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FAMILIA por Innaluu

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Notas del capitulo:

Tercer cap (: espero que a alguien le guste tanto como a mi escribirlo 



Harry se encontraba inmerso en su rutina, estaba en la librería ordendando los pedidos, aún no era medio día y ya tenía todo en orden. Era un martes más, el día mas lento de la semana, solo había una entrega especial y David, el dueño del negocio, le había comentado que vendrían a buscarlo a eso de la una, justo cuando el salía a colación.

Estaba intrigado, en tiempos como este, quien buscaba libros de moda carnavalesca del siglo XVIII? Se imaginaba que debía ser algún tipo de historiador, como su amiga Hermione quién siempre estaba a la busca de cosas raras y muy antiguas.

La computadora sono, era un mail, en momentos así agradecía enormemente que la librería contara con internet, sino se moría de aburrimiento. Mirando a todos lados para descartar que algún cliente estuviese por allí, se acomodó en su silla.

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Harrykings:

Estoy en casa, papá tuvo un accidente en el trabajo, nada grave ya esta aquí y debe descansar.

Te avisé porque ya sabes como se pone mamá.

Pd: puedes venir tranquilo, mi venganza se suspende por ahora. Abrazos Dud.

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Harry maldecia a su primo por darle tan poca información, pero confiaba en que su tío Vernon estaba bien, de no ser así tendría a Big-D frente a él y no un mail.

Aún debía esperar a que llegara su compañera al cambio de turno y entregar el dichoso pedido, miro el reloj de la pared y vio consternado que solo eran las doce y quince, si tenía suerte llegaría antes del té a casa de sus tíos.

Draco sentía que aún estaba caminando en las nubes, todo estaba marchando a la perfección, los negocios estaban mejor que nunca, la bolsa de valores se había mantenido estable, lo que significaba que no había nada de que preocupase por el momento. Su madre ya había repartido las invitaciones al baile, y estaba todo confirmado. El gran evento se celebraría el viernes de la próxima semana, eso significaba que su disfraz y mascara eran la mayor preocupación.

Su gran amiga Luna Lovegood le había recomendado una pequeña librería que, según ella, tenía los mejores libros de arte de la época que buscaba. Si ella lo decía le creía a pies juntos, muchas personas que conocían a Luna la tildaban de loca, de hecho Lunatica era su sobrenombre (cosa que él odiaba), pero lo cierto era que su amiga era excepcional, su inteligencia sobrepasaba la media, su cabello rubio descuidado y grandes ojos azules soñadores escondían una astuta, observadora y crítica personalidad. Desde que la conoció sintió agrado por la muchacha, en parte porque se sentía identificado con ella, ambos eran excéntricos e incomprendidos (de formas muy diferentes, eso si!).

El rubio estaba caminando tranquilamente por el estacionamiento de su edificio corporativo, miro su reloj de bolsillo, 11:45, era temprano pero no le gustaba quedar atrapado en el tráfico cuando era el conductor, sonrió al recordar que Arthur, su chofer, había pedido el día libre para asistir al partido de handball de su hija... La única niña dentro del matrimonio que contaba con seis varones. Suertudo de él, debió pedirle la dirección y así asistir, después de pasar a la librería tenía el día libre, sin nada que hacer.

12:30 ya solo faltaba media hora para salir, tendría que comprarle un regalo a su jefe, le dejaría partir sin problemas y no le descontaría ni 1 hora de trabajo. Ahora solo debía aparecer la persona del pedido y podría al fin ir a casa!... A casa de sus tíos,  aún no se acostumbraba a tener su propio hogar... Con el tiempo se decía Harry cada vez que le sucedía, con el tiempo lo sentiras. Y así se encontraba pensando tras el mostrador, mirando sin ver. Vendió cuatro libros, atendio a seis personas y preparo una taza de té, 12:45, encendió la radio, quizas así el tiempo pasaría más rápido.


Aparco el auto frente a la librería, era pequeña y pintoresca y estaba bastante escondida. Saco su reloj, 12:47, era temprano pero no le apetecía esperar a que llegara la hora, entró calmadamente y observo todo a su alrededor, encantador, ese fue su veredicto, como siempre Luna no se equivocaba, se acercó al mostrador y sintió como su corazón daba un fuerte latido de más.

Frente a él se encontraba el hombre más hermoso que hubiese visto, el más hermoso y el más raro, estaba arreglado, demasiado y con un pésimo gusto, sus hermosos ojos verdes cubiertos por los lentes mas horrorosos del mundo, y eso que Elton John estrenaba un par cada semana, su camisa era del rojo mas aburrido y vulgar, su brillante y negra cabellera estaba más alborotada que nido de pajaros después de una tormenta, pero había algo en el que le atraía. Era tan extraño.

- Muy buenas tardes.

-... ...

- Dije Buenas Tardes! ...  ... - al parecer se había vuelto invisible y no se había enterado. No sabía si enojarse ante semejante ofensa, mira que no prestarle atención, a Él! , o reír por la cara de horror que tenía el pobre mientras escuchaba atentamente el radio. Así que decidió darle la vuelta al meson y acercarse en silencio a tocarle el hombro mientras saludaba una vez más.

- Muy buenas tardes - y mostró su mejor sonrisa.

