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Ya ha pasado más de un año desde que Eren se había unido a la legión de reconocimiento, actualmente se encontraban en un punto que se había considerado imposible desde hace siglos ¡casi acaban con todos los titanes! Un par de excursiones más y serian libres de esas murallas, Eren se encontraba maravillado por esto. Pero no todo era felicidad ya que tuvo que sacrificar mucho para ello, hace medio año que perdió a su única familia Mikasa había fallecido por protegerlo. Pero le agradecía enteramente a Levi por consolarlo y comprenderlo en aquel momento, después de todo ¿quién no quería que su ser amado estuviera contigo en un momento así en su vida?, aunque poco tiempo después el azabache comenzó a tratarlo de la misma manera de siempre pero para el oji-verde eso no importaba ya que lo amaba con todo su ser.
El día de hoy se levantó temprano para salir a una excursión en busca de los titanes restantes, se sentía cansado y quería regresar a la cama, pero si lo hacía Levi vendría a buscarlo para levantarlo de una patada. Cuando llego al comedor ya lo esperaba Armin con 2 platos servidos, era sorprendente que el rubio se preocupara tanto por su alimentación después de todo el ya no era más un niño pequeño, él podía cuidarse solo, pero tenía que admitir que estaba agradecido ya que se estaba muriendo de hambre, lo saludo con normalidad, tomo asiento disponiéndose a probar su almuerzo.
-Eren…- llamo con seriedad Armin, haciendo que Eren no probara su primer bocado para prestarle atención – ¿Estás seguro que esto es lo que deseas?, creo que sería mejor que fueras a que Hanji te revise así estaríamos más seguros-.
- Estoy bien así Armin no tienes que preocuparte, además no quiero que esa mujer me pongas sus pervertidas manos encima otra vez- dijo con calma disponiéndose a probar al fin su comida, dejando a un rubio no muy convencido.
-Aun así, no creo que sea correcto que vayas a la expedición en tu condición actual, sería muy peligroso para ti…-sabía que Eren no lo escucharía pero aun así quería intentarlo, realmente no quería exponerlo en tal peligro – por favor Eren prométeme que no iras…-
-¡Armin ya basta!, te he dicho que no dejare mi puesto en la legión de reconocimiento, que no pueda convertirme en titán no me lo impide, ahora puedo ser como cualquier otro soldado- miro a su amigo mostrando su molestia, no dejaría su lugar como soldado, no ahora sabiendo que faltaba tan poco para al fin ser libres.
-Entonces, prométeme que se dirás al capitán- la tristeza era evidente en su tono de voz además había agachado la cabeza permitiendo que su caballo tapara sus ojos –por favor prométeme aunque sea eso…-.
-….Armin, yo…..- realmente no sabía que contestar, sabía muy bien que para su amigo era doloroso ser la única persona enterada acerca de su secreto –lo hare después de esta expedición te lo prometo– Le sonrió a su rubio amigo con dulzura, el cual lo miraba con el rostro iluminado ante tales palabras.
El oji-verde sabía muy bien que si Levi se enteraba de lo que le estaba pasando le impediría que siguiera en la legión pero aun así quiso hacerle esa promesa a su amigo, después de todo era de lo poco que le quedaba y ya no quería preocuparlo.
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El momento habían llegado, todos los pertenecientes a la legión de reconocimiento cabalgaban en dirección a la compuerta del muro que los separaba de su ansiada libertad, el miedo y la emoción podía ser sentida en el ambiente. Como siempre todos habían sido divididos en grupos con una posición determinada, en el grupo de Eren se encontraba el capitán Levi, la señorita Hanji, el amigable Connie, la glotona Sasha y el cara de caballo Jean. Cuando la compuerta fue abierta no fue necesario que alejaran a los titanes de ella como solían hacerlo años atrás, cosa que demostraba la carencia de estos. Al salir del muro Eren se posiciono en medio de Hanji y Levi como le era indicado siempre, pero esta ocasión algo era diferente, no podía evitar el hecho de ponerse nervioso por solo pensar que tiene que hablar con Levi.
-Eren, ¿cuánto tiempo planeas seguir mirándome así?-dijo Levi deteniendo a su caballo, volteando a ver a Eren con su típico semblante serio, el oji-verde se encontraba sorprendido no se había percatado de que en algún punto de sus pensamientos se quedó mirándolo.
-Eh... no es nada- contesto con nerviosismo deteniendo de igual manera su caballo, mientras su cara comenzaba a mostrar un ligero color carmín que aumentaba poco a poco, se encontraba en blanco por aquella mirada azul-platina que lo miraba fijamente impidiéndole pensar con claridad.
-Si tienes que decirme algo solo suéltalo de una vez- comenzó a fruncir su ceño sin despegar la vista del sonrojado oji-verde.
