mas tiempo. Mi querido Jiraiya, uno de mis muchos tutores que se encargaba de mi cuando llegue aquí, realmente le quiero, siempre le he estado agradecido, con el fue con quien mas compartía, nuestro vinculo era como el de un padre y un hijo.

 

 

 

Me acerque a unos jóvenes casi de mi edad, todos ellos habían nacido aquí y tenian familias propias, me daba algo de celos cuando hablaban de eso, yo fui el ultimo en llegar a kohoha hasta los próximos noventa años, hubo veces en los que me preguntaba como eran mis verdaderos padres, si enserio me hubieran amado y si lloraban por mi falsa muerte, ya que llegue aquí por secreto del gobierno cuando nací.

 

 

 

Me separe del grupo yendo hasta una parte alejada de las casas, me subí a una pequeña montaña observando todo el pueblo, realmente era hermoso por la noche, sobre todo por las luces y la música, fue una de las mejores noches de mi vida.

 

 

 

 

 

-¿que haces aquí solo?- escuche de pronto detrás de mi.

 

 

 

 

Cuando voltee la mirada, me quede por un momento bloqueado al ver que se trataba de fugaku, estaba helado, no sabía que hacer ni que decir, el simplemente se me acercó y yo solo comencé a titubear.

 

 

 

 

 

-yo... ahm... bueno... me gusta estar aquí... esta noche es muy divertida-

 

-¿sabes exactamente que se celebra?-

 

-... yo...-

 

-hace mas de cien mil ciento cuatro años que se celebra la fundación de konoha... incluso por la llegada del nuevo-

 

-¿quiere... decir... que esta celebración... fue por mi?-

 

-jeje algo así... el primer ser humano que nació con poderes, comenzó a fundar este lindo pueblo cuando tenía tu edad-

 

-wooah... suena bonito... ¿puedo conocer al fundador?-

 

-mmmh... el... es quien se encarga de las conexiones con el mundo exterior-

 

-ya veo... me hubiese gustado conocerlo en persona-

 

-igual yo pensaba lo mismo... algún día lo veremos y lo saludaremos correctamente-

 

-es lindo saber hacer amigos de los que vienen de afuera, todos los niños de mi edad nacieron aquí, me gustaría conocer a los que venían del mundo exterior-

 

-¿te sientes solo?-

 

-no... no lose... me gusta este lugar, obvio, no conozco a nadie de afuera, pero... siendo el ultimo que llego aquí... yo-

 

-te hubiera gustado saber quienes fueron tus padres y conocer lo que es allá afuera, haciendo que te sientas algo solo contigo y apartado de los demás... ¿no?-

 

-¿tu me entiendes?-

 

-yo fui quien llegó aquí antes que tu, a pesar de mi familia, me sentía igual de solo- es verdad que fugaku me llevaba noventa años, por un momento me pareció algo fuera de lugar, no creía que el fue el ultimo antes que yo.

 

-pero... hay muchos uchihas en casi todo el pueblo, no tiene mucho sentido que llegaras de afuera como yo-

 

-es por que la mayoría de los uchihas desde haces miles de años que son lo que normalmente nacían con poderes, por eso ocupan la mayor parte de los habitantes... el primer ser que nació con poderes... fue un uchiha... Madara Uchiha-

 

 

 

 

Eso ultimo, me dejo mas impresionado de lo que estaba, en verdad esa familia, tenía que dar una gran historia, sobre todo que fugaku... me entendía, me comprendía, era un gran hombre, me sentía... atraído hacía él.

 

 

 

Pasaron las horas en las que el y yo nos habíamos acomodado en el suave pasto a charlar sobre nosotros, teníamos suficientes cosas en común como diferencias, me puse algo celoso cuando me hablaba un poco de su vida amorosa, tuvo algunas novias a lo largo de su vida, se que esta mal pensar que no me gusto eso, pero en ese momento tenía ciento cuatro años, no iba a quedarse virgen por todo ese tiempo, aun con ese hermoso rostro, pero eso era lo menos importante, entre nosotros... había una conexión.

 

 

 

 

-entonces... ¿nunca lograste conciliarte con ella?-

 

-así es, a pesar de haber tenido otras relaciones... ella era diferente... realmente la amaba- comento un poco melancólico.

 

-bueno... ella ya esta casada y con una hija, deberías sentirte feliz de que al menos ya son amigos- comente algo celoso tratando de disuadir el hecho de que se olvide de su antiguo amor.

 

-cierto, tiene una hija de tu edad, se llama kushina, podrían volverse amigos también, es mas... podrían llevarse muy bien- comento con una traviesa sonrisa. La verdad es que eso no me llamaba la atención... solo quería su propia atención.

