Regalo.
La mirada de Kirishima Zen no se despegaba del nervioso Yokozawa Takafumi, la situación no pintaba para nada bien para el oso gruñón de Marukawa Shoten ¿Cómo había llegado a esa situación? Bueno, un simple paquete cuadrado adornado con un gran moño rojo, el cual estaba sobre su mesa era la respuesta.
— Es solo un maldito regalo, no tienes que ponerte todo imbécil por ello—gruño el pelinegro pero eso no hizo cambiar la cara al editor en jefe de The Kan
— Aun así decidiste aceptarlo
— ¡Es un regalo de navidad ¿Por qué debería de negarme?! Tu recibiste muchos regalos de las autoras y no me ves diciéndote que los regreses—ataco hábilmente con sus palabras ya que toda la mañana las autoras junto con algunas empleadas del trabajo habían hecho una enorme fila solo para darle sus obsequios a Zen.
— ¿Quieres que los regrese?
— ¡Ese no es el jodido punto! ¡Deja de ser tan infantil!—la cosa no pintaba para nada bien y Takafumi empezaba a perder la paciencia, Kirishima podía ser un completo pelmazo cuando se lo proponía e incluso podía llegar a ser más infantil que su propia hija; Hiyori.
— Ya veo ¿estoy siendo infantil? Entonces en verdad no te molestarías de la misma manera si recibiera un regalo de alguien de quien estuve completamente enamorado hace tiempo—y esa fue su manera de contratacar, sutil pero efectiva.
— Kirishima es solo un estúpido regalo de navidad…—dijo con un suspiro cansado ya que si no paraba aquella disputa pronto terminarían discutiendo por horas.
— ¡Pero es de Takano! Debiste de decirle “no puedo aceptarlo porque mi novio me castigara”
— ¡¿Me castigara?! Como si fuera a decir tal estupidez, además no sé de qué te preocupas… de seguro es una tontería
— Ábrelo
— ¿Disculpa?
— Quiero que lo abras para ver qué tan tonto es ese obsequio—su postura seguía siendo severa y Yokozawa solo podía parpadear perplejo ante tal actitud, ahora mismo se lamentaba de no haber ocultado el presente donde este no lo viera.
“¿Qué es lo que quieres de mí? Maldita sea… ¿en verdad me hará decir tal cosa vergonzosa? ¡Maldito bastardo!” pensó frustrado rechinando los dientes.
— Tú… en verdad no necesitas ponerte celoso por esta estupidez—hablo con voz tosca poniendo su tan característica mala cara capturando de esa forma toda la atención del castaño
— ¿Por qué lo dices con tanta confianza?
— ¡No me hagas decir algo tan vergonzoso!
— Vamos, no puedo escucharte~ mis celos me hicieron sordo junto con mi manera infantil de ser~
— ¡Imbécil!—le grito en respuesta mientras apretaba los puños y tragaba duro la saliva que se le atoraba-- ¡No es necesario que te pongas celoso de un regalo porque tú eres más importante para mí, bastardo!
— Aww~ tan lindo como siempre Yokozawa pero practica mejor tus frases amorosas… el bastardo estaba de más en esa declaración de amor
— ¡¿Declaración de amor?!
— Aunque bueno, espero que ya sepas que es lo que quiero de regalo de navidad—le guiño el ojo con un claro mensaje sexual implícito mientras el encargado en ventas sentía un escalofrió recorrerle.
Al parecer el regalo de navidad de Takano le había traído un enorme dolor en el trasero de varias maneras posibles.
Fin.
Terminada a las: 5:42 a.m.
Epic Fail de 16 minutos.