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CUERPO EQUIVOCADO por Princesa Doll

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Notas del capitulo:

perdon por demorar tanto u.u mi computadora andaba mal y recien me la repararon

La luna comenzó a ocultarse tras las nubes, la brisa era suave pero fría. La mata oscura de la noche había caído sobre la academia Cross, todos los estudiantes se encontraban dormido, ¿Quién no estaría cansado después de aquel largo viaje?.

O tal vez…no todos se hallaban en su cuarto.

Entre las penumbras de aquel pasillo se podía ver la figura de un chico de 16 años, portaba un kimono sencillo de color granate, sus cabellos rojos y desordenados se mecían suavemente con su caminar. Sus ojos grandes ojos color vino estaban fijos al frente y su blanca piel era iluminaba por la luz lunar que se filtraba por las ventanas, sacudió un poco sus largas orejas de zorro y paró frente a una de las tantas ventanas.

Ya hacia una hora que había salido de los dormitorios de la luna, aunque no lo demostrara se había enfadado por lo duro que eran de entender sus compañeros.

Cerró sus ojos recordando la pequeña discusión que había tenido con Sakura antes de que ella haya salido molesta en dirección de su cuarto.

 

Flash Back

 

-verá…-murmuró la sacerdotisa con la cabeza gacha y apretando los puños. – cuando estábamos en Nikko, hubo muchos…problemas se podría decir…-murmuró.

-¿Cuáles problemas?- insistió el pelirrojo sin apartar aquella calculadora mirada de la sacerdotisa.

-un samurái del clan enemigo vino a por Zero-sama, es el mismo que usted vio entrar…tratamos de eliminarlo, pero Kuroshi no nos permitió…y Zero-sama dijo que le diéramos otra oportunidad y…-

-Sakura- habló Lilium poniéndose de pie y caminando hacia ella -un corazón arrepentido siempre tiene otra oportunidad, debe quedarte eso en claro…-

Sakura lo miro sin decir nada…

-el clan de los kitsunes se ha degenerado desde que la reina cometió esa horrible falta, después de todo, el pueblo es igual a la nefasta realeza-dijo Lilium con aquel tono de voz neutro que solo usaba cuando era algo realmente serio.

La sacerdotisa frunció el seño molesta por aquella ofensa.

-con todo respeto Lilium-san…nuestros reyes no han hecho tal cosa, ellos no trajeron tal desgracia…además, si ofende a la realeza de plata ofende a nuestro señor Zero …¿usted está en contra de nuestro príncipe?- preguntó lo ultimo con su mirada afilada fijas en las orbes vino del menor.

Más el kitsune de pelaje rojo quedó en silencio, sintiendo la mirada de los demás sobre él, tanto kitsunes como vampiros que presenciaban esa discusión.

Más el simplemente se quedó allí, sin demostrar vergüenza, o emoción alguna por ese incomodo momento, después de todo, lo que Sakura decía no estaba justificado, él mismo lo sabía, él no había hecho nada malo.-no eres mas que un falso…no deberías ser llamado “chamán” de nuestro clan…eres solo un simpe niño-soltó Sakura.

Esa fue la gota que derramó el vaso. A pesar de que Lilium permanecía con esa tranquilidad que ahora comenzaba a inquietar a os presentes, el pelirrojo en su interior estaba enfadado.

Dio un pequeño suspiro y cerró sus ojos por unos segundos.

Entre todos los presentes, solo hubo uno que observaba al joven kitsune pelirrojo con total curiosidad. Pero se mantenía a margen, sin interrumpir o interferir…

Lilium se decidió a hablar, después de todo, a pesar de lucir como un niño alegre, en e momento de ponerse serio, o hacia…y antes de hablar elegía muy bien sus palabras.

-como chamán se muchas cosas, Sakura- dijo seriamente el kitsune pelirrojo tranquilamente, abrió sus ojos fijando su mirada en la joven mujer frente a él. La kitsune de cabellos color durazno y ojos cual esmeraldas mantenía el ceño fruncido y apretaba sus dientes.

-tengo mucho más preparación espiritual que tú Sakura, un chamán no es lo mismo que una sacerdotisa…y así como tu dices que no tengo derecho de hablar sobre la “gloriosa y perfecta” realeza de plata…pero tu no tienes derecho a hablar de tal manera a un chamán…- se acercó hasta quedar frente a la sacerdotisa y continuó -¿dudas de mi fidelidad para con Zero?- dijo sonriendo, para acto seguido levantar su mano y descubrirla, todos quedaron estupefactos, excepto Chou, quien solo lo miró fijamente. En el brazo de Liium se mostraba un tatuaje que mostraba un pacto, por las runas que este llevaba se podía ver claramente que era una promesa.