 

-suena interesante... pero no creo que deba pensar en enamorarme muy rapido-

 

-tienes razón... tu tienes mucho que disfrutar por delante, trata de no terminar como yo, llevo una larga vida aquí y aun no he podido encontrar un amor duradero-

 

-no diga eso, pronto aparecerá aquella persona especial-

 

-a pesar de mi gran edad, espero que un día pueda llegar a mi vida un amor que dure para siempre y formar una familia-

 

-y pesar de mi corta edad... también espero lo mismo- comente algo nervioso mientras apoyaba mi mano encima de la suya y lo miraba a los ojos.

 

 

 

 

Fugaku se quedo un poco sorprendido al principio, pero de pronto se puso serio, levanto un poco su mano y entrelazamos nuestros dedos. Sus negros ojos que me miraban fijamente deslumbraban con claridad aun por su tonalidad oscura, su boca se veía tan deliciosa delante de mis labios, me sentía hipnotizado por su profunda mirada, su aliento era tan cálido, no se en que momento su rostro estaba a unos centímetros del mio, mi cara me ardía, debía estar como un tomate por su cercanía, me relamí los labios y cerré mis ojos lentamente dejando que hiciera lo que quiera con mi boca. Pero cuando por fin sentí como chocaban nuestro alientos, un enorme estruendo nos hizo separarnos de pronto, voltee mi cabeza solo para presenciar como en el cielo surgían fuegos artificiales.

 

 

 

Otro espectáculo que añore por muchos años, el cielo se llenaba de colores y ruido explosivo, me sentí atraído por todo eso que abri mi boca en una enorme e infantil sonrisa, mire por unos segundos de reojo a fugaku que miraba el cielo de la misma expresión que la mia, apreté los labios sonrojado por el, nuestras manos aun seguían entrelazadas, relaje mi sonrisa y deje caer mi cabeza en su hombro, fue la mejor noche de toda mi vida.

 

 

 

Después de eso pase tiempo con él, se convirtió en un gran instructor, mientras que a escondidas nos veíamos para hacer algo mas, cuando cumplí mi mayoría de edad me fui a vivir con él, durante quince años de romance y amor me demostró que lo nuestro podía valer mucho mas, formamos una hermosa relación.

 

 

Fue entonces que decidí darle lo que se merecía, le entregue algo que nadie mas como yo podría darle. Una familia.

 

 

 

Después de años de vergüenza abrí mi ultimo poder, concentre mis fuerzas en mi vientre en unas de las muchas noches de pasión que compartía con él y días después le entregue la gran noticia, nunca olvidare su rostro pálido lleno de sorpresa, todavía me rió al recordarlo.

 

 

 

Nuestro primer hijo itachi, durante veinte años fue el orgullo de toda la familia Uchiha, jamas en la vida se vio un ser tan especial, inteligente y poderoso como el, durante sus primeros años de vida demostraba ser muy maduro para su edad, los poderes con los que nació se parecían mucho a los de su padre pero al parecer tenía muchos mas ocultos, fui el único que se dio cuenta de eso, itachi era alguien diferente a toda nuestra raza, recuerdo que con tan solo seis años de edad demostraba pensar como un hombre de cincuenta años muy sabio, el era todo un prodigio, pero nadie se daba cuenta de eso y el tampoco decía nada, como su padre logre verlo pero tampoco dije nada, quizá el no quería hablar por temor a sentirse diferente y rechazado, lo entendí, lo entendía perfectamente, preferí quedarme callado como el, de todas formas siempre estaría ahí por si me necesitaba.

 

 

 

 

 

Los años pasaban y el amor que tenía con mi familia crecía día a día, itachi ya tenía veinte años y seguía enorgulleciéndonos a mi y a fugaku con sus grandes talentos y poderes. Fugaku siempre le hablaba de lo feliz que era tener un hijo como el.

 

 

 

Fue en ese entonces que hice algo que cambio por completo mi vida, no se si llamarlo error ya que como padre estaba en mi instinto amoroso el aceptarlo, pero a veces muy en el fondo de mi corazón desearía regresar en el tiempo y cambiarlo.

Le hable sobre tener otro hijo, por supuesto, el acepto.

 

 

 

 

Mi segundo hijo sasuke, fue todo lo contrario a itachi a excepción de sus poderes y talentos. También como su hermano, era alguien diferente a toda nuestra raza, pero no en el sentido bueno como itachi. Sasuke era reservado, callado y misterioso ante los demás, sobre todo que había ciertas cosas que parecían decir que no adoraba estar cerca de nadie, todo el mundo lo miraba con extrañeza, no sabría como explicarlo bien, pero cada vez que lo veían pasar era como si llegara como un rey o algún tipo de dios, es decir que lo admiraban lo suficiente como para temerle, su actitud se asemejaba con la oscuridad de sus ojos. Era muy popular con los jóvenes de su edad y aun así muy distante.

