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~Siempre estaré a tu lado~ por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del capitulo:

Bueno. Se supone que iba a ser de Karamatsu, pero era mejor que lo narrara Ichimatsu. El siguiente capítulo será de Karamatsu.

Espero les agrade y gracias por leer.

Ichimatsu POV.

–Ichimatsu. Ese día. En el parque. No te pude decir que a quien amo... Eres tú.
Yo me sorprendí al escuchar eso y me giré a verlo, pero mi sorpresa fue que él ya estaba inclinado en el suelo y escondía su rostro.
–Perdonadme, Ichimatsu.
Yo me sorprendí y me dejé caer de rodillas, cubrí mis ojos y comencé a llorar.
–Idiota... Eres un...
Mi pecho ardía muy fuerte y de repente sentí sus manos abrazándome.
–¿Qué-?
–No... Tienes que mentir.
–¿Mentir?
Me levanté enfadado y golpeé a Karamatsu-niisan.
–Tú... Maldito, Kusomatsu-niisan. ¡No quiero tu estúpida lástima! ¡Dejame en paz!
Salí corriendo y no paré de correr hasta que ya estaba lo suficientemente lejos. Realmente odiaba que últimamente me mostrara tan sensible con ese idiota. Planeaba volver a casa, pero eso era lo que menos quería.
–... Soy un imbécil.¿Porqué mierda lo golpeé?... Debería estar feliz de que la persona que ama soy yo.
En verdad deseaba estar sólo, pero sabía que Karamatsu intentaría encontrarme, así que caminé hasta el otro extremo de la ciudad y me senté en la banca de un parque, que me traía viejos recuerdos.
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Ya estaba anocheciendo e Ichimatsu se encontraba sólo en una banca del parque, llorando por miedo, frío y dolor, ya que se había raspado las manos y rodillas al caer, mientras corría en busca de sus padres y hermanos.
–Por favor... No me dejen sólo...
Ichimatsu lloraba con su rostro ocultó en sus manos heridas. Cuando escuchó una voz agitada y un poco cercana que lo hizo volver en sí.
–¡Ichimatsu!¡Ichimatsu!
Ichimatsu levantó su rostro y vio a Karamatsu corriendo hacia él. De inmediato, Ichimatsu sintió un gran alivio y cuando su hermano llegó a su lado, tomó rápidamente a Ichimatsu en un cálido abrazo.
–Tonto. Te buscamos por un buen rato, ¿donde te fuiste?
–No me fui. Volteé y... Ya no vi a ninguno, así que me espanté y fui a buscarlos, pero yo... Yo...
Ichimatsu se quebró de nuevo y comenzó a llorar. Karamatsu cubrió con su bufanda al menor. Después consoló a Ichimatsu y cuando se calmó, se levantaron de la banca.
–Vamos. Papá y mamá deben estar preocupados. Luego de que ninguno te viera, me asusté y corrí a buscarte, sin decirles algo.
–Niisan...
Ichimatsu caminó con dificultad por las raspaduras en sus rodillas. Karamatsu se puso de cuclillas delante del menor.
–Sube. No puedes caminar.
–S-Si puedo...
Karamatsu se puso de pie y tocó el rostro de Ichimatsu, que se veía muy rojo.
–Tonto. Tienes fiebre.
Karamatsu se quitó su abrigo y se lo dio a Ichimatsu, quien no renegó.
–Ahora sube y no acepto un no por respuesta.
Ichimatsu subió en la espalda de Karamatsu y poco después perdió el conocimiento, cuando despertó estaba en casa con Karamatsu a su lado, recostados en un futón.
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Me desperté un poco agitado y al abrir los ojos miré con sorpresa alrededor, ya caía nieve y mi cuerpo no movía, a causa de que estar tanto tiempo al aire frío y sin abrigo, me había hecho entumecer.
–... Je. Aquella vez era noche buena. Aún recuerdo que tenía siete años y estaba realmente asustado... Pero ese idiota... Nunca me dejó sólo. Es un imbécil... Corriendo por mí, desde que eramos tan pequeños, y ahora él...
Una sonrisa melancólica se dibujó en mi rostro.
–Está tan cerca de mí y tan lejos de mi ser. Que siento como si mi pecho ardiera, mi garganta se quemara y mi estómago se estrujara.
Comenzaba a perder un poco la razón y ya no sentía mi cuerpo, me sentía desvanecer, pero escuché a lo lejos dos voces conocidas.
–¡Ichimatsu/ Ichimatsu-niisan!
Abrí un poco los ojos y vi a Jyushimatsu correr junto al idiota de Karamatsu hacia mí.
–*¿Cómo es que siempre me encuentras?*
Jyushimatsu me levantó el rostro y me veía asustado.
–¡Karamatsu-niisan!¡Está ardiendo en fiebre!
Karamatsu-niisan apartó la mano de Jyushimatsu y tocó mi rostro, cosa que lo hizo empalidecerse.
–Ichimatsu, ¿me escuchas?
Sentía como si me desvaneciera, sus voces parecían susurros y se veían borrosos.
–¡Ichimatsu-niisan!
Sentí que me cubrieron con un abrigo y una bufanda..
Sí, era mi abrigo, peto la bufanda era de Karamatsu-niisan, su olor lo delataba. Me cargaron y perdí la conciencia de manera total. Sabía que quien me cargaba era Karamatsu-niisan, porque podía sentir su aroma y su calor. Después mi vista se nubló del todo y perdí la noción del tiempo.
Recuerdo que llegamos a casa y escuché a Totty gritar aterrado.