-esto no es un pacto con la realeza…-murmuró para así abrir su kimono dejando desnudo su pecho, algo realmente inmoral y pecaminoso para el clan kitsuki.

-es una promesa hecha con Tsuki-hime…- en el lado izquierdo de su corazón se encontraba una luna dibujada junto con lo que parecía un pequeño zorrito.

-n-no puede…-murmuró sorprendia Sakura.

Lilium acomodó su ropa y miró fijamente a Sakura -mi lealtad para con Zero es mucho más fuerte que el clan completo…si yo llego a ser desleal…-dijo para así indicar su corazón -dalo por hecho que estaré muerto y mis restos servirán para ser devorado por los perros del infierno, sino es algo peor- con esto dicho caminó tranquilamente hasta la puerta y salió del dormitorio, realmente se había hartado de la dureza en el entendimiento de los demás kitsunes.

 

 

 

Fin. Flash Back.

 

 

-no somos una pirámide, nadie está sobre el otro…pero, en nuestro clan hay mucha discriminación- murmuró y se quedó allí contemplando la luna, se sentó en el piso con su espalda afirmada en ella, en total silencio…

 

-Llium-Kun?-

 

Las orejas del chamán se movieron un poco al escuchar aquella tranquila voz, giró su rostro un poco encontrándose con la figura de aquel vampiro que poca veces había tomado atención, de cabellos rubios claros y ojos esmeraldas.

-y tu eres?...- dijo serio el kitsune.

-jeje, que malo eres Lilium-kun-dijo alegremente para luego acercarse y sentarse al lado del de kimono. -soy Ichijou Takuma-dijo con una sonrisa.

-mnn mejor te llamo “Taku-chan”!- exclamó el pelirrojo con aquella faceta infantil y alegre mientras movía su colita y le sonreía.

-esta bien- dijo el rubio sonriéndole también. -Liium- llamó suavemente.

-si?- dijo curioso el pelirrojo.

-a qué te referias con la “nefasta realeza”?- preguntó curioso.

Lilium se puso serio y contestó -los antiguos reyes cometieron algo imperdonable hace mucho tiempo…-murmuró fijando su vista a la luna.

-¿qué hicieron?- dijo curioso el rubio.

-no es de tu incumbencia-

-si lo es, le incumbe a Zero o no?...y como Kaname está con Zero…también me incumbe a mi-dijo firme.

Lilium suspiró derrotado y dijo -es una larga historia-

-tengo toda la noche- contestó con aquella típica sonrisa.

 

 

Clan Kitsuki, años antes del nacimiento de Zero…

 

 

En los lugares más descuidados del clan Kitsuki, en donde terminaba la ciudad y solo habían casas pobres, los kitsunes que habitaban dichos terrenos lucían emocionados, corrían de un lado a otro preparando tributo para ofrecer a os reyes por el nacimiento de su primer hijo.

-Hikari-sama está por dar a luz a su primer hijo!- exclamó un hombre que vestía un kimono de color marrón, ojos color vino y cabellos desordenados de color naranja arenoso, y su pie levemente tostada por los duros trabajos que realizaba bajo el abrazante sol de verano. Movió sus orejas entrando a una carpa de color oscuro.

-Shia-llamó el hombre feliz al ver a su mujer, una hermosa kitsune de largos cabellos rojos y ondulados, piel blanca y tersa, de frágil y delicada apariencia, sus ojos eran de color dorado y vestía un kimono rojo amarronado y un obi verde ajustaba su pequeña cintura. La mujer movió sus orejas rojas al escuchar entrar a su esposo y giró hacia su dirección, su rostro lucía serio y un poco angustiado, aquello preocupó a su marido, quien borró su sonrisa y se acercó a ella.

-qué ocurre, Shia?- preguntó mientras se sentaba a su lado.

La mujer solo negó con la cabeza y acercó su dedo al suelo y dibujó un sol, mientras dibujaba una lágrima rodó por sus blancas mejillas.

El kitsune observaba como su mujer dibujaba en el suelo, un sol siendo cubierto por la luna…¿qué significaba aquello?.

