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-soy un co…cobarde- un hombre me miraba con tristeza, sus ojos eran borgoñas…¿ él es…?.
-nunca me atreví a decirte… que te… amo, Kaname- todo se volvió oscuro…
-¡¡¡ZEROOOOOO!!!- se escuchó un lejano grito.
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La mañana llegó…
Un niño de cabellos plateados se incorporó en aquella enorme cama.
-otra vez aquel sueño…- murmuró estirando sus bracitos bostezó tiernamente.
Se sentó al borde de la cama, llevaba puesto un nemaki (yukata utilizada para dormir) completamente blanca. Su cabello estaba desordenado y sus orejitas platinadas algo gachas.
-el hombre en mis sueños se parecía mucho a ese vampiro sangrepura…incluso tiene el mismo nombre- murmuró.
Se paró de la cama, de seguro todos estaban durmiendo… se encaminó al baño, donde se aseó correctamente, salió y se dirigió hacia el armario que había allí…lo abrió encontrándose con muchos tipos de kimonos y yukatas…
Observó cuidadosamente su prenda, tomó un komón (kimono informal para uso diario) de color celeste y un obi azul, se lo colocó cuidadosamente como le había enseñado Sakura…después de todo aquellas clases le sirvieron de mucho.
Una vez listo, salió del lugar, de los terrenos de los dormitorios de la luna descalzo.
No ocultó sus rasgos de youkai aprovechando de que era demasiado temprano, así nadie descubriría aquello.
Estuvo caminando largo rato por los jardines de la academia, aquel lugar se le hacia tan familiar, tan acogedor…
Llegó a cierto punto del terreno… observó que en aquel sector habían escombros y parte del edificio estaba siendo renovado, se extrañó… justo en aquel momento sintió algo familiar, cerca del bosque…se dirigió a dicho lugar…
Se encontró con algunas flores… algunas de ellas ya marchitas, otras no tanto…
Aquél lugar sin entender la razón le causó un poco de angustia, tristeza…
“-nunca me atreví a decirte… que te… amo, Kaname-“
Aquello retumbó en su cabeza…
-esto es frustrante… ¿por qué sigo teniendo aquellos sueños?- se acuclilló y tocó aquellas flores delicadamente.
-¿qué haces aquí?- se escuchó una voz fría, el niño levantó su mirada hacia el origen de la voz encontrándose con aquel sangrepura, frunció el seño en disgusto.
-no tengo razón para darte explicaciones- contestó el peli plata con el mismo tono de voz. Se incorporó y observó el cielo.
-no entiendo por qué me causa tristeza este lugar- murmuró mas para si mismo, pero fue escuchado por el castaño.
Zero se volteó dispuesto a irse, pero fue detenido por un sorpresivo agarre por parte del vampiro, se volteó clavando su mirada amatista en los borgoñas del contrario.
Quedaron en silencio observándose.
-Necesitas algo?- dijo Zero de manera neutra, se sentía nervioso al estar cerca de aquel vampiro, sintió como el mayor soltaba su brazo.
-no, nada…- articuló, aunque trató de disimularlo le fue imposible ocultar aquella tristeza.
El pequeño kitsune plateado se extrañó ante aquella expresión hecha por el castaño, ¿por qué sentía aquella sensación de angustia?, ignoró aquel hecho, con su vista oculta bajo su flequillo se fue corriendo sin mirar atrás…
-Zero… - susurró Kaname observando aquellas flores que sin falta dejaba cada mañana, de su chaqueta sacó una hermosa rosa blanca y la dejó allí.
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La tarde había caído, dentro de una hora debían entrar a sus clases, aunque se estaban tardándose más de la cuenta, la razón, las rabietas del clan Kitsuki por que no querían usar el uniforme de la clase nocturna, y los vampiros no podían hacerlos entrar en razón.
-pero son las reglas de la academia y se debe respetar- dijo Aidou tratando de razonar con ello pero era inútil.
-claro que no… ese uniforme es muy revelador, la falda es demasiado corta…¿ y que tipo de tabi son estas?- dijo Sakura mirando aquellos calcetines largos con total desagrado.
-¿por qué tengo que usar blanco?, ese color no queda con mi luna- habló Kuroshi.
-nuestra vestimenta originaria es el kimono y las yukatas- dijeron a coro.
-p-pero…. Etto- trataba de explicar el pobre rubio ante aquello.
-¿qué está ocurriendo aquí?- una voz un tanto aniñada se escuchó, todos los presentes fijaron su vista hacia las escaleras, allí se encontraba un niño de trece años bajaba caminando grácilmente, vestía aquel uniforme de la clase nocturna, tenia la camisa con un botón desabrochado, la corbata algo floja y la chaqueta abierta dándole un toque rebelde. Sus orejitas estaban a la vista al igual que su esponjosa cola.
