-¿Kaname?- murmuró inaudible, en cuanto dijo aquel nombre se tambaleó un poco, sintiendo un mareo, llevó su pequeña mano sujetando su frente.
-¡Zero-sama!-dijo Sakura preocupada.
-estoy bien…-dijo levantando la vista hacia aquel castaño que no apartaba sus ojos, aquellos ojos…borgoñas.
Borgoñas como en sus sueños, sueños que no recordaba. Hizo una mueca de desagrado al no comprender la razón de su pequeño malestar, su cabeza daba vueltas y sentía su corazón latir fuertemente, sus mejillas quemaban.
-Zero-sama… ¿se siente bien?- la sacerdotisa llevó su mano a la frente del niño, pero descartó la posibilidad de que tuviera fiebre.
-¿quién eres tú?-dijo en tono frío dirigiéndose al Kuran mayor.
Prov. Kaname.
No puedo creer lo que estoy viendo, ¿esto es un sueño?, ése chico, ese chico se parece mucho a él… a Zero…
-¿quién eres tú?-lo oigo decir, su voz es muy similar a la de él, su gesto… pero, pero mi Zero está muerto, este niño no es él, aunque su nombre y persona se le parezcan, además el es un niño … no puede ser Zero.
Fin prov. Kaname.
-¿no vas a responder?-Kaname parpadeó un par de veces saliendo de sus pensamientos.
- Kaname Kuran, un gusto-dijo cortésmente.
-qué raro…-dijo mas para sí el peliplata. Sentía aquella sensación de haberlo visto antes pero no recordaba. Decidió ignorar aquel hecho.
-Eres Zero-kun?-dijo Cross, no solo al sangrepura castaño le había tomado por sorpresa la apariencia del pequeño líder del clan Kitsuki.
-si, soy yo …y según me han informado mis acompañantes usted debe ser Kaien Cross, director de ésta academia y ex –cazador de vampiros conocido como “ el vampiro sin colmillos”-dijo con aires arrogantes al ver la cara de sorpresa del rubio cenizo.
-si, así es …y tu eres el Principe del clan, ¿cierto?, eres muy pequeño, ¿cuántos años tienes?-dijo ya más alegre como siempre.
Zero al escuchar la palabra “pequeño” hizo un puchero haciéndolo ver tierno y con sus bracitos cruzados dijo :- no soy pequeño-
-kyaaaaa!! Zero-sama!!-gritó Sakura como era de esperarse, Kuroshi le resbaló una gotita estilo anime, su hermana nunca cambiaria.
-ya suelta Sakura, suelta…-decia un malhumorado zorrito peliplata.
-hai, hai…-dijo la chica separándose de su señor sin borrar aquella enorme sonrisa de su rostro.
-dime zorro, ¿Qué te hizo tomar la decisión de formar el pacto?-intervino por primera vez Yagari, quien se mantuvo al margen todo el tiempo.
-ya lo dejamos en claro en la carta…-contestó fríamente. Yagari frunció el seño molesto ante la respuesta del menor.
-Quisiera que me aclares algunas cosas que estaban escritas en la carta-dijo Kaien sin borrar aquella enorme y brillante sonrisa.
-qué desea saber?-contestó el de ojos amatistas de manera neutra.
-me llamó mucho la atención de cómo su raza se divide en ramas, los niveles… pero hay algo que llamó mi atención, cuando decían el sexo del estudiante estaba, hombre, mujer y …”doncel”-
Zero sonrió de medio lado y volteó su mirada hacia Sakura, la cual asintió entendiendo la silenciosa orden de su Señor.
-A diferencia de la raza vampirica y humana, nosotros tenemos tres categorías que definen nuestro sexo, los que ustedes ya conocen, hombre y mujer… pero entre nuestra especie existen los “donceles”, aquellos son un intermedio, son hombres con capacidades de procrear, son muy pocos, en nuestro clan son muy escasos ya que la mayoría han sido casi extintos en la guerra- explicó.
