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¡Se me escapa! por Pfts95

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Notas del capitulo:

Les traigo la primera adaptación de mis escritos a gtop, espero que les guste. ♥

-¿Ya merito llegamos? –Pregunto emocionado el menor.

-No Ji, aun no… -Dijo en tono de molestia y fastidio el pelinegro, pero con una sonrisa divertida en el rostro. Ya era la séptima vez que Ji Yong preguntaba lo mismo y ni media hora tenían de haber salido a su destino.

Ambos amigos iban de camino a una sorpresa que le tenía Seung Hyun preparada al menor, este por su parte iba tan curioso que no podía evitar ponerse a deducir a donde iban, llego a pensar que irían a la casa de Bob Esponja, pero eso no existía, bueno, eso el creía. Pensó que tal vez iban a una playa, pero ya conocía el camino y no iban hacia allá. Es tan tal iban que en dirección contraria a la misma, así que la playa no era. Llevan años conociéndose, no hay algo que ninguno no sepa del otro, eran confidentes entre sí.

Seung hace un tiempo se dio cuenta que con la única persona que contaba realmente todo el tiempo y para todo era Ji Yong, no es que los demás miembros no fueran sus amigos y le apoyaran, pero Ji Yong era diferente, sabia cuando Seung Hyun se sentía mal, si se sentía bien, si le preocupaba algo, si no le gustaba algo, si le gustaba algo. Era como que solamente Ji Yong podía ver la transparencia de Seung, porque sí, aunque todos le conocieran como el juguetón bingu, el coleccionista de sillas y demás, solamente tenían que dedicarse un poco más a entenderlo, y exactamente eso hacia Ji Yong, entendía a la perfección a Seung.


Pov Ji Yong.


¿Iremos a la tienda más grande de Bob esponja? Digo, si hubiera una tienda enorme de Bob yo fuera el primero en enterarme, no por nada era el primer seguidor de la página oficial de Bob, su Instagram, Twitter, Facebook, Kakao Talk, Line y próximamente su whatsapp. ¡Porque nadie más que yo se merecía tener el whatsapp oficial de Bob Esponja! ¡jaa! Pero ¿Bob tendrá whats?


-Es mejor cuando te crees Burro de la película de Sherk y tenerte preguntando todo el camino si ya llegamos que verte mirando un punto fijo con la mirada perdida haciendo tantas muecas pensando sabrá Dios que cosas. –Me comento Seung con una sonrisa burlona mirándome solo por un momento de reojo, entorno la mirada nueva vez a la calle. ”sea stop ¿el vio esa película? Pfts… Y yo era el infantil.

-¿Viste la película? –Pregunte desafiante con una sonrisa divertida en labios.

-…Escuche hablar de ella.

-Aja y mi color favorito es el rosa.

-Lo sé.

-Tarado.

-Te queda muy bien, y mucho que lo usas.

-Todo me queda muy bien, bebe.

-¿Ego dónde?

Y ambos nos echamos a reír, es increíble como con Seung me hacía sentir tan calmado, era esa persona que siempre me animaba en mis días de mal humor, que me obligaba a comer cuando me desvelaba escribiendo para YG y ni me quería parar para no romper mi inspiración, él se quedaba hasta tarde haciéndome compañía, dándome ideas y buscándome todo el café posible. Y justo como me gustaba.

Yo le tengo un cariño muy especial a Seung Hyun, es una persona que espero no tener que perder nunca, no sé qué haría sin el… Esta mañana el interrumpió a mi casa sacándome de un muy rico sueño, mi cama estaba calientita y estaba tan cómoda, más que todos los días, pero no, el insistió e insistió en que deberíamos salir, que me tenía una sorpresa que no podía pasar de hoy.


Flash Back

-¡JI YOOOOOONG!

El menor dio un salto en la cama, cayendo inmediatamente al suelo, se había abrazado mucho más a la almohada y por pura suerte había caído con ella, solo eso evito que no cayera de cara y haberse golpeado en el rostro.

Quejándose se arrodillo asomando la cabeza primero para ver de quien se trataba, y encontrándose con una sonrisa brillante de Seung Hyun achico los ojos lanzándole una mirada asesina, no dijo nada, suspiro hondo calmando sus deseo asesinos y se levantó acostándose otra vez en la cama, se tapó de pies a cabeza. ¿Quién en su sano juicio venia casi a las 7:00 de la mañana a gritar como loco un sábado libre? Hubo un tranquilo silencio, el menor sonrió de medio lado cerrando despacio los ojos.

