FLASH BACK…
-¡de prisa!, ¡de prisa!- se escuchaban gritos por todo aquel castillo, la servidumbre parecía algo alterada y apresurada.
-Nee-chan…¿qué sucede?- preguntó un pequeño kitsune de cabellos negros al igual que sus orejas y cola, grandes ojos verdes y piel blanca que vestía una yukata de color azul marino a su hermana mayor, una niña unos centímetros más alta que el pequeño de cabello color durazno hasta los hombros, sus orejas y cola del mismo tono que su cabello y ojos verdes, vestía un kimono rosa.
-la Reina Hikari dará a luz - dijo con una tierna sonrisa mientras tomaba las manos de su pequeño hermanito.
-nee-chan, ¿es tan importante este nacimiento como para que todos estén comportándose así?- volvió a preguntar el niño.
-por supuesto…Kuroshi-kun, este príncipe es enviado por Tsukuyomi-sama a acabar con estas guerras- exclamó esperanzada, el pequeño pelinegro la vió extrañado y con mueca seria.
-…espero que este príncipe no sea como sus padres- murmuró.
La mayor lo observó y dijo –Kuroshi…lo que pasó con su primer hijo fue solo….-
Ambos hermanos kitsunes se encontraban en un rincón del castillo, el pelinegro si importarle mucho lo que ocurría y la mayor más que alegre.
Las horas pasaban….pero no haba respuesta..tanto así que ya comenzaba a entristecer cualquier rastro de alegría que la pelidurazno pudiera tener en ese momento.
Una kitsune pasó por cerca de ellos, parecía triste como el resto, no sabía la razón…y de seguro a ellos no le dirían lo que estaba ocurriendo por ser solo unos niños.
Ambos niños kitsunes se ocultaron y escucharon la conversación de los adultos, los cuales llevaban un pequeño bulto entre sus manos.
-y ahora…¿qué haremos?- preguntó un hombre.
La mujer negó con la cabeza y respondió –la reina está destrozada, s segundo hijo nació puro y sin defectos…pero…- tomó aire y continuó –su niño está vacío, sin alma…es un recipiente….solo eso…es como si su alma se negara a entrar a su cuerpo…Tsukuyomi-sama los castigó…de seguró está enojado por lo que ocurrió con su primer hijo….-
Las orejas de la pequeña kitsune se agacharon con tristeza, para una niña era difícil comprender todo lo que ocurría, agachó su mirada y apretó sus puños.
-Sakura-nee?- dijo extrañado el menor.
-no pasa nada…-murmuró con la voz quebrada. Después de todo…sus esperanzas estaban pisoteadas, la esperanza de que la guerra cesara…fue destruida, su príncipe estaba “muerto”.
Sakura sintió como su hermano tomaba su mano y la miraba con una pequeña sonrisa –nee-chan, nuestro príncipe no está muerto, aun hay esperanza…puedo verlo-
FIN. FLASH BACK…
“-aun hay esperanza….puedo verlo-“
Aquellas palabras retumbaron en su cabeza.
“-y si él recuerda todo y abandona su puesto como gobernante?”-
Sakura detuvo su caminar al recordar lo que el chamán dijo. Mordió su labio inferior sintiendo la amargura que esas palabras le provocaron….si Zero renunciaba a todo…¿ella haría lo que le dijo a Lilium? ¿estaría dispuesta a arriesgar a todo el clan por la decisión de Zero?.
Apoyó su espalda en la pared y se dejó caer. Hundió su rostro entre sus rodillas flexionadas.
-n-no puedo obligar a Zero-sama….-murmuró en un sollozo, dejó que sus lagrimas cayeran…¿por qué todo tuvo que darse así?.
-¿Sakura?- la voz de una mujer llamándola se escuchó, ya la había escuchado antes, pero nunca le había prestado tanta atención como en aquél momento.
Levantó su rostro fijando su mirada verde en la chica frente suyo, reconocía a esa vampiresa donde fuera.
-…¿qué quieres, Ruka-san?...-murmuró sin mucho ánimos para así desviar su rostro hacia otra dirección.
-nada en especial, pmf…-dijo, para así soltar un suspiro y agacharse –no soy de meterme en asuntos que no tienen nada que ver conmigo….pero en éstos momentos…Kaname-sama está muy comprometido con ayudar a Zero…-dijo un tanto decaída.
-lo que haga Kaname no debe importarte, vampira- dijo en tono molesto –a mí solo me importa Zero-sama, no se a qué has venido…si no tienes nada importante que decir vete y déjame sola-
-tú no eres nadie para darme ordenes- dijo ofendida la vampiresa.
Sakura se puso de pie molesta y la encaró -¿a qué has venido?- dijo desafiante. La vampiresa solo la miró con una mueca seria y neutra, dio un paso hacia adelante, que por inercia la kitsune retrocedió.
-lo que yo haga o deje de hacer no es asunto tuyo, kitsune- dijo Ruka mientras acorralaba a la sacerdotisa. –pero ya que preguntaste lo dejaré en claro…-dijo mientras se acercaba a la oreja de la pelidurazno -…este lugar es muy importante para Kaname-sama, así que asegúrate de no causar problemas aquí o…-dijo para acercar su mano hacia el cuello de la de ojos verdes y apartar un poco aquel kimono dejando descubierto su hombro y acercarse hasta el punto de que su aliento chocó contra la fina piel de Sakura para así pasar suavemente su lengua en aquella zona-…yo misma me encargaré de cobrármelas- la vampiresa se apartó sonriendo al ver el sonrojo de la sacerdotisa.
-así que procura ser una “buena chica”- con esto dicho de cabellos castaños claros siguió su camino con una sonrisa satisfecha en su rostro.
-q-que fue e-eso…-murmuró aún estupefacta, llevó su mano y tocó su cuello sonrojándose más.
Ruka se dirigió hasta su cuarto y pasó su lengua por sus labios –realmente…su aroma es delicioso- murmuró.
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-Kuroshi-sama?- preguntó el peligris, su nuevo amo no lo había soltado y aun seguía sobre él.
-Kuroshi-sama…pesa…-murmuró, volteó su mirada hacia el rostro del pelinegro, éste parecía ignorarlo, su respiración era calmada…allí se dio cuenta, Kuroshi estaba dormido. Dio un suspiro resignado y luego sonrió. Trató de apartarse pero el kitsune negro se abrazó más a él mientras se acomodaba de lado y apegaba a Miharu a su pecho.
-K-Kuroshi-sama- murmuró avergonzado.
-calla y deja dormir…-murmuró con una sonrisa en su rostro.
CONTINUARÁ…