El joven oji-verde desvió su mirada con rapidez del azabache mientras cerraba sus ojos con fuerza, podía sentir como su corazón golpeaba fuertemente su pecho y un hormigueo especial en su estómago. Al tener los ojos cerrados solo podía escuchar como al parecer Levi bajaba de su caballo, pudo sentir como unas manos lo tomaban por la cintura provocando que abriera sus ojos con rapidez enfocándose con el dueño de dichas manos, un pequeño jalón se hizo presente asiendo entender Eren que Levi quería bajarlo del caballo, una vez abajo el azabache elevo una de sus manos a las mejillas del más joven, Eren se tensó ante el contacto de aquella sensación tan agradable y reconfortarte.
Poco a poco sus rostros se fueron acercando comenzado a sentir sus respiraciones chocar uniéndose finalmente en un suave y dulce beso que descargaba todo el amor que se tienen, de apoco las manos de Levi comenzaron a bajar por la espalda de Eren posicionándose en su cintura mientras que las de Eren fueron rodeando el cuello del azabache. Al separar sus rostros, ambos se miraban con dulzura por un instante, para después unirse nuevamente en pequeños y castos besos, después de estos simplemente se abrazaron aferrándose al cuerpo ajeno, Eren acerco su nariz al cuello del azabache para poder aspirar esa agradable fragancia que solo él tenía, aquella que lo llena de paz y a la vez lo vuelva loco.
Ama a Levi realmente lo hace, vive temiendo que algún día este se aburra de él y lo abandonara, sin darse cuenta empezó a sollozar haciendo que de sus ojos empezaron a rodar pequeñas lágrimas.
-Eren ¿ocurre algo?- dijo mientras secaba las lágrimas que brotaban del más joven, el azabache lo miraba con preocupación – si te pasa algo malo puedes decírmelo ¿entiendes?-.
-Entiendo, es solo que…- se llevó sus manos a la cara para cubrir su rostro, le era difícil hablar sentía un nudo en la garganta –yo…-.
Eren no tienes que temer, yo estoy contigo… - antes de que pudiera decir algo más los fuertes brazos del azabache lo rodearon con fuerza –no tienes que forzarte a decírmelo ahora eso puede esperar-.
-¡Par de tortolitos!- se escuchó un grito burlón perteneciente a Hanji no muy lejos de ellos –que casi no haya titanes no quiere decir que puedan detenerse en cualquier lugar que les venga en gana, si no lo recuerdan estamos en una ¡misión!-.
El joven oji-verde se separó del azabache con rapidez de la pena al darse cuenta de la situación, al parecer ya había pasado un rato desde que se habían separado de los demás y nadie los había interrumpido solo se habían limitado a observarlos en silencio todo ese tiempo.
-Su amor es admirable, espero que pronto estemos celebrando su boda- Hanji se coloco frente a nosotros con esa sonrisa burlona que la caracteriza.
-¡puedes dejar de decir tonterías idiota!- se quejó Levi alejándose del oji-verde para montar su caballo.
En cambio Eren se encontraba estático aquellas palabras comenzaron a retumbar en su cabeza una y otra vez, nunca antes había pensado en eso y el hecho de imaginarse la probabilidad de estar en matrimonio con su amado Levi hacia que su corazón latiera con rapidez.
Definitivamente sería muy feliz si eso ocurría.
-¡oye mocoso! date prisa- hablo el azabache encima de su caballo poniéndolo en marcha.
-¡Entendido capitán!- dijo alzando su voz para después montar con rapidez su caballo.
Una vez más se pusieron en marcha y de la nada una potente risa se hizo presente.
-¿Qué es tan gracioso, maldita cuatro ojos?- la molestia era evidente en el azabache.
-Nada en particular, solo estaba pensando en lo mucho que han cambiado- Hanji conservaba una pequeña sonrisa.
-¿A qué te refieres?- pregunto Eren confundido.
-Puede que ustedes par de tórtolos no la hayan notado, pero su relación ha cambiado un montón- la mujer castaña soltó una pequeña risa al ver la cara de sorpresa de esos dos por su comentario.
-Deja de imaginar cosas idiotas cuatro ojos, Eren y yo solo cumplimos con nuestras obligaciones- comento viendo amenazante a la castaña.
-No son imaginaciones mías enano, después de todo no soy la única que lo ha notado, ¿verdad muchachos?- Todos los que hasta ahora se habían mantenido en silencio soltaron al unísono un sonoro “si” por respuesta, provocando una sonrisa de satisfacción a la castaña- ahí tienes tu respuesta de que no son imaginaciones mías-.