-¡LEVANTATE, LEVANTATE! ¡QUE TE TENGO UNA SORPRESA! ¡JIYOOOONG! –Gritaba el mayor esta vez subiéndose en la cama saltando como un niño en pleno berrinche haciendo que Ji saltara también en su lugar. El menor se giró como exorcista y grito fastidiado.

-¡CALLATE! DEJAME DORMIR.

-¡—O¡

-¡SI!

-¡QUE —OO!

-¡TENGO SUE—O!

-¡PERO TIENES QUE VER!

-¡QUIERO DORMIR!

-¡DUERMES MA—ANA!

-¡DEJA DE GRITARME!

-¡TU PRIMERO!

-¡SEUNG!

-¡JI YONG!

-¡YA, OKAY, IRE! ¡AISSH!

-Okay, te espero en la cocina, te hare algo de comer en lo que vienes. –Seung sonrió satisfecho, triunfante, le dio un beso fugaz a Ji en la mejilla y se echó a correr hacia la cocina.

Fin del Flash Back.


Y heme aquí, sin ni la más mínima idea de a dónde vamos. ¿Será que me ira a ver a Rihanna? Pero, no ando en condiciones para ver a Rihanna. ¡No quiero ver a Rihanna si no estoy hermoso! Y sin darme cuenta saque mi labio inferior formando un puchero, sentí la risa de Seung a mi lado por lo que le mire de mala gana, me cruce de brazos y luego gire la cabeza hacia la ventanilla, ¡no le iba a hablar ni a mirar hasta que llegáramos eh dicho!

Ya hace más de 20 minutos llevo viendo árboles, y más árboles todo el camino. Fruncí el ceño tratando de deducir a dónde demonios me llevaba, pero la curiosidad fue más y otra vez cuestione.

-¿Ya merito?

-Ji Yong, que lo preguntes a cada 5 minutos no ayuda a nada. –Su voz salió tan calmada y dulce, como siempre me hablaba.

-¿Ya merito llegamos?

-Sip.

-¿Enserio? –Interrogue eufórico mirando a todos lados, pero el aún seguía en movimiento, no se detuvo y aun veía más y más árboles, volví a mirarle de mala gana y el volvió a reír.


-Te odio.

-También te quiero.

Y sin poderlo evitar una sonrisa amplia se deslumbro en mis labios y vi el momento exacto donde él también sonrió.

.
.
.
.

-Ji Yong. -Sentí un susurro llamarme a lo lejos, me removí un poco en mi lugar, no respondí.- Ji Yong…

-¿Mhn? –Me queje por lo bajo.- 5 minutos más, mami.

-¿Mami? –Me interrogo riendo y entonces caí en cuenta que era Seung, fruncí el ceño y despacio abrí los ojos. ¿En qué momento me quede dormido? Al abrir los ojos lo primero que vi fue la cara de Seung muy concentrado viéndome, algo cerca, con una sonrisa hermosa en sus labios, que si bien me acabo de fijar tienen un lindo color.- Ya merito llegamos…

Me aviso más bien en un susurro y me incorpore en el asiento de inmediato, ¿en qué momento me había recostado el asiento? Seguramente fue Seung mientras dormía. Abrí de un golpe la puerta del auto mirando a todo mí alrededor, espera… estábamos en una pradera, fruncí el ceño algo confuso y avance despacio mirando el lugar. Iba a decir algo cuando justo ante mi vi un hermoso campo de rosas rojas, parecía ser un paisaje de mentiras, era hermoso, el sol estaba brillante y le daba ese toque especial al ambiente, habían muchos árboles y un pasto corto, muy verde. Pasaban fugazmente uno que otro pájaro, y yo simplemente me dedique a observar todo, en silencio y con una amplia sonrisa, es que todo era precioso.

-Y esa no es la sorpresa exactamente… -Sentí una voz baja a mi espalda, muy dulce ¿hace cuánto lleva tras de mí? Sonreí de medio lado y me di la vuelta para verle, pero al parecer no calcule muy bien y quede muy pegado de él, muy cerca de su rostro, una sonrisa se formó en sus labios, una sonrisa que calo hasta lo más profundo de mi y termino por ponerme muy nervioso, desvié la mirada dando un corto paso hacia atrás.