Sus ojos vinos siguieron su dedo mientras dibujaba una runa del “hoy”, para luego marcar la hora exacta del nacimiento del primer hijo de la Reina Hikari.

-S-Shia…-murmuró el hombre estupefacto…

Más su mujer solo comenzó a sollozar sin razón, su esposo no comprendió mucho la predicción ni la advertencia de la majou.

-ya, Shia todo estará bien…-murmuró mientras la abrazaba, pero aquello no parecía funcionar.

 

 

 

……………………………………………….

 

 

Un eclipse se produjo en el momento en que la reina entró en labor de parto, un eclipse que la majou había predicho…pero no era como cualquiera que se haya visto, el sol fue cubierto por la luna, en el estado más bello, una una que brillaba mucho mas que el mismo sol, pareciendo asó plata pura, pero al momento de ir cubriendo al sol, esta se volvió negra, dejando a todos ahogados en una oscuridad profunda, muchos cayeron al suelo debilitados.

3:33 p.m

 

El agotador labor de parto había terminado, la reina había dado a luz, pero…

-Su majestades…-murmuró la sacerdotisa mientras les entregaba el pequeño recién nacido a los kitsunes de plata.

Estos al ver a su hijo quedaron totalmente estupefactos…

Ese hijo no podía ser suyo… el bebé recién nacido tenia cabellos grises como metal pulido, y en las puntas del mismo eran negras, su piel totalmente blanca, aun más de lo que debía. Sus ojos de color violeta, más no amatistas, era un violeta oscuro y alrededor de sus ojos estaban delineados de negro de forma natural, sus pequeñas garras negras también, el bebé movió sus orejitas y miraba curioso a sus padres, no había llorado, pero su sola presencia es era incómoda. En la espalda del niño, se podía ver un extraño tatuaje con el símbolo del eclipse.

No era de cabellos patas, ese niño no poseía esa belleza de la realeza.

-este no es mi hijo…-murmuró la reina, entregó a su hijo a los brazos de la sacerdotisa y e dio la espalda.

-ese niño es importa, no es digno de estar en la realeza…desaste de el- ordenó el rei.

-pero su majestad es solo un bebé-murmuró la sacerdotisa.

-¿no has oído?, es una deshonra… es peor que los mugrosos campesinos, ese niño solo trae deshonor a la luna de plata…entrégalo como ofrenda al clan Kitsukuro, tal vez con una basura como esta nos dejen de fastidiar.

-Pero…- más la sacerdotisa no pudo terminar de hablar ya que cayó desmayada.

-Kurumi-san!-exclamó la reina a ver esto…

Fue allí que el niño comenzó a llorar lagrimas negras, su llanto hizo que el cristal se rompiera haciendo que explotara.

 

 

 

 

………………………………………………………………………………..

 

 

 

 

Todo el clan se hallaba reunido esperando la presentación del príncipe.

 

Cuando el rey apareció todos daban gritos de alabanzas, entre ellos se encontraba aquel kitsune de ojos vino con su esposa en brazos, cargándola al estilo nupcial ya que ella no podía caminar.

 

-Shia, ¿estás bien?- preguntó en cuanto sintió como su mujer sujetaba fuertemente su yukata, arrugándola. Más esta era incapaz de hablar, nunca lo había hecho…y el que el de ojos vinos le preguntaba sabia que no obtendría respuesta alguna.

 

El rey llevaba en brazos a su hijo, cubierto con mantas blancas, ni siquiera se podía ver su rostro.

Esto extrañó a todos, los kitsunes quedaron en total silencio, viendo la expresión molesta que el rey expresaba.

-se que muchos esperaron por el nacimiento de mi hijo…pero no podrá celebrarse-anunció su majestad.

Todos se miraron entre ellos, ¿habia muerto? Era la pregunta que se hacían.

Entonces fue cuando vieron a uno de sus sirvientes traer “la mascara”.

Alertados vieron como el rey se la colocaba al recién nacido, a aquella criatura inocente.

-sin luna has nacido, de apariencia grotesca indigno de ser perteneciente a la realeza de plata…impuro y sucio, mataste a una sacerdotisa, eres un asesino y tu castigo será llevar esta máscara, desterrado serás y nunca más tendras permitido pisar este clan, no mereces ser llamado “mi hijo”- dijo el rey con molestia y claro desagrado hacia el bebé.

