Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Letter [JaeYong] [NCT U] por Kuromitsu

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Para: Taeyong.

 

“¿Hacia dónde vas?” pregunto cuando revisas tu celular con una mueca molesta, y ya conozco tu respuesta de memoria.

 

“Me han pedido que vaya a la oficina, es urgente, volveré pronto”

 

Te levantas de la cama, la que acabamos de compartir en una rápida sesión de sexo, con una frialdad que hasta parece inhumana. Probablemente al Yoonoh de cinco años atrás le hubiese sorprendido y dolido enormemente toda tu actitud, pero el tiempo pasa y la gente cambia. Tú cambiaste, y como consecuencia, yo tuve que cambiar. Tragarme mis palabras y reproches. Porque sé que tú, Taeyong, terminarás por decir que soy un paranoico y que me sigues amando como siempre.

 

Por eso prefiero callar.

 

Te veo ir a la ducha y a pesar de que ya estoy acostumbrado a tu desafecto, el que no me pidas que te acompañe en el baño sigue siendo un tema delicado. Me levanto y me miro en el espejo.

 

¿Cuándo fue la última vez que me miraste con deseo? ¿Tan horrible soy ahora para ti?

 

Incluso mientras hacíamos el amor no volteaste a verme por más de cinco segundos antes de desviar la vista. Tu “Jaehyun”  (ese hermoso nickname que salía solo en la intimidad) ronco que salía de tus labios cada vez que llegábamos al clímax desapareció también. Solo queda un movimiento monótono, solo queda un sexo autoimpuesto que no me satisface y sé que a ti, Taeyong, tampoco.

 

Pero me ves sonreír y terminas por devolver la sonrisa tímidamente, crees que mi felicidad sigue siendo la misma y no le das más vueltas al asunto, porque en definitiva eso es lo que quiero que creas.

 

“¿Un café?” te pregunto al verte salir con el cabello mojado y con una toalla envolviendo tu cuerpo, ahí donde antes salías completamente desnudo junto a mí para continuar la acción en la cama.

 

“No, en la oficina me tomaré uno, gracias” respondes mientras te vistes con pudor, dándome la espalda, como si no conociera tu fisonomía por completo. Sonrío ante tu respuesta. Debí imaginarlo, no quieres perder tiempo para llegar a la oficina lo más pronto posible.

 

Taeyong, ¿tan poco te importaron nuestros años juntos para que te follaras al nuevo empleado en el primer día?

 

Lo supe de inmediato cuando te vi volver del trabajo aquel día, hace ya casi un mes. Te veías radiante, como esos días en que éramos estudiantes universitarios y no perdías oportunidad en hacerme el amor apenas teníamos un tiempo a solas. Como cuando nuestras mayores preocupaciones eran el ganar suficiente dinero con nuestros trabajos a medio tiempo para poder irnos a vivir juntos. Como esos hermosos días donde hasta una simple cita en un McDonald's lucía como el mejor de los panoramas, porque lográbamos distraernos un poco del estudio y conseguíamos pasar un tiempo juntos, a solas.

 

¿Te acuerdas de cuando me pediste ser tu novio y yo estallé en carcajadas por los nervios? No quise herirte, jamás quise hacerlo y realmente me sentí mal al ver tus ojos llorosos. Si te preguntas todavía por qué reí, te lo responderé porque no creo que tenga oportunidad para decírtelo en alguna otra ocasión.

 

Fue porque te amaba. Por eso no podía creer que tú, Taeyong, me estuvieses preguntando aquello que había querido desde el instituto. ¿Jamás te preguntaste por qué me fui a estudiar a la misma universidad que tú? Ahí tienes la respuesta.

 

Por eso cuando te vi tan radiante ese día, lo supe. Que la causa de tu sonrisa tan amplia era porque habías encontrado a otra persona. Pero aunque lo sabía no quise creerlo, ¿sabes? Me decía a mí mismo que tal vez estaba siendo demasiado desconfiado, que tal vez solamente estabas feliz con tu trabajo en tu oficina. Me inventé mil excusas.

 

Y dejé de creerlas cuando te vi caminando fuera del restaurante donde almorzaba. Fuiste estúpido al hacer eso, ¿lo sabes? Pasar con tu nuevo amante por fuera de mi lugar predilecto para comer, tomados de la mano como si no les importara el hecho de que son dos hombres; como si realmente no te importasen las miradas de los demás, siendo que conmigo jamás fuiste capaz de hacer algo como eso en público. Y menos fuiste capaz alguna vez de besarme así como lo besaste a él, sin preocuparte del qué dirán.

 

Chittaphon Leechaiyapornkul. Supe su nombre cuando fui a tu oficina mientras te encontrabas en horario de almuerzo y lo vi allí, dibujando sobre un block algún tipo de campaña publicitaria. Cuando lo conocí y pregunté por su nombre entendí por qué me habías engañado con ese extranjero, es una persona adorable. Siempre me susurrabas al oído que amabas eso de mí, los hoyuelos que se me marcan en las mejillas al sonreír, mi aspecto, mi voz; todo lo encontrabas completamente adorable. ¿Acaso ya te aburriste de mí, y buscaste por otro lado alguien que te pudiese satisfacer por lo mismo? ¿Es porque envejecí, cariño?