-¿…Y qué es? –Mi voz salió baja, apenada. El me tomo por la barbilla e hizo que le mirara, y justo allí sentí mi mundo irse abajo.

Mi mirada se encontró con la suya, fija, como si no pudiera desviarla, una parte de mi me decía que la desviara, pero otra necesitaba seguir mirándole, sus ojos parecían hablarme, decirme algo, pero no llegaba a entender del todo, era como si me analizaba completo. Mi respiración bajo su ritmo, era más lenta, y podía casi escuchar su respiración, fue como si mis sentidos se agudizaran, escuchaba los lejanos canticos de los pájaros a mi espaldas o tal vez sobre nosotros, la suave brisa chocaba con nuestros cuerpos, un viento agradable, ni frio ni caliente, era perfecto. Su cabello se removió un poco en su frente, como si le acariciara, por un momento me dio envidia, su piel se veía tan suave, tan cálida. Su mano se mantuvo estática en mi barbilla, sosteniendo delicadamente mi rostro, apenas y ambos parpadeábamos, era como un juego quien sostenía más tiempo la mirada, y a este paso no sabría decir quién era el ganador. Yo no podía bajar la mirada, y por lo visto el tampoco. Entre abrí los labios sin darme cuenta y entonces pude notar el momento justo donde en sus labios se deslumbro una cálida sonrisa, de esas que hacían sus ojos alinearse bajo sus pestañas. Y como si saliéramos del inesperado trance, sonreí contagiado por él. Sentí sus dedos dar una leve caricia en mi mentón y luego alejar la mano. Y como si nada respondió aun sonriente.

-Ya vas a ver… –Y entonces su mano hizo un recorrido por toda la extensión de mi brazo, en una suave caricia. Hasta tomar mi muñeca. No pude evitar estremecerme un poco. ¿Qué me estaba pasando? Baje la mirada a su mano que me sostuvo como si fuera de cristal, subí la mirada nueva vez a su rostro, joder… que aun sonreía.

No dije nada, sentía que no debía decir nada, solo esperar, aparte, no sabría qué decir, me había quedado mudo por un momento. Me tironeo un poco jalándome a caminar a su lado, y me dispuse a seguir su paso. Mi mirada se paseaba por todo lo que tenía al alcance. Unos arbustos que parecían podados, estaban tan verdes, tan cuidados. Esos árboles hermosos que hacían como si fuera un túnel entre sí, caminábamos en medio de ellos mientras el suave viento movía sus ramas provocando un tranquilo frotar de sus hojas, algunas caían haciendo una lluvia anaranjada entre nosotros. Un delicioso aroma inundo mis fosas nasales. Y la mezcla de las rosas, flores, los árboles y hasta el perfume de Seung se congeniaron para hacer un aroma único, embriagador.
Cerré los ojos un momento disfrutando el aroma, y la música que nos brindaba la naturaleza, pero aun caminaba. Algo salió mal y mi pie tropezó e hice al ademan de caer. Tanto que mi madre me decía ante que pusiera atención donde piso. Pero antes de caer, unos brazos fuertes me acobijaron a un pecho definido, firme, duro pero cálido. Entonces comprobé dos cosas, su perfume si es delicioso y su piel si se sentía cálida como lo suponía.

-¿Estas bien? –Escuche un dulce susurro preguntarme mientras tomaba mi rostro con ambas manos, como analizándome, su mirada se paseaba por todo mi rostro en busca de… ¿En busca de qué? No había llegado a caer.

-N-no llegue a caer Seung. –Mi cara ardió cuando note su mirada sobre mis labios. Entonces lo note acercarse y mis ojos abrieron grandemente, pero luego cerraron como si esperara un impacto. Soltó mi rostro de sus palmas.

-Tan solo preguntaba… -Nueva vez ese susurro, pero esta vez más bajo, sus labios yacían pegados a mi frente, muy suave los separo y si jure que me puse como tomate. Me sentía muy nervioso y eso me estaba avergonzando mucho.

-Ah. –asentí muy torpe, justo dos veces, bajando la mirada y entonces note que terminamos de manos agarradas, sus dedos estaban entrelazados con los míos, como si nuestras manos estuvieran hechas la una para la otra.

