-Zero-sama!!-gritó Sakura mientras corría por el templo en busca de su majestad.
Después de casi llevarse todo por delante lo encontró entrenando nuevamente con su hermano, era de esperarse. Suspiró.
-Zero-sama-llamó la kitsune femenina obteniendo la atención del peliplata.
-¿Qué ocurre, Sakura-san?-dijo este acercándose.
-Su majestad, la solicitud fue aceptada-dijo emocionada.
-que bueno, ¿Cuándo comenzamos?-
-en tres días-dijo sin dejar de sonreir.
-bien, informa a los demás, deben estar preparados- dijo poniendo sin querer una expresión tierna.
-¡¡KYAAAAAAAAAAAAAA!!-dio un grito que de seguro se escuchó por toda la aldea. De un alto abrazó a su príncipe, estrujándolo como si fuera un peluche haciendo enfadar a Zero.
-Demo…nios Sakura, suéltame!!-dijo como pudo. –K-Kuro…shiiiii!!!!-dijo el pobre peliplata pidiendo ayuda a su guardian.
-nee-chan vas a matar a nuestro líder-dijo entre aburrido, aquello ocurría muy seguido, su loca e hiperactiva hermana mayor siempre estrujaba a su príncipe cada que este pona aquella mueca tierna.
Sakura muy a su pesar soltó al niño.
-lo siento, es que usted es tan lindo!-dijo con estrellas en los ojos.
-callate, no soy tu oso de felpa-regañó el de ojos amatistas.
-jiji, te regañó-se burló el zorro azabache.
Una zori (sandalia) se estrelló contra su cara haciéndolo caer contra el suelo.
-Sakura-baka, me dolió!!!-gritó molesto en forma chibi el de cabellos negros que tenia una lagrimita en su ojo izquierdo y una marca de polvo de la suela de la sandalia de su hermana.
-no te quejes otouto –dobe-dijo mostrándole la lengua.
-basta, se comportan como unos niños- dijo malhumorado el peliplata.
-hai, Zero-sama-dijeron a coro.
-bien iré a hacer los preparativos!!, debo preparar los carruajes-dijo más que emocionada.
Sakura corrió nuevamente hacia el interior del templo dejando a Zero y Kuroshi solos, ambos chicos suspiraron.
-Zero-sama, cuando estemos en aquel lugar debe tener en claro una cosa-dijo de manera seria.
-¿qué cosa?-
-aquel lugar es peligroso, no debe separarse de nosotros, y antes de que entremos a la academia deberá estar transformado para no levantar sospechas, pues como mi hermana le ha explicado antes, el clan Kitetsu aún está al acecho, y no podemos darnos el lujo de perderlo su majestad, no otra vez-
-no te preocupes, sé lo que debo hacer… todo saldrá bien confía en mi- djo Zero sonriendo levemente.
-eres como el hermano que nunca tuve-dijo fingiendo melodrama.
-tks, se nota que eres igualito a tu hermana-dijo entre enfadado y burlón.
-claro que no-dijo avergonzado.
-aja como tu digas-
………………………………………………………
-Kaname-oniisama, ¿cuándo llegarán los nuevos estudiantes?-dijo ansiosa.
-en tres días…¿ya están preparadas las habitaciones?-dijo el castaño a Takuma.
-Así es Kaname-sama-respondió con aquella sonrisa.
-bien-dijo antes de dirigirse a su cuarto.
Sentía su corazón como un loco, la ansiedad le estaba carcomiendo. ¿por qué se sentía así?, no lo comprendía, nunca antes le había pasado aquello.
-¿ quienes serán aquellos Kitsunes…?, -susurró para si mismo.
Se acercó a la ventana que se encontraba abierta, la noche comenzaba a caer lentamente formando un hermoso paisaje nocturno.
-Zero… como desearía que estuvieras aquí… me gustaría estar contigo, dime ¿ya es tarde para que mi deseo se cumpla?- una lágrima resbaló por su mejilla izquierda, rápidamente se la limpió.
Sonrió un poco amargo sintiendo la brisa en su cara.
-Siento que pronto … estaremos… juntos- susurró a la nada.
CONTINUARÁ…