 

 

 

Pero tanto yo como su hermano lo tratábamos como tal, un niño conforme a su edad, fugaku en cambio si le daba el cariño que merecía pero... era demasiado mimado, cuando sasuke decía algo y pedía algo, fugaku simplemente decía que si como si no le importara en absoluto, eso me hacía enojar, hubo muchas discusiones inofensivas sobre eso muchas noches, tan solo le pedía que fuese mas severo con sasuke respecto a sus caprichos, pero el decía que me relajara y lo olvidara, sasuke solo era un niño y si cometía un error tendría que aprender de ello. Las cosas se volvieron mas complicadas cuando sasuke cumplió nueve años, a pesar de que seguía siendo serio y callado, se había vuelto altanero y orgulloso, bueno eso debí esperar tarde o temprano de mis hijos ya que los uchihas eran una familia que adoraba vanagloriarse, incluso itachi detrás de su mirada de buena persona, como buen padre que era podía ver a través de sus ojos un orgullo que sabía muy bien ocultar, era un uchiha después de todo.

 

 

 

Una tarde como cualquiera sasuke se mantenía sentado en el suelo mientras itachi vendaba su tobillo para uno de sus entrenamientos, yo me encontraba cerca de ellos esperando por fugaku, cuando el llego solo se sentó a mi lado y sasuke se le acercó con esa mirada profunda que tenía y le hablo con su gélida voz.

 

 

 

 

-papá... piensan poner un área de entrenamiento justo en el sector verde-

 

-lo se hijo, fue mi idea, he hablado con los demás lideres para agregar un poco mas de disciplina en la academia, así que cuando empieces tus estudios, tanto tu como itachi, tendrán un lugar donde hacerse mas fuertes-

 

-cámbialo... el sector verde es donde me gusta jugar con el balón... cambia el lugar donde quieres poner esa área de entrenamiento... ponlo por encima de la academia o cerca de casa, pero no en el sector verde-

 

-amor... no se puede hacer eso, se que te gusta el sector verde, pero hay muchos lugares donde jugar... además el sector verde es el único lugar lo suficientemente grande donde poner un edificio mas, los demás lugares son muy pequeños o importantes, habría que rehacer mas espacio en konoha y eso solo se hace cada noventa años, no podemos agregar mas espacio así como así- comente serio poniendo una mano encima de su mejilla queriendo hacerle entender que las cosas no se pueden pedir tan fácil.

 

 

 

 

Sasuke solo me miro sin cambiar su expresión, era como hablar con la pared, enserio parecía no importarle, solo tomo mi mano con suavidad y beso la palma de esta para luego apartarla con delicadeza, sus ojos se volvieron de nuevo para fugaku dándome a entender que no le importo nada de lo que dije.

 

 

 

-... papa... -

 

-esta bien sasuke... cambiare las coordenadas de ese futuro proyecto... ahora ve a entrenar con tu hermano-

 

 

 

Apenas mis niños salieron de casa, yo mire enojado a fugaku, le di a sasuke una explicación esperando que me apoyara y lo primero que hace es dejarme como un tonto frente a nuestro hijo, me levante furioso y salí de la sala, obvio el me siguió por todos lados tratando de que me calmara con besos y caricias, estaba harto de que sasuke no tuviera un limite de disciplina, pero mi esposo siempre sabe como disuadirme, al final termine olvidando lo sucedido al dejar que tomara mi cuerpo a su gusto.

 

 

 

Nuevamente volví a embarazarme, no se en que pensaba, yo era un hombre, no entendía como era capaz de dejar que fugaku me dominara así, estaba tan ciegamente enamorado de él.

 

 

 

El tiempo pasaba en lo que mi barriga crecía, dios era tan vergonzoso, decidí que sería el ultimo, no quería pasar por algo así de nuevo, soy un hombre, maldita sea.

Y para mal las cosas con sasuke aun empeoraban, el se volvía mas distante, parecía estar enojado y eso me preocupaba, un día así nada mas solo me acerque hablar con el.

 

 

 

 

-sasuke... mi amor... ¿podemos hablar?- comente algo triste mientras entraba a su habitación.

