Las horas pasaban lentamente, más lento de lo que Dipper quisiera, estuvo toda la tarde con Robbie en el hospital del pueblo, al parecer sólo eran heridas externas, unos cuantos rasguños y moretones que en poco tiempo se quitarían, sin embargo una vez que lo dieron de alta, decidió quedarse a su lado todo el tiempo que fuera necesario, para así asegurarse de que Bill no volviera, regresaron a casa de Robbie y gracias a Mabel y su tío Ford, hicieron un escudo en la casa del chico, evitando que Bill se acercará a él nuevamente.
El castaño se encontraba sentado en un sofá a lado de la cama del azabache, la habitación estaba en completa oscuridad, poseía unos cuantos muebles viejos y rastros de pintura de aerosol en las paredes, seguía siendo el chico rudo del pueblo, pero ahora más amigable y con un empleo, aquello le gustaba a Dipper, sin embargo su mente estaba confundida por completo respecto a sus sentimientos, le gustaba Bill, lo podía jurar, pero con las cosas que habían pasado con Robbie, ya se había confundido, podía ser listo para resolver misterios, pero cuando se trataba de sus sentimientos era el peor.
No quería dormir pues sabía que si Robbie despertaba, lo menos que podía hacer era ayudarle, pero sus párpados comenzaban a sentirse pesados, cada vez más, hasta que la oscuridad se apoderó de la mente de Dipper.
Ahora ya no se encontraba en el cuarto del mayor, estaba en medio del bosque, todo era oscuro y mientras más caminaba, sentía que se adentraba más en el bosque, buscaba con desesperación una salida o al menos a alguien conocido, hasta que una voz retumbó en todo el sitio, era una risa demasiado burlona, la cual Dipper conocía bastante bien.
—Dipper Pines... He esperado por ti todo este tiempo ¿Acaso no recuerdas todas las promesas que me hiciste? ¿Todo el tiempo que pasamos juntos?—
Mientras más hablaba, Dipper sentía sus piernas fallar, intentaba correr pero no llegaba a ningún sitio, la voz comenzaba a volverse más cercana, al punto de susurrar en su oído.
—Piénsalo cariño... Los dos juntos de nuevo... sin nadie que se interponga entre nosotros...—
Dipper se sintió fuera de su cuerpo por un segundo, Bill lo había atravesado hasta quedar frente a él, impidiendo que continuará corriendo.
—Solo nosotros dos... Por siempre Bipper...—
Bill tomó con fuerza su cuello, sonriendo al ver la reacción de terror de Dipper, hizo un poco más de presión, el castaño sintió un fuerte ardor en su cuello, comenzando a gritar cuando se volvió más intenso, sintiéndose desmayar...
Despertó ahogando un grito y en medio del llanto, Robbie ya se encontraba despierto e intentando despertar a Dipper, el castaño cuando notó que aquello sólo había sido un sueño, se abrazo con fuerza a Robbie, por primera vez se sentía seguro a su lado, pero el intenso dolor en su garganta y el ardor en su cuello, lo hacían sentirse menos afortunado.
—¿Que sucede Dipper? ¿Estas bien?—
Preguntó constantemente el azabache, pero solo recibía un sollozo de Dipper, podía sentir la fuerza con la que lo abrazaba, separo lentamente a Dipper y acarició su mejilla sin dejar de sujetar su mano, observándolo a los ojos, limpió con cuidado sus lágrimas, haciendo que se sentara a su lado, nadie decía nada, era lo de menos en ese momento. De poco en poco ambos quedaron acostados en la cama, el llanto de Dipper había cesado, al mismo tiempo que su cuerpo dejaba de temblar, para después tranquilizarse, compartiendo una mirada mucho más relajada con la de Robbie, se dispuso a hablar, casi en susurro como si Bill estuviera presente.
—Tuve un sueño... Bueno, pesadilla, no estoy seguro de que fue... pero fue con Bill—
—¿Esto ya había pasado antes?—
—N-No... Al menos no desde que lo encerramos en su prisión, mi tío debe saber de esto... Si Bill ha regresado, estoy seguro que quiere vengarse y al primero que buscará será a Stanford...—
—¿Volverás a la cabaña? Aquí estás seguro...—
—Debo de hacerlo... Necesito hablar con mi tío sobre esto...—
—Te acompaño, si ese sujeto quiere acercarse a ti o a tú familia, se las verá conmigo— Robbie hizo un gesto con su mano señalándose a si mismo.
Dipper mucho más tranquilo, solo le dio un pequeño golpe en el brazo, se volvió a sentar, para solo arreglarse y ponerse de pié, siendo seguido por Robbie, el cual se movía de manera más lenta, aún se encontraba adolorido por lo pasado, pero no dejaría que eso los detuviera.