-Zero-sama, es que estos uniformes no…-
-pongansenlos… mientras estemos aquí debemos respetar las reglas, eso incluye la vestimenta- ordeno el de ojos amatistas, sin chistar los kitsunes se pusieron de pie y se dirigieron hacia sus habitaciones.
-gracias- dijo Hanabusa.
-ni lo menciones… ellos suelen ser testarudos, no aceptan ordenes de otras personas- dijo suspirando.
-ya veo… pero un niño pequeño como tu dirigir todo un clan ¿no es dificultoso?-
-no- fue su corta respuesta, se sentó en el sillón sin decir nada más.
Ya era hora, los nobles al igual que el clan de los kitsunes ya se encontraban formando en dos filas, el clan Kitsuki tenian sus orejas ocultas y estaban a la izquierda siendo encabezados por Zero. Y los vampiros al lado derecho encabezados por Kaname y Yuuki.
Los portones se abrieron dejándoles el paso libre, los gritos no tardaron en ser oídos.
Al salir Zero pudo ver a dos chicos, los prefectos, uno era un chico alto de cabellos castaños cenizos y ojos avellanas y aires sarcástico, el otro era una chica de baja, cabellos cortos castaños claros y ondulados, ojos marrones.
En el momento en que la clase diurna vieron a aquellos chico nuevos quedaron calladas, muy extraño en ellos, miraron curiosos a aquellos chicos.
Les llamó la atención el hecho de que el que estaba a la cabeza de aquellos chicos fuera un niño, según su apariencia sospechaban que tenia entre 13 a 14 años, aunque les pareció muy mono. Escudriñaron a los demás que lo seguían, eran realmente guapos, su aura era muy distinta y se destacaban por su gracia al caminar, muy contrario a la presencia de aquellos vampiros.
-kyaaa!, mira que terno- gritó una chica dando inicio a los alborotados chillidos de todos.
-¿Cuál es su nombre sempai?-
-es muy guapo-
-sempai!-
Pero fueran ignoradas, ni siquiera les saludaron o las miraron como lo hacían aquellos vampiros. Aquello sorprendió a los prefectos que se quedaron mirándolos. El chico castaño fijó u vista en aquel chico de cabellos platinados…se parecía mucho a…
-Wakaba-san, ese chico se parece a…Zero…-
-yo también pienso lo mismo, Takamiya-san- respondió igual de sorprendida que su compañero.
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Todos se encontraban ya sentados y recibiendo aquellas clases, para el clan Kitsuki eran aburridas, realmente no entendían nada, ¿por qué daban tantas formulas solo para encontrar un número?-
-disculpe- dijo Lilium levantando la mano, el sensei fijó su vista hacia el pelirrojo.
-si?-
-por qué sigue tratando de encontrar la “X”?- dijo inocentemente.
-es cierto, no vale la pena si siempre se vuelve a perder- dijo esta vez Kuroshi.
-eso es aburrido- Esta vez habló Sakura quien estaba recostada en el pupitre.
El profesor frunció el seño al ver la actitud de aquellos chicos, tomó el listado y dijo:
-Kitsuki Zero?- buscó con la mirada, un pequeño brazo se levantó.
-resuelve el ejercicio b- dijo autoritario, los kitsunes fruncieron el seño, ¿Quién se creía aquel sujeto para darle ordenes a su Príncipe?, el peli plata se puso de pie dirigiéndose al pizarrón.
Observó aquellos números, esos extraños números y formulas le pareció muy familiar, guiado por su instinto comenzó a escribir.
-listo- fue lo que dijo, había terminado.
Los ojos de aquel vampiro que dictaba la clase se fijaron en aquel ejercicio, abrió sus ojos sorprendido, estaba bien, perfectamente bien, era increíble para un niño como él.
-sientate- ordenó.
-¿cómo se atreve?- dijo Sakura poniéndose de pie.
-eso es imperdonable, un vampiro de tan baja clase dando ordenes a nuestro Príncipe…- dijo esta vez Minako.
Estaba a punto de decir algo mas cuando la mirada reprochante de Zero hizo que guardaran silencio.
Tomó asiento. Así continuaron aquellas clases.
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-Luna de invierno- dijo Ren observando aquel satélite natural que brillaba en el cielo nocturno, aquellas tortuosas clases habían acabado, y ambos clases regresaban nuevamente a los dormitorios.
-falta poco para la próxima estación- dijo preocupada Sakura llamando la atención de los vampiros.
-eso es malo?- preguntó curiosa la Kuran. Sakura negó con la cabeza.
-…-
-andando- dio orden Zero, aquel gesto que hizo capturó la atención de Kaname, ese gesto de liderazgo le recordó en cierta forma a su Zero…Los vió entrar…
¿Por qué tenia aquella sensación de que conocía a ese chico?.
Trató de ignorar aquel pensamiento y caminó de regreso hacia los dormitorios seguido de su hermana y su séquito de nobles.
CONTINUARÁ…