 

Tú también envejeciste. Te hiciste más taciturno, dejaste progresivamente de preguntar si acaso quería algo para cenar o si quería salir contigo a ver una película en el cine. Me hiciste sufrir, ¿sabes? Después de todo, siempre te defendí ante aquellos que decían que usabas una máscara conmigo, que seguías siendo el mismo niño que había estafado a tantas personas, que simplemente te mostrabas cariñoso porque querías saciarte conmigo antes de pasar a la siguiente presa. Sigo pensando que ellos estaban equivocados, después de todo lograste amarme cinco años.

 

Es más de lo que te puedo pedir y por ello te doy las gracias, Taeyong.

 

“Cuídate Yoonoh” me dices antes de depositar un corto beso en mis labios, y no puedo evitar atraerte hacia mí para envolverte en mis brazos y acto seguido devorar tu boca como no lo hacíamos desde semanas atrás. Esa lengua que conozco bien, que me volvía loco cada vez que recorrías mi cuerpo con lujuria y que al mismo tiempo, me hacía suspirar en esas noches donde no hacíamos más que abrazarnos sin sexo de por medio. Y la mueca de sorpresa que me das después de terminar ese delicioso beso es más que esperable. No suelo tomar la iniciativa, pero en esos momentos lo necesité hacer por una última vez.

 

¿Qué rostro tendrás ahora, Taeyong, mientras lees esta carta? ¿Sabiendo que aquel fue nuestro último beso?

 

¿Me habrías besado con la misma intensidad con la que yo lo hice, de saber que era nuestra despedida? Prefiero pensar que no, de otra forma todo esto sería mucho más difícil.

 

Por favor, no me busques. Si has leído hasta este punto sabrás que esto no tiene retorno. Que yo no quiero que tenga retorno.  Pero no me malentiendas, no he dejado de amarte, jamás podría. Es precisamente porque te amo que debo marcharme de tu lado.

 

Porque si tu felicidad ya no se encuentra conmigo, dejaré de ser egoísta y te permitiré ser feliz con ese hombre aunque me duela profundamente.

 

¿Tienes idea de cuánto lloré por ti? La vez que los vi besándose frente al restaurant, y después cuando al salir de mi trabajo los vi tomados de la mano entrando a un motel como si nada. Lloré tanto que me dolió la cabeza, lloré tanto que hasta pensé en morir… pero no quiero que te sientas culpable por ello.

 

Solamente no le hagas a ese pobre chico lo que me hiciste a mí. Es la única petición que te haré. Hasta me siento mal por él, estoy seguro de que no sabía nada de este embrollo y no tiene por qué saberlo. Por favor, que siga sin saber nada porque de otra forma terminará por odiarte y yo no quiero eso. Si yo no te odio, él no tiene por qué hacerlo.

 

Ya boté las fotos que teníamos repartidas en nuestra habitación porque ya no es nuestra. Es tuya.

 

Ya cambié de número telefónico así que no trates de llamarme, no funcionará.

 

Cuídate y sé feliz, Taeyong, mi eterno Taeyong.

 

PD: No te molesta si te llamo así por una última vez, ¿verdad, cariño?

 

 

 

———

 

Las manos temblorosas de Taeyong dejaron caer la carta, y la vista se le nubló por completo debido a las lágrimas. A su lado, su amante permanecía sin decir una palabra pero con la curiosidad carcomiéndole las entrañas; quería saber qué decía esa letra manuscrita como para dejar a su novio de un mes en ese estado.

 

—¿Qué sucedió? —preguntó en un susurró, envolviéndolo en un abrazo.

 

Taeyong estuvo a punto de decirle que se fuera, que todo aquello había sido un tremendo error y que su relación debía terminar allí. Que no tenía por qué haberlo traído al departamento mientras Yoonoh se encontraba trabajando fuera; que había sido un estúpido por haber engañado a su pareja de cinco años por una simple calentura con él, un tailandés al que no se había tardado ni un día en follar como si no hubiese mañana. A punto estuvo de decirle tantas cosas…

 

Pero no fue capaz y en cambio se dejó besar por su amante. Se dejó abrazar por él y terminó por hacerle el amor en la cama que tantas veces había compartido con Yoonoh, durante el espacio de los cinco años más dulces que hubiese recordado jamás.

 

—¿Por qué lloras? —su amante le cuestionó después hacer el amor, mientras retozaban en la cama.

 

Taeyong se restregó los ojos con fuerza. Había cometido tantas estupideces durante la vida, y justo entonces estaba haciendo otra más. Estaba realizando lo que Yoonoh quería. Estaba amando a Chittaphon tal como se lo había indicado en la carta pero eso tampoco estaba bien, porque durante todo el proceso no había dejado de pensar en Yoonoh. En su Jaehyun, tal como solía decirle en la intimidad.

 

Sin embargo no iría a buscarlo. No.

 

Yoonoh no quería que lo siguiera. Y aunque doliese tremendamente debía aguantarlo.

 

Maldijo el día en que había conocido a Chittaphon, porque por él había perdido a la persona que más amaba en la vida. Pero más se maldijo a sí mismo. Nadie le había puesto un cuchillo para tener sexo con el tailandés y lo sabía más que nadie. Había sido su elección libre el engañar a Jaehyun.

 

El engañar a la persona más buena que había conocido.

 

Al fin logró liberar su garganta del nudo que le impedía responder, y suspiró antes de apoyar su cabeza en el cuello Chittaphon. Cerró los ojos a la par que una lágrima se escurría y se deslizaba por su rostro.

 

—Lloro porque soy un imbécil. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).