–¡Ichimatsu-niisan!
–Totty. Corran. Tiene fiebre y está congelado. Tenemos que preparar una tina con agua.
Esa era la voz de Jyushimatsu. Él siempre tan amable. Desperté en un futón en la sala y a mi lado estaban Jyushimatsu y Karamatsu-niisan.
Me levanté, pero sentí un mareo horrible y me recosté de nuevo.
–¿Mmmm? ¿Ichimatsu-niisan?¿Cómo te sientes?
–Jyushimatsu... ¿Qué ocurrió?
–¿Eh? ¿No lo recuerdas?
Sólo negué con la cabeza.
–Karamatsu-niisan volvió a casa como a las nueve y nos explicó que discutieron, cuando dieron las diez decidimos ir a buscarte, porque no llegabas y ya tenía rato nevando. Decidimos dividirnos para buscarte y finalmente te encontramos en aquel parque como a las doce, pero estabas entumecido, con fiebre y congelado, así que te cubrimos con tu abrigo y la bufanda de Karamatsu-niisan, pero parecías desvanecido y Karamatsu-niisan te cargó, mientras yo les avisaba a los demás que podían volver a casa, sólo que poco después perdiste el conocimiento y al llegar a casa hicimos de todo por bajar tu fiebre.
Él se veía realmente preocupado.
–Perdón.
–Tonto. No es tu culpa.
Era Karamatsu-niisan quien ya había despertado. Yo desvié la mirada y asentí.
–Descansa, Ichimatsu. Debes recuperarte.
Todo el día lo pasé en cama y sin hacer nada. Al día siguiente, Karamatsu-niisan y yo, actuábamos como si no supiéramos de los sentimientos del otro y como si nunca hubiéramos tocado el tema.
Estabamos todos en la sala. Osomatsu-niisan leía algunas revistas con Choromatsu-niisan, Karamatsu-niisan se veía al espejo, y Jyushimatsu y Totty jugaban pocker. Yo estaba en una esquina, viendo a la nada, hasta que sentí unas fuertes ganas de vomitar y me levanté rápida, pero disimuladamente, para no causar conmoción entre ellos.
–¿Ichimatsu?¿Qué tienes?
Caminé a la puerta e ignoré la pregunta de Karamatsu-niisan, pero antes de llegar a la puerta, vomité.
–¡¿Ichimatsu?!
Karamatsu-niisan corrió hacia mí, seguido de los demás, pero al llegar a mi lado, se petrificaron.
–¡Ichimatsu!
Choromatsu-niisan me abrazó y volví a vomitar... Sangre.
–Osomatsu-niisan. Corre y llama una ambulancia.
–Sí. Ya voy.
Osomatsu-niisan corrió a llamar la ambulancia y Jyushimatsu me sobaba la espalda.
Choromatsu-niisan me dejó en manos de Jyushimatsu y fue con Karamatsu-niisan y Totty, que parecían inmóviles.
–Ichimatsu-niisan.
Jyushimatsu lucía muy preocupado y yo volví a escupir sangre, pero perdí la fuerza en mis piernas y casi caigo, de no ser porque Jyushimatsu me detuvo. Mi cabeza daba vueltas, ya no veía nada, mis ojos ardían y mi estómago sentía una gran punzada.
Me acomodé de cuclillas, recosté mi cabeza en Jyushimatsu y poco después perdí el conocimiento.
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Mi conciencia estaba casi desvanecida y yo me sentía como aquella vez en el hospital, cuando vi como me daban RCP, sólo que ahora no era capaz de moverme o de ver algo. El pánico me llenó al escuchar voces gritando.
–Rápido. Joven con aparente hemorragia interna. De prisa.
–¿Nombre del paciente, doctor?
–Matsuno Ichimatsu. Den se prisa. Necesitó más personal. Este joven está en estado crítico y puede morir en cualquier momento.
A lo lejos escuché a Jyushimatsu gritar mi nombre con voz ronca y desesperada.
Pasó un largo rato y desperté en un lugar ajeno a mi habitación, era un cuarto blanco, luminoso y cálido.
Poco después me percaté de que tenía una ínter venosa, un respirador artificial y que no podía moverme.
Escuché que tocaron la puerta y se abrió.
–Ichimatsu... Voy a entrar, my little brother.
–*Ese idiota.*
Por alguna razón dejé salir una sonrisa.
–Ya despertaste. Menos mal.
Quería hablar, pero el respirador artificial me lo impedía.
–Ichimatsu... Tenemos que hablar de algo muy serio después. Quiero que descanses, pero Jyushimatsu te vendrá a verte antes, ¿de acuerdo?
Asentí y él se recargó en la cama, y besó mi frente.
–I need you, idiot. Please, you don't leave of my life.
Me besó de nuevo la frente, acarició mi mejilla y se fue.
–Ichimatsu-niisan.
Jyushimatsu tenía los ojos rojos y se veía agotado.
–Me asustaste... No me dejes, por favor.
–No... Lo...
Intenté hablar, pero no lo logré. Jyushimatsu me dio un papel y un lápiz, donde escribí lo que quería decir.
–*... Perdón*
–¿Porqué?
–*Yo... Ya sé de mi enfermedad desde hace tiempo y nunca lo dije. Perdón.*
–¿Porqué no lo dijiste antes, Ichimatsu-niisan?
–*No quería preocupar los.*
–Ichimatsu-niisan. El doctor dijo que...
Jyushimatsu susurró algo apenas audible y yo abrí los ojos de par en par.
–Karamatsu... ¿Lo sabe?
–Aún no...
Lo confirmé. Hoy era el peor día de mi vida, porque yo...

Notas finales:

Espero les haya gustado. Gracias por leer y dejenme saber lo que les pareció. Gracias. n.n


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