-¿procrear?, eso es imposible-dijo Ruka.
-nada es imposible, señorita… los donceles prácticamente son hombres con capacidades reproductoras, y pueden incluso dar a luz a niños sanos y fuertes si se le cuida correctamente, esta gran bendición se la debemos a Tsukuyomi-kami y Tsuki-hime- respondió.
-ahora creo que tengo mas preguntas!!-dijo Aidou revolviéndose el cabello. -¿quién es Tsukuyomi-kami y …Tsuki…Tsuki-hime??-
-Tsukuyomi-kami es el dios de la luna y la literatura, y Tsuki-hime, es la princesa lunar, nuestra madre- explicó esta vez Kuroshi.
-y sobre el asunto de las ramas, según en la luna que un Kitsune nace, ésa será la rama a la que pertenece, por ejemplo, yo soy nacida en la luna llena, una rama muy común entre nosotros, al igual que el cuarto menguante y cuarto creciente… solo existen dos ramas que su solo nacimiento es impresionante y no hay muchos… por el momento solo hay dos espécimen…Nuestro príncipe, el cual nació en la luna de plata, en la ceremonia de la princesa de la luna, llegan a poseer la apariencia y poder espiritual de nuestros dioses, y mi hermano, nacido en luna nueva, cuando la luna se oculta y las penumbras abrazan la tierra.- dijo Sakura.
-nuestra raza se divide dependiendo nuestro pelaje, como mi hermana ya lo explicó el nacer bajo estas lunas hace también que nuestro pelaje tome el color que nos corresponde, luna llena, pelaje durazno o naranja cenizo o rara vez rojo, cuarto creciente rubio y marrón, cuarto menguante naranja o dorado, luna nueva negro y luna plateada, pelaje de color plata y ojos amatistas- dijo Kuroshi.
-ya veo…- dijo el director analizando la información.
-los niveles es según nuestra capacidad de preparación militar y espiritual, nosotros nos dividimos en tres categorías, realeza, religión y milicia, y nobleza. No hay categoría baja entre nosotros- continuó Sakura.
-No tenemos pirámides de poder entre nosotros, a pesar de estas categorías, nosotros somos un circulo, uno al lado del otro, todos somos importantes, lo único que me destaca a mi es el hecho de que yo debo protegerlos y guiarlos.-dijo Zero.
-y nuestro deber es seguirlo y cuidarlo-dijeron a coro el resto de Kitsune.
Aquellas aclaraciones los dejaron sin palabras, aquel clan era realmente sorprendente y hermoso.
La conversación llegó a su fin, el clan vampírico y el Kitsuki se dirigieron hacia los dormtorios.
Zero caminaba derecho y elegante como debia hacerlo con sus manos escondidas entre las mangas de su yukata, o sakura se pondría histérica nuevamente, a su lado iban sus acompañantes y seguidos de ellos tres sus seguidores.
De reojo, el sangrepura mayor miraba por el rabillo del ojo a aquel peliplata, no lograba entender aquella sensación que inundaba todo su ser, se sentía inexplicablemente feliz, y no sabia la razón…
-Etto, Zero-san ¿Cuántos años tienes?-dijo Yuuki acercándose al peliplata.
-trece –respondió de manera cortante sin voltear siquiera a ver a la castaña.
-oh, y tus padres?-
Zero detuve sus pasos al igual que los demás kitsunes haciendo que los vampiros hicieran lo mismo.
-no los conocí, murieron cuando yo nací, pero como hace unos meses desperté del “Limbo” apenas entiendo esto.- no dijo más, solo avanzó sin cambiar aquella gélica expresión en su pequeño e infantil rostro.
Aquella respuesta dejó pensativo al Kuran mayor, ¿hace unos meses?, frunció levmente su seño y apretó los puños, aquel clan estaban ocultando algo…
CONTINARÁ…