Sacudí un poco la cabeza descartando lo que acababa de pensar. Avanzo un poco, aun tomando mi mano. Yo en silencio le seguí, esta vez mirando al suelo, como si calculara cada paso que daría. Mi estómago se comenzaba a mover, y no era exactamente hambre lo que sentía. Mordí mi labio un poco a causa de los mismos nervios. ¿Dese cuando Seung me hace sentir tan…? Tan…

-Aquí es. –Le escuche hablar sacándome de mis pensamientos y subí la mirada mientras su espalda me detenía ante su repentino paro. Mis ojos se abrieron a nos mas poder, solté su mano y correteando me acerque más a lo que veía.

Frente a mi había una pradera despojada de árboles, cubierta de esa corta yerba verde que cubría todo el suelo y millones y millones de mariposas volando en todas direcciones. Era un campo de mariposas. Azules, amarillas, verdes, rosas, moradas y hasta negras. De todo tamaño, forma y color. Eran millones, era simplemente hermoso. Mi boca se abrió de la impresión, soltando un bajo ‘Wow’.

-Anda, atrapa una. –Le escuche comentar y gire mi cabeza a verle, él se mantenía de brazos cruzados con una cálida sonrisa, esa hermosa sonrisa que poseía.

Emboce una gran sonrisa, brillante y feliz. Y sin más me eché a correr hacia las mariposas. Al llegar al lugar me puse a dar altos saltos tratando de tomar una, sin embargo ninguna ni se acercaba a mis manos, pero eso no me detuvo. Corría por todo el campo riendo mientras unas que otras mariposas me rosaban el rostro, algunas me corrían más que otras; En un determinado momento ellas me seguían a mí, y yo no podía ocultar mi felicidad, no paraba de reír. Me olvide de todo por un momento. Pare para recuperar un poco el aire, deje caer mi cabeza hacia atrás en el mismo esfuerzo de recuperar el aliento, entonces la vi…

La mariposa más hermosa que había visto en toda mi vida, la única que pude ver de sus características entre todas las demás. Una mariposa blanca, totalmente blanca. Mis ojos la seguían con atención, volteaba en círculos, como si dibujara en el aire y una emoción enviado mi cuerpo, más de lo que ya estaba. Mentalmente me propuse atraparla, tome aire y corrí hacia ella, corría y corría pero no podía atraparla. Era muy rápida, y volaba muy alto, ni aunque saltara lo que saltara la podía alcanzar, ni me acercaba a ella. Frustrado y algo incómodo grite.

-¡Se me escapa!

Entonces gire mi cabeza al escuchar como unos pasos rápidos de acercaban a mí, Seung venia corriendo, le quede mirando y como si el mundo se detuvo, simplemente me le quede viendo en sus fallidos intento de saltar y atrapar la mariposa. ¿Cómo se le ocurría que él la iba a atrapar? Yo era soy más ágil que él no pude. Una sonrisa tierna se dibujó en mis labios. Y es que verle intentar para mí era un bonito detalle.

Se detuvo después de muchos intentos y posando ambas manos en sus rodillas trataba de buscar aire, reí un poco ante su posición, ni que había saltado tanto, y entonces me miro, se dio cuenta que le miraba atento, no baje la mirada ni un momento, él se incorporó un poco y nueva vez mi mundo se fue abajo.

Nuestras miradas se cruzaron, atentas, y como si tuvieran sed de analizarse. Nueva vez sus ojos parecían hablarme, pero no pude ver nada, no podía. Sentía que los míos hablaban, sentía que algo decía mi mirada, pero no sabía que. Una tenue pero hermosa sonrisa se dibujó en sus labios, yo igual sonreí. La luz del sol comenzaba a apagarse, y esa luz anaranjada le setentava hermoso, era como si la luz esculpiera todo su cuerpo, las mariposas a su espalda comenzaban a dirigirse a diferente direcciones, como si se fueran para dejarnos a solas, y simplemente perdí de vista la mariposa blanca, mis ojos estaban perdidos en la mirada de Seung Hyun.

De un momento a otro esa sonrisa en sus labios desapareció, se borró de la nada y sentí un leve miedo recorrerme. ¿Por qué me sentía así? ¿Qué me estaba pasando?