Todo el recorrido del cuarto de Robbie hasta la salida de la casa, lo hicieron tomados de la mano, así hasta llegar a la salida y de ahí al auto de Robbie, Dipper fue quien comenzó a conducir, sin decir mucho, llegaron hasta la cabaña del misterio, el camino había sido, para su suerte, bastante tranquilo, no había señales de Bill por ningun lado. Una vez que bajaron del auto, Mabel corrió a recibirlos, regañando a Dipper por salir de la casa de Robbie, pues sabía que estaban en peligro con Bill suelto en el pueblo.
Stanford salió de la cabaña junto a Candy y Grenda, las cuales saludaron a Dipper sonriendo, Ford apresuró a todos los chicos para entrar a la cabaña, pues no quería que les pasara algo. Dipper se alegró demasiado al ver que su familia estaba bien, pero no fue lo mismo con él, habían notado las marcas en el cuello de Dipper y aunque al inició culparon a Robbie, Dipper les explicó lo que había pasado con Bill y su pesadilla.
Pasaron el resto de la noche conversando sobre los planes de como destruir a Bill, pero la atención de Dipper se centraba en los dedos entrelazados con Robbie por debajo de la mesa, si debían de acercase o dar su opinión sobre algo, la mano de ambos pasaba a centrarse en el muslo ajeno. Cuando terminaron de hablar sobre lo que harían, decidieron ir a dormir, pues ya era bastante tarde. Robbie y Dipper se quedaron en el cuarto de arriba, mientras que Mabel se quedó en la sala con sus amigas, ya que tendrían una pijamada para relajar el ambiente en la cabaña.
Al entrar a la habitación, Dipper cerró automáticamente la puerta con seguro, encontrándose con la mirada de Robbie, él cuál solamente se río, para después acercarse al castaño hasta acorralarlo entre la puerta y su cuerpo.
—Y... ¿Tienes planes para esta noche niño?—
—En realidad si... Pensaba que en cuanto te durmieras, escaparía por la ventana y...—
Dipper no pudo terminar su frase, ya que los labios de Robbie lo silenciaron, así estuvieron por algunos segundos hasta que el aire faltó entre los dos, el castaño solo se alejó sorprendido, observándolo sonrojado.
—Que me haya quedado a cuidarte, no es señal de que me gustas...—
—Lo que digas...—
Robbie soltó una risa y revolvió su cabello para después separarse y sentarse en la cama del menor, a lo cual Dipper respondió con una mueca.
—Esa es mi cama, tú duerme en la de mi hermana o en el suelo...—
—Yo dormiré en está cama... No pondré mi cuerpo en la cama de tu hermana ni en el suelo... Si tanto te molesta usar esa cama o el suelo, puedes dormir a mi lado—
Dipper solo le lanzó una almohada sonrojado, no quería dormir con Robbie, así que solo tomó nuevamente la almohada y su cobija, acomodándolas sobre el tapete que estaba en medio de ambas camas. Robbie bufo serio, para después pararse y cargar a Dipper hasta la cama, entre quejas y algunas risas, Dipper lo observó serio.
—¿Esto es necesario Robbie?—
—Te quejas mucho, además no parece que te moleste que me acerque...—
Dipper busco algo para lanzar, siendo más rápido Robbie, pues ya se encontraba nuevamente besándolo, por más que el castaño se esforzaba por alejarlo, recordaba como había sido su trayecto antes entrar al cuarto, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda, podía decir que Robbie no le gustaba cuantas veces quisiera, pero sus acciones demostraban lo contrarió, su cuerpo reaccionaba involuntariamente a las caricias ajenas, cosa que en cierto modo, le molestaba, su corazón era solo de Bill y quería convencerse de eso.
El beso terminó poco después, Robbie sonreía victorioso mientras que Dipper estaba completamente sonrojado, su cuerpo le pedía más, sobre todo, en la edad que estaba, un beso lo podía conducir a desear que llegaran más lejos. Quizá su corazón era de Bill, pero deseaba que su cuerpo esa noche fuera de Robbie.
Dipper se acercó nuevamente al mayor besándolo, para después rodear con sus brazos el cuello ajeno, Robbie no podía estar más que complacido con eso, paso sus manos a la cintura de Dipper posicionándose entre sus piernas, para después apegar al menor a él, continuó el beso comenzando a jugar con su lengua, las manos de Dipper bajaron hasta empezar a quitar la sudadera negra ajena, mientras que Robbie ya se había abierto camino entre la tela de su playera y su piel, explorando cada centímetro de está.
Sintió como Robbie bajaba lentamente los besos a su cuello, teniéndose al notar las marcas, odiaba a ese tipo, odiaba con todo su ser a Bill y no dejaría que tocara a Dipper de nuevo. Sólo ignoro estas, plantando algunos besos en este, despojando al menor de su playera, la dejo en el suelo, para después bajar sus besos al pecho ajeno, Dipper mordió su propio labio al sentir las acciones de Robbie, no quería que los descubrieran, sobre todo porque Mabel y sus amigas se encontraban en el piso inferior. Aprovecho también para deshacerse de la sudadera y la playera de Robbie mientras disfrutaba de las caricias de este y sin darse cuenta, el azabache ya había bajado el pantalón ajeno, así como el propio.
