-¿cómo estás tan seguro de esto, Lilum?- dijo algo alterada la sacerdotisa mientras arrebataba los papeles que el pelirrojo le mostraba.
Sus ojos verdes se abrieron por la sorpresa. –n-no puede ser-murmuró.
El de la fotografía era su príncipe, no había duda en ello. Después de todo lo habían conseguido, descubrieron lo que Zero le había ordenado a cada uno de ellos.
-Zero-sama tenía seres queridos, Sakura-san- habló el chamán tranquilamente llamando la atención de todos allí.
-¿q-qué quieres decir con eso, Lilium?-murmuró temiendo saber la respuesta.
-en los archivos dice que era el hijo adoptivo del señor Cross Kaien…y por investigaciones también discípulo de Toga Yagari, compañero y casi hermano de Takamiya Kaito y también hermano adoptivo de…-dijo para así clavar sus ojos color vino en Yuuki quien estaba parada junto a los demás vampiros allí mismo. –Cross Yuuki o como ahora se la conoce “Kuran Yuuki”-
Los vampiros solo estaban en total silencio, no sabían exactamente que ocurría o si se trataba de una broma de mal gusto.
Kaname suspiró y decidió hablar – con esto ya queda más que asegurado- esto llamó la atención de los kitsunes. El castaño solo sonrió y caminó hasta las escaleras.
El chamán suspiró y mirando a Sakura dijo de manera seria -¿qué harás ahora?-
-a-a qué te refieres?- dijo la pelidurazno.
-ya te lo dije o no?. Zero-sama tiene a muchos seres queridos ¿y si el recuerda todo y abandona su puesto como gobernante?- la kitsune abrió sus ojos. Después de todo, Lilium tenia razón, ¿qué haría ella?...ella era la que esperó sin perder las esperanzas a que su príncipe despertara…y si Zero le decía que renunciaba y los dejaba de lado?...
Tomó aire y dijo –será duro…pero no puedo obligarlo a tomar ese puesto contra su voluntad…yo dejaría que el fuera feliz a pesar de que nuestro clan este en peligro…-
Lilum solo suspiró y dijo –descomfias de tu príncipe, Sakura-san.-
-disculpen la interrupción…-habló Takuma acercándose –señorita Sakura usted haba dicho que no era problema nuestro…pero aun así insistiré …¿qué e lo que pasó exactamente en Nikko?-dijo de manera seria.
Lilium miró a los demás kitsunes y dijo –ahora que lo mencionas vampiro…me gustaría saber que está ocurriendo, ya sabes que la luna de primavera está cerca y debemos adelantar movidas para prevenir consecuencias que termine por manchar la castidad de nuestro Señor Zero-
Sakura solo agachó la cabeza y dijo –verá…-
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Kaname pasó por los pasillos hasta que paró justo en frente del cuarto de Zero, tomó la perilla entre sus manos y abrió la puerta para así adentrarse a la habitación.
Solo iluminado por la luna brillante que daba una hermosa visión, las rosas blancas que adornaban el lugar hacían lucir cada mueble.
Y en la enorme cama, se encontraba Zero durmiendo tranquilamente, sonrió de manera tierna y se acercó lentamente.
Lo observó dormir unos momentos para así acercar su mano y acariciar suavemente las pálidas mejillas del niño.
-Zero….murmuró mientras colocaba una rodilla sobre la cama y se acercaba a su rostro. Sin poder evitarlo besó suavemente sus labios y se separó sin dejar de mirarlo.
-Ka…-murmuró entre sueños el pequeño kitsune. –Ka…name…-
Kaname se sorprendió ante esto y luego sonrió y susurró –te amo…Zero-
El vampiro estaba dispuesto a irse, pero cuando volteó algo le impidió hacerlo, viró por sobre sus hombros encontrándose con la pequeña mano del peliplata sujetando su camisa. Estaba despierto y su mirada mostraba angustia…
-Kaname…-llamó.
El vampiro se acercó con cuidado y posó nuevamente su mano sobre el rostro del kitsune -¿qué ocurre mi niño?- murmuró algo preocupado pero de manera dulce.
-s-solo una…pesadilla…-murmuró en respuesta.
-tranquilo- dijo para así acercarse y besa la frente del menor –todo está bien, aquí estoy para ti, Zero…- tranquilizó.
El peliplata solo sonrió levemente y susurró –quédate…unos omentos más…si?-poniendo una carita demasiado tierna que hizo latir el frío corazón del castaño.
-si..-dijo en respuesta Kaname para luego sonreírle.
Zero cerró sus ojos nuevamente volviendo a quedarse dormido. El castaño se quedó allí a su lado, tomando la mano del menor.
-jamás te dejaré solo otra vez…Zero…-susurró sin apartar la mirada del niño.
CONTINUARÁ…