Se giró por completo a verme y a pasos tranquilos se acercaba a mí, yo no me moví ni un poco, me quede plasmado en mi lugar, mi mirada aún estaba centrada en sus orbes, brillaban de una manera que nunca había visto, tal vez era la hermosa luz que rodeaba el lugar. Ya muy cerca de mi deje de respirar, el aire se me detuvo, mis labios entre abiertos se movieron un poco, iba a decir algo, pero no sabía exactamente que, así que no dije nada. Un tacto me hizo estremecer, Seung tomo mi cintura, deslizando esa mano hasta mi espalda baja me atrajo un poco hacia él, más cerca sentía su aliento chocar con mi rostro, su aliento cálido. Abrí un poco más los ojos, y mis mejillas ardían en demasía. Guio su otra mano hasta mi mejilla, y yo por pura inercia incline un poco mi cara acunándome en esa mano. Entonces fui iluminado otra vez por su sonrisa, esa sonrisa. Unió nuestras frentes y sentí mis piernas flaquear, creo que él también lo sintió puesto a que me afirmo un poco más con la mano en mi espalda baja, me pego más a él y pose mis manos en sus hombros. Sin poder evitarlo baje la mirada a sus labios donde una media sonrisa se curvo en ellos. Eran carnosos, tan rosas y visiblemente suaves.

-Ji, lo siento. –Lo escuche disculparse, vi sus labios articular esa palabra, no entendí nada. El continuo acariciando mi mejilla esta vez.- Lo siento mucho, pero ya no lo aguante más, te necesitaba tener a solas, a mi lado. No sé qué me pasa, no sé cuándo paso, pero siento que no puedo vivir sin ti. Me gustas, me gustas mucho. Y llámame egoísta, pero solo te quiero para mí. Solo para mí… -Más bien un susurro fue la última frase.

Quede en una especie de shock, torpemente subí la mirada a sus orbes y justo allí entendí muy claro la sinceridad de sus ojos, eso que no entendía cuando le mire hace rato. Sentí un rose en nuestras narices y despacio sus labios rosaron los míos haciendo que cerrara los ojos ante la maravillosa sensación de sus labios.

Atrapo mis labios con los suyos, y como nuestras manos, encajaron a la perfección, se mantuvo en esa posición unos segundos y luego abrió y cerró los labios contra los míos sellando el primer beso. Todo tan natural, sin prisa, con detenimiento. Mis manos viajaron de sus hombros a su cuello, por su nuca, para luego una deslizarse por su pecho hasta el inicio de su estómago, para nueva vez subir a su pecho. Tan duro, tan definido, tan marcado, tan cálido. Su mano en mi espalda se mantuvo un momento allí, pero mientras el beso avanzaba se encamino a mi cintura, y la que estaba en mi mejilla bajo un recorrido por mi hombro, por mi pecho hasta también tomar mi cintura, guiaba sus manos en mi cintura como si me definiera con ellas, como si marcara mi suela. Ladeo un poco la cabeza acoplándose más a mis labios, un abrir y cerrar despacio de labios marcaban el beso, dulce, despacio. Un escalofrió paso mi espina dorsal cuando sentí una leve mordida en mi labio inferior, provocando una sonrisa en el beso por parte de ambos. Nuestros labios se encontraban otra vez, y se movían como si ya se conocieran de por vida. El aire nos hizo falta, por lo que Seung Hyun despacio se separó, pero sin dejar de tomar mi cintura.


Y entonces fue donde note que ya había oscurecido, si el día era hermoso, la noche lo era aún más. Temía subir la mirada, mis mejillas ardían y mis labios aún estaban levemente entre abiertos. Me quede unos segundos así, y tome valor y subí la mirada, Seung me dio un corto beso muy suave otra vez en los labios y luego me sonrió.

-Mañana prometo que juntos vamos a atrapar la mariposa blanca.

-¿V-vamos a pasar la noche juntos aquí? ¿Vamos a atrapar la mariposa?

-Si Ji…

-… ¿y si se me escapa otra vez?

-Entonces como todo lo que hemos pasado desde siempre, juntos lo vamos a lograr.


“Te elegí a ti… porque eres la persona que me hace feliz, eres la persona que tengo en mente siempre. Por la cual me arriesgue a decirle todo lo que sentía y no me importo nada de nada.
Eres tú la persona que me deja pensado cosas durante todo el día, siempre me pregunto qué estás haciendo, en donde estarás… Eres tú la persona por la que muero de celos si te miran o te dicen cosas.
La persona por la que seguiría a pesar de todo eres tú. No me importa nada, no te cambiaría por nada ni por nadie.”
Notas finales:

Gracias por leer. ♥ 


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