Un escalofrió recorrió la espalda de Dipper, al igual que el miedo y la duda, no sabia si era correcto seguir con eso, estaba por detener a Robbie, cuando ambos cruzaron miradas, el azabache se acomodo para quedar a la altura de Dipper, plantando uno que otro beso en sus labios.
—¿Quieres que me detenga?—
—N-No es eso—
—No me molestare si eso quieres—
Dipper sonrió aliviado, para después en un movimiento algo torpe, colocarse encima de Robbie e inclinándose para besarlo, el mayor sujetó sus caderas sonriendo, observando directo a los ojos a Dipper.
—Me gusta más así— mencionó susurrando Dipper, sonrojado al sentir las manos de Robbie colarse por su ropa interior y bajarla, dejándolo expuesto, Dipper hizo lo mismo con la ropa de Robbie, para así tomar ambos miembros que ya se encontraban duros, comenzando a estimularlos juntos, algunos jadeos se escapaban de los labios de Dipper, los cuales Robbie se dedicaba a silenciar besándolo, no era que no le gustaba, realmente quería hacer gritar al castaño, pero sabía que los regañarían si los tíos del menor los descubrían.
Aquel acto continuo por varios minutos, acelerando las caricias cada vez más, Robbie detuvo a Dipper, deseaba que eso durara más, así que solo lo acostó en la cama, quitando la ultima prenda de ambos y dejándola en el suelo, separó las piernas del menor para ponerse entre estas, el castaño cubrió con sus manos su rostro, aquello era demasiado vergonzoso y no quería ver el rostro de Robbie mientras su mente imaginaba lo que estaban a punto de hacer. Robbie soltó una risa al notar a Dipper así, lentamente aparto sus manos de su rostro.
—Quiero verte...—
Dipper intento subir sus manos a su rostro, sin embargo Robbie lo evito, intentando hacer que se relajara, volvió a besarlo, bajando sus dedos a la entrada ajena, comenzó a estimularla, metiendo un dedo al inicio, recibiendo suaves jadeos de Dipper, así por algunos segundos cuando decidió meter un segundo dedo, un gemido más fuerte salio de los labios del castaño, escuchando algunos pasos fuera del cuarto, el silencio reino unos cuantos segundos, el corazón de Dipper latía fuerte, estaría muerto si se trataba de alguno de sus tíos, sin embargo el vaivén de los dedos de Robbie lo hicieron reaccionar, soltando varios jadeos intentando guardar silencio, los pasos lentamente se alejaron del cuarto, los dedos de Robbie iniciaron un abrir y cerrar dentro de Dipper, él cual solo se aferró a la sabana, cerrando los ojos mientras disfrutaba de los movimientos ajenos.
Robbie considero que ya estaba listo, saco sus dedos con cuidado, para después acomodarse mejor, Dipper tenia aun los ojos cerrados, solo se aferro con más fuerza a la cama cuando sintió a Robbie entrar, mordió con fuerza su labio evitando gemir. Una vez dentro, el azabache espero algunos segundos, observando a Dipper más relajado, inició un movimiento lento mientras lo besaba, ayudando a silenciar sus gemidos.
Las embestidas fueron cada vez más rápidas, los brazos de Dipper se aferraron a la espalda de Robbie, dejando algunos rasguños en esta, sus lenguas jugaban entre jadeos de ambos. Algo de tiempo paso cuando ambos ya estaban a punto de llegar al orgasmo, ninguno dijo nada, sin embargo la mirada que cruzaron los hizo entender lo que pasaría.
Dipper fue el primero en terminar, seguido por Robbie llenando su interior, ambos se dejaron caer en la cama intentando que su respiración se normalizara. Al cabo de algunos minutos, Dipper sintió a Robbie cada vez más pesado, intentando quitarlo de encima.
—Q-Quítate... eres muy pesado—
—Déjame dormir—
El castaño lo quito de encima, soltando un pequeño jadeo al sentir como salia de su interior, busco su ropa apenado, colocándose solo bóxer y playera al igual que Robbie, observando la cama, golpeo el hombro de Robbie molesto.
—No pienso dormir ahí, las sabanas están sucias, puedes quedarte con ella—
—¡No lo haré!
—Tú querías la cama... ahora úsala, yo me quedaré en el suelo—
Tuvieron una pequeña pelea respecto a eso, terminando por hacer una pequeña cama en el suelo con cobijas y algunas almohadas, acostándose ambos en esta, pues no ocuparían la cama de Mabel ni en ese momento.
Dipper intentaba dormir mientras era rodeado por los brazos de Robbie, la culpa comenzaba a invadirlo, quería salir corriendo, decirle que había sido algo de una noche y ya, su cuerpo se había dejado llevar, él solo amaba a Bill y se sentía culpable de haber tenido relaciones con Robbie, no había sido nada serio, esperaba que el mayor lo entendiera, en todo caso, estaba decidido a terminar con ello en la mañana.