- Oh oh, cuanto lo siento, muy buenas tardes - dijo el ojiverde sin levantar la vista del radio aún, se puso de pié cuando sintió que el hombre volvía a posarse del lado correcto del mostrador- Lamento mucho no haberle prestado a... Atención- Harry pensó que había muerto y llegado al cielo, nunca pensó que esa cursilada fuera tan cierta, frente a el estaba el hombre mas sexy, hermoso, varonil y con una sonrisa encantadora. Era alto, rubio platino y con unos increíbles ojos grises, no parecía nada corriente, era mejor que cualquier modelo y/o actor porno que hubiera visto. Su corazón se aceleró y sus mejillas se sonrojaron, se sentía el hombre más pequeño e insignificante del mundo.

- Ahora finalmente tengo tú atención.

- Si si disculpame, es solo que en la radio dieron una mala noticia, ahora si, en que puedo ayudarte... ...

- Oh si claro, Malfoy Draco Malfoy, vengo a buscar un pedido, un libro del siglo XVIII-

- Claro, si, eres el único pedido hoy dejame buscarlo- el pelinegro se volteo a buscar en la estantería de atrás, y Draco solo pudo dar un disimulado vistazo al trasero del delgado y menudo pelinegro, maldición nunca antes alguien le había atraído de esa forma, a primera vista.- Aquí esta, el gran tomo de Moda y Arte Carnavalesco Veneciano del Siglo XVIII.

- El mismo, ya esta pagado así que gracias por todo,  disculpa aún no me dices tu nombre.

- Eh oh si soy Harry, Harry Potter! - sentía que comenzaría a derretirse en cualquier momento y eso que solo estaba siendo amable. Que le estaba pasando, el no era así, derritiendose por un hombre que recién conocía!!!

- Bien Harry, ahora me dirás que era esa mala noticia en la radio? - Draco no estaba siendo nada sutil, pero no quería serlo, sentía que esa era una oportunidad de oro, y no la dejaría pasar, era un Malfoy, siempre obtenía lo que deseaba.

- No es nada, solo que el servicio de transportes hasta Surrey estara suspendido hasta mañana y pensaba ir a casa de mis tíos - El moreno no pudo evitar que sus ojos mostraran la verdadera preocupación que sentía por unos segundos. Algo que no pasó desapercibido para el rubio.

- Te urge mucho ir por lo que veo.

- Si la verdad es que si, mi tío a tenido un accidente en el trabajo y ya esta en casa, pero deseaba ir a visitarlo.

- Sabes no quiero ser entrometido pero se ve que realmete necesitas ir y yo no tengo nada que hacer, si gustas puedo darte un aventón hasta Surrey - Draco puso su cara más seria, quería que este hermoso joven entendiera que su ofrecimiento era sincero, y oh Dios se estaba mordiendo el labio inferior, no podía rogarle y decir que estaba interesado por un extraño caso de amor a primera vista, no quería espantarlo, pero tampoco quería darle a entender que intentaba seducirlo por una noche, cuando todo en el joven gritaba que era alguien serio.

- No quiero parecer un aprovechado pero realmente necesito ir y acepto, ya son la 1:15 y si voy contigo llego a un almuerzo tardío.

- Muy bien vamos - El rubio mostro una una gran sonrisa al ver el sonrojo del ojiverde-  y la dirección es?

-Vamos al número cuatro de Privet Drive - Harry alcanzó al rubio que ya estaba en la puerta de salida y le sonrió ampliamente. Sin dudas este era un gran día, y por primera vez se alegro de que su día no fuera nada normal ni corriente.

El viaje en auto fue increible, ambos se enfrascaron una rápida conversación sobre todo, hablaron sobre sus familias, Draco le contó sobre sus padres y lo mucho que lo han apoyado siempre, de lo feliz que eran los tres y del gran ejemplo que eran, Harry le contó sobre sus tíos, que ellos lo habían criado cuando sus padres fallecieron antes de que cumpliera los dos años, sobre su primo que era un hermano para él. Ambos se contaron sus gustos por la música, el arte sus opiniones políticas y sobre economía, ambos compartían su amor por la administración y los perros, si bien sus gustos y visiones económicas no coincidían, se les hizo fácil congeniar.

Las dos horas de viaje ( con tráfico incluído) parecieron solo diez minutos, el ojigris estaciono frente a la pequeña y bien arreglada casa. Ambos bajaron del auto.

- Bien, sano y salvo en tú destino.

- Muchas gracias Draco, no tengo como agradecerte este favor - El moreno miraba a su salvador con ojos anhelantes... No se atrevía a pedir lo que realmente deseaba.

- No te preocupes, fue un placer, ahora si en verdad quieres agradecerme acepta una cita a cenar este viernes - podía ver el deseo en los ojos verdes.

- Yo... Acepto - la sonrisa del rubio se amplió mostrando sus blancos dientes, y subió a su auto y cuando ya estaba por partir miró a Harry a los ojos - espera mi llamada.

Harry lo vio partir sintiendo que sus rodillas temblaban, jamás pensó que podría ser tan arrojado y desvergonzado, aceptando favores y citas de un desconocido, pero no podía evitarlo, ese hombre era un sueño hecho realidad!!

Un hombre robusto con el brazo en cabestrillo y un yeso en la pierna izquierda, sentado en su sillón favorito veía por la ventana como su sobrino, su segundo hijo, hablaba muy entretenido con aquel hombre joven, quien lo había traído. Se veian raros... En su cabeza se formo una idea, una que no le gustaba para nada. Tendría que hablar con el muchacho seriamente. Vernon frunció el seño mientras veía como el auto se alejaba y en la puerta se sentía el golpeteo conocido de unas llaves.


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