(Pov Narrador)
El deseo de Gumball siempre fue estar junto a su reino, cuidar de los dulces ciudadanos, pero todo aquello se vio nublado cuando un aterrador vampiro llego a Ooo. Dicho vampiro estuvo atemorizando a los dulces ciudadanos lo cuál hizo que Gumball tomara la decisión de enfrentarlo, cuando el vampiro vio al dulce principe se sintio enclipsado por tanta pureza y belleza en cierto modo se podría decir que paso lo mismo con Gumball, pero ante todo estaba la protección de su reino así qué todo el subidon de hormonas se vio nublado por sus responsabilidades de principe y empezo a despreciar al vampiro el cuál desde ese instante en que Gumball hablo inicio un especie de reconciliación y para dejar al reino en paz hizo que Gumball aceptará ser su amigo.
Los deseos y metas de Gumball empezaron a cambiar con el tiempo llegando a tener al azabache en sus deseos, deseos muy pervertidos para un principe. A medida que el tiempo empezo a pasar la amistad entre el príncipe y el vampiro se hizo más fuerte al grado de pasar incluso noches juntos no como ambos desearían, solo como amigos, muy buenos amigos.
Gumball empezo a incluso desear una familia junto al vampiro y luego de muchos años de amistad y gracias a un accidente descubrio que su amigo también sentía lo mismo que el lo cuál les hizo iniciar una relación, pero Gumball aún se sentía algo vacío aun le faltaba algo y al resolver todo los problemas que les causo aquel accidente volvieron a Ooo donde Gumball recordo su deseo de tener una familia con Marshall y aquí es donde inicia toda esta loca aventura en la cual descubriremos el secreto del dulce príncipe y su mejor amigo Marshall lee.
(Pov Gumball)
-Marshall, tengo que pedirte algo.-
-¿Que cosa mi Gumby?- me sonríe y me mira con algo de curiosidad.
-Hasme un hijo.- digo con el tono más serio que jamás haya usado. La cara de sorpresa de Marshall es increíble, su mirada ahora se encuentra perdida y empieza a tartamudear.
-Gu... Gumball ¿Como es posible que te haga un hijo? Po.... Por favor pide algo más fácil de cumplir.- sus mejillas se encuentran del color de tomates y su voz algo insegura es súper tierna.
-No seas idiota. Es fácil, solo tienes que dejarme usar tu semilla y mi ADN, mezclo nuestros genes y como tiene mis genes sera un dulce ciudadano, pero también con tus genes ósea que no tengo que quedar embarazado obligatoriamente. -
-¿A que te refieres con obligatoriamente? -
-Bueno sucede que... Deseo llevar a nuestro hijo en mi vientre mientras se desarrolla.- Marshall me abraza con fuerza y se acerca a mi oido.
-Siempre quice una familia junto a ti, no importa lo que hagas mientras no estes en problemas ni nuestro hijo, puedes usar el método que desees.- lo veo fijamente a los ojos y unimos nuestros labios en un intenso besó para después quedarnos dormidos.
Bunny me ha estado ayudando por varios días a poder crear la mezcla genetica perfecta para crear a mi bebé, después de varios días de trabajo ya se encontraba listo el embrión y gracias a una máquina que Bunny construyo no tomo más de unas horas el proceso de colocar el embrión en mi interior, ahora todo dependía del desarrollo del bebé, si todo va bien en unas cuántas semanas todo el proceso habrá terminado y tendré a un bebe mío y de Marshall en mis brazos.
Mientras dormía esa misma noche por alguna razón tuve que salir de la cama hacía el baño con náuseas y ganas de vomitar, luego un deseo de comer huevos con jarabe de maple invadió mis papilas gustativas.
-¿Amor éstas bien? Espero que el embarazo nl te este haciendo daño.-
-Por favor Marshy, preparame unos huevos con jarabe de maple.- Sonrió mirándolo y el solo se acerca a abrazarme.
-Te oyes lindo pidiendome que prepare tus antojos. Espero que no se den muy a menudo tus antojos extraños.- hago puchero y el besa mis labios haciéndome sonrojar, me acuesto y luego de unos minutos llega Marshall con una bandeja en la cual tiene unos huevos con jarabe.
-Hyu, no quiero comer eso. Quiero unos chocolates y queso.- Marshall abre sus ojos y contiene sus deseos de reprochar y solo besa mi frente. Sale de la habitación por la ventana rumbo a la tienda supongo, pasan unos diez minutos y todavía no llega, tomo la bandeja e inicio a comer los huevos como si no hubiese mañana.
-Aqui están tus chocolates y tu queso.- dice Marshall entrando por la ventana.
- Ya no tengo hambre, tardaste tanto que ya me comí lo que estaba aquí. - lo veo y estiendo mi mano la cual el agarra, lo halo hacía mi y me acurruco a su pecho deseoso de disfrutar de su calor.
Los demás días no fueron tan distintos, mis antojos se empezaron a hacer más constantes y cambiantes, el pequeño Ben es muy caprichoso y me hace querer cosas raras como pasar el día abrazado al pecho de Marshall lo cuál no me molesta mucho. Mi vientre ya medía unos 38cm es increíble el sentir las pataditas del imperativo Ben a quién tan solo le faltan unos días para ser abrazado por este desesperado padre.
-Gumball, ¿Estas seguro de que todo saldra bien? No podría soportar que te pasara algo a ti o a Ben, los amo y ustedes son lo unico que tengo y me reuso a perderlos.- miro a Marshall mientras Bunny me arrastra en una camilla hacía su laboratorio, una vez allí quedo inconsciente debido a un sedante administrado por Bunny.
(Pov Marshall)
Gumball me tiene preocupado desde el momento en que se desmayo hasta cuando Bunny lo entro al laboratorio, no quisiera que les pasara nada a mis dos tesoros y deseo estar ahí junto a el, pero Bunny y los señores mentita se en cerraron en el laboratorio junto a Gumball, mi desesperación se hace insoportable hasta que veo la puerta abrirse.
-Puedes entrar Marshall.- Bunny tenia una cara capaz de asustar a cualquiera, ya me esperaba lo peor, pero al ver a Gumball cargando a Ben una sonrisa se dibujo en mi rostro.
-¿El es nuestro hijo?-
-Si, pero no nació con forma mmm, pues normal.-
-¿A que te refieres?-
-Miralo tu mismo.- Gumball solo se limitaba a mirarme hablando con Bunny y se abrazaba con fuerza al pequeño.
Al acercarme veo a una pequeña bola de pelos de color rosa con unos pequeños ojitos plateados que al verme se llenan de alegría, la pequeña bola se empieza a desvanecer tomando forma de Gumball, pero miniatura con orejas como las mias y unos hermosos ojos plateados. Gumball estiende a nuestro bebe hacía mi dejandome cargarle, Ben acaricia mi rostro con su manita y se acurruca en mi pecho cerrando sus ojitos para quedar dormido. Me acerco a Gumball y de la alegria unas pequeñas lagrimas empiezan a salir de mis ojos, Gumball se acerca y me besa haciendo del momento el más inolvidable de toda mi vida.