 

El niño fue tomado por uno de los guardianes del rey, y este se lo llevó, su intención cumplir la orden del rey, darles el niño impuro al clan kitsukuro.

 

Esto era visto por los ojos dorados de la mujer majou, quien soltó lagrimas de dolor, su predicción cumplida, el niño sufriría por culpa de un rey orgulloso incapaz de amar a su hijo por ser diferente.

La tensión fue rota al oírse el llanto de la mujer, sollozos ahogados y quejidos.

La kitsune pelirroja se apartó de su marido cayendo al suelo fuertemente, esta que no se hallaba muy lejos de las escaleras de la entrada de aquel palacio se arrastró como pudo, y por primera vez en todos esos años habló.

-T-Tsuki-h-hi…me e-está eno..jada…has d-despreciado l-la s.-segunda c-cara de la…l-lu…na…y c-como castigo el…c-clan…perecerá…y-y tu…segundo h-hijo…s-su alma se p-perderá…s-sufrirá en…un cuerpo equivocado…e-el desprecio, tristeza…y todo tipo de pesar…p-por cul…pa de unos…r-reyes que…no s-supieron a-amar a -su hijo…p-por la diferencia que…presentó…- fue lo que la mujer dijo…el rey enojado por esto y culpándola de rebelde y diciendo que ella maldició su clan, la kitsune y su esposo fueron echados fuera.

 

 

 

 

 

DIa del nacimiento de Zero…

 

 

Los rumores de guerra y las batallas contra el clan Kitsukuro estaban presentes, los inocentes ojos color vino de un niño pelirrojo, de piel blanca y que vestia un kimono amarillo con obi rojo observaba todo lo que ocurria, sus blancas mejillas manchadas con mugre por los trabajos, vio como su padre era llevado por los del clan kitsukuro y era muerto frente a sus ojos, su madre siendo asesinada de la manera más cruel, viendo como era abusada y como le arrancaban las entrañas y su cabeza cortada y colgada sobre a tienda de acampar en la que vivian.

Ese escenario no debía verlo un niño como él, a penas y tenia dos años… y presenciaba tal masacre…

-oh, pero que kitsune tan lindo-murmuró uno de los atacantes acercándose acechadoramente al pequeño kitsune pelirrojo, lamiéndose os labios.

Pero antes de que su grandes manos lo tocaran siquiera, un niño de aproximadamente 5 años, se puso de frente al pelirrojo, este traía una máscara y solo se podía ver sus cabellos grises con puntas negras.

-Osamu-sama ordenó a que los niños no fueran tocados- dijo fríamente.

-ja, haste a un lado peste- dijo mientras ignoraba al enmascarado, pero en cuanto se disponía a tomar al kitsune rojo el de la mascara se quitó los guantes que llevaba puesto lo agarró de la muñeca y esta comenzó a desintegrarse hasta quemarlo completamente…

-…desobedecer a Osamu-sama es la muerte- dijo viendo al resto del ejercito.

 

 

 

 

Presente………………

 

 

 

-en cuanto el niño dijo eso, el ejercito lució temeroso y escapó…el enmascarado se volteó hacia mi y dijo “perdona…pero no puedo oponerme a las ordenes de mi amo” y solo se fue…- terminó de narrar Lilium.

-debió ser duro…-dijo Takuma.

-si lo fue, en cuanto cumpli los 7 años regresé al clan y me especialicé en la espiritualidad, heredé de mi madre el poder y conocimiento de chamán, superando así a todos… y haciendo la promesa de la luna oscura…-

-ya veo…-

-pero, no le digas esto a nadie…aun no debe saberse…- murmuró Lilium mientras apoyaba su cabeza en el hombro del vampiro.

-Lilium?-

-Zero…debe descubrirlo…solo…-dijo para así quedarse dormido.

 

 

 

 

 

 

 

 

………………………………………………………………………………………….

 

 

 

 

“Kaname no quiero estar solo…”

“quédate conmigo…”

“Kaname….”

 

 

 

Comenzó a abrir sus ojos lentamente, la luz del sol se colaba a través de la ventana,

 Giró su rostro hacia un costado viendo a aquel vampiro dormir a su lado, sonrió levemente y murmuró:

-Kaname- para acercar sus pequeñas manos  a los castaños cabellos y lo acariciaba.

Su sonrisa se volvió en una triste y agachó la cabeza…

-siento que algo va a pasar…pero…¿es malo o…?-

 

 

 

 

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

espero les haya gustado


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