-Mejor olviden eso y concéntrense en la misión- miro amenazante a sus compañeros los cuales solo desviaron la mirada nerviosos.
Aun Eren no podía creer lo dicho por Hanji nunca se había percatado que su relación con Levi había cambiado, ahora que lo pensaba mejor el mayor ya no lo regañaba tan seguido, sus deberes ya no eran muy pesados e que incluso llego a pensar que eran alucinaciones suyas que el mayor se notara preocupado por él en ocasiones, ¿pero cómo no se había dado cuenta de eso antes?, era muy idiota darse cuenta de eso ahora.
Desde lo dicho por Levi todo el escuadrón se encontraba en silencio cabalgando a su destino. En esta ocasión debido al poco peligro que se presentaba los grupos habían sido asignados en zonas diferentes para matar titanes, en otras palabras se encontrarían solos en esa misión, les había tocado ir a una zona rocosa cerca de por debajo de una barranca a las afueras del bosque donde se habían reportado un pequeño grupo de 4 titanes, eso sería una tarea demasiado fácil ya que estos al parecer no presentaban gran peligro.
Cuando al fin llegaron a su destino no se veían rastro de alguno de los titanes, todo a su alrededor se encontraba tranquilo e incluso de unos árboles cercanos se escuchaba el canto de las aves, era lógico que los titanes se moverían de lugar por lo que decidieron explorar los alrededores, comenzaron a cabalgar con lentitud adentrándose al bosque y no muy lejos se encontraba el pequeño grupo que buscaban. Todos cruzaron miradas tenían que poner un plan en marcha rápido.
Se escabulleron con sigilo por los arboles con ayuda del armamento tridimensional querían aprovechar ese momento que 2 de los 4 titanes se encontraban juntos, Hanji fue hacia el titán más cercano a ellos y Levi fue tras el otro, mientras que Sasha, Connie y Jean trataban de acorralar al tercero que se encontraba más alejado. Mientras que el pobre Eren había sido dejado junto con los caballos vigilando que el cuarto titán no apareciera, estaba molesto él estaba ahí para matar titanes no para eso, además lo estaban torturando con el sonido metálico que producían, definitivamente eso era lo peor.
No paso mucho tiempo cuando el oji-verde escucho los pasos de un titán cerca, esta era su oportunidad a pesar de que se le había indicado avisar inmediatamente de la aparición del cuarto titán, pero no podía quedarse de brazos cruzados.
Levi al igual que Hanji se movieron con gracia entre los árboles, en poco tiempo el azabache mato a su objetivo y la castaña no se quedó atrás, pero para su mala suerte el tercer titán se dio cuenta dejando descubiertos a los 3 jóvenes que lo perseguían.
-Hanji yo me encargo de esto, ve con Eren- menciono el azabache alejándose en dirección de los jóvenes, Hanji solo asintió.
Con rapidez llego al lugar donde se debería encontrar el oji-verde, pero solo se encontraban los caballos, la castaña comenzó a buscarlo con la mirada comenzando a preocuparse ya que no había sido la mejor idea del mundo dejar a Eren solo, después de todo el muchacho era muy impulsivo y ya no podía convertirse en titán. Hanji tomo su caballo, decidida a buscarlo en dirección de la barranca, poco tiempo después de su cabalgata lo vio, provocando que la sangre se le fuera a la cabeza ya que Eren no se encontraba persiguiendo a cualquier titán, este media casi 7 metros de altura, poseía una caballera negra y tenía garras afiladas, se trataba del titán bailarina.
La adrenalina recorría todo el cuerpo del oji-verde, se encontraba a punto de atacar el cuello del titán haciéndole inevitablemente que una sonrisa de fascinación se le formara, pero en ese momento el titán se dio la vuelta encarándolo, ¿en qué momento se había dado cuenta de su presencia?. En ese instante se dio cuenta que se encontraba acorralado en la parte baja de la barranca, detrás de él solo se encontraban enormes rocas, el titán se abalanzo sobre el oji-verde con rapidez chocando contra la barranca, afortunadamente para Eren había alcanzado a esquivarlo, tenía que huir de ahí rápido, iba lo más rápido que podía con ayuda del equipo tridimensional en la dirección donde deberían estar los demás, a lo lejos pudo divisar como Hanji se acerca en su dirección con rapidez.
El titán azotaba una y otra vez contra la barranca provocando que algunas de las enormes rocas se desplomaran, el oji-verde como podía las evitaba, en eso un fuerte mareo lo invadió, de todos los momentos tenía que ocurrir justo en ese, aquel mareo le nublo la vista impidiendo que viera la enorme roca que se dirigía a él, solo pudo sentir como esta chocaba con fuerza en su espalda provocándole un fuerte dolor…
Definitivamente debió haberle hecho caso a Armin.