 

-... como sea...-

 

-cariño... ehmm... tu-

 

-si estoy molesto- me interrumpio tanjante

 

-dime que sucede-

 

-no lo entenderías, nadie entiende-

 

-puedo intentarlo si me lo explicas-

 

-¿por que debería? eres el único que aquí que odia lo que hago-

 

-yo no odio lo que haces, simplemente no me agrada, porque creo que no es lo correcto-

 

-¿y que demonios es lo correcto? nunca me has hablado de eso, solo te la pasas mirándome como si todo estuviera mal conmigo y luego te la pasas renegando con papa, si me di cuenta de eso, mientras que mi papa... no lo se, nunca me regaña pero tampoco me elogia... al igual que itachi-

 

 

 

 

 

Eso ultimo me destrozo, estaba tan concentrado en alabar a itachi y reprender a fugaku en que sea mas severo con sasuke, que no me di cuenta que este necesitaba atención, que idiota he sido, mi hijo estaba sufriendo y lo único que podía ver era las cosas que estaba haciendo mal, al parecer solo lo hacía para llamar mi atención, me sentí tan culpable, no sabía como remediarlo pero quería intentarlo, me acerque y lo abrace con fuerza, por suerte el me correspondió.

 

 

 

-perdóname sasuke, no quise hacerte aun lado por ser el menor, creía que hacía lo correcto pero me equivoque, debí hablar contigo desde un principio ¿que puedo hacer para recompensarte?-

 

-consigue una compañía para mi-

 

-¿que?-

 

-hace unos días le pedí a papa que consiguiera algo o alguien con quien estar, que se quede conmigo siempre, que vea que soy lo único que tiene, que me ame y lo tenga solo para mi... siempre me he sentido diferente ante los demás, todos me ven como si esperaran algo de mi... yo no tengo nada que ofrecer, solo quiero que alguien mas me abrace siempre me haga sentir que me necesita-

 

-¿te refieres a una mascota?... puedo conseguirte un perrito si quieres-

 

-sabía que no entenderías, papa tampoco entendió, creí que tu si y no fue así... vete- comento alejándose haciendo que me sienta aun peor.

 

-pero... -

 

-quiero estar solo- dijo eso ultimo dándome la espalda, salí de su habitación cabizbajo.

 

 

 

Durante días sasuke se mantenía sereno y parecía normal ante todos, pero yo podía darme cuenta que el sufría, aun así fugaku y yo no logramos a entender a que se refería con esa compañía especial. Pero al saber que pasaría después, hubiese preferido nunca enterarme.

 

 

 

 

 

 

Había llegado el día en que tendría a mi tercer hijo, me quede fascinado a que se pareciera mas a mi, un tierno moreno de cabello rubio y ojos claros, aunque el azul de su vista era mucho mas brillante que la mía, casi competía con el hermoso azul del cielo, no se porque pero de su rostro se formaban tres mariquitas en cada mejilla, parecía un felino, era hermoso, mi hermoso naruto.

 

 

 

Y entonces, llegó ese horrible momento, la noche cayó en nuestra habitación, yo aun no podía mover ni un musculo por el cansancio del parto y posaba en la cama sosteniendo a naruto en mis brazos, fugaku llegó junto con itachi, ambos vieron a naruto con ternura, fugaku se sentía orgulloso e itachi lo tomo en sus brazos con enrome sonrisa, lo mismo había hecho con sasuke, me sentía muy feliz, le dije que solo lo dejara en su cuna, otro gran error por mi parte, debí haberlo tomado.

En eso llego sasuke como si nada y fugaku le presento a su nuevo hermano, jamás creí presenciar esto, pero sasuke parecía fascinado, sus ojos brillaban en cuanto contemplo a naruto, su boca empezó a temblar, se suponía que debía estar feliz pero de pronto un mal presentimiento paso por mi mente.

 

 

 

-papa... se parece a ti... es muy hermoso- dijo aun con esa expresión mientras lo tomaba en sus brazos.

 

-... gra-gracias amor, pero mejor déjalo en su cuna, es mejor que se duerma... ¿sasuke?-

 

 

 

 

Sasuke no lo soltó, solo se acerco a fugaku y le sonrió, nunca había sonreído, eso solo me asusto mas, fugaku apretó lo labios y ambos me miraron, fue entonces que lo comprendí.

 

 

 

 

-no papa, gracias a ti... era justo lo que quería- comento con una linda sonrisa mientras salía de la habitación con naruto.

 

 

 

 

 

Mi mente quedo en blanco por unos segundos, itachi tenía una mirada llena de tristeza y shock, fugaku se acercó a mi con un semblante serio y yo reaccione queriendo levantarme e ir por el, pero mi esposo me sujeto con fuerza mientras yo gritaba y lloraba por que me devolviera a mi bebe. Fue la ultima vez que lo vi.


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